Clásicos Modernos
Rafael Marquina y la historia de la aceitera más copiada del mundo
Pionero del diseño industrial en nuestro país, Marquina ideó la aceitera antigoteo que se puede ver en la mayoría de las cocinas.
Contaba Rafael Marquina que de niño su madre siempre le daba un cachete cuando al verter el aceite sobre el pan le goteaba por fuera del recipiente de cristal y ensuciaba el mantel. El fruto de aquella frustración infantil es la aceitera antigoteo: un icono moderno (diseño archicopiado) que representa como ningún otro objeto la esencia del diseño industrial: crear un producto sencillo que desempeñe a la perfección la función para la que fue diseñado. Ahora esta pieza, diseñada en los 60, se expone, junto a otros diseños españoles relacionados con la cocina y la mesa, en la exposición itinerante Tapas, Spanish Design for Food, hasta el 19 de julio en Madrid.
Rafael Marquina, padre de la diseñadora de alfombras Nani Marquina, creó la aceitera antigoteo en 1961. Con ella obtuvo el prestigioso Premio Delta de Diseño ese mismo año. Sin embargo, fue en los 80 cuando se popularizó, primero como objeto de vanguardia, y poco después para su uso cotidiano, sustituyendo a las aceiteras tradicionales de vidrio que siempre goteaban. “Es el mejor ejemplo de un buen diseño de un objeto cotidiano”, opina el arquitecto y diseñador Ramón Esteve.
“Marquina produjo una evolución importante dentro del sector de las aceiteras. Su propuesta supuso un cambio a nivel formal, consiguiendo que estéticamente se integrara mejor en los nuevos conceptos del habitat (…) Reinterpretó un objeto de uso cotidiano de forma eficiente e ingeniosa, solucionando un problema y dándole valor estético. Un buen diseño, en definitiva”, opina Vicente Gallega, diseñador de Gallega Design.
La propuesta de Marquina es similar formalmente a los matraces utilizados en química, donde los líquidos se transvasan con máxima precisión. El diseñador aprovechó las nuevas técnicas de vidrio pírex para crear un cuerpo cónico, con una pipeta superior ligeramente torcida por donde sale el aceite. El líquido restante que gotea por el pico, se reintroduce en el recipiente a través de un pequeño cono invertido con un orificio de recogida, que además sirve para que entre el aire.
Entrevistas Houzz: 10 minutos con Nani Marquina
Entrevistas Houzz: 10 minutos con Nani Marquina
La aceitera tiene una base estable, de manera que es casi imposible que vuelque. También es muy fácil de rellenar gracias a su embocadura en forma de embudo. No precisa un recipiente debajo para evitar manchar con el goteo. No ensucia las manos ni requiere un cierre de corcho o plástico. Juli Capella, arquitecto y diseñador, cree que “su preciso diseño la convierte probablemente en la mejor aceitera del mundo. Responde a la perfección a los requerimientos de uso”.
Hoy, la empresa Mobles 114 comercializa la aceitera original de Marquina. Se trata de uno de los objetos de diseño más copiados, incluso por prestigiosas empresas, pues su concepto se ha convertido en genérico. Hoy en día se encuentra en prácticamente cualquier tienda de menaje.
“Un símbolo de la mesa mediterránea que demuestra la importancia del diseñador industrial y su capacidad de dar soluciones a problemas que nos generan objetos cotidianos. Un clásico que seguirá alimentando a muchas generaciones”, resume Christophe Penasse, director de márketing de Masquespacio.
Fotos: Mobles 114
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¿Tienes la aceitera de Rafael Marquina en casa? Cuelga tus imágenes en los comentarios.
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