Jardín de la semana: Belleza sostenible bajo grandes árboles
Este jardín de grandes árboles y bajo mantenimiento se encuentra en la sierra de Guadarrama, Madrid.
El Jardín de Concha Fernández Iglesias es algo más que un espacio verde. Situado en la sierra de Madrid, este es un jardín hecho paso a paso, sin prisas, con la ayuda de Juan: paisajista y amigo de Concha. En un principio compró la casa para su padre, como un lugar en el que huir del tórrido verano madrileño, pero con el tiempo ese conjunto paisaje-casa-jardín se apoderó de ella. En el jardín destacan tres liquidámbar (Liquidambar styraciflua), un magnolio (Magnolia grandiflora), un prunus (Prunus cerasifera “Nigra”), el gran abeto rojo (Picea abies excelsa) y un arce (Acer platanoides) procedente de una semilla del Parque del Retiro.
Concha reconoce que lo que más le gusta del jardín es la sensación de amplitud. Pese a no ser excesivamente grande, las formas circulares de las dos praderas de césped resultan acogedoras.
Elsa, sobrina de Concha, posa en su rincón preferido: un espacio abierto y soleado. El seto circular de junípero (Juniperus x media), el gran durillo (Viburnum tinus), y los tres gigantescos liquidámbar traseros, enmarcan y protegen la zona eficazmente. “No tenía ni idea de riego, de siega, de nombres de plantas ni de curiosidades, como poner las plantas de tres en tres, nunca en pares, etc. Todo lo he ido aprendiendo poco a poco”, comenta Concha.
Elsa, sobrina de Concha, posa en su rincón preferido: un espacio abierto y soleado. El seto circular de junípero (Juniperus x media), el gran durillo (Viburnum tinus), y los tres gigantescos liquidámbar traseros, enmarcan y protegen la zona eficazmente. “No tenía ni idea de riego, de siega, de nombres de plantas ni de curiosidades, como poner las plantas de tres en tres, nunca en pares, etc. Todo lo he ido aprendiendo poco a poco”, comenta Concha.
Lo primero que se ve al entrar es este abeto rojo, o de Noruega, gigante. Se encuentra junto a la valla y el muro de piedra de las canteras de Alpedrete, de donde sale uno de los mejores granitos del mundo. Está claro que ese clima y esa exposición “le sienta muy bien”. El murete está revestido por fuera con cotoneaster (Cotoneaster lacteus), una especie de ramas arqueadas, y jazmín chino o falso jazmín (Trachelospermum jasminoides), por dentro.
Jardines con encanto: Crea rincones románticos con elementos clásicos
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Los liquidámbar son los árboles estrella del jardín de Concha. Los compró en 2004, de un tamaño más que apreciable (25 centímetros de perímetro), y llegaron, al igual que el potente magnolio y el gran abeto rojo, en camión-grúa.
“Es maravilloso estar presente el día en que su color rojo brilla. Sus tonos tostados otoñales son la gran atracción de mi jardín de octubre a diciembre, a pesar de que recoger tanta hoja es trabajo duro”.
En primavera-verano, destaca la enredadera de jazmín (Jasminum officinalis) con sus flores blancas y la deliciosa fragancia al caer la tarde.
Pregunta al experto: Como diseñar (y cuidar) un jardín de otoño
“Es maravilloso estar presente el día en que su color rojo brilla. Sus tonos tostados otoñales son la gran atracción de mi jardín de octubre a diciembre, a pesar de que recoger tanta hoja es trabajo duro”.
En primavera-verano, destaca la enredadera de jazmín (Jasminum officinalis) con sus flores blancas y la deliciosa fragancia al caer la tarde.
Pregunta al experto: Como diseñar (y cuidar) un jardín de otoño
Una de las grandes maravillas de este jardín es la piedra de la zona. Se cuenta que cuando los árabes llegados desde el sur se encontraron con las rocas de Guadarrama quedaron asombrados.
La trepadora estrella del enclave es este jazmín chino o falso jazmín (Trachelospermum jasminoides).
Esta especie se erige siempre en protagonista por su follaje brillante y coriáceo en verde oscuro. Pero la floración es sin duda su principal atracción. Una miríada de florecillas estrelladas blancas, deliciosamente perfumadas, aparecen durante toda la temporada cálida, llenando muros y medianías.
Esta especie se erige siempre en protagonista por su follaje brillante y coriáceo en verde oscuro. Pero la floración es sin duda su principal atracción. Una miríada de florecillas estrelladas blancas, deliciosamente perfumadas, aparecen durante toda la temporada cálida, llenando muros y medianías.
“Todos los años renuevo las fresas porque aquí funcionan a las mil maravillas. También replanto las plantas aromáticas demasiado viejas”.
Desde el principio, toda la superficie cuenta con riego automatizado para la temporada de verano. Goteo para los árboles, arbustos y especies aisladas, como esta fresa. Y aspersión para las dos zonas de césped.
Desde el principio, toda la superficie cuenta con riego automatizado para la temporada de verano. Goteo para los árboles, arbustos y especies aisladas, como esta fresa. Y aspersión para las dos zonas de césped.
El cotoneaster está en la jardinera de obra que sirve de cierre de la valla. En otoño también tiene ligeros tintes rojos y anaranjados. Florece abundantemente en primavera y luego en invierno tiene unas bayas rojas que resisten en las ramas durante bastante tiempo. “Para la parte más difícil de la poda de arbustos, cuento con la ayuda de mi primo una o dos veces al año. Este es su arbusto preferido”, cuenta Concha.
Planta especies de bayas en el jardín y disfruta de sus colores
Planta especies de bayas en el jardín y disfruta de sus colores
El seto circular de junípero (Juniperus x media) y el gran durillo (Viburnum tinus) dan privacidad a la propiedad.
Echa un vistazo a esta deliciosa rosa antigua Dorothy Perkins. “Tengo tres rosales. Los tres son aportación de la familia, dos en versión multicolor de amarillo a rosa y uno, el más antiguo, rojo oscuro casi granate con hojas aterciopeladas. Tengo un lugar reservado en la parte trasera del jardín para mi flor favorita, la hortensia, pero aún no está acabado”.
Hortensia: Espectaculares flores gigantes
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Viajera incansable por trabajo y por placer, Concha es también coleccionista de huevos de cerámica de todos los sitios del mundo. “Hace años, en algún viaje por los países centroeuropeos, y coincidiendo con Pascua, me atrajo la cantidad y variedad de huevos y empecé a comprarlos. Ahora ya tengo de múltiples países, materiales y colores. Algunos ya son regalos de gente que sabe que los colecciono y cuando viajan o ven uno se acuerdan de mí y me lo traen”.
Concha habla del mantenimiento del jardín: “La verdad, es que no lo cuido demasiado. Debería dedicarle más tiempo y recursos, pero poco a poco se ha ido convirtiendo en un jardín de bajo mantenimiento. Es decir, se han ido o he ido eliminando flores de temporada. Por selección natural algunas de las especies plantadas en un primer momento me han dejado claro que no eran para este clima y lo he aceptado, como las camelias.
También he asumido que los veranos aquí son cálidos y secos y que el césped debía adaptarse a un riego más escaso aunque perdiera su verde intenso y el aspecto saludable y uniforme que tenía en un primer momento. No es solo una cuestión económica, es también de sostenibilidad. De momento me resisto al césped artificial”.
Cómo conseguir un jardín sostenible y fácil de mantener
También he asumido que los veranos aquí son cálidos y secos y que el césped debía adaptarse a un riego más escaso aunque perdiera su verde intenso y el aspecto saludable y uniforme que tenía en un primer momento. No es solo una cuestión económica, es también de sostenibilidad. De momento me resisto al césped artificial”.
Cómo conseguir un jardín sostenible y fácil de mantener
En un primer momento, Concha contó con la ayuda de la persona que diseño el jardín y que fue incorporando sus sugerencias. “El jardinero que me ayudó se llama Juan y le conocí porque había participado en el Servicio Voluntario Europeo. Cuando volvió a España participó en alguna actividad formativa de las que organizamos mientras se estaba estableciendo como jardinero autónomo con su empresa. En aquella época llevaba jardines de algunas casas de famosos vinculados al mundo del deporte en La Moraleja”, cuenta.
CUÉNTANOS…
¿Qué es lo que más te gusta de este jardín? Comparte tus opiniones y fotografías en la sección de comentarios.
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Quién vive aquí: Concha Fernández Iglesias; pedagoga
Situación: Un pueblo de la sierra de Guadarrama, Madrid.
Superficie del jardín: La parcela cuenta con unos 500 metros cuadrados.
Dato curioso: Los árboles llegaron a la finca en un camión con una grúa gigante. El jardinero particular del futbolista Ronaldo fue su paisajista y consejero.
La idea de contar con un magnolio en la casa fue para contrarrestar la morriña que sentía de Luarca, Asturias, donde se encuentra la casa familiar, en la que también se encuentra un ejemplar de ese árbol.
La propietaria se encarga de segar el césped, con una máquina eléctrica, y durante toda la estación cálida se dedica a eliminar hierbajos, recoger hojas, abonar, etc. “En este jardín no tengo la sensación de estar encerrada entre cuatro paredes, aunque no salga de casa. De hecho, buscaba un chalé para poder tener una zona verde. De hecho, dedico más tiempo al jardín que a cualquier otro aspecto de la casa”.