Arquitectura
Casas del mundo
Casas japonesas: 4 viviendas que se funden con el entorno
Descubre estas cuatro viviendas típicamente niponas y la importancia del paisaje como parte de la arquitectura de este país.
Las cuatro casas que presentamos aquí no solo dan fe del arte de manejar el espacios y de la sencillez del diseño japonés, sino que también, y sobre todo, demuestran que los diseñadores nipones se han convertido en auténticos maestros en entender el paisaje como una parte de su manera de vivir.
Esta construcción octogonal es sin duda un buen ejemplo de diseño tradicional japonés. En concreto se enmarca en el concepto del ‘paisaje prestado’, que consiste en integrar el paisaje en el espacio construido. En este caso, la casa cuenta con vistas a tres orientaciones diferentes.
El equipo de diseño construyó un largo banco, el de la foto, y lo colocó delante de la ventana norte del salón. Los habitantes de la casa pueden así disfrutar a gusto de los maravillosos cerezos en flor.
Casas Houzz. Una luminosa vivienda gracias a una terraza antes ciega
El equipo de diseño construyó un largo banco, el de la foto, y lo colocó delante de la ventana norte del salón. Los habitantes de la casa pueden así disfrutar a gusto de los maravillosos cerezos en flor.
Casas Houzz. Una luminosa vivienda gracias a una terraza antes ciega
2. Un nido minimalista, Matsumoto, prefectura de Nagano
Esta casa contemporánea situada en la campiña de Nagoya recibe el apodo de ‘la casa nido’ y es obra del arquitecto Takuya Tsuchida, que quiso dar a sus habitantes la sensación de vivir en un nido sin por ello tener que someterse a sus formas. Con una superficie de 100 m², las palabras clave de esta obra fueron: innovación, sencillez y funcionalidad.
Takuya Tsuchida explica que vivir en una franja de tierra es habitual en Japón. “Los campos de arroz que pertenecían a mis clientes y a su comunidad rodean la propiedad. El plano de la casa no era más que una alargada y fina franja de terreno. Lo que hicimos nosotros fue adaptarnos”, comenta.
Esta casa contemporánea situada en la campiña de Nagoya recibe el apodo de ‘la casa nido’ y es obra del arquitecto Takuya Tsuchida, que quiso dar a sus habitantes la sensación de vivir en un nido sin por ello tener que someterse a sus formas. Con una superficie de 100 m², las palabras clave de esta obra fueron: innovación, sencillez y funcionalidad.
Takuya Tsuchida explica que vivir en una franja de tierra es habitual en Japón. “Los campos de arroz que pertenecían a mis clientes y a su comunidad rodean la propiedad. El plano de la casa no era más que una alargada y fina franja de terreno. Lo que hicimos nosotros fue adaptarnos”, comenta.
La decoración interior, típicamente japonesa, es minimalista. Esta casa es un hermoso ejemplo del arte del orden. En este sentido, resulta recomendable el libro La Magia del orden, de Marie Kondo, donde anima y enseña a los lectores a organizar sus cosas antes de almacenar trastos alegremente.
La casa no es grande y la familia que la ocupa tiene cuidado de no almacenar demasiados objetos. Se rigen por el siguiente principio: cuanto más sencilla es una vida; más rica es.
La casa no es grande y la familia que la ocupa tiene cuidado de no almacenar demasiados objetos. Se rigen por el siguiente principio: cuanto más sencilla es una vida; más rica es.
El diseño japonés existe desde hace siglos y la idea de integrar la belleza del paisaje con el diseño interior es uno de sus preceptos. A los japonenes les encanta pasar tiempo en la naturaleza. Hasta tal punto que para Takuya y su equipo la elección más obvia fue prescindir en la medida de lo posible de los límites que separaban el interior y el exterior. Para conseguirlo, incluyó ventanales enormes del tamaño de las paredes en la casa, situada entre campos de arroz en una región famosa por sus cultivos y su vendimia.
La lámpara es la Midsummer: un diseño de Tord Boontje para Artecnica.
Visita aquí toda la casa
La lámpara es la Midsummer: un diseño de Tord Boontje para Artecnica.
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3. La renovación de un complejo de viviendas sociales de 48 años de antigüedad, Adachi Ward, Tokio
Construido durante el periodo económico boyante de los años 50 y 60, este edificio de viviendas sociales es uno de los pocos que aún se mantienen en pie de los 80 que formaban el proyecto. La Urban Renaissance Agency, la organización encargada de la vida en la comunidad, organizó un concurso para designar al elegido para renovar el edificio. Fue el diseñador Yusuke Fujita, de Camp Design Inc., quien ganó el concurso.
Yusuke Fujita tuvo la idea de sustiur los marcos de aluminio, poco atractivos, por marcos fabricados con madera de origen local procedente de la prefectura de Niigata. Los nuevos marcos son más caros, pero permiten un mejor aislamiento y además aportan un bonito toque decorativo.
Construido durante el periodo económico boyante de los años 50 y 60, este edificio de viviendas sociales es uno de los pocos que aún se mantienen en pie de los 80 que formaban el proyecto. La Urban Renaissance Agency, la organización encargada de la vida en la comunidad, organizó un concurso para designar al elegido para renovar el edificio. Fue el diseñador Yusuke Fujita, de Camp Design Inc., quien ganó el concurso.
Yusuke Fujita tuvo la idea de sustiur los marcos de aluminio, poco atractivos, por marcos fabricados con madera de origen local procedente de la prefectura de Niigata. Los nuevos marcos son más caros, pero permiten un mejor aislamiento y además aportan un bonito toque decorativo.
El arquitecto añadió tarima al suelo y retiró los cristales (muchas ventanas tienen orientación sur y por lo tanto da mucho el sol) de las habitaciones delanteras con el fin de crrear un espacio interior/exterior similar a una terraza. Los habitantes de la casa entran por una puerta con marco de madera que da al salón, también abierto al exterior.
Casas Houzz. La elegante sofisticación de un loft en Manhattan
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4. Una casa tradicional de madera restaurada en Toyota, prefectura de Aichi
El arquitecto Shigeru Aoki, famoso por su experiencia en la reforma de casas antiguas, recibió el encargo de renovar esta vivienda con 100 años de antigüedad situada en la ciudad medieval de Toyota. La preocupación principal de Aoki fue la renovación de la estructura del edificio –un aspecto clave, especialmente en un país que sufre tantos terremotos como Japón–. El arquitecto optó por una técnica de renovación tradicional llamada hikiya, que se utiliza a menudo en la reforma de edificios históricos. Consiste en desplazar la casa de su ubicación, rehacer cimientos y base, y volver a colocarla en su sitio.
El exterior desempeña un papel importante. Las celosías de madera y el tejado, que conserva su forma tradicional, se integran en el paisaje y respetan la historia de la ciudad.
El arquitecto Shigeru Aoki, famoso por su experiencia en la reforma de casas antiguas, recibió el encargo de renovar esta vivienda con 100 años de antigüedad situada en la ciudad medieval de Toyota. La preocupación principal de Aoki fue la renovación de la estructura del edificio –un aspecto clave, especialmente en un país que sufre tantos terremotos como Japón–. El arquitecto optó por una técnica de renovación tradicional llamada hikiya, que se utiliza a menudo en la reforma de edificios históricos. Consiste en desplazar la casa de su ubicación, rehacer cimientos y base, y volver a colocarla en su sitio.
El exterior desempeña un papel importante. Las celosías de madera y el tejado, que conserva su forma tradicional, se integran en el paisaje y respetan la historia de la ciudad.
El patio presenta la forma de un karesansui: un jardín seco tradicional japonés. Entre la grava se pueden ver varias piedras rectangulares de gran tamaño. Pertenecen a los cimientos originales del edificio y se conservan como recuerdo de la historia de esta casa.
He aquí un espacio japonés tradicional. Los shojis permiten dejar pasar la luz cuando están cerrados y el aire fresco exterior cuando están abiertos. El suelo está cubierto de tatamis. La sala se divide en dos espacios (uno en la parte delantera y otro en la parte trasera) mediante un sencillo panel. Así es posible separar el espacio y contar con dos habitaciones pequeñas, o por el contrario abrirlo completamente en una sola sala de gran tamaño.
Detrás de las grandes puertas blancas, en la sala trasera, se encuentra un altar budista. Este homenaje a Buda es un elemento tradicional de las casas japonesas. El toque de modernidad lo da el uso del blanco para las puertas y el contraste que aporta con el marco de madera. Aunque no hay duda del inmenso esfuerzo realizado para conservar la historia de esta casa, la modernidad de Shigeru Aoki también sale a la luz…
CUÉNTANOS…
¿Te gusta la arquitectura japonesa? ¿Qué casa de estas cuatro prefieres?
Detrás de las grandes puertas blancas, en la sala trasera, se encuentra un altar budista. Este homenaje a Buda es un elemento tradicional de las casas japonesas. El toque de modernidad lo da el uso del blanco para las puertas y el contraste que aporta con el marco de madera. Aunque no hay duda del inmenso esfuerzo realizado para conservar la historia de esta casa, la modernidad de Shigeru Aoki también sale a la luz…
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Fue el arquitecto Ryota Sekimoto, de Riota Design, quien encontró esta pequeña parcela (100 m²) en Soka, un barrio a las afueras de Tokio. El terreno es caro en Japón, con lo que era fundamental que el arquitecto fuese capaz de explotar el potencial del lugar.
La mejor forma de hacerlo fue trabajar en armonía con la disposición original del terreno. En su lado norte hay un río bordeado de cerezos que juega un papel importante en el diseño del conjunto. En vez de cortar esos árboles para ganar espacio, el equipo de arquitectos decidió conservarlos e integrarlos en la construcción de esta magnífica casa.