Jardines sostenibles: Por qué los jardines de roca son tendencia
Resistentes y sostenibles, las rocallas o jardines de roca son mucho más que una solución para terrenos en pendiente.
Bajo el manto de nieve que cayó en Madrid a principios de 2021, hace ya un par de años, hubo plantas que estuvieron felices: las alpinas. Aunque Filomena nos visite cada año –en todo caso, 2023 comenzó con frío y hace un par de semanas también hemos sufrido una DANA–, todos podemos cultivar un aethionema, pequeño y arbustivo, con flores rosadas; un erodium de flores blancas; las campanulas, bupleurum y los hipéricos de flores amarillas.
Este tipo de jardinería sostenible, que combina rocas con especies alpinas y otras autóctonas resistentes, se extiende por todas las latitudes porque permite tener jardines sostenibles, exóticos y bonitos. “No solo es importante crear algo que visualmente sea atractivo y armónico con la estructura y estilo de la casa, sino también diseñar un jardín sostenible que no suponga un consumo excesivo de agua o abonos. Las rocallas aportan todo esto”, dice Carlos David Marrero Robayna, del estudio de paisajismo Biogarden Tenerife.
Este tipo de jardinería sostenible, que combina rocas con especies alpinas y otras autóctonas resistentes, se extiende por todas las latitudes porque permite tener jardines sostenibles, exóticos y bonitos. “No solo es importante crear algo que visualmente sea atractivo y armónico con la estructura y estilo de la casa, sino también diseñar un jardín sostenible que no suponga un consumo excesivo de agua o abonos. Las rocallas aportan todo esto”, dice Carlos David Marrero Robayna, del estudio de paisajismo Biogarden Tenerife.
Robin Lane Fox, prestigioso columnista de jardinería, dedicaba en febrero su artículo en el Financial Times a las rocallas; y especialmente al auge de las plantas alpinas, compartiendo con sus fieles lectores la necesidad y ventajas de este tipo de paisaje en la ciudad.
El motivo principal es que algunas de estas plantitas están en peligro de extinción por culpa del cambio climático, por lo que extender su uso puede ayudar a que pervivan. “Al ser plantas pequeñas, son excelentes opciones para los jardines cada vez más pequeños, ubicados en terrazas y balcones”, contaba Lane Fox en su artículo.
Marrero Robayna, de BioGarden Tenerife, defiende el uso de rocalla en la jardinería actual porque en la naturaleza no solo hay tierra y plantas, “sino también otros elementos como piedras o rocas. Todos estos elementos deben coexistir para crear un diseño lo más natural posible. La rocalla aporta carácter y personalidad al jardín”.
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El motivo principal es que algunas de estas plantitas están en peligro de extinción por culpa del cambio climático, por lo que extender su uso puede ayudar a que pervivan. “Al ser plantas pequeñas, son excelentes opciones para los jardines cada vez más pequeños, ubicados en terrazas y balcones”, contaba Lane Fox en su artículo.
Marrero Robayna, de BioGarden Tenerife, defiende el uso de rocalla en la jardinería actual porque en la naturaleza no solo hay tierra y plantas, “sino también otros elementos como piedras o rocas. Todos estos elementos deben coexistir para crear un diseño lo más natural posible. La rocalla aporta carácter y personalidad al jardín”.
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A raíz de la presentación del libro Plantas en las cumbres del Pirineo (2019), obra colectiva coordinada por Daniel Gómez, al frente del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC), el Real Jardín Botánico de Madrid organizó en marzo unas charlas sobre la riqueza biológica y ecológica de la flora alpina.
“Los jardines de roca han ganado importancia porque, en comparación con las zonas llanas de otro tipo de jardines, las rocallas muestran una gran heterogeneidad topográfica. Esto ofrece una amplia variedad de hábitats en superficies reducidas y, por tanto, la posibilidad de albergar una gran diversidad de plantas. Las plantas alpinas reúnen una variedad morfológica y una belleza de sus flores extraordinaria. Además, muchas son sencillas de cultivar en los distintos microambientes que recrean las rocallas”, dice Gómez.
“Los jardines de roca han ganado importancia porque, en comparación con las zonas llanas de otro tipo de jardines, las rocallas muestran una gran heterogeneidad topográfica. Esto ofrece una amplia variedad de hábitats en superficies reducidas y, por tanto, la posibilidad de albergar una gran diversidad de plantas. Las plantas alpinas reúnen una variedad morfológica y una belleza de sus flores extraordinaria. Además, muchas son sencillas de cultivar en los distintos microambientes que recrean las rocallas”, dice Gómez.
¿Qué elementos son necesarios para un jardín de rocas?
La ubicación idónea de la rocalla, según los expertos, es en zonas con ligera pendiente, aunque puede servir otro emplazamiento. Tampoco el tipo de suelo es determinante, pero sí puede servir como solución para suelos pobres o de poca profundidad.
En cuanto a los elementos concretos para el diseño de un jardín de rocas, Jordi Sánchez, de Simbiosi, opina que “los imprescindibles serían rocas de gran formato acompañadas de piedras del mismo tipo para estructurar el diseño; riego automatizado gota a gota; selección botánica adaptada a los condicionantes de la zona y, para finalizar, una iluminación teatralizada para darle protagonismo a los elementos que se quieran destacar”.
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La ubicación idónea de la rocalla, según los expertos, es en zonas con ligera pendiente, aunque puede servir otro emplazamiento. Tampoco el tipo de suelo es determinante, pero sí puede servir como solución para suelos pobres o de poca profundidad.
En cuanto a los elementos concretos para el diseño de un jardín de rocas, Jordi Sánchez, de Simbiosi, opina que “los imprescindibles serían rocas de gran formato acompañadas de piedras del mismo tipo para estructurar el diseño; riego automatizado gota a gota; selección botánica adaptada a los condicionantes de la zona y, para finalizar, una iluminación teatralizada para darle protagonismo a los elementos que se quieran destacar”.
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¿Qué rocas y especies elegir para un jardín de rocas?
Cualquier roca o piedra en estado natural, puede ser usada como elemento constructivo de una rocalla. Para una buena estabilización, se recomienda roca o piedra con unas dimensiones mínimas de 50-60 cm. Se suelen elegir rocas de la zona, porque así conseguimos integrar el jardín con el entorno o paisaje.
“Me gusta utilizar rocas o piedras de distintos tamaños que ya estén en la parcela o que salgan de los movimientos de tierra que se ejecuten”, comparte Marrero.
Por otro lado, Sanchez explica que normalmente intentan utilizar “rocas y piedras con la misma procedencia, de diversos tamaños y granulometrías para reforzar la idea de replicar un espacio natural existente en la naturaleza, aunque de una forma idealizada”.
Paisajismo 2021: El jardín se reinventa tras el coronavirus
Cualquier roca o piedra en estado natural, puede ser usada como elemento constructivo de una rocalla. Para una buena estabilización, se recomienda roca o piedra con unas dimensiones mínimas de 50-60 cm. Se suelen elegir rocas de la zona, porque así conseguimos integrar el jardín con el entorno o paisaje.
“Me gusta utilizar rocas o piedras de distintos tamaños que ya estén en la parcela o que salgan de los movimientos de tierra que se ejecuten”, comparte Marrero.
Por otro lado, Sanchez explica que normalmente intentan utilizar “rocas y piedras con la misma procedencia, de diversos tamaños y granulometrías para reforzar la idea de replicar un espacio natural existente en la naturaleza, aunque de una forma idealizada”.
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Para lograr ese aspecto natural hay que combinar las rocas con la vegetación o especies adecuadas. “España es un país caracterizado por la gran cantidad de pisos bioclimáticos, lo que hace que tengamos una gran biodiversidad en cuanto a especies de plantas. Deberemos diseñar nuestra rocalla teniendo en cuenta el clima donde nos encontremos”, dice Pérez.
La experta recomienda azaleas, Stachys, Phlox, brezos, plantas aromáticas, como la lavanda, el tomillo, el romero rastrero, y las genistas y lentiscos, que son estupendas para terrenos áridos, además de tener una floración estupenda para explotar en primavera. “Las coníferas enanas, algo más exigentes, como los Juniperus horizontalis, las thujas o los pinos mugo, dan un toque de elegancia siempre verde. Y para climas semidesérticos del sur y terrenos muy áridos, las rocallas de crasas y cactus, como la siempreviva o la echeveria y las chumberas, son estupendas. Eso sí; siempre donde no hiele o nieve y tengamos pocas lluvias generales”, comparte la experta. Otra opción es la combinación de bulbosas con otros arbustos de hoja perenne, porque su floración resaltará desde marzo a mayo.
La experta recomienda azaleas, Stachys, Phlox, brezos, plantas aromáticas, como la lavanda, el tomillo, el romero rastrero, y las genistas y lentiscos, que son estupendas para terrenos áridos, además de tener una floración estupenda para explotar en primavera. “Las coníferas enanas, algo más exigentes, como los Juniperus horizontalis, las thujas o los pinos mugo, dan un toque de elegancia siempre verde. Y para climas semidesérticos del sur y terrenos muy áridos, las rocallas de crasas y cactus, como la siempreviva o la echeveria y las chumberas, son estupendas. Eso sí; siempre donde no hiele o nieve y tengamos pocas lluvias generales”, comparte la experta. Otra opción es la combinación de bulbosas con otros arbustos de hoja perenne, porque su floración resaltará desde marzo a mayo.
Desde Simbiosi, Sánchez apuesta por gramíneas del género Festuca, Carex, Sesleria, Agrostis, como matriz principal combinadas con rocas. “Unas vez establecidas estas estructuras minerales junto a la matriz de gramíneas, utilizamos plantas vivaces y arbustivas del género Cerastium, Primula, Digitalis, Crocus, Saxifraga, Gentiana, Eryngium”.
► Más ideas e inspiración en la sección ‘Exterior’ de la Revista Houzz España
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Finalmente, ¿cuánto cuesta una zona de rocalla?
Sobre el precio, para un jardín de tamaño medio –entre 150 y 350 m² de superficie–, Pérez cree que todo “depende del tipo de roca que escojamos y el tamaño. Desde la piedra de coquera, pasando por la de musgo o la volcánica, hay un sinfín de posibilidades. El tipo de planta también hará variar el precio. Las bulbosas y aromáticas son más baratas que las coníferas enanas. Por tanto, tenemos un margen de precios muy amplio: desde 30 a 250 €/m²”.
Por otro lado, Sánchez apunta que el coste orientativo para la ejecución un diseño de este tipo sería de unos 100 €/m². En general, lo mejor de un margen de precios tan amplio es que la construcción de este tipo de jardines se ajusta a cualquier presupuesto.
¿Y TÚ?
¿Conocías los jardines de roca? ¿Sabías que se adaptan a todo tipo de casas? Participa en los comentarios
Sobre el precio, para un jardín de tamaño medio –entre 150 y 350 m² de superficie–, Pérez cree que todo “depende del tipo de roca que escojamos y el tamaño. Desde la piedra de coquera, pasando por la de musgo o la volcánica, hay un sinfín de posibilidades. El tipo de planta también hará variar el precio. Las bulbosas y aromáticas son más baratas que las coníferas enanas. Por tanto, tenemos un margen de precios muy amplio: desde 30 a 250 €/m²”.
Por otro lado, Sánchez apunta que el coste orientativo para la ejecución un diseño de este tipo sería de unos 100 €/m². En general, lo mejor de un margen de precios tan amplio es que la construcción de este tipo de jardines se ajusta a cualquier presupuesto.
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Hasta hace poco, en jardinería se veía y entendía la rocalla como una solución para terrenos en pendiente porque las plantas de flor y los pequeños arbustos que se colocan entre las rocas sujetan el terreno, evitando la erosión y el desplazamiento de la tierra cuando llueve.
Pero algo ha cambiado. Los jardines de rocalla y las plantas alpinas, de tendencia desde 2021, siguen en pleno auge en 2023. “Este tipo de jardines llaman la atención por su bajo mantenimiento y poco gasto hídrico, al componerse de rocas y plantas adaptadas al clima donde se encuentran”, apunta Natalia Pérez, de El Creador de Paisajes.
La composición de los jardines de rocalla emula el paisaje natural que encontramos en la montaña. “Con la instalación de las rocas se asienta el terreno, además de aportar color y formas con las diferentes variedades de plantas y evitando también la proliferación de malas hierbas”, añade Pérez.