Arquitectura
Le Corbusier: Retrato del pionero de la arquitectura moderna
Redescubre conceptos conocidos y conoce muchos otros aspectos desconocidos de la obra del gran maestro.
Junto con Frank Lloyd Wright y Ludwig Mies van der Rohe, Le Corbusier –fallecido hace ya casi 60 años– se encuentra entre los arquitectos más influyentes del s. XX. Sus edificios y sus planes urbanísticos marcaron el camino a innumerables profesionales, pero también a muchos políticos, que tomaron sus ideas como inspiración.
Este artículo recupera una serie de conceptos relativamente conocidos para el que ya se haya acercado a su figura, pero también brinda, inspirándose en la ambiciosa e icónica muestra Le Corbusier: An Atlas of Modern Landscapes, que se pudo ver en el MoMA a mediados de 2013, una nueva perspectiva sobre el arquitecto y su prolífica obra. Además, recomendamos el libro de la editorial Phaidon Press Le Corbusier: Ideas and Forms, del crítico William Curtis.
Este artículo recupera una serie de conceptos relativamente conocidos para el que ya se haya acercado a su figura, pero también brinda, inspirándose en la ambiciosa e icónica muestra Le Corbusier: An Atlas of Modern Landscapes, que se pudo ver en el MoMA a mediados de 2013, una nueva perspectiva sobre el arquitecto y su prolífica obra. Además, recomendamos el libro de la editorial Phaidon Press Le Corbusier: Ideas and Forms, del crítico William Curtis.
Le Corbusier: Influencias
Si hay una casa que viene a la mente en cuanto se escucha el nombre de Le Corbusier, esa es Villa Savoye, en la foto. Situada a las afueras de París y finalizada en 1931, la casa encarna los ‘Cinco puntos para una nueva arquitectura’ de Le Corbusier (planta sobre pilotes, terraza-jardín, planta libre, ventana alargada y fachada libre) de una forma hasta entonces sin precedentes. ¿Pero cómo llegó Le Corbusier a este diseño? ¿Qué había sucedido en las tres décadas anteriores para dar lugar a un cambio tan radical de las normas?
Como muchos arquitectos anteriores y posteriores a él, las principales influencias de Le Corbusier (en la foto en Suecia, un par de años después de la construcción de Villa Savoye) en sus primeros años son sus profesores y sus jefes. Algunos de ellos son Charles L’Eplattenier en La Chaux-de-Fonds, August Perret en París y Peter Behrens en Berlín.
En concreto, los dos últimos dos fueron clave: Perret para sus diseños expresionistas de hormigón y Behrens para su funcionalismo poético. No cabe duda de que Le Corbusier es algo más que la suma de estas influencias, pero es cierto que la elección de sus mentores le ayudó a encontrar su camino.
Si hay una casa que viene a la mente en cuanto se escucha el nombre de Le Corbusier, esa es Villa Savoye, en la foto. Situada a las afueras de París y finalizada en 1931, la casa encarna los ‘Cinco puntos para una nueva arquitectura’ de Le Corbusier (planta sobre pilotes, terraza-jardín, planta libre, ventana alargada y fachada libre) de una forma hasta entonces sin precedentes. ¿Pero cómo llegó Le Corbusier a este diseño? ¿Qué había sucedido en las tres décadas anteriores para dar lugar a un cambio tan radical de las normas?
Como muchos arquitectos anteriores y posteriores a él, las principales influencias de Le Corbusier (en la foto en Suecia, un par de años después de la construcción de Villa Savoye) en sus primeros años son sus profesores y sus jefes. Algunos de ellos son Charles L’Eplattenier en La Chaux-de-Fonds, August Perret en París y Peter Behrens en Berlín.
En concreto, los dos últimos dos fueron clave: Perret para sus diseños expresionistas de hormigón y Behrens para su funcionalismo poético. No cabe duda de que Le Corbusier es algo más que la suma de estas influencias, pero es cierto que la elección de sus mentores le ayudó a encontrar su camino.
Le Corbusier a través de sus casas
Tras un año en el que estudia por su cuenta en Alemania, Le Corbusier vuelve a La Chaux-de-Fonds en 1912 para enseñar y para diseñar su primer encargo como arquitecto independiente, cómo no, para sus padres.
La Villa Jeanneret-Perret (también conocida como Maison Blanche) no podría ser más distinta a la Villa Savoye. De hecho, las monografías y otros documentos del propio Le Corbusier minimizan el papel de este diseño de juventud, aunque hoy nadie duda de que fue fundamental en su evolución.
Tras un año en el que estudia por su cuenta en Alemania, Le Corbusier vuelve a La Chaux-de-Fonds en 1912 para enseñar y para diseñar su primer encargo como arquitecto independiente, cómo no, para sus padres.
La Villa Jeanneret-Perret (también conocida como Maison Blanche) no podría ser más distinta a la Villa Savoye. De hecho, las monografías y otros documentos del propio Le Corbusier minimizan el papel de este diseño de juventud, aunque hoy nadie duda de que fue fundamental en su evolución.
El diseño neoclásico bebe de la arquitectura tradicional predominante en la zona en aquella época, pero su ejecución ya contiene parte de la sencillez de la arquitectura moderna que acabaría siendo la norma sólo diez años después.
Shigeru Ban: El arquitecto del pueblo
En concreto, el gran ventanal anticipa la ventana alargada de los ‘Cinco puntos’ de Le Corbusier. En gran parte de la casa, predominan las aperturas pequeñas, pero el arquitecto pudo abrir algunas ventanas más grandes al liberarlas de los muros estructurales exteriores.
Shigeru Ban: El arquitecto del pueblo
En concreto, el gran ventanal anticipa la ventana alargada de los ‘Cinco puntos’ de Le Corbusier. En gran parte de la casa, predominan las aperturas pequeñas, pero el arquitecto pudo abrir algunas ventanas más grandes al liberarlas de los muros estructurales exteriores.
La Villa Schwob, también situada en su localidad natal, ofrece un aire ecléctico y oriental que tampoco hace pensar en la evolución posterior de Le Corbusier. Sin embargo, el uso libre de los volúmenes, las superficies y las ventanas parece reflejar a un arquitecto que intenta encontrar su camino. La Fundación Le Corbusier describe la Villa como “su obra más completa antes de irse a París.”
Tras mudarse a París y montar su estudio con su primo y colaborador durante muchos años, Pierre Jeanneret, Le Corbusier realiza la primera de sus edificaciones de estilo purista: Villas La Roche-Jeanneret (1923–25); dos casas, con la galería La Roche.
La clara ruptura en la que se embarca con este proyecto tiene su explicación en el desarrollo intelectual derivado de la escritura (Le Corbusier incluye las palabras “homme de lettres” es decir, “hombre de letras”, en su tarjeta de identidad cuando se convierte en ciudadano francés en 1930); en concreto, en esta época escribe para el diario L’Esprit Nouveau y redacta sus Cinco puntos.
La clara ruptura en la que se embarca con este proyecto tiene su explicación en el desarrollo intelectual derivado de la escritura (Le Corbusier incluye las palabras “homme de lettres” es decir, “hombre de letras”, en su tarjeta de identidad cuando se convierte en ciudadano francés en 1930); en concreto, en esta época escribe para el diario L’Esprit Nouveau y redacta sus Cinco puntos.
Un volumen curvo de dos plantas (que aparece en la foto anterior y visible a través del muro de cristal en esta foto) alberga la galería La Roche, mientras que el resto de los ‘Cinco puntos’ los encontramos en las ventanas horizontales y en el diseño libre de la fachada. Más adelante, Le Corbusier llamaría a esta villa doble la primera de sus ‘Cuatro Composiciones’ (la última sería Villa Savoye).
Con estas composiciones el arquitecto continúa cuidadosamente con su evolución, en este caso centrándose en cómo “el interior se expande con facilidad y se comunica con el exterior para formar diversas proyecciones” escribe.
Con estas composiciones el arquitecto continúa cuidadosamente con su evolución, en este caso centrándose en cómo “el interior se expande con facilidad y se comunica con el exterior para formar diversas proyecciones” escribe.
Con el Pabellón de Villa Church en Ville d’Avray (1927–29), Le Corbusier reforma un edificio neoclásico y lo convierte en una casa muy moderna.
En ese proyecto, el arquitecto utilizó la ventana para enmarcar cuidadosamente el paisaje y transformarlo en un cuadro de dos dimensiones, como refleja esta imagen del montaje de la exposición Le Corbusier: An Atlas of Modern Landscapes, celebrada en el MoMa en 2013.
En ese proyecto, el arquitecto utilizó la ventana para enmarcar cuidadosamente el paisaje y transformarlo en un cuadro de dos dimensiones, como refleja esta imagen del montaje de la exposición Le Corbusier: An Atlas of Modern Landscapes, celebrada en el MoMa en 2013.
Cuando Le Corbusier recibe el encargo de construir Villa Savoye a las afueras de París, ya había explorado la idea del paisaje, pero nunca en un entorno tan poderoso y repleto de árboles. El arquitecto sacó el máximo provecho de esta oportunidad, elevando las estancias sobre el paisaje y celebrando la presencia del coche mediante un camino que rodea el edificio y se acerca a varias de las ventanas de cristal de la planta baja.
Otro aspecto que recuerda a la ventana de Villa Church, incluso más que la ventana horizontal, es la apertura realizada en el muro que divide el tejado, dos plantas sobre de la entrada.
Aquí nos encontramos por encima de las copas de los árboles. Consciente de ello, Le Corbusier enmarca cuidadosamente una vista lejana. Ya había empleado esta táctica en más ocasiones, pero en Villa Savoye este procedimiento se convierte en el culmen del paseo arquitectónico al que invita la casa.
Aquí nos encontramos por encima de las copas de los árboles. Consciente de ello, Le Corbusier enmarca cuidadosamente una vista lejana. Ya había empleado esta táctica en más ocasiones, pero en Villa Savoye este procedimiento se convierte en el culmen del paseo arquitectónico al que invita la casa.
Después de Villa Savoye —su casa más celebrada hasta fecha—, Le Corbusier dedica su tiempo a grandes encargos e incluso se centra en la planificación urbanística más que ningún otro arquitecto hasta la fecha y desde entonces. En muchos casos, la planificación urbanística y el proyecto arquitectónico compartían idea y diseño.
La Unité d’Habitation (1947–52) en Marsella, Francia, es un edificio independiente que encarna las premisas sociales de Le Corbusier. Este inmenso bloque de hormigón alberga 337 apartamentos, además de un hotel y una “calle” de compras elevada, que siguen en funcionamiento hoy en día. Los distintos tipos de unidades residenciales están conectados de alguna u otra forma: los dúplex están entrelazados y dispuestos para que solo haya pasillos en algunos de los pisos.
La Unité d’Habitation (1947–52) en Marsella, Francia, es un edificio independiente que encarna las premisas sociales de Le Corbusier. Este inmenso bloque de hormigón alberga 337 apartamentos, además de un hotel y una “calle” de compras elevada, que siguen en funcionamiento hoy en día. Los distintos tipos de unidades residenciales están conectados de alguna u otra forma: los dúplex están entrelazados y dispuestos para que solo haya pasillos en algunos de los pisos.
Uno de los efectos de los dúplex interconectados es la ventilación cruzada, normalmente difícil de conseguir en los edificios residenciales con pasillos sobrecargados. Además, todos los apartamentos tienen vistas al mar, ya sea desde el salón o desde el dormitorio, como refleja esta imagen: una reproducción a gran escala expuesta en la muestra del MoMA.
Los años 50 fue una década muy fructífera para Le Corbusier (y para muchos arquitectos tras el final de la II Guerra Mundial), pero muchas de sus obras de esta época apenas se parecen a los edificios puristas de los años 20 que le hicieron famoso.
Si su primera época está centrada en los ‘Cinco Puntos’, estos años de madurez se centran en el sistema modular (un sistema de proporciones que desarrolló y que está basado en el cuerpo humano con un brazo alzado) y en la aplicación del mismo a distintos proyectos de forma a veces algo oscura.
Sin embargo, lo que realmente sorprende en este proyecto es la excesiva textura del ladrillo, el hormigón y la madera; imposible de concebir en su época purista.
Si su primera época está centrada en los ‘Cinco Puntos’, estos años de madurez se centran en el sistema modular (un sistema de proporciones que desarrolló y que está basado en el cuerpo humano con un brazo alzado) y en la aplicación del mismo a distintos proyectos de forma a veces algo oscura.
Sin embargo, lo que realmente sorprende en este proyecto es la excesiva textura del ladrillo, el hormigón y la madera; imposible de concebir en su época purista.
Las evidentes cualidades de Maisons Jaoul se llevarían a la práctica en proyectos de mayor envergadura en Francia y otros países. Sin embargo, una de las obras más interesantes realizadas en la misma década es esta cabaña que Le Corbusier construyó para su mujer en el sur de Francia. La modesta casita de una habitación solo tiene 12 metros cuadrados, pero lo importante era el mobiliario.
De hecho, para Le Corbusier el mobiliario también era arquitectura. Así, afirmaba que “el mobiliario es la forma primordial en que el objeto vuelve a la vida”.
La exposición del MoMA eliminaba una pared del Petit Cabanon dejando a la vista la distribución del interior (siguiendo el sistema modular) y cómo esta facilitaba el día a día. Las paredes están paneladas de madera contrachapada y las pequeñas ventanas enmarcan el paisaje.
CUÉNTANOS…
¿Qué te parece este artículo? ¿Conocías todas las casas de Le Corbusier? Esperamos tus comentarios
La exposición del MoMA eliminaba una pared del Petit Cabanon dejando a la vista la distribución del interior (siguiendo el sistema modular) y cómo esta facilitaba el día a día. Las paredes están paneladas de madera contrachapada y las pequeñas ventanas enmarcan el paisaje.
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Es importante entender la evolución de su estilo, desde el modernismo internacional de los años 20 y 30 hasta los edificios expresionistas de hormigón de las últimas décadas. Este artículo recupera sus proyectos residenciales para esbozar el retrato de uno de los arquitectos más influyentes del s. XX.