Casas singulares: Un paisaje interior en un terreno sin vistas
Esta casa del estudio Harquitectes consigue en un emplazamiento pequeño y difícil construir un hogar con carácter y sensibilidad propios.
Tanto su variedad de espacios como el tratamiento constructivo y material parten de una aparente austeridad de medios para conseguir un resultado rico en matices y radical en su concepción. Una casa llena de múltiples sugerencias, de lecturas sucesivas, que ha sido premiada en la XIII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo que se celebra en 2016 y seleccionada para el pabellón español de la Bienal de Venecia.
A partir de aquí los arquitectos desarrollaron una estrategia compleja para responder a las necesidades del lugar y los deseos del cliente. Los límites entre interior y exterior dentro del perímetro de la parcela se hacen difusos. En cada extremo se disponen sendos patios semiabiertos con una cubierta parcialmente de vidrio que puede abrirse en los meses de verano.
De esta forma, aún y cumpliendo con la alineación obligada por la normativa urbanística, se consigue que la vivienda se aleje de la calle, facilitando un mejor comportamiento térmico y mayor privacidad. Uno de los patios tiene la función de entrada peatonal y el otro de garaje, pero ambos se consideran parte del interior de la casa, como prolongación de las salas de estar, y actúan como espacios de transición entre la ciudad y la vivienda.
Dentro del solar, el jardín central también queda dividido en dos por una zona de porche. De esta forma, tenemos cuatro patios que rodean tres cuerpos edificados, cada uno de un tamaño y unas características propias.
El esquema original que podía parecer simple –dos volúmenes con un jardín central–se ha ido haciendo más complejo y enriqueciéndose para dar lugar a una sucesión de espacios de diferente carácter, que crea vistas internas, tanto lejanas como cercanas.
Casas Houzz: Verticalidad arquitectónica alrededor de un patio inglés
El esquema original que podía parecer simple –dos volúmenes con un jardín central–se ha ido haciendo más complejo y enriqueciéndose para dar lugar a una sucesión de espacios de diferente carácter, que crea vistas internas, tanto lejanas como cercanas.
Casas Houzz: Verticalidad arquitectónica alrededor de un patio inglés
Los espacios no son estancos, sino que se comunican unos con otros. Se aprovecha la longitud de la parcela para construir largas perspectivas que la atraviesan de una a otra punta. Pero también se crean momentos de relación con lo próximo, rincones únicos, diferentes.
La forma de construcción se refleja de forma directa en el resultado final. Exteriormente, su materialidad se hace evidente, mientras que la estructura y el espacio se identifican en un único concepto.
Los muros de carga de ladrillo con aislamiento intermedio y forjados de chapa colaborante contienen los espacios y colaboran activamente en el confort térmico interior. El funcionamiento estructural del muro y sus diferentes solicitaciones se reflejan en las variaciones de tamaños y texturas de los ladrillos.
Los muros de carga de ladrillo con aislamiento intermedio y forjados de chapa colaborante contienen los espacios y colaboran activamente en el confort térmico interior. El funcionamiento estructural del muro y sus diferentes solicitaciones se reflejan en las variaciones de tamaños y texturas de los ladrillos.
La rugosidad de la cerámica adquiere una expresividad material que tiene una belleza arcaizante, llena de sensaciones táctiles, que vibra produciendo diferentes sombras bajo la acción de la luz del sol.
Las persianas se cuelgan al exterior para evitar puentes térmicos, pero también por simplicidad constructiva, y para contrastar con la masa de los muros como elementos cambiantes y efímeros.
Las persianas se cuelgan al exterior para evitar puentes térmicos, pero también por simplicidad constructiva, y para contrastar con la masa de los muros como elementos cambiantes y efímeros.
En el interior, cada estancia recibe un tratamiento individualizado pero siempre conectado con los cuartos vecinos. Los acabados son diversos pero con una paleta de materiales y colores única para lograr un entorno coherente.
Los espacios se tratan para hacerlos más domésticos, pero la vivienda continúa con esa estética directa que proviene de su proceso de su construcción, como los forjados que dejan la chapa de acero vista, o los muros de ladrillo que mantienen su presencia en el interior simplemente pintados. Se introduce la madera en el suelo con la que se revisten también los muros en algunas zonas.
Por qué apostar por un muro de ladrillo visto en el salón
Por qué apostar por un muro de ladrillo visto en el salón
El hogar resultante se convierte en estructura habitada, con acabados de madera, muebles que crean ambientes dentro del espacio, pero sin perder en ningún caso la rotundidad, la fuerza expresiva del material como decisión de proyecto.
Una forma de ocupar, de habitar, de vivir, que puede parecer basada en la renuncia, pero que realmente parte de ella para disfrutar más intensamente del lugar, de todo lo que nos ofrecen los sentidos, no solo la vista. Una definición material en la que la textura y el tacto son tan importantes como la forma. Una materia sensible al paso del tiempo, que se percibe diferente según las horas del día, que cambia con las estaciones y que espera enriquecer sus sensaciones con el paso de los años.
La Casa 1014 es un oasis en la densa trama urbana, un paisaje interior en un terreno sin vistas. Una vez se traspasan sus límites nos encontramos en un mundo propio, diferente, lejos del ruido. Pero un mundo que no es estático, sino que se adivina activo, cambiante, receptivo a ser muchos en uno.
CUÉNTANOS…
¿Qué es lo que más te gusta de esta casa? ¿Cómo te han parecido las soluciones aplicadas?
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Quién vive aquí: Una pareja con tres hijos. Actualmente pasan parte del año en el extranjero por motivos profesionales, pero su idea es utilizarla como vivienda habitual.
Situación: Un estrecho y alargado solar del casco histórico de Granollers, de tan solo 6,5 metros de ancho por 53 metros de longitud, situado entre dos calles estrechas.
Superficie construida: 673 metros cuadrados
Arquitectura: Harquitectes
Fotografía: Adrià Goula
Los propietarios querían una especie de casa doble, con un área para la actividad doméstica más cotidiana y otra con zonas de estar más amplias para utilizar de forma alternativa a las primeras, o para recibir invitados y organizar reuniones. La normativa municipal obligaba a alinear la edificación a las calles que delimitan el solar. Además, la orientación Este-Oeste, junto a la estrechez de dichas calles adyacentes, dejaba sin soleamiento e iluminación natural directa la parcela.
La primera decisión fue dividir la casa en dos cuerpos de edificación alineados a cada una de las calles de acceso y que se corresponden con la división funcional que pedía el cliente. Una de las fachadas se conservó por su valor histórico, pero el resto de edificaciones existentes en el solar se derribaron.
8 fachadas que se convierten en obras de arte