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Arquitectura: Una singular casa en Alemania con un toque japonés
El hormigón visto y la madera de alerce aportan fuerte personalidad a esta vivienda.
Entre las viviendas unifamiliares tradicionales de esta zona rural de Esslingen, esta casa de una pareja casada destaca por su estructura de hormigón y una fachada de alerce rugoso. A través de la valiente mezcla de materiales, la firma de arquitectura Msm Schneck ha diseñado un volumen que oscila entre la transparencia y su aspecto masivo, entre la introversión y la apertura, y encuentra soluciones emocionantes para todas las necesidades de la vida.
La fachada también presenta un aspecto hermético en su lado noreste. Como decíamos, los listones de madera de alerce de siete metros de largo dan forma al exterior de todo el volumen. Para crear una transición sin interrupciones se han cortado en inglete en las esquinas de la casa.
Unos colectores solares híbridos colocados en el techo transforman la energía solar en calor y electricidad. Con ellos, opera una bomba de calor que, además, lleva asociado el aire acondicionado. “Alrededor del 85 % del gasto en calefacción está cubierto gracias a la energía que generan los colectores. Solo cuando el tiempo es muy malo, el sistema debe funcionar también con un aporte extra de electricidad”, dice el arquitecto.
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Orientada al norte, la fachada que da a la carretera es completamente hermética. La imagen apenas deja adivinar una ventana en la planta superior.
Una puerta conduce directamente a la entrada de la casa a través del patio de grava blanca.
En el recibidor de la casa, los arquitectos también han apostado por el contraste entre materiales duros y cálidos. Las paredes de hormigón encuentran un contrapunto en el suelo de roble. La escalera de acero ha sido prefabricada y es muy singular, con una barandilla también de acero que sube hasta la planta superior. “El acero se trata solo con aceite. Pueden ir surgiendo leves rastros de óxido con el tiempo, pero, en todo caso, el acero cobra vida a través del uso, de las marcas; especialmente en la barandilla”, opina Schneck.
En el techo de hormigón liso del comedor, la iluminación es a base de halógenos. Desde aquí se domina todo el jardín. “Se puede ver incluso el Schwäbische Alb” –conocida zona medio montañosa al suroeste de Alemania–, dice entusiasmado el arquitecto.
Las ventanas tienen hasta cuatro metros de ancho. Un pequeño voladizo de 50 cm –en color blanco al pie de la ventana– sirve para proteger los toldos.
Como solo se permitía una vivienda de una planta en esta área residencial, los arquitectos han diseñado el sótano con ventanas orientadas al sur y una entrada separada a nivel del suelo, debido a su ubicación en la ladera. “Tanto el ático como el sótano no cuentan como plantas completas”, dice Schneck.
Grandes puertas correderas de vidrio abren el comedor a la terraza. Como los listones de fachada y los de los vallas de la casa, las tablas de la terraza también son de alerce.
Dentro de la vivienda se han instalado suelos de roble blanco. La calefacción es radiante.
En la parte del muro de hormigón que da al comedor hay un armario en el que, entre otras cosas, se guarda toda la vajilla.
En la imagen: el arquitecto Dietmar Schneck
En la imagen: el arquitecto Dietmar Schneck
A la cocina se puede acceder desde la sala de estar y el comedor, pero también directamente desde la entrada.
Junto al horno, unas las escaleras conducen a sótano, donde hay una pequeña sala de almacenamiento y una sauna.
Junto al horno, unas las escaleras conducen a sótano, donde hay una pequeña sala de almacenamiento y una sauna.
Un murete de hormigón que no llega hasta el techo separa la zona de la cocina del comedor y la sala de estar. La cocina esta hecha de contrachapado pintado de blanco y tiene una encimera de Corian. Al colocar el horno y el horno a vapor en el armario empotrado adyacente, los arquitectos han creado una generosa cocina a pesar no contar con demasiado espacio.
En la planta superior se encuentran la habitación principal y el baño de los dueños.
El cubo de hormigón, que alberga un vestidor, separa el dormitorio del pasillo. La puerta de al lado es la del baño.
En el baño, dos ventanas en el techo llenan el espacio de luz por el día y dejan ver las estrellas por la noche.
El suelo de baldosas es de hormigón y tiene un formato alargado similar al de un solado de listones de roble.
El suelo de baldosas es de hormigón y tiene un formato alargado similar al de un solado de listones de roble.
Quizá, lo más destacado del proyecto sea la galería superior. Con las contraventanas cerradas, el espacio adquiere un tinte muy singular, que se podría calificar de zen gracias a la luz difusa que lo ilumina. Si están abiertas, las visitas del Schwäbische Alb son impresionantes.
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Quién vive aquí: una pareja
Situación: Esslingen am Neckar, Alemania
Superficie: 78 metros cuadrados útiles + 500 metros cuadrados de terreno
Proyecto: Msm Schneck
Fotografía: Klugfotografiert
Suavidad y dureza, apertura y hermetismo: todos estos atributos caracterizan la fachada de la casa. La piel de madera de alerce capta la atención y aporta suavidad al hormigón de la estructura. La planta baja de la vivienda se abre al entorno –en su orientación sur y oeste– gracias a que en gran parte está acristalada.
Hay más ventanas en otras partes de la fachada de madera, todas ellas al ras de la fachada para no perturbar la imagen armoniosa y limpia que se consigue gracias a los listones de madera de alerce. Las dimensiones contenidas, el nuevo edificio tiene solo seis metros de ancho, recuerdan a las de una vivienda japonesa.