Arquitectura
Arquitectura: Una fachada sinuosa que da forma a una casa camaleónica
Cerrada al paisaje poco atractivo que la rodea, esta fachada muestra una cara de lo más hermética y misteriosa.
Una fachada curva singulariza esta original vivienda: un volumen continuo, de planta helicoidal, que esconde un interior luminoso, vital y cambiante que huye del exterior, volcándose a sus espacios interiores y jardines.
Curvas y pliegues por los que resbala la luz del sol y un interesante juego de luces y sombras dan forma a esta casa. Una arquitectura rotunda y poco convencional, que cuestiona uno los principios fundamentales de la arquitectura clásica: la frontalidad.
“Hemos apostado por una arquitectura fluida continua y cambiante, donde el movimiento de los usuarios y la luz nos habla del tiempo, las estaciones o el clima” comenta Javier Peña Galiano, responsable de Xpiral, el estudio encargado de la proyecto.
“Hemos apostado por una arquitectura fluida continua y cambiante, donde el movimiento de los usuarios y la luz nos habla del tiempo, las estaciones o el clima” comenta Javier Peña Galiano, responsable de Xpiral, el estudio encargado de la proyecto.
En la fachada se ha optado por un cerramiento de yeso + termoarcilla u hormigón (24cm) + aislamiento rígido + fibra vídrio + monocapa (de dentro a fuera), combinado con chapa de acero corrugado micro-perforado y vidrio. Una solución económica que da lugar, sin embargo, a una geometría muy compleja.
El color blanco hace que se refleje gran parte del calor y la luz solar, algo fundamental en un clima como el mediterráneo. Mientras, la posición del aislamiento, en la cara exterior del muro, genera una gran inercia térmica que mantiene la casa fresca en verano y cálida en invierno.
Descubre las posibilidades de las fachadas móviles
El color blanco hace que se refleje gran parte del calor y la luz solar, algo fundamental en un clima como el mediterráneo. Mientras, la posición del aislamiento, en la cara exterior del muro, genera una gran inercia térmica que mantiene la casa fresca en verano y cálida en invierno.
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Fundamentales en la fachada, los huecos se organizan para dar acceso exterior a muy distintas cotas, a través de terrazas y pasarelas, o abiertos a los propios jardines. Las ventanas, los voladizos, la piscina y la situación de la vegetación definen la fachada, que se convierte así en el nexo entre el interior de la casa y el jardín.
Tras el bambú del jardín se esconde un hueco singular, donde la tierra penetra en el interior.
“El cliente quería una casa sin puertas, pero que tuviera estancias privadas. Eso nos llevó a definir un espacio continuo que se recorre en espiral, pero que nunca se percibe en su totalidad”, explica Javier.
Fiel reflejo de su aspecto exterior, el interior queda definido por un pasillo-corredor que mientras gira va generando los distintos espacios privados, con el yeso y la pintura reflejando la luz. El cambio de sección da lugar a diferentes usos y condiciones en la vivienda.
Fiel reflejo de su aspecto exterior, el interior queda definido por un pasillo-corredor que mientras gira va generando los distintos espacios privados, con el yeso y la pintura reflejando la luz. El cambio de sección da lugar a diferentes usos y condiciones en la vivienda.
Cada uno de los materiales utilizados mantiene una relación completamente distinta con el entorno. Mientras que el hormigón, con gran masa térmica, se emplea para proteger del frío y el calor las principales estancias de la casa, el acero microperforado da forma a elementos periféricos que permiten el paso del libre de aire y una mayor interacción con el jardín.
Elevada en voladizo sobre el terreno, la pasarela de acceso a la piscina rompe con el carácter masivo del resto de la fachada, dejando intuir por un breve instante lo que se esconde en su interior.
La Ricarda: Un icono de la arquitectura catalana de los años 50
Elevada en voladizo sobre el terreno, la pasarela de acceso a la piscina rompe con el carácter masivo del resto de la fachada, dejando intuir por un breve instante lo que se esconde en su interior.
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Entre la piscina elevada y la casa se genera un patio que sirve de acceso al garaje. Los coches pasan por debajo de la piscina, buscando siempre esa privacidad con la calle, desde donde se trata que no se reconozca la casa.
Aquí el blanco de las fachadas convive con paramentos de color, todos ellos en tonos tierra y verdes, directamente relacionados con la naturaleza. Pintada en verde para integrarse con la hierba, las plantas y los frutales, la puerta del garaje se convierte así en un elemento fundamental del paisaje interior.
CUÉNTANOS…
¿Qué es lo que más te gusta, o te sorprende, de esta casa?
Aquí el blanco de las fachadas convive con paramentos de color, todos ellos en tonos tierra y verdes, directamente relacionados con la naturaleza. Pintada en verde para integrarse con la hierba, las plantas y los frutales, la puerta del garaje se convierte así en un elemento fundamental del paisaje interior.
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Quién vive aquí: Una pareja con un niño. Muy familiares, les encanta recibir a gente en su casa
Situación: Espinardo, Murcia
Arquitecto: Xpiral Arquitectura
Fotografía: David Frutos / Bisimages