Crisis energética: Cómo ahorrar al usar los electrodomésticos
La búsqueda de una mayor eficiencia energética es hoy una de las cuestiones más importantes en los hogares españoles.
En apenas 7 años, el gasto eléctrico medio de los electrodomésticos en España se ha triplicado, pasando de representar alrededor del 30 % del consumo eléctrico de una vivienda, al 60 %. Conocer cómo optimizar ese gasto hará que podamos sacar el máximo partido al frigorífico, fuegos, horno, microondas, lavavajillas, lavadora y secadora sin que se resienta el bolsillo. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) estimaba que el gasto eléctrico medio de los electrodomésticos del hogar ya rondaba en 2015 los 1.000 € al año, por lo que ahora más que nunca, con la electricidad y el gas en máximos históricos debido a la invasión rusa de Ucrania, es buena idea seguir estos consejos para reducir la factura de la luz y el gas.
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Eficiencia energética
Es posible comenzar a ahorrar en la factura eléctrica antes incluso de adquirir un electrodoméstico. ¿Cómo? Prestando atención a la etiqueta energética que informa sobre su consumo. Este tipo de aparatos está clasificado con etiquetas que van desde la A –la más eficiente– a la G, aunque la evolución tecnológica del sector y el esfuerzo de los fabricantes ha hecho que existan ya electrodomésticos con etiquetado A+, A++ y A+++.
Se estima que cada escalón de la etiqueta energética implica un incremento del consumo del 10 %, aunque cada vez hay más información en webs especializadas (Eurotopten, Etiqueta Energética, etc.) e incluso aplicaciones para teléfonos móviles que ofrecen información detallada de los modelos y su consumo.
Es posible comenzar a ahorrar en la factura eléctrica antes incluso de adquirir un electrodoméstico. ¿Cómo? Prestando atención a la etiqueta energética que informa sobre su consumo. Este tipo de aparatos está clasificado con etiquetas que van desde la A –la más eficiente– a la G, aunque la evolución tecnológica del sector y el esfuerzo de los fabricantes ha hecho que existan ya electrodomésticos con etiquetado A+, A++ y A+++.
Se estima que cada escalón de la etiqueta energética implica un incremento del consumo del 10 %, aunque cada vez hay más información en webs especializadas (Eurotopten, Etiqueta Energética, etc.) e incluso aplicaciones para teléfonos móviles que ofrecen información detallada de los modelos y su consumo.
Consumo energético por aparato
La etiqueta energética es un aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un electrodoméstico, pero es preciso fijarse también en el consumo anual estimado, que suele expresarse en kWh/annum.
Conocer ese dato ayuda también a dimensionar la potencia eléctrica contratada con la compañía suministradora. Una sencilla operación consistente en sumar la potencia de todos los electrodomésticos de la casa para saber cuánto consumirían todos en marcha al mismo tiempo. La suma resultante correspondería a la potencia ideal que deberíamos contratar. A modo de orientación, IDAE estima que el consumo de electricidad medio por hogar en España es de 3.487 kWh.
Certificación energética: Qué es y cómo afecta a tu vivienda
La etiqueta energética es un aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un electrodoméstico, pero es preciso fijarse también en el consumo anual estimado, que suele expresarse en kWh/annum.
Conocer ese dato ayuda también a dimensionar la potencia eléctrica contratada con la compañía suministradora. Una sencilla operación consistente en sumar la potencia de todos los electrodomésticos de la casa para saber cuánto consumirían todos en marcha al mismo tiempo. La suma resultante correspondería a la potencia ideal que deberíamos contratar. A modo de orientación, IDAE estima que el consumo de electricidad medio por hogar en España es de 3.487 kWh.
Certificación energética: Qué es y cómo afecta a tu vivienda
El frigorífico es el electrodoméstico que más gasta
El electrodoméstico que más energía consume es el frigorífico, aproximadamente un 30 % del total. Para optimizar al máximo el gasto es necesario seguir algunos consejos, empezando por buscar un emplazamiento con ventilación, a una distancia mínima de la pared y lejos de las fuentes de calor.
En el día a día, regular correctamente la temperatura –entre 6 y 8 grados el frigorífico y de -18 a -15 el congelador–, abrir la puerta solo el tiempo necesario y no introducir alimentos calientes en su interior hará que el frigorífico consuma menos. Si se trata de un modelo que produce hielo –los no frost no lo hacen– es preciso descongelarlo cuando la capa sea de más de 5 mm. De este modo el motor trabaja a un régimen más bajo, ahorrando electricidad.
El electrodoméstico que más energía consume es el frigorífico, aproximadamente un 30 % del total. Para optimizar al máximo el gasto es necesario seguir algunos consejos, empezando por buscar un emplazamiento con ventilación, a una distancia mínima de la pared y lejos de las fuentes de calor.
En el día a día, regular correctamente la temperatura –entre 6 y 8 grados el frigorífico y de -18 a -15 el congelador–, abrir la puerta solo el tiempo necesario y no introducir alimentos calientes en su interior hará que el frigorífico consuma menos. Si se trata de un modelo que produce hielo –los no frost no lo hacen– es preciso descongelarlo cuando la capa sea de más de 5 mm. De este modo el motor trabaja a un régimen más bajo, ahorrando electricidad.
Ahorrar cocinando
A la hora de elegir una placa para cocinar, los modelos de inducción son los más eficientes, puesto que consumen hasta un 45 % menos que las vitrocerámicas convencionales, aunque son notablemente más caros. En cualquier caso, también es posible ahorrar energía con las placas tradicionales. Para ello, basta con utilizar un fuego de un diámetro igual o inferior al del recipiente o apagar la placa cinco minutos antes de terminar la cocción para aprovechar el calor residual.
Cocinar empleando ollas a presión o con poca agua reduce el gasto eléctrico hasta en un 50 %, mientras que un gesto tan simple como tapar las ollas y sartenes mientras están en uso puede ahorrar un 25 % de energía al acelerar la cocción.
Claves y características para escoger bien la zona de fuegos
A la hora de elegir una placa para cocinar, los modelos de inducción son los más eficientes, puesto que consumen hasta un 45 % menos que las vitrocerámicas convencionales, aunque son notablemente más caros. En cualquier caso, también es posible ahorrar energía con las placas tradicionales. Para ello, basta con utilizar un fuego de un diámetro igual o inferior al del recipiente o apagar la placa cinco minutos antes de terminar la cocción para aprovechar el calor residual.
Cocinar empleando ollas a presión o con poca agua reduce el gasto eléctrico hasta en un 50 %, mientras que un gesto tan simple como tapar las ollas y sartenes mientras están en uso puede ahorrar un 25 % de energía al acelerar la cocción.
Claves y características para escoger bien la zona de fuegos
El lavavajillas ahorra
El uso del lavavajillas permite ahorrar más agua y energía que lavar los platos a mano. Cada vez son más los fabricantes que ofrecen modelos de ciclos cortos de lavado y capaces, además, de realizar el trabajo con agua a temperatura baja. Existen también modelos que cuentan con dos tomas de agua independientes –fría y caliente– que aprovechan el agua caliente de la casa en lugar de calentarla mediante resistencias eléctricas, reduciendo así el gasto energético.
El uso del lavavajillas permite ahorrar más agua y energía que lavar los platos a mano. Cada vez son más los fabricantes que ofrecen modelos de ciclos cortos de lavado y capaces, además, de realizar el trabajo con agua a temperatura baja. Existen también modelos que cuentan con dos tomas de agua independientes –fría y caliente– que aprovechan el agua caliente de la casa en lugar de calentarla mediante resistencias eléctricas, reduciendo así el gasto energético.
Elige bien el horno
Un modelo convencional aprovecha alrededor del 14 % de la energía que gasta en la cocción de los alimentos, de manera que es importante elegir uno con etiqueta energética A.
Sobre cómo optimizar su funcionamiento, sigue estos consejos:
Un modelo convencional aprovecha alrededor del 14 % de la energía que gasta en la cocción de los alimentos, de manera que es importante elegir uno con etiqueta energética A.
Sobre cómo optimizar su funcionamiento, sigue estos consejos:
- Evita abrir la puerta durante la cocción (supone una pérdida del 20 % del calor)
- Precalienta adecuadamente el horno (a la temperatura que requerirá la cocción, no más)
- Aprovecha el calor residual o si horneamos varios platos a la vez, para lo que ya existen modelos que, gracias a su doble compartimento, evitan que se mezclan olores y sabores.
- Mucho más rápido y eficiente es el horno microondas, que alcanza un rendimiento en torno al 60-70 %.
Trucos para la lavadora y la secadora
El mayor gasto eléctrico de la lavadora se genera a la hora de calentar el agua, por lo que se recomienda lavar cuando sea posible con agua fría o templada. El ciclo de lavado con agua a 90º C consume prácticamente el doble que uno con agua templada (60º C) y cuatro veces más que el de agua fría (entre 30º y 40º C).
En cuanto a la secadora, meter la ropa ya centrifugada reduce el tiempo de secado y ahorra energía. Utilizarla con una carga completa también optimiza su gasto. Si estás pensando en comprar una, elige un modelo con sensor de humedad.
El mayor gasto eléctrico de la lavadora se genera a la hora de calentar el agua, por lo que se recomienda lavar cuando sea posible con agua fría o templada. El ciclo de lavado con agua a 90º C consume prácticamente el doble que uno con agua templada (60º C) y cuatro veces más que el de agua fría (entre 30º y 40º C).
En cuanto a la secadora, meter la ropa ya centrifugada reduce el tiempo de secado y ahorra energía. Utilizarla con una carga completa también optimiza su gasto. Si estás pensando en comprar una, elige un modelo con sensor de humedad.
Economiza con la campana extractora
No es el electrodoméstico que más gasta, pero también es posible racionalizar su consumo. Para empezar, un filtro limpio de grasa y suciedad hace trabajar menos al motor de extracción y alarga su vida útil. Ya existen en el mercado campanas que sitúan sus motores en compartimentos estancos que evitan que la suciedad les afecte, aunque una limpieza regular del filtro –suelen ser aptos para lavavajillas– es un cuidado suficiente.
8 claves para acertar con la campana de la cocina
A la hora de utilizar la campana, conviene adaptar la velocidad de extracción al nivel de humos generados. Una marcha lenta es lo mejor para una cocción que no produce demasiados humos, tanto en términos de eficacia de funcionamiento como de eficiencia energética.
¿Y TÚ?
¿Ya practicas algunos de estos trucos para gastar menos? ¿Tienes alguno más? Compártelo con nosotros en la sección de comentarios.
No es el electrodoméstico que más gasta, pero también es posible racionalizar su consumo. Para empezar, un filtro limpio de grasa y suciedad hace trabajar menos al motor de extracción y alarga su vida útil. Ya existen en el mercado campanas que sitúan sus motores en compartimentos estancos que evitan que la suciedad les afecte, aunque una limpieza regular del filtro –suelen ser aptos para lavavajillas– es un cuidado suficiente.
8 claves para acertar con la campana de la cocina
A la hora de utilizar la campana, conviene adaptar la velocidad de extracción al nivel de humos generados. Una marcha lenta es lo mejor para una cocción que no produce demasiados humos, tanto en términos de eficacia de funcionamiento como de eficiencia energética.
¿Y TÚ?
¿Ya practicas algunos de estos trucos para gastar menos? ¿Tienes alguno más? Compártelo con nosotros en la sección de comentarios.
Para reducir el consumo de los electrodomésticos es preciso saber cómo se distribuye el gasto eléctrico de una vivienda. Es buena idea recurrir a los medidores de consumo: un dispositivo que se conecta directamente al enchufe para saber cuánto se gasta. Existen modelos más sofisticados que se conectan al wifi de casa y ofrecen al usuario la posibilidad de conectar o desconectar el aparato a distancia, además de acceder a la lectura del consumo a través de un smartphone.
Sin embargo, hay un modo muy sencillo de ahorrar energía en algunos electrodomésticos y es evitando el modo stand by. Los equipos que mantienen un piloto encendido cuando permanecen en reposo continúan gastando electricidad, un consumo que según algunos estudios se estima en 231 kW/h, prácticamente lo que gasta anualmente un lavavajillas.