Visita privada: 60 m² de orden y calma en pleno centro de Madrid
Un ático original y lleno de detalles en Arganzuela: el distrito de moda de Madrid, para una familia de tres… y su gato.
¿Reformar su casa… o venderla y comprar un piso? Ese fue el dilema al que se enfrentaron los propietarios de este ático en el centro de Madrid. La reforma tenía que merecer mucho la pena para conseguir retenerles, pero los arquitectos de La Reina Obrera, autores del proyecto, han diseñado un espacio completamente nuevo, lleno de luz y detalles sutiles con el que sus dueños están encantados.
“Empezar a narrar un proyecto por el final no es lo más habitual, pero el comentario de una vecina originaria de Suecia tachando el proyecto como ‘sueco’ nos pareció todo un elogio porque justo esa era la idea que nos habían pedido los clientes… y parece que lo hemos conseguido”, responden desde el estudio La Reina Obrera a la pregunta sobre cómo definirían brevemente este trabajo.
Los arquitectos reconocen que para ellos ha sido una suerte cruzar su camino con los propietarios de esta vivienda: Susana y José. “Por nuestra parte (e intuimos que es recíproco) se ha establecido un vínculo especial que rebasa la habitual buena relación cliente-arquitecto”.
Los arquitectos reconocen que para ellos ha sido una suerte cruzar su camino con los propietarios de esta vivienda: Susana y José. “Por nuestra parte (e intuimos que es recíproco) se ha establecido un vínculo especial que rebasa la habitual buena relación cliente-arquitecto”.
Desde el principio, los arquitectos han buscado diseñar un espacio “tranquilo, ordenado, fácilmente comprensible, original pero sin extravagancias”. La propuesta se materializa con texturas, colores y tonos calmados. Según los arquitectos, los dueños no pusieron apenas condiciones –“solo escribimos la carta de los Reyes Magos”, cuenta José riéndose–, pero buscaban mejorar la casa de forma muy evidente para continuar viviendo en ella (si no, se planteaban venderla). Quedarse o marcharse: esa era la cuestión. La reforma debía merecer la pena y, hablando con el propietario, no hay duda de que así ha sido.
Así, manteniendo el programa original, los arquitectos han replanteado por completo el espacio. “Reorganizamos las estancias buscando mayor sensación de amplitud gracias a las vistas cruzadas. Las decisiones más importantes para lograr esta transformación han sido: el cambio de ubicación de la cocina; la supresión de un aseo (que había perdido su función original para usarse únicamente como trastero) y el desplazamiento del baño compartido para generar un volumen exento que permite circular a su alrededor”.
Así, manteniendo el programa original, los arquitectos han replanteado por completo el espacio. “Reorganizamos las estancias buscando mayor sensación de amplitud gracias a las vistas cruzadas. Las decisiones más importantes para lograr esta transformación han sido: el cambio de ubicación de la cocina; la supresión de un aseo (que había perdido su función original para usarse únicamente como trastero) y el desplazamiento del baño compartido para generar un volumen exento que permite circular a su alrededor”.
Justo en el corazón de la vivienda está la caja del baño (en la foto superior). Como está “ligeramente descentrada” permite el paso hacia el salón por un lado; mientras deja una zona más holgada para ubicar la mesa de comedor, que sirve para separar la cocina de salón, por el otro. “Me ha gustado mucho la solución de tener una mesa sin que parezca un bulto en medio del salón y que, sin estar en un sitio ni en otro, está muy integrada en el espacio”, dice José.
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La cocina blanca es un espacio muy geométrico y ordenado, casi aséptico –aunque a José no le convence el adjetivo del todo. “Disfrutamos cocinando y queríamos una cocina muy cómoda. Nuestra idea era integrarla en la casa, que no fuera un espacio aislado del salón”, cuenta el propietario.
Los frentes de mobiliario de toda la vivienda están lacados en una combinación de blanco y un gris similar al del suelo, pero los arquitectos han hecho un guiño en color negro para el protagonista de la casa: Cirilo, el gato, que también tiene su propio apartamento –José cuenta que como buen gato apenas lo usa– dentro de uno de los armarios, cerca de la entrada de luz natural de la terraza.
El volumen exento que ya hemos descubierto y que alberga el baño “está recubierto con la misma madera en tonos claros usada en el suelo y que define la banda central (los dormitorios también tienen el suelo de madera). Además, la menor altura del falso techo en este área para ocultar la instalación de aire acondicionado remarca aún más la intención del proyecto”, responden los arquitectos a la pregunta sobre qué es lo más singular de esta reforma.
El resto de la vivienda se ha resulto con un pavimento continuo: concretamente un micromortero en gris claro con el que los arquitectos han buscado cierta uniformidad visual en los suelos de toda la casa.
Este es el dormitorio principal, como el resto de la casa también decorado de forma sencilla. José reconoce que sobre todo le gusta “la cantidad de almacenamiento que han conseguido los arquitectos. Es increíble que en un piso de poco más de 60 metros nos sobre espacio para meter las cosas”, dice.
Al baño que alberga el cubo exento de madera entra luz natural por la ventana sobre la ducha que da a la zona del comedor. “La diseñamos así para no abrirla hacia el salón, que pensamos que es menos estético. Con esa ventana se consigue que no haya que encender la luz en el baño durante todo el día”, cuenta Ana Andrés, de La Reina Obrera.
Como hemos ido viendo, la paleta de materiales y colores es limitada en toda la casa. También en el baño. Así, tanto el hueco superior como la mampara son de color negro para no añadir color a un baño pequeño. El mueble de madera busca aportar calidez y se hizo a medida de los necesidades de los propietarios.
Como hemos ido viendo, la paleta de materiales y colores es limitada en toda la casa. También en el baño. Así, tanto el hueco superior como la mampara son de color negro para no añadir color a un baño pequeño. El mueble de madera busca aportar calidez y se hizo a medida de los necesidades de los propietarios.
En la habitación de Martina antes estaba la cocina y una terraza-tendedero. José reconoce que, como no tenía expectativas respecto a este espacio, la sorpresa al verlo fue muy agradable. “En realidad, el objetivo era ganar espacio, que la habitación de Martina fuera más grande –dice José– y el resultado ha superado con creces lo que esperábamos”.
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► DETALLES PROFESIONALES…
Si eres arquitecto o interiorista estarás de acuerdo con que hay pequeñas decisiones que definen un proyecto. Cuando tengamos la oportunidad, desde la ‘Revista Houzz España’ vamos a destacar esos detalles que transforman cualquier vivienda en el hogar perfecto.
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Como hemos ido viendo, los detalles se extienden por cada rincón de la casa. A resaltar: el cuidado que se ha puesto en la definición de los encuentros entre los distintos espacios de la casa. “Las aristas del cubo central y los cambios de pavimento coincidentes con ellas se han remarcado con finas lineas negras que dibujan los contornos y la disposición geométrica que se perseguía en los volúmenes”, cuentan los arquitectos. Mientras hablamos por teléfono…, y al tiempo que pasea por la casa, el dueño reconoce que le encanta por la sutileza que estas soluciones demuestran por parte de La Reina Obrera.
CUÉNTANOS…
¿Qué es lo que más te ha gustado de la casa de José, Susana y Martina? Esperamos tus comentarios
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Quién vive aquí: José y Susana; la hija de ambos: Martina (7) y su gato: Cirilo
Situación: distrito de Arganzuela, en el mismo centro de Madrid
Superficie: 62,50 metros cuadrados + 15 metros de terraza
Presupuesto: 70.000-90.000 €
Proyecto: La Reina Obrera
Fotografía: Carla Capdevila / ©Houzz España 2019