Visita privada: Vida campestre y rústica en medio de la ciudad
La familia Schmiz restauró esta granja alemana del siglo XVIII apostando por el color y piezas de estética 'vintage'.
Antonia Schmitz
8 de julio de 2018
Dormannhof es una antigua granja situada en medio de los antiguos asentamientos mineros, cerca del Complejo Industrial de la Mina de Carbón de Zollverein que fue declarado Patrimonio de la Humanidad. La granja, una casa de entramado de madera con establos anexos, se levantó en el año 1791 y fue reconstruida en los años 80, aunque conserva casi toda su estructura original. Los actuales propietarios, un matrimonio vinculado a la música con dos hijos, la encontraron por casualidad y no dudaron en aceptar el reto de restaurarla. La propiedad está rodeada de un enorme jardín y terrenos silvestres.
De un vistazo
Quién vive aquí: Milena Schmiz (34), profesora de violín y viola, Max Schmiz (38), un músico de orquesta, con sus hijos, Emil y Minna, los gatos siameses Arthur y August, además de cinco gallinas
Situación: Essen, Renania del Norte-Westfalia, Alemania
Superficie: 200 metros cuadrados de vivienda y 500 de jardín
Fotografía: Antonia Schmitz
Quién vive aquí: Milena Schmiz (34), profesora de violín y viola, Max Schmiz (38), un músico de orquesta, con sus hijos, Emil y Minna, los gatos siameses Arthur y August, además de cinco gallinas
Situación: Essen, Renania del Norte-Westfalia, Alemania
Superficie: 200 metros cuadrados de vivienda y 500 de jardín
Fotografía: Antonia Schmitz
A la casa se accede por uno de los laterales; el recibidor tiene un techo de más de cuatro metros de altura. “El suelo de piedra es el original. Data de 1791, de cuando la casa aún era una granja”, cuenta la orgullosa dueña Milena Schmiz.
La alfombra, de estilo boho, aporta el toque de color. Las piezas más importantes de la sala son la gran mesa y una estufa antigua. “Aquí pasamos muchas tardes en familia y comemos cuando vienen amigos”, cuentan los propietarios. La mesa se ha recubierto con una capa de linóleo.
Todo lo que tienes que saber sobre los suelos de linóleo
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Desde la enorme entrada se accede directamente a la cocina, muy luminosa. Está toda hecha a medida. Los cajones y las puertas de los armarios están pintados en colores diferentes. También los pomos son todos distintos entre sí. A pesar de la diversidad de colores, el espacio no parece sobrecargado. “Para el propio carpintero fue un reto hacer esta cocina, porque no hay ni una sola pared recta en toda la casa. El techo de la cocina tiene una diferencia de altura de 12 cm”, cuenta Milena, la dueña.
El color también está presente en los detalles. Las divertidas lámparas sobre la línea de cocina se compraron en eBay; son de la antigua República Democrática Alemana (RDA).
El color también está presente en los detalles. Las divertidas lámparas sobre la línea de cocina se compraron en eBay; son de la antigua República Democrática Alemana (RDA).
“Pasamos mucho tiempo aquí. Además de cocinar, trabajamos con el ordenador, mientras los niños pintan o hacen sus deberes”, dice Milena. Incluso, hay una cocinita de juguete (en la imagen). Se trata de un mueble para flores reciclado de los años 50 y de estética vintage.
La decoración de la casa es, definitivamente, una mezcla de estilos. Hay muchas piezas de los años 50 y 70, junto a otras de estilo Shabby Chic. “Creo que el conjunto es bastante armónico y que los colores coordinan bien”, reflexiona Milena.
Descubre el estilo ‘Cottage chic’: Ambientes rústicos con un corte fino y elegante
La decoración de la casa es, definitivamente, una mezcla de estilos. Hay muchas piezas de los años 50 y 70, junto a otras de estilo Shabby Chic. “Creo que el conjunto es bastante armónico y que los colores coordinan bien”, reflexiona Milena.
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Antes de la reforma, entre la cocina y el comedor había una pared. Derribando el muro, se ha conseguido una cocina-comedor muy espaciosa. Además, se construyó una puerta con salida directa al jardín. “Con estas soluciones arquitectónicas tenemos más espacio y más luz”, dice Milena.
Como la granja es un edificio protegido, la reforma ha tenido que hacerse con cuidado, respetando ciertas limitaciones arquitectónicas. Por ejemplo, no se pudo instalar una puerta de cristal corrido en la terraza, sino que se tuvo que adaptar a la estética de entramado de madera de toda la casa; se optó por una puerta de doble hoja, de madera y cristal.
Como la granja es un edificio protegido, la reforma ha tenido que hacerse con cuidado, respetando ciertas limitaciones arquitectónicas. Por ejemplo, no se pudo instalar una puerta de cristal corrido en la terraza, sino que se tuvo que adaptar a la estética de entramado de madera de toda la casa; se optó por una puerta de doble hoja, de madera y cristal.
A continuación de la cocina-comedor está el salón. La pieza principal es el gigantesco sofá, de la empresa Schaumstoff Lübke, hecho a medida (se pueden combinar los colores a gusto del cliente). Con semejante tamaño, aquí caben todos: familia, gatos… y hasta invitados.
“Cuando nos mudamos, las paredes y el techo estaban pintadas de azul rústico con flores de colores, tenían un aspecto bastante loco”, recuerda, entre risas, Milena.
“Cuando nos mudamos, las paredes y el techo estaban pintadas de azul rústico con flores de colores, tenían un aspecto bastante loco”, recuerda, entre risas, Milena.
Al fondo, la puerta que construyeron los Schmiz para poder acceder al jardín desde la cocina-comedor
Durante los meses de invierno se enciende la estufa del salón. Las ventanas son las originales, aunque los cristales sean nuevos. “Como las ventanas son antiguas, no son demasiado aislantes; los días más fríos encendemos también la gran estufa de la zona de entrada”, aseguran.
Durante los meses de invierno se enciende la estufa del salón. Las ventanas son las originales, aunque los cristales sean nuevos. “Como las ventanas son antiguas, no son demasiado aislantes; los días más fríos encendemos también la gran estufa de la zona de entrada”, aseguran.
En el hogar de los Schmiz la música es muy importante. El cuarto de invitados funciona también como zona de trabajo. Aquí ensaya Max con la viola y trabaja en sus proyectos… horas y horas. “Desde aquí tengo vistas del jardín y puedo vigilar a los niños cuando juegan en la casa del árbol”, dice Max.
El antiguo establo de la granja se reconvirtió en baño durante la reforma de los años 80. El espacio es enorme, con un techo de cinco metros de altura. Y sí, hay una bañera doble… que todavía no han estrenado. “Me temo que es mucho más práctico el lavabo doble”, bromea Milena.
Los maceteros colgantes con plantas aportan el toque verde y fresco.
Los maceteros colgantes con plantas aportan el toque verde y fresco.
Por la escalera de madera de la entrada se accede a la planta superior (en la imagen), donde se encuentran los dormitorios y un despacho.
En el despacho, bastan una pequeña mesa y algún otro mueble auxiliar. Milena usa esta habitación para trabajar en sus proyectos, como el que ahora mismo tiene entre manos, la ampliación del granero en el jardín. Uno de sus hobbies es construir maquetas de trenes; vemos una colgada de la pared (en la imagen).
En el dormitorio principal predomina el color verde: los marcos de las ventanas, la cama de Ikea y la cómoda, pintada por la propia Milena. El espacio se completa con otras piezas, como una extravagante lámpara. Todo es una mezcla alocada de colores y formas que, de manera sorprendente, encajan a la perfección.
La habitación de juegos de los niños está repleta de piezas originales. La colección de cuadros bordados (arriba, en la imagen) es made in Milena. “Los trabajos manuales como coser, bordar o hacer ganchillo son mis preferidos”, confiesa.
Emil acariciando a los dos gatos siameses de la familia, Artur y August
Las antiguas habitaciones de servicio son hoy los cuartos de Emil y Minna –hay solo 1,65 metros de altura. La cama de Emil, de madera, era la de su madre de adolescente. “Mis padres la compraron en una tienda de antigüedades en Francia”, cuenta Milena.
Desde la parte de arriba de la escalera hay una vista fantástica del recibidor y de la fuente antigua, que se ha conservado en su estado original. En la gran cómoda verde, Milena guarda lo necesario para sus manualidades en cajas decoradas.
La casa, con una altura de 12 metros, tiene un jardín de 500 metros cuadrados. En verano, la familia hace la vida fuera. “Entre el verde, las flores y las gallinas parece que estamos de vacaciones perpetuas”, cuentan.
Milena está muy orgullosa de su jardín. Aunque tenga que dedicarle muchas horas, no lo considera un trabajo. “Me da felicidad”, asegura.
Además de flores, Milena cultiva hierbas, frutos del bosque y árboles frutales
En la imagen, los macizos de malvas, que florecen a finales del verano y que son las flores favoritas de la dueña. Crean un bonito conjunto con la fachada de la casa al fondo.
Milena está planeando construir una cocina de verano en el jardín. Le encanta cocinar pero en verano no le gusta encerrarse dentro durante horas. “Ya hemos pensado dónde, en un antiguo cobertizo del jardín. Ya están hechos los planos y hemos hablado con el carpintero”, cuenta ilusionada.
Milena está planeando construir una cocina de verano en el jardín. Le encanta cocinar pero en verano no le gusta encerrarse dentro durante horas. “Ya hemos pensado dónde, en un antiguo cobertizo del jardín. Ya están hechos los planos y hemos hablado con el carpintero”, cuenta ilusionada.
Las gallinas también tienen su propia casita en el jardín: un acogedor cobertizo con un poco de terreno. Está adornado con unas graciosas figuras de ganchillo, hechas por Milena. Durante el día, las gallinas se mueven en libertad por el jardín. Los niños colaboran a cuidar de los animales como si fueran de la familia. Es, quizás, el secreto de los excelentes huevos que recogen cada semana…
“Al menos dos días por semana hay espaguetis carbonara con huevos frescos”, cuenta Milena.
La pequeña Minna tiene un jardín en miniatura que cuida personalmente
Como en todo jardín de ensueño, no puede faltar la casa del árbol, que, en este caso, han construido ellos mismos. Ya planean ampliarla y hacerla más alta.
Bajo la casa del árbol cuelga una enorme hamaca
El encanto de una casa antigua, sumado a un acertado trabajo de restauración y una decoración original, hacen de esta casa un reducto de felicidad en medio de la gran ciudad; una vida idílica en familia.
Más casas increíbles y dueños con cosas que contar en la sección ‘Visita privada’ de la Revista Houzz España
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Me gusta todo. Muy lindo !!!
Una casa de campo típica alemana, en la que parece que quizás no ha pasado el tiempo, pero en el sentido positivo. Se respira un modo de vida muy saludable y en armonía con la naturaleza de alrededor. Tiene un encanto que sus habitantes han sabido darle, y de amor por la vida y sus recursos... Todo un ejemplo de simpleza!