Feria del Mueble de Milán: 11 asientos que querrás tener en casa
Los muebles que reinterpretan los clásicos y los grandes iconos del diseño han marcado tendencia en el Salone de Milán.
Si hubiera que elegir un gran protagonista en cada Feria del Mueble del Milán, sin duda, sería la silla. En esta edición, celebrada entre el 4 y el 9 de abril, han destacado los diseños que le dan una vuelta de tuerca a los clásicos. Las líneas claras y definidas y la exhibición de la estructura son algunos de los denominadores comunes. Te mostramos algunos de los diseños más interesantes que hemos visto en el pasado Salone.
Gata, de Miguel y Gonzalo Milá para Expormim.
Durante tres años han trabajado Miguel Milá y su hijo Gonzalo en esta silla en ratán. El resultado es una pieza atemporal que rescata lo mejor de los materiales naturales y que evidencia el gusto de Milá por el trabajo artesano.
Por un lado, se pretendía que la silla fuera lo más ligera posible, de modo que cuenta con una estructura sencilla, pero resistente. Por otro lado, la comodidad es también una de sus características, gracias a su ‘asa’ superior que facilita el transporte. La familia Milá firma una silla sencilla con una forma de fabricación y materiales tradicionales, pero que cuadra perfectamente en espacios contemporáneos.
Conoce mejor a Miguel Milá en esta entrevista
Durante tres años han trabajado Miguel Milá y su hijo Gonzalo en esta silla en ratán. El resultado es una pieza atemporal que rescata lo mejor de los materiales naturales y que evidencia el gusto de Milá por el trabajo artesano.
Por un lado, se pretendía que la silla fuera lo más ligera posible, de modo que cuenta con una estructura sencilla, pero resistente. Por otro lado, la comodidad es también una de sus características, gracias a su ‘asa’ superior que facilita el transporte. La familia Milá firma una silla sencilla con una forma de fabricación y materiales tradicionales, pero que cuadra perfectamente en espacios contemporáneos.
Conoce mejor a Miguel Milá en esta entrevista
Nuez, de Patricia Urquiola para Andreu World.
Durante la cita milanesa, Andreu World presentó su segunda colaboración –tras la silla Nub– con Patricia Urquiola. En este caso, la diseñadora se inspira en la cáscara de una nuez para crear una silla sugestiva a nivel formal, pero cálida gracias a los acabados textiles diseñados especialmente para la colección.
La carcasa del asiento está fabricada en termopolímero inyectado y ha sido un reto de ingeniería conseguir los pliegues del material. Tanto estructura como tapizados se componen de surcos que le dan una textura que transmite movimiento. Dentro de la gama es posible elegir diferentes tipos de patas y colores tanto para la carcasa como para el tapizado.
Durante la cita milanesa, Andreu World presentó su segunda colaboración –tras la silla Nub– con Patricia Urquiola. En este caso, la diseñadora se inspira en la cáscara de una nuez para crear una silla sugestiva a nivel formal, pero cálida gracias a los acabados textiles diseñados especialmente para la colección.
La carcasa del asiento está fabricada en termopolímero inyectado y ha sido un reto de ingeniería conseguir los pliegues del material. Tanto estructura como tapizados se componen de surcos que le dan una textura que transmite movimiento. Dentro de la gama es posible elegir diferentes tipos de patas y colores tanto para la carcasa como para el tapizado.
Chignon, de LucidiPevere para Thonet.
El dúo italiano firma este llamativo asiento para la firma Thonet. Evidentemente, se trata de un diseño que se sale del estilo de corte más clásico de la empresa. En su diseño han usado la técnica de la madera curvada, en la que Thonet es especialista, creando una estructura que sostiene el respaldo. El volumen de la pieza es uno de los elementos más llamativos. Un diseño de gran impacto que recoge la tendencia del nuevo movimiento ‘Memphis’ con aires claramente retro.
El dúo italiano firma este llamativo asiento para la firma Thonet. Evidentemente, se trata de un diseño que se sale del estilo de corte más clásico de la empresa. En su diseño han usado la técnica de la madera curvada, en la que Thonet es especialista, creando una estructura que sostiene el respaldo. El volumen de la pieza es uno de los elementos más llamativos. Un diseño de gran impacto que recoge la tendencia del nuevo movimiento ‘Memphis’ con aires claramente retro.
Tosca, de Antonio Citterio para Flexform.
El arquitecto italiano Antonio Citterio es el autor de esta silla que actualiza el mobiliario colonial, creando un producto sencillo y elegante. A pesar de su aspecto clásico, esta butaca es un reflejo de las tendencias en diseño. Por un lado, su estructura a la vista la convierte en un diseño de corte muy moderno. Además, el tapizado con transparencias le proporciona un carácter más ligero y contrarresta el peso del gran volumen del asiento. Un sillón donde prima la comodidad y que mezcla materiales modernos como el poliuretano, con otros clásicos, como la madera maciza de la estructura.
El arquitecto italiano Antonio Citterio es el autor de esta silla que actualiza el mobiliario colonial, creando un producto sencillo y elegante. A pesar de su aspecto clásico, esta butaca es un reflejo de las tendencias en diseño. Por un lado, su estructura a la vista la convierte en un diseño de corte muy moderno. Además, el tapizado con transparencias le proporciona un carácter más ligero y contrarresta el peso del gran volumen del asiento. Un sillón donde prima la comodidad y que mezcla materiales modernos como el poliuretano, con otros clásicos, como la madera maciza de la estructura.
InOut 630, de Gervasoni.
Buen golpe de efecto de la firma italiana con una de las novedades para su línea de exterior. Esta gran butaca sorprende por su encanto retro y su desproporcionado respaldo que se eleva 120 cm. Gervasoni apuesta por el ratán trabajado a mano, material con el que está muy familiarizado. El tejido en fibras naturales permite que pase el aire a través de su estructura, pero también proyecta interesantes sombras sobre las superficies.
Buen golpe de efecto de la firma italiana con una de las novedades para su línea de exterior. Esta gran butaca sorprende por su encanto retro y su desproporcionado respaldo que se eleva 120 cm. Gervasoni apuesta por el ratán trabajado a mano, material con el que está muy familiarizado. El tejido en fibras naturales permite que pase el aire a través de su estructura, pero también proyecta interesantes sombras sobre las superficies.
Be Bop, de Ludovica + Roberto Palomba para Kartell.
En la serie de sillas Be Bop destaca con luz propia la versión metalizada en dorado. Su aspecto recuerda en cierta manera a las sillas clásicas del diseño industrial, pero en las que las proporciones de respaldo y asiento se han sobredimensionado, creando una pieza de gran peso visual. Sus acabados delicados y brillantes resultan en una pieza que transmite sensación de lujo.
En la serie de sillas Be Bop destaca con luz propia la versión metalizada en dorado. Su aspecto recuerda en cierta manera a las sillas clásicas del diseño industrial, pero en las que las proporciones de respaldo y asiento se han sobredimensionado, creando una pieza de gran peso visual. Sus acabados delicados y brillantes resultan en una pieza que transmite sensación de lujo.
Catalana, de German Rodríguez Arias reeditada por Mobles 114.
Mobles 114 rescata un clásico con espíritu mediterráneo y origen chileno. Se trata de la silla Catalana, que Germán Rodríguez Arias diseñó en 1942 para Isla Negra: una de las viviendas que el poeta Pablo Neruda encargó al arquitecto barcelonés. La silla original estaba fabricada con madera autóctona de Chile y enea, pero la inspiración la tomó de las sillas tradicionales catalanas, de ahí su nombre.
Para su reedición, Mobles 114 ha optado por matera de roble y un asiendo de fibra natural que se teje artesanalmente, respetando al máximo la esencia de la silla original. Gracias a sus seis patas y su respaldo algo más inclinado de lo habitual, este asiento tiene un aspecto único.
La calidez del mimbre reconquista el hogar
Mobles 114 rescata un clásico con espíritu mediterráneo y origen chileno. Se trata de la silla Catalana, que Germán Rodríguez Arias diseñó en 1942 para Isla Negra: una de las viviendas que el poeta Pablo Neruda encargó al arquitecto barcelonés. La silla original estaba fabricada con madera autóctona de Chile y enea, pero la inspiración la tomó de las sillas tradicionales catalanas, de ahí su nombre.
Para su reedición, Mobles 114 ha optado por matera de roble y un asiendo de fibra natural que se teje artesanalmente, respetando al máximo la esencia de la silla original. Gracias a sus seis patas y su respaldo algo más inclinado de lo habitual, este asiento tiene un aspecto único.
La calidez del mimbre reconquista el hogar
Aleta, de Jaime Hayon para Viccarbe.
Desde que la empresa valenciana Viccarbe comenzara su andadura en 1999 ha colaborado con diseñadores de la talle de Patricia Urquiola, Piero Lissoni, Jean-Marie Massaud, Lievore Altherr y Molina, Naoto Fukasawa o John Pawson, entre otros. Por fin le ha llegado la hora a otra de las figuras del diseño español: Jaime Hayon. El diseñador firma una colección de sillas inspiradas en la fisionomía y el movimiento de los escualos: de ahí sus formas redondeadas, tanto en las patas como en la estructura del asiento, y el aspecto terso de sus tapizados.
Desde que la empresa valenciana Viccarbe comenzara su andadura en 1999 ha colaborado con diseñadores de la talle de Patricia Urquiola, Piero Lissoni, Jean-Marie Massaud, Lievore Altherr y Molina, Naoto Fukasawa o John Pawson, entre otros. Por fin le ha llegado la hora a otra de las figuras del diseño español: Jaime Hayon. El diseñador firma una colección de sillas inspiradas en la fisionomía y el movimiento de los escualos: de ahí sus formas redondeadas, tanto en las patas como en la estructura del asiento, y el aspecto terso de sus tapizados.
Mini Tortuga, de Nadadora para Sancal.
El estudio compuesto por Isaac Piñeiro y Cristina Alonso lanza una versión a pequeña escala de Tortuga. La idea es tener un lugar en el que refugiarse al final del día. Para ello, el estudio propone un respaldo sobredimensionado que abraza al usuario. Mini Tortuga presenta un aspecto atrevido y muy fresco.
Esta silla se enmarca dentro de la colección Enigma, con la que Sancal hace gala de sentido del humor y plantea una propuesta a modo de “experiencia única e inolvidable que provoque y estimule”, explica Esther Castaño-López, directora ejecutiva de la firma.
El estudio compuesto por Isaac Piñeiro y Cristina Alonso lanza una versión a pequeña escala de Tortuga. La idea es tener un lugar en el que refugiarse al final del día. Para ello, el estudio propone un respaldo sobredimensionado que abraza al usuario. Mini Tortuga presenta un aspecto atrevido y muy fresco.
Esta silla se enmarca dentro de la colección Enigma, con la que Sancal hace gala de sentido del humor y plantea una propuesta a modo de “experiencia única e inolvidable que provoque y estimule”, explica Esther Castaño-López, directora ejecutiva de la firma.
Ombré Glass Chair, de Germans Ermičs.
El joven diseñador letón Germans Ermičs ha sorprendido con su silla Ombré Glass, expuesta en la galería Rossana Orlandi. Se trata de un homenaje a la icónica Glass Chair (1976) de Shiro Kuramata. Aquí, se añade color gracias a la técnica del ahumado del vidrio. Gracias a los nuevos procesos de fabricación, las seis láminas que componen la silla se pueden unir sin ningún tipo de tornillo o elemento de sujeción. Visualmente, el resultado es muy limpio.
CUÉNTANOS…
¿Qué asiento te ha llamado más la atención? ¿Cuál te llevarías a casa? Participa en los comentarios.
El joven diseñador letón Germans Ermičs ha sorprendido con su silla Ombré Glass, expuesta en la galería Rossana Orlandi. Se trata de un homenaje a la icónica Glass Chair (1976) de Shiro Kuramata. Aquí, se añade color gracias a la técnica del ahumado del vidrio. Gracias a los nuevos procesos de fabricación, las seis láminas que componen la silla se pueden unir sin ningún tipo de tornillo o elemento de sujeción. Visualmente, el resultado es muy limpio.
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A modo de lección de historia, el diseñador alemán Konstantin Grcic rescata útiles del diseño y los traslada a su última propuesta para la firma italiana Cassina. El pasamanos se inspira en el usado en el metro de Milán, diseñado por Bob Noorda y Franco Albini. A su vez, los tubos de acero los rescata de aquellos de los barcos transatlánticos de los años 50: algunos de los cuales fueron amueblados por Cassina. Se trata de un sistema modular que permite crear muchas configuraciones diferentes. Los elementos con los que jugar son los propios cojines, las barandillas y las mesas auxiliares, por lo que se puede crear un sofá de varias plazas, esquineros, auxiliares o incluso una cama.