Cómo mejorar la eficiencia energética en una vivienda
En este artículo resumimos las medidas a tener en cuenta para mejorar la eficiencia energética en una vivienda.
Al hacer una reforma integral, además de conseguir una distribución más funcional, se debe mejorar la eficiencia energética de la vivienda. Haciéndolo se reduce la demanda en calefacción, es más fácil mantener la casa fresca, se gasta menos en iluminación artificial y se contribuye a reducir el uso de combustibles fósiles, por ejemplo. En palabras del arquitecto Aleix Gil, de Vallribera Arquitectes: “actualmente resulta inimaginable encarar la reforma integral de una vivienda sin tener la eficiencia energética como punto de partida”.
Las medidas que se pueden implementar dependen de las características de cada vivienda y de su tipología. En una vivienda unifamiliar se podrá intervenir de una manera más libre que en un piso, aplicando, por ejemplo, aislamiento por el exterior. Por otro lado, en un ático habrá más posibilidades de trabajar con la orientación de las ventanas, o de agregar sombreamientos, que en un piso al uso.
“Cada casa demanda una solución en función de sus características. Por eso, las medidas a aplicar no se pueden generalizar”, afirma la arquitecta Lorena Pascual, de Espacios Reversibles.
Como ejemplo, el arquitecto Aleix Gil, de Vallribera Arquitectes, explica que “una vivienda unifamiliar entre medianeras, cuyos muros laterales deban aislarse por el interior perdiendo así inercia térmica, obligará a compensar esa pérdida aumentando, por ejemplo, la masa de soleras y pavimentos”.
¿Qué es lo imprescindible al aislar una vivienda?
1. Medidas pasivas
Se trata de mejorar la respuesta de la casa ante un clima y lugar determinados, implementando mejoras de carácter pasivo. “Muchas de estas medidas son milenarias –apunta José Sánchez Vélez, de DYOV Studio de Arquitectura– y siempre se han utilizado en la arquitectura vernácula, como la inercia térmica, la orientación al sur, huecos pequeños al norte, sombreamientos mediante pérgolas vegetales…”.
Dos de las más efectivas son la ganancia de calor solar a través de las ventanas, orientadas principalmente al sur y al sureste, y la inercia térmica, que mantiene más tiempo la casa caliente en invierno y retrasa la entrada de calor en verano.
En la foto, una masía rehabilitada por Vallribera Arquitects. Como cuenta Gil, en la fachada sur no hizo falta aislante porque se aprovechó la inercia térmica de los muros de 70 cm de grosor.
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1. Medidas pasivas
Se trata de mejorar la respuesta de la casa ante un clima y lugar determinados, implementando mejoras de carácter pasivo. “Muchas de estas medidas son milenarias –apunta José Sánchez Vélez, de DYOV Studio de Arquitectura– y siempre se han utilizado en la arquitectura vernácula, como la inercia térmica, la orientación al sur, huecos pequeños al norte, sombreamientos mediante pérgolas vegetales…”.
Dos de las más efectivas son la ganancia de calor solar a través de las ventanas, orientadas principalmente al sur y al sureste, y la inercia térmica, que mantiene más tiempo la casa caliente en invierno y retrasa la entrada de calor en verano.
En la foto, una masía rehabilitada por Vallribera Arquitects. Como cuenta Gil, en la fachada sur no hizo falta aislante porque se aprovechó la inercia térmica de los muros de 70 cm de grosor.
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También la ventilación cruzada, muy útil para refrescar y ventilar de una manera natura la casa así como incrementar la luz natural para crear espacios más alegres y sanos y reducir el consumo eléctrico.
2. Aislamiento térmico
La forma más adecuada de aislar es por el exterior. El sistema integral de fachada SATE está compuesto básicamente por el aislante que se adhiere al muro y por un revestimiento final. De esta forma, se evitan puentes térmicos.
En un piso habrá que aislar las fachadas por el interior. Pascual explica que, en estos casos, son muchas las condiciones previas a revisar. “Si, por ejemplo, la cámara de aire es suficientemente grande, se optaría por insuflar aislamiento, que es un sistema más económico. Si se trata de un muro de un pie rígido, se puede hacer un SATI (sistema de aislamiento térmico por el interior) directo con planchas de hormigón celular o un trasdosado con montantes de madera para no generar puentes térmicos. Después se rellena con algodón”, apunta.
Gil también aconseja aislar las paredes en contacto con el vecino para asegurarse de que no haya pérdidas por diferencia de temperatura entre viviendas. También recomienda no escatimar en aislamiento porque “la diferencia en el precio entre un aislante de 4 cm y uno de 8-10 cm no es significativa”.
La forma más adecuada de aislar es por el exterior. El sistema integral de fachada SATE está compuesto básicamente por el aislante que se adhiere al muro y por un revestimiento final. De esta forma, se evitan puentes térmicos.
En un piso habrá que aislar las fachadas por el interior. Pascual explica que, en estos casos, son muchas las condiciones previas a revisar. “Si, por ejemplo, la cámara de aire es suficientemente grande, se optaría por insuflar aislamiento, que es un sistema más económico. Si se trata de un muro de un pie rígido, se puede hacer un SATI (sistema de aislamiento térmico por el interior) directo con planchas de hormigón celular o un trasdosado con montantes de madera para no generar puentes térmicos. Después se rellena con algodón”, apunta.
Gil también aconseja aislar las paredes en contacto con el vecino para asegurarse de que no haya pérdidas por diferencia de temperatura entre viviendas. También recomienda no escatimar en aislamiento porque “la diferencia en el precio entre un aislante de 4 cm y uno de 8-10 cm no es significativa”.
3. Sustitución de ventanas
Por las ventanas es por donde se pierde más energía. Los acristalamientos térmicos reforzados y el control solar son dos mejoras a tener en cuenta.
Sánchez recomienda abordar esta medida en armonía con la solución adoptada en las fachadas. “No conviene, por ejemplo, que una solución sea muy buena y la otra regular”, dice.
Gil añade que al abordar la sustitución de las ventanas se trabaja también sobre la posibilidad de agrandar las orientadas al sur y reducir las que lo están al norte. En su caso, suele elegir carpinterías de madera “porque solucionan mejor los puentes térmicos y su transmitancia térmica es baja”.
Llega el frío: En qué fijarse al elegir las ventanas de casa
Por las ventanas es por donde se pierde más energía. Los acristalamientos térmicos reforzados y el control solar son dos mejoras a tener en cuenta.
Sánchez recomienda abordar esta medida en armonía con la solución adoptada en las fachadas. “No conviene, por ejemplo, que una solución sea muy buena y la otra regular”, dice.
Gil añade que al abordar la sustitución de las ventanas se trabaja también sobre la posibilidad de agrandar las orientadas al sur y reducir las que lo están al norte. En su caso, suele elegir carpinterías de madera “porque solucionan mejor los puentes térmicos y su transmitancia térmica es baja”.
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4. Calefacción/refrigeración
Al llegar a este punto, y tras haber cambiado ventanas y agregado aislamiento, la casa no necesitará una gran demanda de calefacción. “El aporte que se necesitará es ocasional. En nuestro caso, siempre optamos por la aerotermia combinada con convectores de bomba de calor”, dice Pascual.
Al llegar a este punto, y tras haber cambiado ventanas y agregado aislamiento, la casa no necesitará una gran demanda de calefacción. “El aporte que se necesitará es ocasional. En nuestro caso, siempre optamos por la aerotermia combinada con convectores de bomba de calor”, dice Pascual.
Gil comenta que con el Código Técnico en la mano es muy sencillo llegar a una letra A. “Aunque la vivienda tenga un aislamiento y carpinterías regulares, se instala una máquina eficiente, como la bomba de calor por aerotermia, y se consigue automáticamente subir dos letras en el Certificado Energético”, dice.
En su opinión, lo más importante es bajar primero la demanda y luego valorar si se necesita agregar algún sistema. Tanto en su caso como en el de Pascual, ambos profesionales aseguran que no hacen instalaciones de suelo radiante en sus reformas porque consiguen una demanda suficientemente baja y la calefacción solo se usa ocasionalmente.
¿Qué es la aerotermia? Todo sobre un sistema de energía eficiente
En su opinión, lo más importante es bajar primero la demanda y luego valorar si se necesita agregar algún sistema. Tanto en su caso como en el de Pascual, ambos profesionales aseguran que no hacen instalaciones de suelo radiante en sus reformas porque consiguen una demanda suficientemente baja y la calefacción solo se usa ocasionalmente.
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Para concluir, Pascual cree que la clave de la eficiencia energética reside en la hermeticidad y recomienda incorporar al proyecto una ventilación con recuperador de calor “porque la calidad del aire es magnífica, se duerme mejor y se consigue más silencio”, dice.
En general, se debería evitar promocionar viviendas como eficientes o pasivas cuando realmente no lo son. “La palabra ‘pasiva’ vale hoy para todo. Sirve más para vender que para otra cosa”, opina Sánchez.
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En general, se debería evitar promocionar viviendas como eficientes o pasivas cuando realmente no lo son. “La palabra ‘pasiva’ vale hoy para todo. Sirve más para vender que para otra cosa”, opina Sánchez.
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