Arquitectura
Casas del mundo
Descubre la influencia de Frank Lloyd Wright en la casa japonesa (I)
La obra y la vida del arquitecto americano estuvieron muy vinculadas a Japón: Analizamos la intensidad de su legado.
No hay duda de que la obra de Frank Lloyd Wright se vio influenciada por el “carácter orgánico” del diseño japonés, pero tampoco la arquitectura nipona permaneció ajena a la personalidad del arquitecto americano. El documental que realicé hace diez años, Magnificent obsession: Frank Lloyd Wright´s building and legacy in Japan (2008), así lo demuestra.
A principios del siglo XX, Wright se fue a trabajar a Japón, encontrando allí la misma admiración y respeto que ya tenía en su país. Los aprendices y ayudantes que le conocieron y trataron, absorbieron sus ideales, un legado vivo que ha repercutido en la arquitectura nipona de manera indeleble durante años y años.
Y aunque el concepto de la influencia siempre es delicado, el propio Wright fue el primero en reconocer que la estética y el arte japoneses de la última década del siglo XIX, y no tanto la arquitectura, le habían inspirado fuertemente. Descubre aquí cómo, también hoy, la filosofía de Wright pervive en viviendas japonesas tanto históricas como contemporáneas.
A principios del siglo XX, Wright se fue a trabajar a Japón, encontrando allí la misma admiración y respeto que ya tenía en su país. Los aprendices y ayudantes que le conocieron y trataron, absorbieron sus ideales, un legado vivo que ha repercutido en la arquitectura nipona de manera indeleble durante años y años.
Y aunque el concepto de la influencia siempre es delicado, el propio Wright fue el primero en reconocer que la estética y el arte japoneses de la última década del siglo XIX, y no tanto la arquitectura, le habían inspirado fuertemente. Descubre aquí cómo, también hoy, la filosofía de Wright pervive en viviendas japonesas tanto históricas como contemporáneas.
Casa Coonley de Frank Lloyd Wright, litografía de Wasmuth (“Ausgeführte Bauten und Entwürfe von Frank Lloyd Wright”, 1910). Imagen gentileza de la Frank Lloyd Wright Foundation
Una revolución en la arquitectura residencial. Antes de adentrarnos en esa etapa oriental, conviene analizar la obra americana de Wright. Sus casas largas y bajas abrazan la tierra, se fusionan física y espiritualmente con el paisaje del Medio Oeste americano. Los diseños abiertos y cruciformes liberan espacio y movimiento respondiendo al modo dinámico de vida estadounidense, uniendo intimidad con amplitud. Otro aspecto cien por cien americano es la atención que Wright prestó a la chimenea: Corazón de la vida familiar, tenía que estar colocada, siempre, en el centro de la casa. Las paredes con ventanas de vidrio emplomado o “pantallas de luz” y la técnica del voladizo son otras de las señas de identidad de la arquitectura residencial de Wright.
Diseñar hogares prácticos, bonitos y vivos. La máxima bajo la que trabajó toda su vida está más que presente en los desafíos de la arquitectura actual. Lo vemos en esa necesidad de casas cada vez más cómodas, sostenibles y eficientes energéticamente.
En Japón, ese legado revolucionario de Wright lo vemos en las viviendas que han diseñado Kazuyo Sejima, Kengo Kuma y Takaharu Tezuka. Ellos al igual que Wright, reciben elogios por la ubicación de sus construcciones –que tienen en cuenta el impacto climático y medioambiental–, por su singularidad y por las innovadoras técnicas de construcción.
“Wright pensó la naturaleza como un todo práctico, no abstracto”, cuenta Kengo Kuma: “Cuando usa materiales naturales, estos cobran vida. Su visión fue profética. Y ahora, más que nunca, estudiar los edificios de Wright enseña una textura diferente de la realidad”.
Takaharu Tezuka hace hincapié en la importancia que Wright le dio a la comodidad: “En las viviendas diseñadas por Wright no hay ambientes fríos. Son espacios confortables, sostenibles”, cuenta.
Arquitectura japonesa actual: La vivienda como laboratorio (I)
Una revolución en la arquitectura residencial. Antes de adentrarnos en esa etapa oriental, conviene analizar la obra americana de Wright. Sus casas largas y bajas abrazan la tierra, se fusionan física y espiritualmente con el paisaje del Medio Oeste americano. Los diseños abiertos y cruciformes liberan espacio y movimiento respondiendo al modo dinámico de vida estadounidense, uniendo intimidad con amplitud. Otro aspecto cien por cien americano es la atención que Wright prestó a la chimenea: Corazón de la vida familiar, tenía que estar colocada, siempre, en el centro de la casa. Las paredes con ventanas de vidrio emplomado o “pantallas de luz” y la técnica del voladizo son otras de las señas de identidad de la arquitectura residencial de Wright.
Diseñar hogares prácticos, bonitos y vivos. La máxima bajo la que trabajó toda su vida está más que presente en los desafíos de la arquitectura actual. Lo vemos en esa necesidad de casas cada vez más cómodas, sostenibles y eficientes energéticamente.
En Japón, ese legado revolucionario de Wright lo vemos en las viviendas que han diseñado Kazuyo Sejima, Kengo Kuma y Takaharu Tezuka. Ellos al igual que Wright, reciben elogios por la ubicación de sus construcciones –que tienen en cuenta el impacto climático y medioambiental–, por su singularidad y por las innovadoras técnicas de construcción.
“Wright pensó la naturaleza como un todo práctico, no abstracto”, cuenta Kengo Kuma: “Cuando usa materiales naturales, estos cobran vida. Su visión fue profética. Y ahora, más que nunca, estudiar los edificios de Wright enseña una textura diferente de la realidad”.
Takaharu Tezuka hace hincapié en la importancia que Wright le dio a la comodidad: “En las viviendas diseñadas por Wright no hay ambientes fríos. Son espacios confortables, sostenibles”, cuenta.
Arquitectura japonesa actual: La vivienda como laboratorio (I)
Occidente y Oriente se encuentran en Asakusa, distrito de Tokio. Fotografía gentileza de Edo Tokyo Museum
Wright se interesa por Japón. En 1905, cuando Wright visitó por primera vez Japón, muchas de las nociones occidentales sobre el exotismo japonés ya habían desaparecido… al igual que los grandes latifundios feudales. Tras casi 300 años de aislamiento y con la Restauración Meiji de 1868, el país del sol naciente se abría a La Ilustración y cultura occidentales.
Los motivos para ese viaje oriental del americano no sólo estaban en que Japón fuera el lugar “más romántico y hermoso” de la Tierra. A principios de la primera década del siglo XX, salieron a la luz varios escándalos sobre su vida personal que repercutieron negativamente en la carrera del arquitecto. Fue entonces cuando Wright decidió dedicarse a construir el nuevo Hotel Imperial de Tokio.
Wright se interesa por Japón. En 1905, cuando Wright visitó por primera vez Japón, muchas de las nociones occidentales sobre el exotismo japonés ya habían desaparecido… al igual que los grandes latifundios feudales. Tras casi 300 años de aislamiento y con la Restauración Meiji de 1868, el país del sol naciente se abría a La Ilustración y cultura occidentales.
Los motivos para ese viaje oriental del americano no sólo estaban en que Japón fuera el lugar “más romántico y hermoso” de la Tierra. A principios de la primera década del siglo XX, salieron a la luz varios escándalos sobre su vida personal que repercutieron negativamente en la carrera del arquitecto. Fue entonces cuando Wright decidió dedicarse a construir el nuevo Hotel Imperial de Tokio.
Frank Lloyd Wright (fila inferior, tercero de la derecha) y el equipo del Hotel Imperial, 1921. Fotografía gentileza de Frank Lloyd Wright Foundation, The Museum of Modern Art/Avery Architectural & Fine Arts Library, Columbia University
Primera generación de aprendices. Cerca de una docena de jóvenes ayudaron a Wright durante la construcción del Hotel Imperial, entre 1917 y 1922. De esta primera generación de aprendices, cuatro tuvieron una importante carrera profesional bajo la influencia directa de Wright: Antonin Raymond (sentado a la izquierda, en la fotografía de 1921 de arriba); Arata Endo (sentado el segundo a la izquierda, en blanco); Kameki Tsuchiura (sentado en el centro con un traje claro, entre el gerente de construcción Paul Müller, tercero a la izquierda, y Wright, el tercero a la derecha); y Yoshiya Tanoue. Estos privilegiados alumnos no sólo construyeron sus propias obras maestras alterando el paisaje japonés, sino que también fueron mentores de una nueva generación de arquitectos que, a su vez, influirían en las generaciones venideras… y así sucesivamente haciendo converger tradición y modernidad, Oriente y Occidente.
Arquitectura japonesa actual: La vivienda como laboratorio (y II)
Primera generación de aprendices. Cerca de una docena de jóvenes ayudaron a Wright durante la construcción del Hotel Imperial, entre 1917 y 1922. De esta primera generación de aprendices, cuatro tuvieron una importante carrera profesional bajo la influencia directa de Wright: Antonin Raymond (sentado a la izquierda, en la fotografía de 1921 de arriba); Arata Endo (sentado el segundo a la izquierda, en blanco); Kameki Tsuchiura (sentado en el centro con un traje claro, entre el gerente de construcción Paul Müller, tercero a la izquierda, y Wright, el tercero a la derecha); y Yoshiya Tanoue. Estos privilegiados alumnos no sólo construyeron sus propias obras maestras alterando el paisaje japonés, sino que también fueron mentores de una nueva generación de arquitectos que, a su vez, influirían en las generaciones venideras… y así sucesivamente haciendo converger tradición y modernidad, Oriente y Occidente.
Arquitectura japonesa actual: La vivienda como laboratorio (y II)
1. Frank Lloyd Wright y Arata Endo
Ayudado por su mano derecha, Arata Endo, Wright diseñó –además del Hotel Imperial– 13 edificios en el país nipón, seis de los cuales son viviendas privadas. Arata Endo se había graduado en la que hoy es la Universidad de Tokio y se había encargado de seleccionar cuidadosamente a los hombres que trabajarían en el Hotel Imperial. Entre 1917 y 1918 se quedó en la casa que Wright tenía en Taliesin (Wisconsin), mientras trabajaba en los bocetos del hotel. Y al regresar Wright a Estados Unidos en 1922, Endo quedó encargado de supervisar las obras del Hotel Imperial y las de la escuela Jiyu Gakuen.
De las seis viviendas que Wright diseñó en Japón, únicamente tres se construyeron: la casa Aisaku Hayasi, la casa Arinobu Fukuhara (desaparecida tras el gran terremoto de Kanto, en 1923) y la casa Tazaemonn Yamamura. Hagamos un repaso por ellas.
Casa Hayashi de Frank Lloyd Wright. El primer proyecto residencial de Wright en territorio no americano fue la casa que diseñó en 1917 para Aisaku Hayashi, gerente del Hotel Imperial, y su familia.
Aisaku Hayashi había estudiado y trabajado en Estados Unidos durante años: Era algo natural para él vivir en un edificio de estilo occidental.
La casa se encuentra en los suburbios de Tokio y presenta una estructura de madera de una sola planta. El tejado de cobre tiene piezas de madera que simulan los florones katsuogi de los monasterios sintoístas. La casa dispone de un salón inmenso orientado hacia la piscina, en la parte de atrás. La chimenea, auténtica protagonista del salón, está fabricada con el mismo tipo de toba volcánica (oya) que Wright utilizó para los acentos geométricos del Hotel Imperial.
Aisaku Hayaschi vendió la casa en 1923. Tras pasar por varias manos, en 1950 una agencia de publicidad la compró para convertirla en una casa de huéspedes. El edificio ha sido remodelado varias veces y no está abierto al público: Sólo el salón y la piscina conservan parte del diseño original.
Ayudado por su mano derecha, Arata Endo, Wright diseñó –además del Hotel Imperial– 13 edificios en el país nipón, seis de los cuales son viviendas privadas. Arata Endo se había graduado en la que hoy es la Universidad de Tokio y se había encargado de seleccionar cuidadosamente a los hombres que trabajarían en el Hotel Imperial. Entre 1917 y 1918 se quedó en la casa que Wright tenía en Taliesin (Wisconsin), mientras trabajaba en los bocetos del hotel. Y al regresar Wright a Estados Unidos en 1922, Endo quedó encargado de supervisar las obras del Hotel Imperial y las de la escuela Jiyu Gakuen.
De las seis viviendas que Wright diseñó en Japón, únicamente tres se construyeron: la casa Aisaku Hayasi, la casa Arinobu Fukuhara (desaparecida tras el gran terremoto de Kanto, en 1923) y la casa Tazaemonn Yamamura. Hagamos un repaso por ellas.
Casa Hayashi de Frank Lloyd Wright. El primer proyecto residencial de Wright en territorio no americano fue la casa que diseñó en 1917 para Aisaku Hayashi, gerente del Hotel Imperial, y su familia.
Aisaku Hayashi había estudiado y trabajado en Estados Unidos durante años: Era algo natural para él vivir en un edificio de estilo occidental.
La casa se encuentra en los suburbios de Tokio y presenta una estructura de madera de una sola planta. El tejado de cobre tiene piezas de madera que simulan los florones katsuogi de los monasterios sintoístas. La casa dispone de un salón inmenso orientado hacia la piscina, en la parte de atrás. La chimenea, auténtica protagonista del salón, está fabricada con el mismo tipo de toba volcánica (oya) que Wright utilizó para los acentos geométricos del Hotel Imperial.
Aisaku Hayaschi vendió la casa en 1923. Tras pasar por varias manos, en 1950 una agencia de publicidad la compró para convertirla en una casa de huéspedes. El edificio ha sido remodelado varias veces y no está abierto al público: Sólo el salón y la piscina conservan parte del diseño original.
Imagen de la casa Tadashiro Inoue, 1918, modelo de Nihon University. Fotografía gentileza de la Frank Lloyd Wright Foundation
Casa Inoue de Frank Lloyd Wright. Viscount Tadashiro Inoue vivió el cambio de siglo entre Alemania y Estados Unidos, y sabía del prestigio de Wright. En 1918, Wright diseñó para él, en lo alto de la colina de Mejiro (Tokio), una elegante mansión de dos plantas en estilo pradera tardío, a base de ladrillo, toba volcánica (oya) y hormigón armado. La casa, de una única planta y con varias habitaciones de tatami en el lado Oeste, no llegó a construirse… posiblemente por el previsible alto coste de mantenimiento.
Casa Inoue de Frank Lloyd Wright. Viscount Tadashiro Inoue vivió el cambio de siglo entre Alemania y Estados Unidos, y sabía del prestigio de Wright. En 1918, Wright diseñó para él, en lo alto de la colina de Mejiro (Tokio), una elegante mansión de dos plantas en estilo pradera tardío, a base de ladrillo, toba volcánica (oya) y hormigón armado. La casa, de una única planta y con varias habitaciones de tatami en el lado Oeste, no llegó a construirse… posiblemente por el previsible alto coste de mantenimiento.
Elevación de la casa de Shimpei Goto, 1921, modelo de Nihon University. Fotografía gentileza de la Frank Lloyd Wright Foundation
Casa Goto de Frank Lloyd Wright. En 1921, Wright diseñó los primeros planos de esta vivienda de dos plantas para el barón Shimpei Goto, director de la red ferroviaria nacional de Japón y gobernador de Tokio. Si bien no llegó a construirse,
los dibujos reflejan la adaptación del estilo residencial de Wright a la formalidad y escalas gubernamentales. La intención era disponer de un amplio vestíbulo en planta principal, con una galería orientada hacia el jardín y dependencias privadas en la planta superior.
Casa Goto de Frank Lloyd Wright. En 1921, Wright diseñó los primeros planos de esta vivienda de dos plantas para el barón Shimpei Goto, director de la red ferroviaria nacional de Japón y gobernador de Tokio. Si bien no llegó a construirse,
los dibujos reflejan la adaptación del estilo residencial de Wright a la formalidad y escalas gubernamentales. La intención era disponer de un amplio vestíbulo en planta principal, con una galería orientada hacia el jardín y dependencias privadas en la planta superior.
Fotografía por gentileza de Yodoko Steel Works
Casa Yamamura de Frank Lloyd Wright y Arata Endo. Esta villa veraniega se diseñó para un acaudalado productor de sake, Tazaeom Yamamura, y no se finalizó hasta seis años después de que Wright hubiera realizado los diseños y maqueta en 1918. Cuando Wright se fue de Japón, en 1922, Arata Endo asumió la responsabilidad de la villa, finalizada en 1924 y por la cual comparte por segunda vez créditos con Wright –la primera vez fue por la escuela Jiyu Gakuen, de año 1921.
Casa Yamamura de Frank Lloyd Wright y Arata Endo. Esta villa veraniega se diseñó para un acaudalado productor de sake, Tazaeom Yamamura, y no se finalizó hasta seis años después de que Wright hubiera realizado los diseños y maqueta en 1918. Cuando Wright se fue de Japón, en 1922, Arata Endo asumió la responsabilidad de la villa, finalizada en 1924 y por la cual comparte por segunda vez créditos con Wright –la primera vez fue por la escuela Jiyu Gakuen, de año 1921.
Fotografía de Yodoko Steel Works
Ubicada en la localidad de Ashiya, la casa Yamamura se asienta sobre la cresta de una colina y se orienta hacia la bahía de Osaka, en el lado occidental de Japón. Dispone de cuatro plantas, pero ninguna de ellas supera las dos alturas, una genialidad propia de Wright. De hecho, algunos expertos señalan que es muy similar a la casa de Escher [artista gráfico holandés famoso por sus trucos visuales y geométricos], porque al subir peldaños acabas en un punto más bajo que el anterior.
Ya en el exterior, la fachada recuerda a la casa Aline Barnsdall de Los Ángeles, que Wright diseñaba al mismo tiempo, con la diferencia de que sus bloques ornamentales son de toba volcánica (oya) y no de hormigón.
Ubicada en la localidad de Ashiya, la casa Yamamura se asienta sobre la cresta de una colina y se orienta hacia la bahía de Osaka, en el lado occidental de Japón. Dispone de cuatro plantas, pero ninguna de ellas supera las dos alturas, una genialidad propia de Wright. De hecho, algunos expertos señalan que es muy similar a la casa de Escher [artista gráfico holandés famoso por sus trucos visuales y geométricos], porque al subir peldaños acabas en un punto más bajo que el anterior.
Ya en el exterior, la fachada recuerda a la casa Aline Barnsdall de Los Ángeles, que Wright diseñaba al mismo tiempo, con la diferencia de que sus bloques ornamentales son de toba volcánica (oya) y no de hormigón.
Fotografía por gentileza de Yodoko Steel Works
El pasillo que da servicio a las habitaciones de tatami del tercer piso dispone de una larga fila de puertas batientes, cada una de ellas con diferentes adornos en madera y cobre. Estos dan lugar a una sinfonía de efectos ópticos: La luz solar atraviesa la fachada occidental y se mueve por el pasillo.
Tatamis y futones: Ventajas e inconvenientes de las camas japonesas
El pasillo que da servicio a las habitaciones de tatami del tercer piso dispone de una larga fila de puertas batientes, cada una de ellas con diferentes adornos en madera y cobre. Estos dan lugar a una sinfonía de efectos ópticos: La luz solar atraviesa la fachada occidental y se mueve por el pasillo.
Tatamis y futones: Ventajas e inconvenientes de las camas japonesas
Fotografía por gentileza de Yodoko Steel Works
Arata Endo hizo los planos conceptuales a medida que el diseño final iba tomando forma, y añadió tres habitaciones con tatami y paneles correderos fusuma. También aplicó la técnica del paisaje prestado o shakkei [integración del entorno dentro del jardín] y lo enmarcó con una ventana en el salón de la segunda planta.
Arata Endo hizo los planos conceptuales a medida que el diseño final iba tomando forma, y añadió tres habitaciones con tatami y paneles correderos fusuma. También aplicó la técnica del paisaje prestado o shakkei [integración del entorno dentro del jardín] y lo enmarcó con una ventana en el salón de la segunda planta.
Fotografía por gentileza de Yodoko Steel Works
La casa Yamamura marca la primera síntesis real de arquitectura japonesa y occidental.
“En mi opinión, Arata Endo contribuyó esencialmente a la obra que Wright realizó en Japón”, comenta Margo Stipe, historiadora de arquitectura en la Frank Lloyd Wright Foundation. “Supo ver cómo la arquitectura de Wright y la arquitectura japonesa podían fusionarse, para dar lugar a una continua tradición de construcciones orgánicas”.
La sociedad Yodogawa Steel Works adquirió la casa en 1947. Tiempo después, en el 74 se convirtió en el primer edificio de la liberal etapa del emperador Taisho en ser nombrado Bien de Interés Cultural. En la actualidad recibe el nombre de Yodoki Guest House y está abierta al público únicamente varios días al año.
La casa Yamamura marca la primera síntesis real de arquitectura japonesa y occidental.
“En mi opinión, Arata Endo contribuyó esencialmente a la obra que Wright realizó en Japón”, comenta Margo Stipe, historiadora de arquitectura en la Frank Lloyd Wright Foundation. “Supo ver cómo la arquitectura de Wright y la arquitectura japonesa podían fusionarse, para dar lugar a una continua tradición de construcciones orgánicas”.
La sociedad Yodogawa Steel Works adquirió la casa en 1947. Tiempo después, en el 74 se convirtió en el primer edificio de la liberal etapa del emperador Taisho en ser nombrado Bien de Interés Cultural. En la actualidad recibe el nombre de Yodoki Guest House y está abierta al público únicamente varios días al año.
Fotografía por gentileza de Wasaku Kuno
Casa Kondo de Arata Endo. Endo conoció a Kenji Kondo, padre de once hijos y director de
Asahi Asbestos Co., gracias a amigos comunes. Kondo, quien en su día había sido secretario del barón Shimpei Goto en Taiwán, disponía de un amplio terreno en Tsujido, en la prefectura de Kanagawa al sureste de Japón, y quería una vivienda vacacional. Bajo la influencia de Wright, Arata creó una estructura en forma de L próxima a un enorme lago ubicado en el extremo norte de la finca, integrando la casa con su entorno. También, al igual que solía hacer Wright, diseñó todo el mobiliario y la iluminación de la casa para garantizar una perfecta sincronía.
Casa Kondo de Arata Endo. Endo conoció a Kenji Kondo, padre de once hijos y director de
Asahi Asbestos Co., gracias a amigos comunes. Kondo, quien en su día había sido secretario del barón Shimpei Goto en Taiwán, disponía de un amplio terreno en Tsujido, en la prefectura de Kanagawa al sureste de Japón, y quería una vivienda vacacional. Bajo la influencia de Wright, Arata creó una estructura en forma de L próxima a un enorme lago ubicado en el extremo norte de la finca, integrando la casa con su entorno. También, al igual que solía hacer Wright, diseñó todo el mobiliario y la iluminación de la casa para garantizar una perfecta sincronía.
Fotografía por gentileza de Wasaku Kuno
La segunda planta es un estudio con pavimento de tatami y paneles shoji. En la primera, tenemos tres dormitorios de tatami y un salón-comedor de estilo occidental, cuya protagonista es una amplia chimenea, similar a muchos de los diseños que Arata Endo y Wright crearan para el Hotel Imperial, la escuela Jiyu Gakuen y la casa Yamamura. La vivienda se construyó en 1925 con madera y un tejado ligeramente inclinado que se recubrió de paja. También disponía de una terraza trasera con una pérgola cubierta por glicinias.
La villa sobrevivió milagrosamente a una demolición y, en 1983, se reconstruyó junto al centro cívico de la ciudad Fujisawa. Está abierta al público.
La segunda planta es un estudio con pavimento de tatami y paneles shoji. En la primera, tenemos tres dormitorios de tatami y un salón-comedor de estilo occidental, cuya protagonista es una amplia chimenea, similar a muchos de los diseños que Arata Endo y Wright crearan para el Hotel Imperial, la escuela Jiyu Gakuen y la casa Yamamura. La vivienda se construyó en 1925 con madera y un tejado ligeramente inclinado que se recubrió de paja. También disponía de una terraza trasera con una pérgola cubierta por glicinias.
La villa sobrevivió milagrosamente a una demolición y, en 1983, se reconstruyó junto al centro cívico de la ciudad Fujisawa. Está abierta al público.
Villa Kachi de Arata Endo. Toshio Kachi era un comerciante que había regresado a Japón tras años en Londres. Arata Endo diseñó para él una lujosa casa en Tokio, además de una amplia villa vacacional junto al mar en Hayama, en la prefectura de Kanagawa. Esta villa se construyó en 1928 a base de madera, yeso y toba volcánica (oya), y también cuenta con una cubierta de cobre a dos aguas. Su balcón presenta un patrón de dientes de sierra que recuerda a los de la casa de Wright en Taliesin y se extiende sobre la segunda planta a modo de sala panorámica, desde donde contemplar la bahía de Sagami.
El interior de la villa Kachi visto en una fotografía histórica. Fotografía por gentileza de Kiyoshi Higuchi
La casa se asienta sobre las laderas de una colina empinada y se caracteriza por unos volúmenes imbricados que son espacialmente complejos y sugerentes, similares a los de la casa Yamamura. Desde la entrada, uno puede subir hasta el salón de la primera planta, con su magnífica chimenea de oya, o retroceder hacia la cocina y acceder al comedor. También hay una sala de billar que, además de contar con una chimenea de oya, presenta otro de los elementos preferidos de Wright: una rinconera. En la entreplanta hay unas galerías en forma de romboide orientadas hacia el salón, y un piso más arriba están los dormitorios.
La casa, cuidada durante varias generaciones por la familia Kachi, está gestionada hoy por la fundación Heritage Houses Trust que, de vez en cuando, la abre al público.
La casa se asienta sobre las laderas de una colina empinada y se caracteriza por unos volúmenes imbricados que son espacialmente complejos y sugerentes, similares a los de la casa Yamamura. Desde la entrada, uno puede subir hasta el salón de la primera planta, con su magnífica chimenea de oya, o retroceder hacia la cocina y acceder al comedor. También hay una sala de billar que, además de contar con una chimenea de oya, presenta otro de los elementos preferidos de Wright: una rinconera. En la entreplanta hay unas galerías en forma de romboide orientadas hacia el salón, y un piso más arriba están los dormitorios.
La casa, cuidada durante varias generaciones por la familia Kachi, está gestionada hoy por la fundación Heritage Houses Trust que, de vez en cuando, la abre al público.
2. Antonin Raymond: modernista innovador, entre Oriente y Occidente
Otro aprendiz de la primera generación de Wright en Japón fue Antonin Raymond, checo nacionalizado americano. Antonin Raymond y su mujer Noémi Pernessin Raymond, de origen francés, lograron trabajar con Wright en 1916 en Taliesin, cumpliendo uno de sus sueños profesionales. Durante este época, Antonin Raymond realizó planos para el Hotel Imperial y colaboró con la planificación de casas según el sistema constructivo del Modelo Americano [predecesoras de las conocidas como casas usonianas, solución sostenible de Wright para los problemas en la ciudad del choque entre el mundo industrial y el agrícola]. Más adelante, Wright les invitó a que le ayudasen a construir el Hotel Imperial.
Si bien la pareja únicamente trabajó en el proyecto durante doce meses, ambos pasaron más de 40 años en Japón haciendo más de 400 proyectos. Al igual que Wright, también diseñaron mobiliario e iluminación, y tenían su propia versión de los principios de la arquitectura orgánica: edificios sencillos, honestos, directos, económicos y naturales. A medida que Antonin Raymond se alejaba de la sombra de Wright, comenzó a experimentar con el uso del hormigón armado in situ, cuya ornamentación recordaba a la tradicional construcción japonesa en madera.
Antonin Raymond pronto se encargaría de transmitir las nuevas tendencias arquitectónicas del mundo occidental al contratar a arquitectos locales que habían regresado del extranjero. Junto con nombres de la talla de Junzo Yoshimura y Kunio Maekawa (que había trabajado con Le Corbusier en París), Raymond siguió los pasos de su mentor al abrir los ojos de los arquitectos japoneses ante las posibilidades que les brindaban sus propias tradiciones. A principios de la década de los 30, desarrolló un modernismo único que fusionaba Oriente y Occidente.
Villa de la Embajada Italiana de Antonin Raymond. Se encuentra a orillas del lago Chuzenji en Nikko, zona turística y popular. Fue construida en madera durante el año 1929, cuando Raymond empezaba a experimentar con la arquitectura vernácula tradicional de Japón. Para este trabajo, seleccionó corteza de cedro para los laterales, los techos y las paredes interiores, donde aplicó un estilo ajiro (a menudo presente en las casas de té), fusionando la estructura con su entorno natural.
Otro aprendiz de la primera generación de Wright en Japón fue Antonin Raymond, checo nacionalizado americano. Antonin Raymond y su mujer Noémi Pernessin Raymond, de origen francés, lograron trabajar con Wright en 1916 en Taliesin, cumpliendo uno de sus sueños profesionales. Durante este época, Antonin Raymond realizó planos para el Hotel Imperial y colaboró con la planificación de casas según el sistema constructivo del Modelo Americano [predecesoras de las conocidas como casas usonianas, solución sostenible de Wright para los problemas en la ciudad del choque entre el mundo industrial y el agrícola]. Más adelante, Wright les invitó a que le ayudasen a construir el Hotel Imperial.
Si bien la pareja únicamente trabajó en el proyecto durante doce meses, ambos pasaron más de 40 años en Japón haciendo más de 400 proyectos. Al igual que Wright, también diseñaron mobiliario e iluminación, y tenían su propia versión de los principios de la arquitectura orgánica: edificios sencillos, honestos, directos, económicos y naturales. A medida que Antonin Raymond se alejaba de la sombra de Wright, comenzó a experimentar con el uso del hormigón armado in situ, cuya ornamentación recordaba a la tradicional construcción japonesa en madera.
Antonin Raymond pronto se encargaría de transmitir las nuevas tendencias arquitectónicas del mundo occidental al contratar a arquitectos locales que habían regresado del extranjero. Junto con nombres de la talla de Junzo Yoshimura y Kunio Maekawa (que había trabajado con Le Corbusier en París), Raymond siguió los pasos de su mentor al abrir los ojos de los arquitectos japoneses ante las posibilidades que les brindaban sus propias tradiciones. A principios de la década de los 30, desarrolló un modernismo único que fusionaba Oriente y Occidente.
Villa de la Embajada Italiana de Antonin Raymond. Se encuentra a orillas del lago Chuzenji en Nikko, zona turística y popular. Fue construida en madera durante el año 1929, cuando Raymond empezaba a experimentar con la arquitectura vernácula tradicional de Japón. Para este trabajo, seleccionó corteza de cedro para los laterales, los techos y las paredes interiores, donde aplicó un estilo ajiro (a menudo presente en las casas de té), fusionando la estructura con su entorno natural.
Fotografía por gentileza de Nikko Natural Museum
El salón presenta un centro en piedra rústica y desde el porche –que se puede disfrutar gran parte del año–, se contemplan unas excelentes vistas al lago y a las montañas. En 1997, la prefectura de Tochigi se hizo con la titularidad de la villa, que se abrió al público tras dos años de restauración.
El salón presenta un centro en piedra rústica y desde el porche –que se puede disfrutar gran parte del año–, se contemplan unas excelentes vistas al lago y a las montañas. En 1997, la prefectura de Tochigi se hizo con la titularidad de la villa, que se abrió al público tras dos años de restauración.
Fotografía por gentileza de Koichi Kitazawa
Casa de verano de Antonin Raymond. En 1933, Raymond lograría una memorable y poética fusión entre Oriente y Occidente: Tomando prestado el diseño de la casa Errazuriz que Le Corbusier nunca llegó a construir, creó una vivienda-estudio de verano en Karuizawa. Aunque se erige sobre cimientos de hormigón, el edificio se construyó en madera y se remató con un tejado de paja. La planta en forma de T no se interrumpía con paredes interiores, y las puertas correderas tradicionales, hikido, permitían un flujo espacial constante que se extendía del interior al exterior, y viceversa.
Desgraciadamente, la casa de verano se trasladó y alteró sustancialmente, aunque está abierta al público.
Casa de verano de Antonin Raymond. En 1933, Raymond lograría una memorable y poética fusión entre Oriente y Occidente: Tomando prestado el diseño de la casa Errazuriz que Le Corbusier nunca llegó a construir, creó una vivienda-estudio de verano en Karuizawa. Aunque se erige sobre cimientos de hormigón, el edificio se construyó en madera y se remató con un tejado de paja. La planta en forma de T no se interrumpía con paredes interiores, y las puertas correderas tradicionales, hikido, permitían un flujo espacial constante que se extendía del interior al exterior, y viceversa.
Desgraciadamente, la casa de verano se trasladó y alteró sustancialmente, aunque está abierta al público.
Fotografía por gentileza de Wasaku Kuno
3. Kameki Tsuchiura, pionero de la estandarización
Kameki Tsuchiura es otro de los aprendices de la primera generación. Comenzó a trabajar con Wright en el Hotel Imperial en 1921, siendo aún estudiante. Al año siguiente, Wright se fue de Japón, pero Kameki Tsuchiura y su prometida Nobu no tardaron en seguirle. Estuvieron con el arquitecto estadounidense durante dos años, tanto en Los Ángeles como en Taliesin, y colaboraron con el diseño de casas textile-block o con bloques textiles (Storer, Freeman, Ennis), entre otros proyectos. Tras regresar a Japón en 1926, Kameki Tsuchiura continuó siendo fiel al lenguaje de Wright, pero abrazando de manera gradual el floreciente estilo internacional, caracterizado por aspectos funcionales, racionales y económicos. Siguiendo el ejemplo de las casas textile-block, buscó la estandarización de ciertos elementos y la eficiencia.
Casa Tsuchiura de Kameki Tsuchiura. En 1935, Kameki Tsuchiura construyó el buque insignia de su arquitectura: su hogar, en la parte occidental de Tokio. Los espacios verticales interconectados del interior, el salón de dos alturas y la interacción con el jardín le debían mucho a Wright, pero el aspecto es de caja blanca modernista –con atrevidos toques de color, eso sí. Como toque final y para romper con lo tradicional, optó por un tejado plano en lugar del tradicional japonés a dos aguas.
3. Kameki Tsuchiura, pionero de la estandarización
Kameki Tsuchiura es otro de los aprendices de la primera generación. Comenzó a trabajar con Wright en el Hotel Imperial en 1921, siendo aún estudiante. Al año siguiente, Wright se fue de Japón, pero Kameki Tsuchiura y su prometida Nobu no tardaron en seguirle. Estuvieron con el arquitecto estadounidense durante dos años, tanto en Los Ángeles como en Taliesin, y colaboraron con el diseño de casas textile-block o con bloques textiles (Storer, Freeman, Ennis), entre otros proyectos. Tras regresar a Japón en 1926, Kameki Tsuchiura continuó siendo fiel al lenguaje de Wright, pero abrazando de manera gradual el floreciente estilo internacional, caracterizado por aspectos funcionales, racionales y económicos. Siguiendo el ejemplo de las casas textile-block, buscó la estandarización de ciertos elementos y la eficiencia.
Casa Tsuchiura de Kameki Tsuchiura. En 1935, Kameki Tsuchiura construyó el buque insignia de su arquitectura: su hogar, en la parte occidental de Tokio. Los espacios verticales interconectados del interior, el salón de dos alturas y la interacción con el jardín le debían mucho a Wright, pero el aspecto es de caja blanca modernista –con atrevidos toques de color, eso sí. Como toque final y para romper con lo tradicional, optó por un tejado plano en lugar del tradicional japonés a dos aguas.
“Visité por primera vez la casa Tsuchiura con siete años”, recuerda el arquitecto Fumihiko Maki, ganador del premio Pritzker: “Me marcó de por vida. La magnífica articulación del espacio era reflejo de las influencias de Wright, aunque creo que los materiales y su lenguaje pueden verse como una personificación de un modernismo comprometido”.
La carrera de Kameki Tschuchiura ganaría fama por sus edificios comerciales, pero ese “modernismo comprometido” que respiran sus viviendas sigue siendo su seña de identidad.
La carrera de Kameki Tschuchiura ganaría fama por sus edificios comerciales, pero ese “modernismo comprometido” que respiran sus viviendas sigue siendo su seña de identidad.
4. Yoshiya Tanoue, padre del modernismo de Hokkaido
Yoshiya Tanoue es otro aprendiz de la primera generación de Wright y trabajó en el Hotel Imperial tras la marcha del maestro. Se encontraba con Arata Endo cuando ocurrió el devastador terremoto Kento, el mismo día de la inauguración del hotel, en 1923. Tanoue decidió marcharse a Hokkaido. Wright le escribió una carta de ánimo: “Tu país necesita de aquellos con una conciencia despierta de la arquitectura. Si yo he conseguido fomentarla en alguno de vosotros, estoy muy agradecido. No hay contribución a un gran esfuerzo que sea insignificante”.
En 1924, Tanoue abría un estudio de arquitectura en Sapporo. Sus primeras obras reflejan la influencia de Wright en tejados, la ornamentación geométrica y las hermosas ventanas con pantallas de luz. Sin embargo, en la década de los 30 comenzó a desarrollar una arquitectura más propia de un país de nieve. Tras 800 construcciones, hoy se lo considera el padre de la arquitectura moderna de Hokkaido, la isla más al Norte de Japón.
Casa Oguma de Yoshiya Tanoue. Yoshiya Tanou construyó en 1927 la lujosa casa Oguma, ubicada a los pies de la montaña Moiwayama, en Sapporo. La puerta principal se abre hacia un enorme salón, que además presume de un ventanal de doble altura. El diseño cruciforme y de líneas horizontales de esta estructura de madera de dos alturas es un clásico de Wright.
Yoshiya Tanoue es otro aprendiz de la primera generación de Wright y trabajó en el Hotel Imperial tras la marcha del maestro. Se encontraba con Arata Endo cuando ocurrió el devastador terremoto Kento, el mismo día de la inauguración del hotel, en 1923. Tanoue decidió marcharse a Hokkaido. Wright le escribió una carta de ánimo: “Tu país necesita de aquellos con una conciencia despierta de la arquitectura. Si yo he conseguido fomentarla en alguno de vosotros, estoy muy agradecido. No hay contribución a un gran esfuerzo que sea insignificante”.
En 1924, Tanoue abría un estudio de arquitectura en Sapporo. Sus primeras obras reflejan la influencia de Wright en tejados, la ornamentación geométrica y las hermosas ventanas con pantallas de luz. Sin embargo, en la década de los 30 comenzó a desarrollar una arquitectura más propia de un país de nieve. Tras 800 construcciones, hoy se lo considera el padre de la arquitectura moderna de Hokkaido, la isla más al Norte de Japón.
Casa Oguma de Yoshiya Tanoue. Yoshiya Tanou construyó en 1927 la lujosa casa Oguma, ubicada a los pies de la montaña Moiwayama, en Sapporo. La puerta principal se abre hacia un enorme salón, que además presume de un ventanal de doble altura. El diseño cruciforme y de líneas horizontales de esta estructura de madera de dos alturas es un clásico de Wright.
Fotografía por gentileza de Yukihiro Kado
Los espacios, orientados hacia el Sur, absorben así el calor del Sol durante el largo invierno. Por su parte, en la segunda planta, está el taller del artista, con ventanas altas y vigas de madera prominentes.
La vivienda se salvó gracias a un movimiento popular –algo bastante poco frecuente en Japón con los edificios históricos–, y se restauró fielmente en 1998. Hoy acoge la popular cafetería Lloyd’s.
Los espacios, orientados hacia el Sur, absorben así el calor del Sol durante el largo invierno. Por su parte, en la segunda planta, está el taller del artista, con ventanas altas y vigas de madera prominentes.
La vivienda se salvó gracias a un movimiento popular –algo bastante poco frecuente en Japón con los edificios históricos–, y se restauró fielmente en 1998. Hoy acoge la popular cafetería Lloyd’s.
Fotografía por gentileza de Yukihiro Kado
Casa Sada de Yoshiya Tanoue. La casa Sada se encuentra cerca de la bahía de Hakodate, en el sur de Hokkaido, y se construyó para un comerciante de productos marinos en 1928. El edificio es de hormigón y madera, y cuenta con dos plantas y dos entradas. La estructura en forma de L se dispuso para permitir obtener vistas hacia la bahía, así como al jardín, con una sala de recepción octagonal que filtra la luz del sol a través de vidrio emplomado.
Casa Sada de Yoshiya Tanoue. La casa Sada se encuentra cerca de la bahía de Hakodate, en el sur de Hokkaido, y se construyó para un comerciante de productos marinos en 1928. El edificio es de hormigón y madera, y cuenta con dos plantas y dos entradas. La estructura en forma de L se dispuso para permitir obtener vistas hacia la bahía, así como al jardín, con una sala de recepción octagonal que filtra la luz del sol a través de vidrio emplomado.
Fotografía gentileza de Yukihiro Kado
El salón, de estilo occidental, dispone de una chimenea enorme. La vivienda también cuenta con tres habitaciones clásicas con pavimento de tatami y paneles shoji en la primera planta. El edificio está abierto durante los meses de primavera y otoño como cafetería Hiyori.
Interiores zen: Guía para decorar con paneles shoji
La imborrable influencia de Frank Lloyd Wright en Japón continúa en la Parte 2, que aborda el legado de Wright en arquitectos de la segunda generación y hasta hoy
¿Y TÚ?
¿Qué te ha parecido esta historia? ¿Te gusta la fusión del estilo japonés con el occidental? Esperamos tu opinión en la sección de comentarios.
El salón, de estilo occidental, dispone de una chimenea enorme. La vivienda también cuenta con tres habitaciones clásicas con pavimento de tatami y paneles shoji en la primera planta. El edificio está abierto durante los meses de primavera y otoño como cafetería Hiyori.
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¿Y TÚ?
¿Qué te ha parecido esta historia? ¿Te gusta la fusión del estilo japonés con el occidental? Esperamos tu opinión en la sección de comentarios.
La arquitectura orgánica de Wright. En 1893, durante los inicios de su carrera profesional en Chicago, Wright puso en práctica una filosofía de arquitectura orgánica, fundamentada en la máxima japonesa de la “eliminación de lo superfluo”. Sus Casas de la Pradera (Prairie houses) tenían, de hecho, innegables similitudes filosóficas con las viviendas tradicionales japonesas: Dimensión humana, sencillez, tonos tierra, respeto por los materiales naturales y la integración de la estructura en el jardín.