Visita privada: Un increíble loft que rebosa encanto 'vintage'
Sus dueños han sabido acondicionarlo con muy buen gusto realzando su estilo con muebles retro y un sinfín de ideas decorativas propias.
Julie y Laurent tuvieron la suerte de adquirir esta vivienda justo después de que los antiguos dueños efectuaran muchas obras y la dejaran en excelente estado. Sin embargo, su aspecto no llegaba a convencer del todo a la pareja: “Habían hecho un buen trabajo, pero el estilo del loft era algo hippie”, cuentan. Para dejarlo a su gusto, se pusieron en contacto con un arquitecto de interiores que les ayudó a llevar a cabo algunas reformas más. “Diseñamos juntos la ampliación del entrepiso, planteamos una nueva distribución junto a las escaleras y añadimos un baño más así como un cuarto para Mia”, explica Laurent. La pareja, eso sí, eligió los materiales y el estilo del loft, ya que por fin tenían la oportunidad de proyectar una decoración que reflejara sus gustos y su personalidad. “Antes de llegar aquí, teníamos muy pocas cosas, así que decidimos dejarnos llevar. ¡Por fin teníamos una casa que podíamos decorar a nuestro antojo!”, cuenta.
De un vistazo
Quién vive aquí: Laurent, Julie y su hija Mia
Superficie: 166 metros cuadrados
Situación: Argenteuil, París
Fotos: Meero
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Quién vive aquí: Laurent, Julie y su hija Mia
Superficie: 166 metros cuadrados
Situación: Argenteuil, París
Fotos: Meero
Encima de la mesa cuelga una lámpara de suspensión del diseñador británico Tom Dixon, que ayuda a vestir los techos altos y aporta un toque cobrizo a la estancia, en armonía con los tonos anaranjados de las sillas.
Un florero de cobre, también diseño de Tom Dixon, adorna la mesa y conecta cromáticamente con la famosa lámpara Copper Shade de cuelgue. “Soy un fan absoluto de Tom Dixon porque es un luchador que ha llegado a la cima desde la nada y, también, porque no sigue las modas. Admiro este enfoque que le da al diseño”, confiesa Laurent.
Lee aquí un artículo sobre el trabajo de Tom Dixon
Un florero de cobre, también diseño de Tom Dixon, adorna la mesa y conecta cromáticamente con la famosa lámpara Copper Shade de cuelgue. “Soy un fan absoluto de Tom Dixon porque es un luchador que ha llegado a la cima desde la nada y, también, porque no sigue las modas. Admiro este enfoque que le da al diseño”, confiesa Laurent.
Lee aquí un artículo sobre el trabajo de Tom Dixon
Para crear un ambiente cálido y a la vez original en el comedor, los propietarios de este loft incorporaron un tubo luminoso a la “M” colocada encima del aparador. De este modo se obtiene en la sala una “luz totalmente difusa, que ilumina la estancia en cuanto empieza a oscurecer”.
Este aparador de origen danés lo encontraron en el mercadillo de Saint-Ouen, en el este de París, y lo colocaron detrás de la mesa del comedor. “Imagina la cantidad de trabajo que hace falta para crear una pieza como esta… Hoy en día, es casi imposible dar con un mueble así, tan cargado de historia”, cuenta Laurent.
Asimismo, la pareja optó por colocar sillas de diferentes estilos alrededor de la mesa del comedor, una decisión absolutamente consciente. “Las compramos casi todas una por una”, explica él antes de confesar que siente debilidad por las sillas originales de los Eames. De hecho, encontró una en la calle: “Estaba en pésimas condiciones, hicieron falta al menos cuatro horas de trabajo para devolverle todo su esplendor”, relata.
A los modelos de los Eames hay que sumar dos sillas diseñadas por Arne Jacobsen, que los propietarios encontraron en un anticuario en Lille: “No eran muy caras porque no se encontraban en buen estado”, dicen. Y para cerrar el conjunto, cuatro sillas de madera de Friso Kramer completan la mesa, dándole un toque muy cálido y acogedor. “Cuando se eligen diez sillas idénticas, el resultado es como de decorado. Pero yo me considero un coleccionista. Por esta misma razón elegí con toda la intención del mundo sillas diferentes, ya que cada una cuenta con una historia y tiene una personalidad propia”, concluye Laurent.
Asimismo, la pareja optó por colocar sillas de diferentes estilos alrededor de la mesa del comedor, una decisión absolutamente consciente. “Las compramos casi todas una por una”, explica él antes de confesar que siente debilidad por las sillas originales de los Eames. De hecho, encontró una en la calle: “Estaba en pésimas condiciones, hicieron falta al menos cuatro horas de trabajo para devolverle todo su esplendor”, relata.
A los modelos de los Eames hay que sumar dos sillas diseñadas por Arne Jacobsen, que los propietarios encontraron en un anticuario en Lille: “No eran muy caras porque no se encontraban en buen estado”, dicen. Y para cerrar el conjunto, cuatro sillas de madera de Friso Kramer completan la mesa, dándole un toque muy cálido y acogedor. “Cuando se eligen diez sillas idénticas, el resultado es como de decorado. Pero yo me considero un coleccionista. Por esta misma razón elegí con toda la intención del mundo sillas diferentes, ya que cada una cuenta con una historia y tiene una personalidad propia”, concluye Laurent.
Este baúl, que la pareja descubrió en un pequeño mercadillo de Argenteuil, les sirve de mueble auxiliar donde colocar libros y objetos decorativos. Hecho de madera muy fina y con perfiles de metal, resulta muy ligero y es una original alternativa a estanterías y otros muebles bajos.
Este tragaluz decorado de forma infantil esconde un amplio espacio detrás: una suerte de trastero donde dejar bicicletas o herramientas y que funciona también como vinoteca. En otras palabras, y como precisa Laurent, “¡no es la clase de sitio que queremos que se vea!”. Para ocultarlo, la pareja sustituyó las cortinas que tenía antes por un póster de eBoy que tenían desde hacía tiempo. Laurent le instaló además una guirnalda que se ilumina al caer la noche, al igual que en la “M”.
En cuanto a la cocina, los antiguos dueños habían optado por un diseño redondeado, tanto para las esquinas de las puertas y de la encimera como para los nichos en la pared. Todo en esta parte de la vivienda evoca suavidad y contrasta con las líneas estrictas que tanto caracterizan a los lofts.
Este espacio es muy funcional y dispone de mucha superficie en la que cocinar a gusto, además de una distribución muy bien aprovechada y de numerosos huecos en la pared que proporcionan múltiples funcionalidades, incluido un escurridor sobre el fregadero. No hay ningún mueble colgado para “no echar a perder las vistas”, comentan los propietarios.
Este espacio es muy funcional y dispone de mucha superficie en la que cocinar a gusto, además de una distribución muy bien aprovechada y de numerosos huecos en la pared que proporcionan múltiples funcionalidades, incluido un escurridor sobre el fregadero. No hay ningún mueble colgado para “no echar a perder las vistas”, comentan los propietarios.
Aquí, como en el resto de la casa, las piezas actuales se pueden contar con los dedos de una mano. Entre estas se encuentra el sofá grande de cuero marrón, diseñado por Pascal Mourgue para la firma Cinna, que combina a la perfección con la mesa de centro y el suelo de color óxido, un tono muy particular. Con sus tableros colocados a diferentes alturas, sus tonos cálidos y su práctico diseño, esta original mesa de centro adquirida en Sentou no deja indiferente a nadie.
Todo el suelo de la planta baja del loft presenta un tono cálido. “Los antiguos dueños fueron los que eligieron este color. En un principio no nos atrevimos a rehacerlo y nos acabó gustando así, aunque el barniz está un poco deteriorado”.
Esta mesa que los dueños de este loft trajeron desde Copenhague está hecha con madera de mango y resulta perfecta tanto para un objeto decorativo como para ¡un gato! Con sus patas oblicuas extremadamente finas, es una pieza de lo más elegante.
Esta mesa que los dueños de este loft trajeron desde Copenhague está hecha con madera de mango y resulta perfecta tanto para un objeto decorativo como para ¡un gato! Con sus patas oblicuas extremadamente finas, es una pieza de lo más elegante.
Cerca del comedor, una estufa de madera de estilo industrial calienta la estancia. Para almacenar la leña, los propietarios acondicionaron un pequeño espacio coronado por una pieza cónica que es una antigua insignia que señalizaba los estancos en Francia. La habían comprado para revenderla, pero “hemos cambiado de opinión: ¡Ahora nos gusta tanto que no pensamos venderla nunca!”, afirma Laurent.
Encontrada “un poco por casualidad” en eBay, esta silla tiene una curiosa historia detrás. “La persona que la vendía aseguraba que se trataba de un prototipo que André Sive realizó para Jean Prouvé”, explica Laurent, para quien fue “un auténtico flechazo”. Con su triple respaldo y su asiento de fieltro gris, le confiere un toque vintage único a la sala de estar y, además, es comodísima a pesar de tener un asiento muy bajo. “Detrás de la silla hay dos pequeñas placas de metal vacías que parecen confirmar nuestra hipótesis de que se trata de un prototipo”, comenta Laurent, que considera esta pieza como “la verdadera y discreta joya del apartamento”.
A ambos les encanta la música y van “ampliando su colección de vinilos a medida que van haciendo descubrimientos”, cuentan, lo cual encaja perfectamente en este espacio repleto de referencias retro. “Cuando nos gusta mucho un álbum, compramos el vinilo e intentamos no escucharlo una y otra vez para no cansarnos y que nos vuelva a encantar como el primer día dentro de unos años”, explica Laurent.
Haz que tu música preferida forme parte de la decoración
Haz que tu música preferida forme parte de la decoración
Esta mesa de billar no terminaba de encontrar su sitio en la antigua vivienda de la pareja, pero ahora por fin pueden disfrutarla al máximo, lo que hace muy feliz al padre de Laurent, autor del regalo. “Mi padre se puso muy contento al ver que íbamos a poder usarla”, cuenta Laurent. En esta zona, que es por donde se accede a la casa, el techo no es muy alto porque justo encima se encuentra el cuarto de Mia.
Al lado del billar, la pareja construyó un banco con los restos del suelo que utilizaron para revestir el cuarto de su hija. Fabricado a partir de una madera resinosa muy densa, está “encajado entre los postes metálicos de la estructura del cuarto de Mia. Parece un trozo de madera que flota, y resulta aún más impresionante ver cómo se mantiene sin estructura visible cuando sabes cuánto pesa”, cuentan.
Desafiando a la gravedad: Viviendas e interiores en voladizo
Al lado del billar, la pareja construyó un banco con los restos del suelo que utilizaron para revestir el cuarto de su hija. Fabricado a partir de una madera resinosa muy densa, está “encajado entre los postes metálicos de la estructura del cuarto de Mia. Parece un trozo de madera que flota, y resulta aún más impresionante ver cómo se mantiene sin estructura visible cuando sabes cuánto pesa”, cuentan.
Desafiando a la gravedad: Viviendas e interiores en voladizo
Para el cuarto de su hija Mia, la joven pareja quería evitar a toda costa tener que levantar una pared de cartón-yeso que desentonara con el resto. Por el contrario, querían darle a este cuarto un aire de cabaña colgante, y por esta razón optaron por configurar una habitación en altura, revestida con madera de haya. “Le propusimos al arquitecto la opción de usar listones de madera y él tuvo la idea de diseñar estas cinco ventanitas. ¡Nos encanta el resultado!”, dicen entusiasmados Laurent y Julie.
El cuarto infantil mezcla en perfecta armonía colores suaves con esa atmósfera vintage tan preciada por los padres. La mecedora diseñada por los Eames, con un poco habitual cojín de cuero a juego, conjunta a la perfección con la alfombra gráfica de colores neutros. Un mueble de metal rojo alegra el conjunto, dándole al cuarto un toque de dinamismo.
La estructura de metal, que uno de los antiguos dueños había pintado, está ahora “vieja, estropeada y oxidada por algunos lados”, relatan los nuevos propietarios. La pareja se planteó pintarla de negro, pero decidió no hacerlo para conservar la autenticidad del loft y que tuviera otro toque desgastado más aparte del suelo.
Para revestir el suelo del entrepiso, por el que se accede al dormitorio principal, los propietarios se decantaron por tableros de OSB barnizados de color blanco. Además de colocar una butaca de tonos vivos en esta zona, Laurent y Julie incluyeron un peso antiguo: “Me encantan este tipo de diseños industriales, ¡pueden durar años! Como casi nadie colecciona estos grandes modelos, son fáciles de encontrar y no resultan ser muy caros”, comenta Laurent. Para restaurarla, él la limpió a fondo, la desmontó y logró conservar el mecanismo intacto. “Estuve hasta buscando monedas de veinte céntimos de franco en los muebles de mis abuelos. Esta pesa rebosa encanto, ¡es una preciosidad!”.
Para revestir el suelo del entrepiso, por el que se accede al dormitorio principal, los propietarios se decantaron por tableros de OSB barnizados de color blanco. Además de colocar una butaca de tonos vivos en esta zona, Laurent y Julie incluyeron un peso antiguo: “Me encantan este tipo de diseños industriales, ¡pueden durar años! Como casi nadie colecciona estos grandes modelos, son fáciles de encontrar y no resultan ser muy caros”, comenta Laurent. Para restaurarla, él la limpió a fondo, la desmontó y logró conservar el mecanismo intacto. “Estuve hasta buscando monedas de veinte céntimos de franco en los muebles de mis abuelos. Esta pesa rebosa encanto, ¡es una preciosidad!”.
En su dormitorio, el cabecero de la cama fue hecho en relieve en la pared por los antiguos dueños; la viga metálica que cruza el techo y el curioso armario en suspensión, hecho con baldas y cuerdas, confieren al dormitorio principal una atmósfera absolutamente única. Cerca de la cama pusieron un banco que el mismo Laurent confeccionó a mano. “Es uno de los primeros muebles que fabriqué desde que me marché de casa de mis padres”, cuenta.
El armario en suspensión fue asimismo ideado por Laurent, quien diseño un sistema compuesto por tres tablas de roble, atadas entre sí y colgadas con cuerdas de la viga. La ropa parece estar como flotando en el ambiente. Como contraste, una cómoda china fabricada a partir de madera decapada descansa contra la cristalera del dormitorio. “Me encanta la pátina que tiene, es muy simple y a la vez discreta”, dice Laurent.
Visita privada es una sección de Houzz en la que nos colamos en casas particulares diseñadas con estilo y personalidad por sus propietarios. Si quieres enviarnos la tuya puedes hacerlo a redaccion@houzz.com
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Una cierta esencia retro impregna también el comedor de grandes dimensiones. La sala dispone de una generosa superficie, por lo que los dueños se tomaron la libertad de equiparla con una mesa para diez personas.