Pérgolas: Descubre las 7 plantas imprescindibles para cubrirla
Estas son las especies que dan más juego a la hora de hacer confortable y práctica una pérgola. Te contamos todas sus ventajas.
Pérgolas de madera, hormigón, hierro, resina; cubiertas con paja, brezo, cañizo, lona, policarbonato o cristal…, sea como sea tu pérgola, las plantas deberían ser las protagonistas porque de lo contrario le faltará color y parecerá un espacio árido. Aquí te contamos qué especies convienen plantar para gozar de fresco en verano y calidez en invierno. El objetivo: un espacio bello y confortable.
Parra virgen: elegancia que se descuelga
En esta pérgola las columnas son casi imperceptibles. Es como si la estructura flotase en el aire. La parra virgen de cinco puntas (Parthenocissus quinquefolia) se descuelga. A esta especie sarmentosa es lo que más le gusta. Los lugares más elegantes que he visitado estaban revestidos con esta parra. El mejor ejemplo: la Piazza Nabona de Roma.
Madreselva: La planta trepadora con flores y de trato fácil
En esta pérgola las columnas son casi imperceptibles. Es como si la estructura flotase en el aire. La parra virgen de cinco puntas (Parthenocissus quinquefolia) se descuelga. A esta especie sarmentosa es lo que más le gusta. Los lugares más elegantes que he visitado estaban revestidos con esta parra. El mejor ejemplo: la Piazza Nabona de Roma.
Madreselva: La planta trepadora con flores y de trato fácil
Glicinia: espectacularidad y fragancia
Aquí tienes a la que podríamos considerar especie favorita de cualquier pérgola, la glicinia (Wisteria sinensis).
Con sus racimos de flores azules o blancas colgando desde lo alto, la decoración elegantísima que consigue esta Leguminosa gigante es espectacular. Además, la fragancia es impresionante. Eso sí, la estructura sobre la que deben enroscarse (se trata de una especie voluble) sus fuertes y leñosos troncos debe ser súper resistente. He visto estructuras de hierro forjado dobladas por el peso de las glicinias.
Pregunta al experto: Ideas para un jardín lleno de sombra y misterio
Aquí tienes a la que podríamos considerar especie favorita de cualquier pérgola, la glicinia (Wisteria sinensis).
Con sus racimos de flores azules o blancas colgando desde lo alto, la decoración elegantísima que consigue esta Leguminosa gigante es espectacular. Además, la fragancia es impresionante. Eso sí, la estructura sobre la que deben enroscarse (se trata de una especie voluble) sus fuertes y leñosos troncos debe ser súper resistente. He visto estructuras de hierro forjado dobladas por el peso de las glicinias.
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Gazebo: frescor veraniego
También conocido como kiosko de jardín, el gazebo es una especie de salvavidas a la hora de atravesar un jardín. Poder refugiarse en su sombra, sentarse en sus muebles, poder contemplar desde ahí el camino recorrido y el que se encuentra por delante…
Además, un gazebo es un lugar de citas incomparable. En éste, las rosas trepadoras lo visten con efectividad y frescor para el verano. En invierno, la falta de hojas lo hará cálido al dejar pasar los rayos del sol.
Hazlo tú mismo: Atrévete con una escalera en el jardín
También conocido como kiosko de jardín, el gazebo es una especie de salvavidas a la hora de atravesar un jardín. Poder refugiarse en su sombra, sentarse en sus muebles, poder contemplar desde ahí el camino recorrido y el que se encuentra por delante…
Además, un gazebo es un lugar de citas incomparable. En éste, las rosas trepadoras lo visten con efectividad y frescor para el verano. En invierno, la falta de hojas lo hará cálido al dejar pasar los rayos del sol.
Hazlo tú mismo: Atrévete con una escalera en el jardín
Clemátide: siempre a cubierto
En innumerables ocasiones, las pérgolas se revisten con materiales impermeables para poder disfrutar de sus ventajas en días lluviosos. En climas de inviernos cálidos también se usan como especies trepadoras algunas perennifolias, como esta clemátide persistente: Clematis cirrhosa. Junto a ella, las hostas (Hosta fortuneii) potencian el follaje perenne de todo lo plantado.
En innumerables ocasiones, las pérgolas se revisten con materiales impermeables para poder disfrutar de sus ventajas en días lluviosos. En climas de inviernos cálidos también se usan como especies trepadoras algunas perennifolias, como esta clemátide persistente: Clematis cirrhosa. Junto a ella, las hostas (Hosta fortuneii) potencian el follaje perenne de todo lo plantado.
Buganvilla: color y frescor
En esta pérgola situada en una costa cálida y además con orientación mediodía, el cañizo de bambú se encarga de proporcionar sombra mientras la buganvilla (Bougainvillea glabra) crece y se encarga de cubrir el área, aportando frescor especialmente en verano.
Buganvilla: Una trepadora que adora el mar
En esta pérgola situada en una costa cálida y además con orientación mediodía, el cañizo de bambú se encarga de proporcionar sombra mientras la buganvilla (Bougainvillea glabra) crece y se encarga de cubrir el área, aportando frescor especialmente en verano.
Buganvilla: Una trepadora que adora el mar
Hiedra: protección resistente
Trepadora fuerte y útil, aunque últimamente está muy desprestigiada por haber sido clasificada como invasora, la hiedra (Hedera helix) cumple el objetivo de vestir los paramentos verticales con gran efectividad.
Tanto en verano e invierno, resiste cualquier avatar meteorológico. Y sólo pide que sepas controlarla. En este ambiente de la fotografía, decora la pérgola casi sin ser vista, casi sin molestar. Todo gracias a tijeretazos estratégicos del buen jardinero.
CUÉNTANOS…
Tanto si tienes pérgola como si no, ¿qué especie elegirías? Esperamos tus comentarios
Trepadora fuerte y útil, aunque últimamente está muy desprestigiada por haber sido clasificada como invasora, la hiedra (Hedera helix) cumple el objetivo de vestir los paramentos verticales con gran efectividad.
Tanto en verano e invierno, resiste cualquier avatar meteorológico. Y sólo pide que sepas controlarla. En este ambiente de la fotografía, decora la pérgola casi sin ser vista, casi sin molestar. Todo gracias a tijeretazos estratégicos del buen jardinero.
CUÉNTANOS…
Tanto si tienes pérgola como si no, ¿qué especie elegirías? Esperamos tus comentarios
En la cima de lo natural, y muy práctica, esta pérgola cubierta de parra de vino (Vitis vinifera) evoca el mejor momento de un cigarral manchego, de un molino griego, de una finca toscana.
No hay mejor opción para una reunión de verano al fresco de esta sombra singular; y qué decir de la calidez en invierno al hallarse las plantas desprovistas de hoja. En cuanto al material constructivo para la pérgola: madera de roble, indeformable, imputrescible. Sobre la variedad de uva, yo no lo dudaría: Moscatel (ya sea español o italiano).
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