Pregunta al experto: ¿Cómo puedo reformar mi casa por fases?
Si no te llega el dinero para afrontar la reforma completa, puedes optar por una obra por fases. Aprende a planificarla.
La mayor ventaja de ejecutar una reforma en fases es que podrás darte tiempo para conseguir el dinero necesario y concluir la obra. Una desventaja es que se necesita mucha paciencia y saber amoldarse a los tiempos de espera hasta que se concluya la reforma al completo. Es importante contar con el proyecto de un arquitecto o de un interiorista: al tener el control visual de toda la obra, sabrán ajustar las ideas y planificar, para que, mientras esperas, vivas lo mejor posible.
2. Decide cuáles son las fases que no pueden postergarse
Se puede vivir por un tiempo sin los acabados definitivos; pero no se puede avanzar en la reforma, si antes no se corrigen grietas, filtraciones o no se toman las medidas necesarias para reforzar una estructura de carga.
Otro tanto pasa con la sustitución de cañerías de agua, saneamiento y electricidad, especialmente si atraviesan zonas que se terminarán en la primera fase. Toca hacer estos trabajos en la primera etapa, para dejar atrás la parte más engorrosa y sucia de la obra. Por cierto, en cuanto al aislamiento, opta por el exterior: te permitirá acabar la fachada en otra etapa sin que se vea afectado el interior.
Se puede vivir por un tiempo sin los acabados definitivos; pero no se puede avanzar en la reforma, si antes no se corrigen grietas, filtraciones o no se toman las medidas necesarias para reforzar una estructura de carga.
Otro tanto pasa con la sustitución de cañerías de agua, saneamiento y electricidad, especialmente si atraviesan zonas que se terminarán en la primera fase. Toca hacer estos trabajos en la primera etapa, para dejar atrás la parte más engorrosa y sucia de la obra. Por cierto, en cuanto al aislamiento, opta por el exterior: te permitirá acabar la fachada en otra etapa sin que se vea afectado el interior.
3. Si la casa es pequeña, funciona con minifases
Por ejemplo, en una primera etapa puedes cambiar todas las ventanas de la casa; en otra, acometer la sustitución de las instalaciones de la cocina, agua, gas, saneamiento, electricidad. Si se trata de un dúplex, tendrás más posibilidades de acomodarte en una de las plantas, dejando la restante para una segunda fase.
Por ejemplo, en una primera etapa puedes cambiar todas las ventanas de la casa; en otra, acometer la sustitución de las instalaciones de la cocina, agua, gas, saneamiento, electricidad. Si se trata de un dúplex, tendrás más posibilidades de acomodarte en una de las plantas, dejando la restante para una segunda fase.
4. En la cocina, plantea un equipamiento modular
La idea es que el diseño de la cocina, que irás acabando por etapas, admita distintas composiciones y acabados en el futuro. Por ejemplo, un color liso en los muebles bajos y un acabado en madera natural, para los bajos.
La idea es que el diseño de la cocina, que irás acabando por etapas, admita distintas composiciones y acabados en el futuro. Por ejemplo, un color liso en los muebles bajos y un acabado en madera natural, para los bajos.
5. Opta por una distribución diáfana
- Ventajas: es una solución más económica, porque no hay que construir tantas particiones, necesitas menos puertas. Facilitarás el trabajo a los gremios, que estarán en espacios más amplios.
- Inconveniente: si has dividido la obra en etapas y, por ejemplo, dejas el acabado de las paredes y el pavimento para más adelante, lo tendrás que ver así todo el tiempo –esto no pasa, si el espacio está dividido en habitaciones.
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6. Mejor elige soluciones en seco
Si hay que dejar partidas para una segunda etapa, como el acabado de paredes o alguna compartimentación, lo ideal es plantearlas con sistemas secos:
Si hay que dejar partidas para una segunda etapa, como el acabado de paredes o alguna compartimentación, lo ideal es plantearlas con sistemas secos:
- Supondrán mayor rapidez.
- No habrá cemento, arena, agua, ni tiempos de secado.
- Te permiten cambiar de idea sobre cómo organizar las divisiones, sin que ello suponga un contratiempo.
- Podrás acometer parte de la instalación en otra etapa –la cámara que dejan estas estructuras te permiten ocultar las tuberías. Lo mismo si hablamos de trasdosados autoportantes, es decir, estructuras que se atornillan a suelo y techo; no habrá que retirar antiguos revestimientos y, además, te permite incorporar aislamiento por el interior.
En baños, los sistemas autoportantes para yeso laminado o las estructuras para sanitarios suspendidos, permiten montar los aparatos superpuestos a la pared, lo que también deja espacio para las tuberías. Trabajo que se puede hacer también por fases, dejando la etapa de la colocación de placas de yeso y alicatados para más adelante.
Obra en seco: Guía para una reforma limpia, fácil y rápida
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7. Pon un pavimento de madera maciza sobre rastreles
De esta manera puedes dejar listas las instalaciones de agua, calefacción y el aislamiento por debajo, cerrando provisionalmente el suelo con tableros de DM o con contrachapados, para más adelante hacer la inversión fuerte en la tarima de madera que te gusta.
De esta manera puedes dejar listas las instalaciones de agua, calefacción y el aislamiento por debajo, cerrando provisionalmente el suelo con tableros de DM o con contrachapados, para más adelante hacer la inversión fuerte en la tarima de madera que te gusta.
8. Define espacios provisionales, si las fases dan para largo
Para instalar una cocina provisional, necesitarás una toma de agua, un desagüe y enchufes. Una idea puede ser instalarla sobre una plataforma que oculte estas instalaciones, o que la ubiques en lo que en un futuro será el lavadero.
Una zona de día se puede circunscribir en una primera etapa a lo que es el área de cocina y comidas, y dejar el estar para otra fase. En este caso, independiza y deja fuera de la vista, con puertas provisionales u cortinados, la zona que por el momento no se tocará.
Para instalar una cocina provisional, necesitarás una toma de agua, un desagüe y enchufes. Una idea puede ser instalarla sobre una plataforma que oculte estas instalaciones, o que la ubiques en lo que en un futuro será el lavadero.
Una zona de día se puede circunscribir en una primera etapa a lo que es el área de cocina y comidas, y dejar el estar para otra fase. En este caso, independiza y deja fuera de la vista, con puertas provisionales u cortinados, la zona que por el momento no se tocará.
9. No temas los contrastes de materiales entre lo que ya está reformado y lo que no
Trata de usar materiales opuestos para enfatizar la diferencia de diseños y no pretender igualarlos. Por ejemplo, si de un lado tienes baldosas y del otro madera, las diferencias de espesor se pueden subsanar con cuñas, fieltros, más espesor de adhesivo y cambiando de nivel.
Conviene adquirir materiales como los pavimentos, sanitarios, revestimientos cerámicos y encimeras en una sola compra –las partidas pueden variar y/o, si esperas a la siguiente pase de obra, pueden retirarse de catálogo.
Más ideas y consejos en la sección ‘Reformas’ de la Revista Houzz España
¿Y TÚ?
¿Crees que hacer una reforma en etapas es una solución acertada? Comparte tu opinión en los comentarios
Trata de usar materiales opuestos para enfatizar la diferencia de diseños y no pretender igualarlos. Por ejemplo, si de un lado tienes baldosas y del otro madera, las diferencias de espesor se pueden subsanar con cuñas, fieltros, más espesor de adhesivo y cambiando de nivel.
Conviene adquirir materiales como los pavimentos, sanitarios, revestimientos cerámicos y encimeras en una sola compra –las partidas pueden variar y/o, si esperas a la siguiente pase de obra, pueden retirarse de catálogo.
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Aunque ahora reformes la mitad de la casa, conviene tener el coste total para administrar el presupuesto. Este dato será decisivo para establecer las fases en las que debe dividirse la obra. La planificación te servirá, además, para no tener que volver a abrir una zona acabada. Por ejemplo, si decides en esta primera fase, reformar la cocina, deja listas todas las instalaciones de electrodomésticos y calderas.