En Francia, la coqueta casa de una pareja para disfrutar del mar
Esta vivienda para una pareja y su bebé en la isla de Yeu, oeste de Francia, destaca por su interior moderno y acogedor.
Agnès Carpentier
22 de septiembre de 2023
Marie Méchin y su marido han nacido (y crecido) en la isla de Yeu, en la costa del oeste de Francia. Ambos quieren quedarse aquí y hace años decidieron comprar y renovar algún edificio, pero, con los precios disparados, descartaron la idea. Ante esta situación, los padres de Marie les propusieron dividir el jardín de su propiedad para que pudieran hacerse su propia casa. Con la ayuda de la arquitecta Lucie Rouland, que vive en Nantes pero tiene familiares en la isla y la conoce bien, la pareja comenzó el proyecto a finales de 2019 que, en 2022, quedó rematado.
De un vistazo
¿Quién vive aquí? Una pareja con su bebé
Situación: Isla de Yeu, Francia
Superficie: 90 metros cuadrados
Superficie del terreno: 489 metros cuadrados
Proyecto: Lucie Rouland
Constructor: Maison Art Bois (Sallertaine, Francia)
Presupuesto: 250.000 € (IVA incluido)
Fotografía: Sophie Masiewicz
Este proyecto (la casa de 90 metros cuadrados) se pensó y diseñó a lo largo de tres años y para Marie Méchin, la propietaria (entusiasta del diseño de interiores que estudió arte en Nantes), marcó un momento muy importante en su vida.
Ella supervisó todo, desde el diseño hasta las obras y la decoración. En cada etapa, pudo contar con el valioso apoyo de Lucie Rouland, arquitecta y licenciada en bellas artes, que la asesoró con los planos y también en la decoración.
¿Quién vive aquí? Una pareja con su bebé
Situación: Isla de Yeu, Francia
Superficie: 90 metros cuadrados
Superficie del terreno: 489 metros cuadrados
Proyecto: Lucie Rouland
Constructor: Maison Art Bois (Sallertaine, Francia)
Presupuesto: 250.000 € (IVA incluido)
Fotografía: Sophie Masiewicz
Este proyecto (la casa de 90 metros cuadrados) se pensó y diseñó a lo largo de tres años y para Marie Méchin, la propietaria (entusiasta del diseño de interiores que estudió arte en Nantes), marcó un momento muy importante en su vida.
Ella supervisó todo, desde el diseño hasta las obras y la decoración. En cada etapa, pudo contar con el valioso apoyo de Lucie Rouland, arquitecta y licenciada en bellas artes, que la asesoró con los planos y también en la decoración.
Plano de la vivienda
El nuevo edificio se diseñó en una única planta orientada al sur, al estilo tradicional de la región de la Vendée. Debido a los altos precios de las reformas en la isla en aquella época tuvieron que renunciar a algunos detalles que tenían en mente, como por ejemplo un suelo de madera antigua, “de esas que crujen al caminar”, dice la dueña o “los antiguos balcones de hierro forjado”. Aunque se entiende que estas circunstancias forman parte del proceso natural de construirse una casa.
Con un presupuesto de 250.000 €, la pareja, que inicialmente había apostado por una vivienda de 120 metros cuadrados, solo pudo construir 90 metros. “Queríamos construir una casa pasiva, pero era demasiado cara. Los costes de construcción en la isla son muy altos porque todos los materiales provienen del continente y tienen que hacer un recorrido en barco de 30 minutos”, apunta la propietaria.
El nuevo edificio se diseñó en una única planta orientada al sur, al estilo tradicional de la región de la Vendée. Debido a los altos precios de las reformas en la isla en aquella época tuvieron que renunciar a algunos detalles que tenían en mente, como por ejemplo un suelo de madera antigua, “de esas que crujen al caminar”, dice la dueña o “los antiguos balcones de hierro forjado”. Aunque se entiende que estas circunstancias forman parte del proceso natural de construirse una casa.
Con un presupuesto de 250.000 €, la pareja, que inicialmente había apostado por una vivienda de 120 metros cuadrados, solo pudo construir 90 metros. “Queríamos construir una casa pasiva, pero era demasiado cara. Los costes de construcción en la isla son muy altos porque todos los materiales provienen del continente y tienen que hacer un recorrido en barco de 30 minutos”, apunta la propietaria.
Foto del 'Antes'
ANTES: el jardín de los padres se ha dividido en dos para poder construir la nueva casa.
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DESPUÉS: Las obras comenzaron en febrero de 2020 y coincidieron con el comienzo de la pandemia de COVID-19. “Empezamos a trabajar con una maderera con sede en Vendée, en el continente, pero el tráfico marítimo a la isla se paró durante el confinamiento. Hubo que esperar meses para seguir con la construcción de la casa”, explica Rouland.
Optar por un diseño sencillo ha permitido mantenerse dentro del presupuesto. “Construimos una cercha tradicional –una armadura triangular de madera en el tejado– más pequeña en los dormitorios y otra en la cocina, dejando una doble altura sobre el comedor”, explica Rouland.
Optar por un diseño sencillo ha permitido mantenerse dentro del presupuesto. “Construimos una cercha tradicional –una armadura triangular de madera en el tejado– más pequeña en los dormitorios y otra en la cocina, dejando una doble altura sobre el comedor”, explica Rouland.
La casa no consume mucha energía. “Está orientada al sur con una ventana-mirador por la que entra el sol en invierno. Hemos instalado una estufa de pellets con unos conductos de ventilación que llevan el calor a las otras habitaciones”, cuenta la profesional, explicando que en realidad las construcciones típicas de la isla tienen muy pocas ventanas y los miradores que dan a la calle están prohibidos.
Marie, que ya ha sufrido algún que otro verano caluroso en la isla, planea construir una pérgola con plantas (en la ventana que da a la bahía) e instalar persianas.
Marie, que ya ha sufrido algún que otro verano caluroso en la isla, planea construir una pérgola con plantas (en la ventana que da a la bahía) e instalar persianas.
La mayoría de las casas de la isla de Yeu son blancas con persianas azules, pero Marie no quería un diseño tan tradicional. Así, ha optado por unos marcos en ventanas y puertas en color antracita, que contrasta con la piedra caliza y las tejas obligatorias que requiere el plan de urbanismo municipal.
En la distribución del interior también fue muy concreta: “Quería un concepto estilo apartamento en el que cada habitación tuviera una función específica y un espacio para los padres separado del área de los niños. Encontré un plano en una revista de arquitectura y lo adapté, ya que era difícil empezar de cero”, explica Marie.
En principio la pareja quería tres habitaciones y dos baños, pero finalmente el proyecto se quedó en dos dormitorios y un baño. “Sin embargo, piensan ampliar la casa en un futuro”, dice la arquitecta.
En la distribución del interior también fue muy concreta: “Quería un concepto estilo apartamento en el que cada habitación tuviera una función específica y un espacio para los padres separado del área de los niños. Encontré un plano en una revista de arquitectura y lo adapté, ya que era difícil empezar de cero”, explica Marie.
En principio la pareja quería tres habitaciones y dos baños, pero finalmente el proyecto se quedó en dos dormitorios y un baño. “Sin embargo, piensan ampliar la casa en un futuro”, dice la arquitecta.
Marie pasó horas buscando materiales y colores. Pasó mucho tiempo dibujando cada habitación en 3D con muebles a escala.
Plano, sección, alzado: Aprende a entender mejor tu reforma
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La cocina, abierta al comedor, es el espacio más grande de la casa. Es de Ikea y está colocada deliberadamente en el centro de la vivienda. Aquí es donde la familia pasa más tiempo.
Marie optó por colores cálidos en el mobiliario para darle un toque más rural.
Marie optó por colores cálidos en el mobiliario para darle un toque más rural.
“Elegimos el tono Une Petite Mousse: un color verde caqui de la marca Bilboquet que combina bien con los azulejos y las paredes (en el tono Cueillette)”, explica Marie.
Las encimeras de nogal aportan calidez. “El salpicadero aún no está instalado porque Marie quería baldosas de la marca Normandy Ceramics y optó por esperar hasta que tuvieran el presupuesto suficiente en lugar de elegir la segunda opción”, explica Rouland.
Las encimeras de nogal aportan calidez. “El salpicadero aún no está instalado porque Marie quería baldosas de la marca Normandy Ceramics y optó por esperar hasta que tuvieran el presupuesto suficiente en lugar de elegir la segunda opción”, explica Rouland.
Para aportar un toque más rural y auténtico optaron por un suelo de terracota que, según la propietaria, “aporta un toque como de casa de vacaciones”. Este tipo de material desarrolla con el tiempo una pátina y se vuelve más bonito.
Para mantener el presupuesto del mobiliario a raya encontraron una solución: “Hay un grupo de venta de muebles de segunda mano en Facebook llamado Yeu Troc ideal para conseguir productos interesantes”, explica la arquitecta. Con algunas ofertas en esta página web, rebuscando en tiendas de antigüedades y recuperando viejos muebles familiares, la profesional ha conseguido que los propietarios hayan ahorrado algo de dinero.
En el salón domina la madera y las fibras naturales. En el techo, los paneles blancos son una concesión al estilo costero tradicional de la isla.
La boiserie es sin duda la pieza clave de la zona de estar. Ocupa toda la pared y está hecha en madera de pino. Contiene una librería, un banco y la estufa de pellets. “Marie me envió una foto de un banco construido bajo una ventana antes incluso de que se construyera la casa. Quería uno igual e hicimos un modelo personalizado”, explica Rouland.
La boiserie es sin duda la pieza clave de la zona de estar. Ocupa toda la pared y está hecha en madera de pino. Contiene una librería, un banco y la estufa de pellets. “Marie me envió una foto de un banco construido bajo una ventana antes incluso de que se construyera la casa. Quería uno igual e hicimos un modelo personalizado”, explica Rouland.
El sofá es una de las pocas piezas nuevas que la pareja ha comprado. La alfombra de algodón con motivos geométricos es de By Meliana, una tienda de decoración en la isla de Yeu.
Los cojines del sofá con motivos Ikat, los taburetes y los textiles proceden de tiendas de decoración en Nantes.
Lucie Rouland (izquierda) y Marie Méchi.
El dormitorio principal se ha decorado con sencillez. Destaca el cabecero de color gris azulado.
Con una profundidad de 10 cm, el cabecero permite colocar en ambos lados los interruptores de baquelita y porcelana.
La habitación de invitados se construyó en el otro extremo de la casa. Ahora es para el bebé, que nació poco después de que se mudaran.
En el baño hay una mezcla de estilos moderno y antiguo. Las baldosas porcelánicas cubren la pared de la bañera y el suelo. Los toques de madera, como la original estantería de estilo nórdico encima de la bañera, aportan calidez al espacio.
Los propietarios no querían usar un panel de plástico para revestir la bañera por lo que compraron uno de madera y lo pintaron en el tono azul camping sauvage.
Los propietarios no querían usar un panel de plástico para revestir la bañera por lo que compraron uno de madera y lo pintaron en el tono azul camping sauvage.
La grifería va empotrada en la pared. Es el modelo retro de la marca Hudson Reed.
El mueble lavabo demuestra el ingenio y el buen hacer de la arquitecta. “A una simple cómoda de Ikea (modelo Malm) le he agregado unas patas y un espejo troquelado a mano. Con un presupuesto ajustado, lo ideal es personalizar un mueble con pequeños trucos”, dice.
El mueble lavabo demuestra el ingenio y el buen hacer de la arquitecta. “A una simple cómoda de Ikea (modelo Malm) le he agregado unas patas y un espejo troquelado a mano. Con un presupuesto ajustado, lo ideal es personalizar un mueble con pequeños trucos”, dice.
El aseo de la imagen se ha decorado con baldosas hidráulicas de Casalux y pintura color yema. Es un espacio luminoso y alegre.
La familia ya lleva un tiempo instalada en la casa. “Lo mejor que me han dicho es que no parece una casa nueva, lo que significa que se ha logrado el objetivo”, dice la propietaria, que atribuye buena parte del éxito a la arquitecta.
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La familia ya lleva un tiempo instalada en la casa. “Lo mejor que me han dicho es que no parece una casa nueva, lo que significa que se ha logrado el objetivo”, dice la propietaria, que atribuye buena parte del éxito a la arquitecta.
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