Jardín de la semana: Árboles que cuentan la historia de una familia
Este magnífico jardín en El Chano, Asturias, que ha pasado de una generación a otra, gira alrededor de una antigua casa de guardeses.
Tras regresar a España de ‘hacer las Américas’, el bisabuelo de Isabel construyó la preciosa casa-mansión de San Justo, en El Chano, Luarca-Valdes, Asturias. En el acceso a la gran finca, construyó una casa para los guardeses con una granja alrededor. Ellos cuidaban la casa y atendían el huerto y los animales. El abuelo de Isabel, dueño del caserón, le cedió la casina y el terreno a su hija –la madre de Isabel– para que disfrutaran en verano del campo. El padre y la madre de Isabel, y Conchita, persona de confianza de la familia y “mi segunda madre” –como dice Isabel–, hicieron este precioso jardín. Con el tiempo, Isabel heredó la casa. Ella y su marido continuaron con las mejoras. Ella misma se encarga de enseñarnos el espacio.
La fachada de la casa principal, que cuenta con 4 habitaciones, aparece tapizada por dos especies trepadoras que coexisten a las mil maravillas: el jazmín español (Jasminum officinalis) y la parra virgen de tres puntas (Parthenocissus tricuspidata).
A esta última le toca bregar con el sol más fuerte de mediodía y poniente. El jazmín, sin embargo, recibe el sol más benigno de la mañana. Con esta piel vegetal, la casa gana o pierde, dependiendo de la estación del año, un par de grados.
A esta última le toca bregar con el sol más fuerte de mediodía y poniente. El jazmín, sin embargo, recibe el sol más benigno de la mañana. Con esta piel vegetal, la casa gana o pierde, dependiendo de la estación del año, un par de grados.
Isabel heredó la casa de sus padres y hoy es la dueña. Ella nos la enseña. Lo que más le gusta de vivir aquí es que se respira paz. “Cada temporada es diferente. Lo que más me gusta es el cambio que se produce en el jardín. Es algo que sólo ocurre aquí. No existen las prisas, el día es larguísimo”. Isabel y su familia suelen pasar aquí los meses de verano, la Semana Santa, la Navidad y también muchos fines de semana. Lo que más le gusta recordar es que esto era antes un pasto de vacas salvaje, pero que, a base de mucha dedicación; primero de sus padres y Conchita y luego de ella y su marido, se ha convertido en el precioso jardín que hoy es.
Jardín privado: De solar arrasado a paraíso de las abejas
Esta palmera datilera (Phoenix dactylifera) fue plantada por la madre de Isabel a partir de un pequeño retoño. Se ha convertido en un símbolo del jardín y de la familia. El porte es magnífico. Presenta un fuste grueso y potente y unas frondas (hojas de una palmera) verdes y vigorosas.
Jardín privado: De solar arrasado a paraíso de las abejas
Esta palmera datilera (Phoenix dactylifera) fue plantada por la madre de Isabel a partir de un pequeño retoño. Se ha convertido en un símbolo del jardín y de la familia. El porte es magnífico. Presenta un fuste grueso y potente y unas frondas (hojas de una palmera) verdes y vigorosas.
La zona de la barbacoa es uno de los lugares preferidos de la familia. Aquí disfrutan la familia y los amigos de buenas carnes asturianas. En el centro del espacio, una mesa con una antigua cerámica gallega de las que se utilizaban para mezclar los productos de la matanza.
Entre otras cosas, el marido de Isabel se dedica a catalogar enseres de casas antiguas. Isabel accede así a algunas cosas bellas encuentran en su casa y su jardín un sitio perfecto.
Entre otras cosas, el marido de Isabel se dedica a catalogar enseres de casas antiguas. Isabel accede así a algunas cosas bellas encuentran en su casa y su jardín un sitio perfecto.
Una enorme verja de hierro, siempre abierta, permite acceder a la Casa de San Justo. Un camino de hierba conduce a la antigua ‘casina’ de los guardeses (en la imagen). Justo delante, y partir del fruto de un tejo, Carlos, el marido de Isabel –entonces su novio–, plantó con permiso de la abuela este tejo (Taxus baccata). Cuenta la leyenda que si pones un tejo en el jardín, las ‘meigas’ no entran en la casa.
Sobre un embaldosado de pizarra negra, típica de la comarca de Luarca, se ha construido el porche. Como está orientado al este se disfruta de sombra y frescor a lo largo de todo el año.
Como buenos coleccionistas de antigüedades, han habilitado un soporte de hierro forjado de máquina de coser, colocando una losa de mármol sobre él. Así, la barbacoa cuenta con una práctica mesita auxiliar.
Por otra parte, en todo el lindero trasero, crecen grandes las hortensias. Esta tierra es idónea para el cultivo de hortensias (Hydrangea macrophylla). El color azul de las flores se debe al componente alumínico y férrico del sustrato.
Por otra parte, en todo el lindero trasero, crecen grandes las hortensias. Esta tierra es idónea para el cultivo de hortensias (Hydrangea macrophylla). El color azul de las flores se debe al componente alumínico y férrico del sustrato.
Esta es la zona trasera del jardín. La ‘campa’ donde hace años su abuelo, el dueño de San Justo, tenía el huerto y las vacas que cuidaban los guardeses. Trajo el ganado de Holanda y llego a tener una de las mejores cabañas de Asturias. Aún a día de hoy, es recordado por veterinarios y expertos como la mejor carne de Asturias. En el jardín se descubren pinos, cedros, robles, datileras, perales, además de viburnos, evónimus, un estupendo nogal, hortensias…
En esta foto antigua aparece la madre de Isabel. Entonces, la casa familiar era la pequeña casina de los guardeses, con el hórreo que se ve a la izquierda, y que ahora ya no existe, como elemento destacado.
Isabel, que nos ha descubierto los secretos de su casa y la historia de su familia y su jardín, posa aquí con un cesto lleno de aguacates de su árbol.
Pregunta al experto: Qué debes hacer en el jardín en agosto
CUÉNTANOS…
¿Qué ta ha parecido el jardín de Isabel en Asturias? Esperamos tus comentarios
Pregunta al experto: Qué debes hacer en el jardín en agosto
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Este jardín es de: Isabel Colmenero Menéndez de Luarca, restauradora aficionada y amante de las antigüedades. Además, su marido y sus tres hijos de 20, 17 y 13 años. Y, por supuesto, Conchita, de 80 años, y fundamental en la casa.
Situación: El Chano, Valdés-Luarca. Asturias.
Superficie del jardín: Alrededor de una hectárea.
Dato curioso: Cada uno de sus hijos ha plantado un pino al cumplir dos años. Y lo mismo ha hecho su marido y sus hermanos… Todos han ido plantando los ejemplares más representativos del jardín, en ocasiones desde minúsculos esquejes.