Alfombra Estambul: El diseño de Mariscal que modernizó la gráfica persa
Realizado para la firma de textiles de Nani Marquina, esta alfombra reinterpreta al más puro estilo de Javier Mariscal los modelos persas.
Hablamos con Nani Marquina sobre alfombras, claro está, pero específicamente sobre el modelo Estambul, diseñado a finales de los ochenta por Javier Mariscal y que se ha convertido ya en un clásico para la firma. Este fue el primer encargo que Nani hizo a otro diseñador, abriendo su empresa de textiles a la colaboración con otros creadores y convirtiéndose así en una pionera de la producción de alfombras de autor. La Estambul es también un símbolo de la filosofía actual de la empresa, la propia Nani nos cuenta por qué.
Este es el dibujo que hizo Javier Mariscal para la alfombra Estambul. El boceto original de esta pieza es una pintura de acuarela sobre papel realizada por Mariscal en 1987. Su diseño buscaba transmitir un concepto básico de esquematización de la alfombra clásica persa, actualizándolo con un trazo particular cercano al cómic. Un diseño que, por otro lado, reunía en un solo producto Oriente y Occidente, la artesanía tradicional con el diseño contemporáneo.
“Curiosamente, la alfombra Estambul ha pasado a convertirse en un símbolo de nuestra filosofía, que recupera la tradición de un modo contemporáneo”, explica Nani. “Mariscal inconscientemente supo plasmar ya entonces la esencia de lo que nanimarquina es hoy: piezas que sorprenden con esa combinación entre tradición y modernidad. El dibujo de la Estambul no deja de ser un chiste visual, una simplificación gestual del estereotipo de alfombra tradicional turca, la que visualizas al cerrar los ojos”, añade.
“Curiosamente, la alfombra Estambul ha pasado a convertirse en un símbolo de nuestra filosofía, que recupera la tradición de un modo contemporáneo”, explica Nani. “Mariscal inconscientemente supo plasmar ya entonces la esencia de lo que nanimarquina es hoy: piezas que sorprenden con esa combinación entre tradición y modernidad. El dibujo de la Estambul no deja de ser un chiste visual, una simplificación gestual del estereotipo de alfombra tradicional turca, la que visualizas al cerrar los ojos”, añade.
La primera versión de la alfombra Estambul se llevó a cabo en azul y rojo. El modelo en blanco y negro que se comercializa en la actualidad es una versión posterior, de 2003. La alfombra se hace 100% con lana de Nueva Zelanda mediante la técnica hand-tufted.
Según explica Nani, en las alfombras hay modas, en particular porque dependen mucho del color, un campo en el que las tendencias van cambiando cada año. La Estambul forma parte ahora de la colección Black and White y está disponible en dos medidas (170 x 255 cm y 200 x 300 cm), aunque también se hace por encargo en medidas especiales.
En la imagen, vemos el modelo original a juego con una butaca de cuero negra. Se trata de una alfombra que casa bien con todo tipo de mobiliario, incluyendo el de carácter racionalista.
En la imagen, vemos el modelo original a juego con una butaca de cuero negra. Se trata de una alfombra que casa bien con todo tipo de mobiliario, incluyendo el de carácter racionalista.
“Hay una anécdota graciosa respecto a esta alfombra”, recuerda Nani. “En 1989 cuando se editó la primera Estambul la alfombra se hacía de forma mecánica. Cuando el fabricante recibió el dibujo de Mariscal, creyó que era un esbozo, una guía a imitar. En ningún momento lo entendió como una pauta a seguir al pie de la letra… El resultado fue que el primer prototipo (que enseguida rechazamos), no conservó el trazo manual sino que fue corregido por líneas y ángulos rectos”.
El modelo actual en blanco y negro se adapta especialmente bien a suelos de madera o de cemento. En grandes espacios, de techos altos, a medio camino entre industriales y rurales como en la imagen, aporta un ambiente muy cálido.
Entrevistas Houzz: 10 minutos con Nani Marquina
Entrevistas Houzz: 10 minutos con Nani Marquina
Dado que su estética y concepto buscan establecer un vínculo entre la artesanía tradicional y el diseño contemporáneo, la alfombra Estambul encaja también muy bien en ambientes informales amueblados con piezas artesanas, elaboradas con paciencia y afecto. Aquí la vemos como antesala de la cocina.
Más imágenes de salas de estar de estilo ecléctico aquí
Más imágenes de salas de estar de estilo ecléctico aquí
Resulta sorprendente que, al mismo tiempo, pueda quedar tan armónica en un interior de líneas puristas como este, siguiendo el esquema en blanco y negro que define la estética de esta casa. La alfombra aporta el toque humano justo que necesita el ambiente, con una decoración en general muy rigurosa y cuya única concesión a lo natural es la apertura e integración con el paisaje a través de los grandes ventanales.
Al parecer, según cuenta Nani el proceso de trabajo con Mariscal fue muy fácil: “Por ello, además de nuestra amistad y confianza, Mariscal tiene con nanimarquina una relación continuada de trabajo habiendo diseñado otras colecciones, como Bichos y Flores”.
Aquí la vemos enmarcando un vestidor. Ideal para andar descalzos durante los cambios de ropa, la alfombra resulta perfecta también para sitios algo más privados.
Vestidor: Ideas para ubicar uno en el lugar más insospechado
Aquí la vemos enmarcando un vestidor. Ideal para andar descalzos durante los cambios de ropa, la alfombra resulta perfecta también para sitios algo más privados.
Vestidor: Ideas para ubicar uno en el lugar más insospechado
Incluso en un espacio público, aporta esa nota de calidez que ciertas zonas de transición necesitan a veces, convirtiendo espacios que resultan un poco impersonales en amables y acogedores ambientes, a partir de la introducción de esta alfombra capaz de transmitir historia, tradición, armonía y cierto sentido del humor.
CUÉNTANOS…
¿Conocías este diseño de Javier Mariscal para Nani Marquina? ¿Qué es lo que más te ha sorprendido? Comparte tu opinión en los comentarios.
CUÉNTANOS…
¿Conocías este diseño de Javier Mariscal para Nani Marquina? ¿Qué es lo que más te ha sorprendido? Comparte tu opinión en los comentarios.
Así que no se lo pensó dos veces y se animó a encargar la primera alfombra no diseñada por ella a Mariscal: “Él era el mejor, no podía ser otro, para mí era un genio, alguien a quien admiraba profundamente. No hubo un encargo preciso, simplemente le dije que hiciera lo que él quisiera, lo que considerase oportuno. El resultado fue un dibujo hecho a mano que se terminó por convertir en la alfombra Estambul”, cuenta.
En esta imagen vemos a Nani Marquina siguiendo de cerca la fabricación artesanal en la India de la alfombra Estambul.