Casas Houzz
Arquitectura
Casas Houzz: Coderch inspira una vivienda flexible y adaptable
El sueño de José Antonio Coderch, recuperado por el estudio Vilablanch, era construir una casa que evolucionase a la vez que sus habitantes.
Estas viviendas unifamiliares se inspiran en el concepto planteado por José Antonio Coderch en “La Herencia”: un proyecto inédito del mítico arquitecto catalán cuyo objetivo era conseguir viviendas flexibles que se adaptasen a la vida de la familia y a la evolución de sus necesidades. Diez casas con una distribución ‘inteligente’, alineadas muy cerca del mar, en el centro de Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona), fruto de la colaboración entre el departamento de innovación de la empresa Solvia y el Estudio Vilablanch. El resultado: una solución que permite acoger posibles cambios de uso en los espacios sin tener que hacer obras estructurales, ya que tanto los forjados como las instalaciones están pensados para permitir varias configuraciones.
Tras comisariar en 2014 una exposición en Barcelona sobre este proyecto de Coderch, Elina Vilà y Agnès Blanch, del estudio de interiorismo Vilablanch, decidieron hacer realidad el sueño del genial arquitecto. Se inspiraron en su proyecto para diseñar una serie de casas unifamiliares que comparten la preocupación por conseguir viviendas flexibles que se adaptan a la vida de la familia. Pero, a diferencia del proyecto de Coderch, en este caso la flexibilidad se limita al perímetro de la vivienda, sin ocupar ni ceder espacio a las adyacentes.
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Las viviendas unifamiliares diseñadas por Vilablanch constan de dos plantas más sótano. La planta baja es un único espacio diáfano que incluye salón y cocina abierta. La planta superior tiene un núcleo central con baño y zona de lavado, además de dos dormitorios. El proyecto de interiorismo del Estudio Vilablanch ha planteado el interior de forma que cada familia puede decidir cuántas habitaciones necesita.
Foto: Solvia
Foto: Solvia
Para lograr nuevas distribuciones y divisiones de espacios no hace falta hacer ningún derribo. Solo es preciso levantar tabiques y situar estratégicamente las piezas de mobiliario.
La casa puede disponer de hasta cinco habitaciones susceptibles de ser destinadas a diversos usos, como dormitorio, estudio, despacho, taller, etc. Todas ellas se pueden reorganizar según las necesidades.
La casa puede disponer de hasta cinco habitaciones susceptibles de ser destinadas a diversos usos, como dormitorio, estudio, despacho, taller, etc. Todas ellas se pueden reorganizar según las necesidades.
Para comprender este concepto, los compradores tienen a su disposición los planos de las diferentes distribuciones posibles, además de un servicio de asesoramiento de interiorismo para acompañar al futuro usuario en la configuración de los espacios y que éste pueda decidir, junto a profesionales, cómo se va a adaptar.
Foto: Solvia
Foto: Solvia
¿Cómo es posible que la casa crezca? “No solo no es necesario realizar obras para modificar la distribución de la casa, sino que está diseñada especialmente para evitar derribos y cambios en las instalaciones”, explica Agnès Blanch, interiorista del proyecto. Es decir, que las casas están pensadas para evolucionar de manera fácil.
Por ejemplo, la vivienda se entrega con la cocina abierta e integrada en el salón, pero ya existe un estudio previo de cómo se podría cerrar y dónde se colocaría el tabique. Así, la iluminación de la zona ya está planteada de manera que al colocar el tabique y cerrar la cocina, se cuente con dos puntos de encendido: uno para la zona de cocina y otro para la zona del salón.
Por ejemplo, la vivienda se entrega con la cocina abierta e integrada en el salón, pero ya existe un estudio previo de cómo se podría cerrar y dónde se colocaría el tabique. Así, la iluminación de la zona ya está planteada de manera que al colocar el tabique y cerrar la cocina, se cuente con dos puntos de encendido: uno para la zona de cocina y otro para la zona del salón.
Otro ejemplo serían los baños. Si se quiere incorporar otro baño a la habitación principal, el proyecto contempla las dimensiones que permiten colocar un baño en un lugar ya estudiado, mientras que las instalaciones quedan ocultas en la pared, de manera que basta realizar una apertura para descubrirlas y colocar el nuevo baño, sin necesidad de modificar conductos de instalaciones.
El hormigón es el protagonista en estas viviendas. Se ha optado por dejar este material a la vista intencionadamente, ya que era un elemento esencial del proyecto: “Entregar la vivienda con acabados de hormigón ‘desnudo‘ forma parte de la flexibilidad que buscamos, ya que ofrece a los clientes la posibilidad de poder vestir su casa cómo y cuando deseen con otros elementos como parqué, alfombras o baldosas”, dice Elina Vilà.
Hormigón, material de moda
Hormigón, material de moda
Asimismo, las paredes de la fachada, los techos, las puertas, las divisiones interiores y las divisiones de la escalera se han pintado de un color blanco roto, con el fin de generar contraste con el tono del hormigón. La escalera está realizada en estructura metálica con peldaños de madera de roble macizo, encargada de aportar calidez a la estancia, con un diseño ligero que conecta visualmente toda la planta.
En cuanto a la iluminación de la casa, las arquitectas buscaron una solución a la imposibilidad de perforar la estructura de hormigón. “La propuesta lumínica se basa en objetos luminosos exentos en paredes y techos” explican, “toda la elección de luces y lámparas busca crear un ambiente cálido en las distintas estancias, para rebajar la sensación industrial que produce el hormigón”.
En el mobiliario escogido para la “casa piloto” se han seleccionado piezas de color blanco y madera de roble, que contrastan con los elementos arquitectónicos. Sin embargo, las viviendas no se entregan amuebladas. Elina Vilà y Agnès Blanch puntualizan que “esta casa ‘piloto’ sí se puede adquirir totalmente amueblada. El resto de viviendas se entregan sin amueblar pero con la posibilidad de que el comprador pueda replicar el piso piloto si es de su agrado”.
Apasionadas de Coderch. El estudio Vilablanch formaron parte del equipo curatorial que en 2014 organizó una exposición dedicada a José Antonio Coderch, producida por la tienda de mobiliario MINIM, en Barcelona, con motivo del centenario de su nacimiento. “Durante la investigación para la muestra, nos enteramos de que Coderch había trabajado en un proyecto que él llamó ‘La Herencia’, sobre viviendas con distribuciones inteligentes y flexibles”, recuerdan Elina Vilà y Agnès Blanch. “Como la distribución óptima de las viviendas es una de las principales preocupaciones de nuestro estudio, decidimos centrar la exposición en ese tema”. El proyecto de Coderch se había extraviado hacía años, pero el equipo curatorial logró recuperarlo y exponerlo. “Aquél proyecto nunca llegó a construirse, pero era ciertamente visionario”, concluyen las arquitectas.
Casa de la Barceloneta (1952-54), proyectada por José Antonio Coderch y Manuel Valls.
¿Conoces la lámpara Coderch?
Casa de la Barceloneta (1952-54), proyectada por José Antonio Coderch y Manuel Valls.
¿Conoces la lámpara Coderch?
Elina Vilà y Agnès Blanch se encargan de la parte de interiorismo y restauración de la rehabilitación de la Casa Burés en Barcelona, una obra modernista de Francesc Berenguer i Mestres, discípulo de Gaudí. El estudio Vilablanch está especializado en restauración de viviendas con alto valor arquitectónico y patrimonial y en consultoría de interiorismo para promotoras.
CUÉNTANOS…
¿Conocías el proyecto original de Coderch? ¿Qué te parece la idea? Deja tu opinión en la sección de comentarios.
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Situación: Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona)
Interiorismo: Estudio Vilablanch
Superficie: 138 metros cuadrados útiles distribuidos en dos plantas más sótano
Precio de venta por casa: 320.000 € (aprox.)
“La Herencia” es el nombre del último proyecto en el que trabajó José Antonio Coderch antes de morir y que nunca llegó a ejecutarse. El arquitecto consideraba que cada vivienda debía transformarse de acuerdo a la evolución de la familia que la habita, ya sea para crecer cuando nacen los hijos o para reducirse cuando se emancipan. Así, “La Herencia” planteaba una serie de bloques de viviendas en las que cada una de ellas podía intercambiar habitaciones con las adyacentes, tanto en sentido horizontal como vertical. Para lograrlo, cada vivienda contaba con un núcleo central con cocina, estar, baños y habitación principal; mientras que el resto de habitaciones se distribuían a su alrededor, en la zona colindante con las adyacentes.