¿Cuál es el mejor sistema de calefacción? 6 expertos opinan
Cada casa es diferente y, por eso, necesita de un tipo de calefacción que se ajuste a las necesidades de sus habitantes.
Los aspectos que conviene analizar en el momento de elegir qué tipo de calefacción es el más adecuado para el hogar son muchos: desde el tipo de combustible, hasta la complejidad de la instalación, la eficiencia energética o el respeto medioambiental. Del resultado dependerá no solo el confort térmico de la vivienda, sino también el volumen de la factura a final de mes (más aún con los precios de la luz y el gas más altos que nunca antes) y nuestra huella ecológica. Hemos hablado con seis expertos del sector para que expliquen los principales factores que influyen en todo ello y, así, acertar al elegir la mejor calefacción.
¿Buscas empresas especializadas en climatización? ¡Encuéntralas en Houzz!
¿Buscas empresas especializadas en climatización? ¡Encuéntralas en Houzz!
A los factores económicos relacionados con el consumo, José Ramón Ferrer, director general de Zehnder Group Ibérica Indoor Climate, añade otro: “la dificultad o no de la instalación del sistema, ya que algunos consumen mucho, pero son fáciles de instalar y, en este caso, si se trata de calefacción para una segunda vivienda puede ser conveniente porque el consumo será menor”.
Desde el punto de vista del confort, Ferrer también apunta que “hay que tener en cuenta la calidad de la calefacción: un sistema por aire no es saludable; lo mejor es una calefacción mediante radiador –no convector– o por techo o suelo radiante”.
Lucas Fernández, responsable de organización interna de Irsap, apunta a que “orientación, aislamientos y zona climática son también aspectos importantes, ya que nos permiten dimensionar la calefacción en función de las necesidades”.
Prepara tu casa para el frío: En qué fijarse al elegir un cerramiento
Desde el punto de vista del confort, Ferrer también apunta que “hay que tener en cuenta la calidad de la calefacción: un sistema por aire no es saludable; lo mejor es una calefacción mediante radiador –no convector– o por techo o suelo radiante”.
Lucas Fernández, responsable de organización interna de Irsap, apunta a que “orientación, aislamientos y zona climática son también aspectos importantes, ya que nos permiten dimensionar la calefacción en función de las necesidades”.
Prepara tu casa para el frío: En qué fijarse al elegir un cerramiento
Tipos de calefacción habituales y funcionamiento
Hay muchos sistemas de calefacción en el mercado. Su clasificación más lógica es, como explica David Díaz, jefe de producto de calefacción de Daikin, “en función del tipo de energía que utilizan: por ejemplo, los que funcionan con combustibles fósiles (gas, gasóleo, etc.) o aquellos que utilizan energías renovables”. Entre estas últimas, Jordi Mascort, jefe técnico de Infinitysun, distingue entre calderas de biomasa y bombas de calor aerotérmicas y geotérmicas.
Calefacción con caldera: una solución muy común
Por su parte, Fernández afirma que actualmente, la instalación de calefacción con caldera es la más común y “que, con la nueva normativa, las calderas utilizadas deben ser de condensación. Además, para ahorrar en consumo necesitan trabajar con radiadores a baja temperatura como los de acero. Se debe evitar en lo posible utilizar radiadores a alta temperatura”, dice.
Hay muchos sistemas de calefacción en el mercado. Su clasificación más lógica es, como explica David Díaz, jefe de producto de calefacción de Daikin, “en función del tipo de energía que utilizan: por ejemplo, los que funcionan con combustibles fósiles (gas, gasóleo, etc.) o aquellos que utilizan energías renovables”. Entre estas últimas, Jordi Mascort, jefe técnico de Infinitysun, distingue entre calderas de biomasa y bombas de calor aerotérmicas y geotérmicas.
Calefacción con caldera: una solución muy común
Por su parte, Fernández afirma que actualmente, la instalación de calefacción con caldera es la más común y “que, con la nueva normativa, las calderas utilizadas deben ser de condensación. Además, para ahorrar en consumo necesitan trabajar con radiadores a baja temperatura como los de acero. Se debe evitar en lo posible utilizar radiadores a alta temperatura”, dice.
Radiadores, la calefacción más empleada
Sin duda, la calefacción por radiadores es, hoy por hoy, la más empleada. Pero, ¿cuáles son sus ventajas y sus posibles inconvenientes? “En primer lugar, el consumo es más reducido que con otros sistemas. En segundo lugar, que puedes poner el radiador allí donde se necesite, que suele ser en la parte más fría de la estancia”, apunta Ferrer, de Zehnder.
“En este caso, existe la ventaja del coste inicial, que acostumbra a ser menor que el de una instalación con emisores de baja temperatura; aunque los emisores de alta temperatura implican a la larga gastar más dinero en combustible”, afirma Mascort.
“Este sistema en principio también debería permitir un ahorro en el consumo, pero esto no siempre se da, ya que no se suelen regular correctamente las instalaciones de todos los usuarios y algunos pasan demasiado calor mientras que otros tienen frío”, apunta Fernández, de Irsap.
Radiadores: Cómo convertirlos en un aliado de tus interiores
Sin duda, la calefacción por radiadores es, hoy por hoy, la más empleada. Pero, ¿cuáles son sus ventajas y sus posibles inconvenientes? “En primer lugar, el consumo es más reducido que con otros sistemas. En segundo lugar, que puedes poner el radiador allí donde se necesite, que suele ser en la parte más fría de la estancia”, apunta Ferrer, de Zehnder.
“En este caso, existe la ventaja del coste inicial, que acostumbra a ser menor que el de una instalación con emisores de baja temperatura; aunque los emisores de alta temperatura implican a la larga gastar más dinero en combustible”, afirma Mascort.
“Este sistema en principio también debería permitir un ahorro en el consumo, pero esto no siempre se da, ya que no se suelen regular correctamente las instalaciones de todos los usuarios y algunos pasan demasiado calor mientras que otros tienen frío”, apunta Fernández, de Irsap.
Radiadores: Cómo convertirlos en un aliado de tus interiores
Calefacción radiante: invisible y uniforme
La calefacción radiante parte con la ventaja de ofrecer una climatización invisible y uniforme, aunque no siempre se tienen claras sus ventajas. Ferrer asegura que “el techo radiante, menos conocido que el suelo radiante, tiene importantes ventajas. La radiación que emite un sistema de techo es el más confortable y, en verano, funciona como panel refrescante. La estratégica ubicación en el techo combate la acumulación de aire evitando las molestas corrientes de los sistemas tradicionales”.
“Los sistemas de calefacción por suelo radiante garantizan un reparto uniforme de la temperatura por toda la estancia y ofrecen una fácil instalación tanto en edificios de obra nueva como en existentes. Además, se pueden combinar con sistemas de calefacción tradicionales, de gasóleo o gas, y también con sistemas basados en bomba de calor, consiguiendo de este modo una solución de climatización mucho más eficiente y respetuosa con el entorno”, explica Díaz.
“La principal ventaja de un suelo radiante es que, al trabajar a baja temperatura, supone un gran ahorro en combustible”, apunta Mascort.
¿Qué sistema de calefacción me conviene?
La calefacción radiante parte con la ventaja de ofrecer una climatización invisible y uniforme, aunque no siempre se tienen claras sus ventajas. Ferrer asegura que “el techo radiante, menos conocido que el suelo radiante, tiene importantes ventajas. La radiación que emite un sistema de techo es el más confortable y, en verano, funciona como panel refrescante. La estratégica ubicación en el techo combate la acumulación de aire evitando las molestas corrientes de los sistemas tradicionales”.
“Los sistemas de calefacción por suelo radiante garantizan un reparto uniforme de la temperatura por toda la estancia y ofrecen una fácil instalación tanto en edificios de obra nueva como en existentes. Además, se pueden combinar con sistemas de calefacción tradicionales, de gasóleo o gas, y también con sistemas basados en bomba de calor, consiguiendo de este modo una solución de climatización mucho más eficiente y respetuosa con el entorno”, explica Díaz.
“La principal ventaja de un suelo radiante es que, al trabajar a baja temperatura, supone un gran ahorro en combustible”, apunta Mascort.
¿Qué sistema de calefacción me conviene?
Caldera de condensación: un rendimiento eficiente
La condensación es la tecnología que mayor rendimiento proporciona y, por lo tanto, la que más respeta el medioambiente y menor consumo de gas genera en las instalaciones de calefacción y agua caliente.
Su capacidad de aprovechar gran parte del calor que se pierde en forma de vapor de agua en el humo de la combustión genera un rendimiento extra que permite consumir entre un 15 y un 30 % menos de combustible según el tipo y uso de instalación. Las calderas de condensación son adecuadas para cualquier tipo de instalación, tanto de radiadores como de suelo radiante, hasta el punto de que cuanto mayor sea el consumo de calefacción, más rentable será su uso, si bien su eficiencia se maximiza cuando la instalación trabaja a menor temperatura.
De hecho, tal como cuenta Thibaud Forest, responsable de marketing de producto de Ariston Thermo España, “desde finales de septiembre de 2015, solo se pueden poner en el mercado calderas de condensación con bomba de alta eficiencia, según los requisitos de las nuevas directivas europeas. La tendencia es combinar la tecnología de condensación con la termorregulación para sacar más provecho de los beneficios de la condensación. Esto se traduce en una optimización mayor de los consumos energéticos. Por ejemplo, podemos obtener la clase energética A+ en calefacción combinando en un sistema una caldera de condensación con sondas de ambiente modulantes”.
Ante la amplia variedad de sistemas existentes, “lo mejor es confiar en un profesional cualificado que nos asesore sobre qué tecnología se adapta mejor a nuestras necesidades”, añade Jordi Mascort.
La condensación es la tecnología que mayor rendimiento proporciona y, por lo tanto, la que más respeta el medioambiente y menor consumo de gas genera en las instalaciones de calefacción y agua caliente.
Su capacidad de aprovechar gran parte del calor que se pierde en forma de vapor de agua en el humo de la combustión genera un rendimiento extra que permite consumir entre un 15 y un 30 % menos de combustible según el tipo y uso de instalación. Las calderas de condensación son adecuadas para cualquier tipo de instalación, tanto de radiadores como de suelo radiante, hasta el punto de que cuanto mayor sea el consumo de calefacción, más rentable será su uso, si bien su eficiencia se maximiza cuando la instalación trabaja a menor temperatura.
De hecho, tal como cuenta Thibaud Forest, responsable de marketing de producto de Ariston Thermo España, “desde finales de septiembre de 2015, solo se pueden poner en el mercado calderas de condensación con bomba de alta eficiencia, según los requisitos de las nuevas directivas europeas. La tendencia es combinar la tecnología de condensación con la termorregulación para sacar más provecho de los beneficios de la condensación. Esto se traduce en una optimización mayor de los consumos energéticos. Por ejemplo, podemos obtener la clase energética A+ en calefacción combinando en un sistema una caldera de condensación con sondas de ambiente modulantes”.
Ante la amplia variedad de sistemas existentes, “lo mejor es confiar en un profesional cualificado que nos asesore sobre qué tecnología se adapta mejor a nuestras necesidades”, añade Jordi Mascort.
Aerotermia (bomba de calor): una opción con buena proyección en el mercado
“Las bombas de calor son el futuro”, dice José Ramón Ferrer al hablar de este sistema. “Funcionan con electricidad, pero consumen cuatro veces menos que las calderas. Tanto para frío como para calor, ahorran consumo energético, por lo que cada vez habrá más bombas de calor y menos calderas”, continúa. “Las bombas de calor aire-agua son claramente la opción con mayor proyección en el mercado. Ofrecen un ahorro energético muy elevado con una inversión inicial bastante moderada y, con respecto al confort, es un sistema 3 en 1, ya que proporciona calefacción, climatización y agua caliente sanitaria”, explica Clotet.
“Las bombas de calor son el futuro”, dice José Ramón Ferrer al hablar de este sistema. “Funcionan con electricidad, pero consumen cuatro veces menos que las calderas. Tanto para frío como para calor, ahorran consumo energético, por lo que cada vez habrá más bombas de calor y menos calderas”, continúa. “Las bombas de calor aire-agua son claramente la opción con mayor proyección en el mercado. Ofrecen un ahorro energético muy elevado con una inversión inicial bastante moderada y, con respecto al confort, es un sistema 3 en 1, ya que proporciona calefacción, climatización y agua caliente sanitaria”, explica Clotet.
Pero, ¿en qué consisten exactamente? Díaz, de Daikin, aclara que “los sistemas basados en aerotermia (bomba de calor) utilizan el calor contenido en el aire exterior como principal fuente de energía y suponen una alternativa rentable, eficiente y más respetuosa con el medio ambiente que las calderas que funcionan con combustibles fósiles. Además, ofrecen la ventaja de que pueden aportar refrigeración en verano, así como un elevado ahorro energético gracias a la tecnología de regulación Inverter, que permite transformar el calor inutilizado e inagotable del aire del entorno, bien como parte del sistema de control climático total o como fuente independiente para agua caliente sanitaria”.
“Otra de sus ventajas es que no producen emisiones directas de CO2. Evidentemente, la bomba de calor también necesita un aporte de energía eléctrica para funcionar, pero sus emisiones son notablemente inferiores a las de los sistemas de calefacción convencionales. Por último, no necesitan depósitos acumuladores de combustible, de gasóleo, o gases licuados, ni sistemas de aporte de oxígeno, ni chimeneas, lo que reduce el espacio interior necesario para su instalación”, explica Díaz.
“Las bombas de calor aerotérmicas ahorran un 75 % de la electricidad que consume una bomba convencional y, con las bombas de calor geotérmicas, básicamente calentamos y refrigeramos gratuitamente nuestra vivienda, con muy bajo coste eléctrico adicional”, añade Mascort.
“Otra de sus ventajas es que no producen emisiones directas de CO2. Evidentemente, la bomba de calor también necesita un aporte de energía eléctrica para funcionar, pero sus emisiones son notablemente inferiores a las de los sistemas de calefacción convencionales. Por último, no necesitan depósitos acumuladores de combustible, de gasóleo, o gases licuados, ni sistemas de aporte de oxígeno, ni chimeneas, lo que reduce el espacio interior necesario para su instalación”, explica Díaz.
“Las bombas de calor aerotérmicas ahorran un 75 % de la electricidad que consume una bomba convencional y, con las bombas de calor geotérmicas, básicamente calentamos y refrigeramos gratuitamente nuestra vivienda, con muy bajo coste eléctrico adicional”, añade Mascort.
Equipos eléctricos: una opción residual dados los actuales precios de la electricidad
El incremento del precio de la electricidad ha hecho que los equipos eléctricos se hayan visto relegados a una posición casi residual. En todo caso, “se trata de emisores económicos y funcionales residencias de uso puntual o con poca demanda de calefacción. El gran inconveniente es el elevado coste de la electricidad en España, que no permite que el mercado crezca”, asegura Fernández.
Ferrer opina que “energéticamente, los emisores térmicos eléctricos son el peor sistema de calefacción. Tienen pérdidas energéticas y la electricidad es cara. La ventaja es que son fáciles de instalar. Si se trata de calentar un apartamento en la playa al que se va pocas veces en invierno, sí puede ser un sistema válido”.
El incremento del precio de la electricidad ha hecho que los equipos eléctricos se hayan visto relegados a una posición casi residual. En todo caso, “se trata de emisores económicos y funcionales residencias de uso puntual o con poca demanda de calefacción. El gran inconveniente es el elevado coste de la electricidad en España, que no permite que el mercado crezca”, asegura Fernández.
Ferrer opina que “energéticamente, los emisores térmicos eléctricos son el peor sistema de calefacción. Tienen pérdidas energéticas y la electricidad es cara. La ventaja es que son fáciles de instalar. Si se trata de calentar un apartamento en la playa al que se va pocas veces en invierno, sí puede ser un sistema válido”.
¿Qué sistema de calefacción elegirían nuestros expertos para calentar la casa?
Preguntamos a los expertos cuál es, en su opinión, el sistema más eficiente. “El de mayor eficiencia energética son las bombas de calor, que dan calor o frío y van asociadas a radiadores, techos o suelos radiantes. Además, si la energía es renovable, mejor. Los radiadores pueden ir con bombas de calor y, asociados a un techo radiante, tienen una velocidad de respuesta y facilidad de regulación que repercute en un consumo mucho menor de energía, tanto en invierno como en verano, del orden de un 30 % menos que con suelo radiante”, asegura Ferrer.
“Si lo que se busca es un ahorro en el consumo, y la instalación lo permite, la combinación óptima es una bomba de calor (apoyada con aerotermia o geotermia) y radiadores trabajando a baja temperatura con una buena regulación de la instalación que permita la gestión individual de cada emisor o estancia”, opina Fernández.
Preguntamos a los expertos cuál es, en su opinión, el sistema más eficiente. “El de mayor eficiencia energética son las bombas de calor, que dan calor o frío y van asociadas a radiadores, techos o suelos radiantes. Además, si la energía es renovable, mejor. Los radiadores pueden ir con bombas de calor y, asociados a un techo radiante, tienen una velocidad de respuesta y facilidad de regulación que repercute en un consumo mucho menor de energía, tanto en invierno como en verano, del orden de un 30 % menos que con suelo radiante”, asegura Ferrer.
“Si lo que se busca es un ahorro en el consumo, y la instalación lo permite, la combinación óptima es una bomba de calor (apoyada con aerotermia o geotermia) y radiadores trabajando a baja temperatura con una buena regulación de la instalación que permita la gestión individual de cada emisor o estancia”, opina Fernández.
“Los sistemas de energías renovables son de gran eficiencia energética en su totalidad. Tan solo hay que encontrar cuál es el más conveniente para cada caso, ya que hay que considerar, por ejemplo, que las calderas de biomasa requieren de cierto espacio y que el sistema más complejo de instalar es la geotermia, por la necesidad de realizar perforaciones”, asegura Mascort, para el que “lo mejor es confiar en un profesional cualificado que nos asesore sobre qué tecnología se adapta a nuestras necesidades”.
¿Y TÚ?
¿Qué sistema de calefacción te interesa? Deja tu comentario y dale a ‘Guardar’ para tener esta información siempre a mano.
¿Y TÚ?
¿Qué sistema de calefacción te interesa? Deja tu comentario y dale a ‘Guardar’ para tener esta información siempre a mano.
Como decíamos, son muchos los factores que hay que tener en cuenta a la hora de elegir el sistema de calefacción más adecuado, desde los económicos hasta los relacionados con el confort, sin olvidar la climatología de la zona o el uso que se vaya a hacer de la vivienda.
Para Jordi Clotet, jefe de producto de energías renovables de Thermor, “el primer factor que hay que tener en cuenta es el aislamiento del hogar. Es habitual, para estudios genéricos, estimar este dato a partir de la antigüedad de la casa. También es importante valorar las condiciones climatológicas de la zona porque no cuesta lo mismo calentar un hogar en Salamanca que uno en la Costa Brava”.