Cerramientos acristalados: ¿Cuál es el más adecuado para mi casa?
Cerrar o actualizar el cerramiento de la terraza o un porche es una de esas reformas que expanden definitivamente el disfrute de una casa.
Incorporar metros útiles al interior, ganar más luz natural, rentabilizar el uso de la terraza 12 meses del año o, simplemente, ahorrar energía al mejorar el aislamiento térmico y acústico; los cerramientos acristalados ofrecen muchas soluciones. Además, están en plena sintonía con la tendencia actual hacia la integración entre los espacios interiores y exteriores. Pero como implican gasto y modifican la estructura de la vivienda, nada mejor que preguntar a tres expertos qué hay que tener en cuenta antes de ponerse manos a la obra.
Expertos consultados:
Ana Almagro, departamento de marketing de Lumon
Albert Cunill, marketing territory manager de Technal
Celia Rodríguez, departamento de marketing de Kömmerling
Expertos consultados:
Ana Almagro, departamento de marketing de Lumon
Albert Cunill, marketing territory manager de Technal
Celia Rodríguez, departamento de marketing de Kömmerling
“Además del uso final que vayamos a darle al nuevo ámbito, hay que valorar el peso que puede soportar la estructura, las dimensiones, así como la orientación y el asoleamiento”, añade Albert Cunill, marketing territory manager de Technal, empresa internacional con presencia en más de 70 países. “Sólo entonces podremos planificar la ventilación y protección solar del espacio”, apunta.
Más imágenes de terrazas aquí
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Antes de acristalar, es fundamental asegurarse de que la obra cumple con la normativa vigente; de lo contrario, la comunidad de vecinos puede obligar a devolver la terraza a su estado anterior.
“Si la instalación se va a realizar en un edificio con varias viviendas, hay que contar con el consentimiento de la comunidad de propietarios. También, según sea el tipo de obra, habrá que solicitar la licencia municipal al ayuntamiento”, dice Cunill, citando el artículo 7 de la Ley de Propiedad Horizontal, que regula las actuaciones que implican una modificación de la fachada de un inmueble.
“Si la instalación se va a realizar en un edificio con varias viviendas, hay que contar con el consentimiento de la comunidad de propietarios. También, según sea el tipo de obra, habrá que solicitar la licencia municipal al ayuntamiento”, dice Cunill, citando el artículo 7 de la Ley de Propiedad Horizontal, que regula las actuaciones que implican una modificación de la fachada de un inmueble.
Decisión fundamental es elegir el sistema de apertura. Para disfrutar de panorámicos muros acristalados, los frentes correderos son una de las mejores opciones: no ocupan espacio útil al abrirse y son fáciles de manejar, gracias a sus guías deslizantes.
“Yo recomiendo una puerta corredera elevadora porque, al abrirla, la cristalera sube hacia arriba, pero el peso no lo soportamos nosotros, sino el herraje, que ofrece unos excelentes niveles de aislamiento térmico y acústico. Las hay motorizadas, con lo que se pueden abrir y cerrar con apretar un botón”, explica Celia Rodríguez, del departamento de marketing de la empresa Kömmerling, firma especializada en cerramientos.
“Yo recomiendo una puerta corredera elevadora porque, al abrirla, la cristalera sube hacia arriba, pero el peso no lo soportamos nosotros, sino el herraje, que ofrece unos excelentes niveles de aislamiento térmico y acústico. Las hay motorizadas, con lo que se pueden abrir y cerrar con apretar un botón”, explica Celia Rodríguez, del departamento de marketing de la empresa Kömmerling, firma especializada en cerramientos.
Un inconveniente de las puertas correderas es que no son tan estancas como, por ejemplo, las de apertura practicable. Si buscas un aislamiento elevado, mejor elegir una puerta oscilo-paralela.
Prepara tu casa para el frío: En qué fijarse al elegir un cerramiento
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Destacan, por versátiles, los cerramientos de apertura plegable, que permiten disfrutar del espacio durante todo el año. “Cuando hablamos de terrazas, la mejor apertura es la completa, porque se puede proteger el espacio cuando hace mal tiempo y disfrutarlo cuando hace bueno”, cuentan desde Lumon. “La apertura total también hace que sea fácil y seguro limpiar los cristales desde dentro de la terraza, tanto la cara interior como la exterior de cada hoja”.
Los acristalamientos sin perfiles verticales o cortinas de cristal son prácticamente invisibles y permiten la entrada del paisaje en la casa sin obstáculos. En ellos, los vidrios son la clave. “El grueso del vidrio, siempre templado, se calcula en exclusiva para cada obra. Hay que tener en cuenta la altura del acristalamiento, la de la terraza desde el suelo (piso), la presión del viento, las fuerzas de succión y los coeficientes de esquina”, explica Ana Almagro desde Lumon.
Los cristales de este tipo de cerramiento van a estar expuestos a las más diversas condiciones climáticas: vientos fuertes, lluvia y cambios de temperatura. Por eso hay que cuidar al máximo la seguridad en este caso, tanto la de los habitantes de la casa como la de quienes que pasean por la calle.
Los cristales de este tipo de cerramiento van a estar expuestos a las más diversas condiciones climáticas: vientos fuertes, lluvia y cambios de temperatura. Por eso hay que cuidar al máximo la seguridad en este caso, tanto la de los habitantes de la casa como la de quienes que pasean por la calle.
En el caso de cerramientos con perfilería vertical, los vidrios, pueden ser simples –aunque se recomiendan de doble hoja–, con una cámara aislante o, incluso, con triple vidrio –el máximo aislamiento. La cámara y, por tanto el aislamiento, puede reforzarse con la incorporación de gases nobles como el argón, o con recubrimientos a base de filtros solares o capas de materiales bajo emisivos.
La perfilería empleada en el cerramiento tiene una influencia decisiva en el aislamiento térmico, acústico y en su seguridad. Hay que fijarse en el valor Uw, exigido por el Código Técnico de la Edificación, que determina los vatios de energía que se escapan por cada metro cuadrado de ventana, además de cada grado de temperatura de diferencia entre el interior y el exterior de la casa. Es decir, cuanto menor sea el valor, mejor aislante.
“El PVC, gracias a sus propiedades no conductoras, ofrece niveles de aislamiento superiores a los de la madera y a los del aluminio. La instalación de carpinterías de PVC junto con un vidrio bajo emisivo puede suponer un ahorro en el consumo de energía de una vivienda de hasta un 70 por ciento”, afirma Celia Rodríguez. Por su parte, Albert Cunill asegura que para los cerramientos, “los mejores perfiles –y los más seguros– son los de aluminio. Es un material resistente y uno de los mejores aislantes térmicos”.
Pregunta al experto: ¿Qué ventana de aluminio le conviene a mi casa?
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Sea cual sea el cerramiento elegido, todos los expertos consultados coinciden en la importancia de contar con profesionales cualificados, para que garanticen los mejores resultados. “Es necesario acreditar solvencia y experiencia, para poder ofrecer una garantía de 5 años y un servicio posventa”, resume Ana Almagro desde Lumon.
¿Y TÚ?
¿Te gustaría poner un cerramiento acristalado de este tipo en tu casa? Cuéntanoslo en la sección de comentarios
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