En casa de… Pedro Ochando: De local comercial a vivienda-estudio
Descubre como se las ha ingeniado este diseñador para transformar una antigua lavandería y estudio de grabación en su hogar.
Hace ya 12 años que Pedro Ochando compró un bajo comercial dividido en dos locales para convertirlo en una vivienda que pudiera servir también como oficina de su estudio de diseño: PerezOchando. Para conseguirlo primero tuvo que unir ambos locales para convertirlos en un espacio diáfano capaz de contener todo lo necesario para vivir y trabajar. En este proyecto de rehabilitación se ha aprovechado al máximo la luz natural, pero también se han rescatado muchos elementos. Desde piezas estructurales, como las bóvedas o las vigas, a los suelos hidráulicos y a muebles de mercadillo de antigüedades, esta vivienda se caracteriza por estrategias de bajo coste con un resultado muy efectivo.
Aunque se han comunicado ambos locales existen una división funcional del espacio. En la zona que se aprecia en la fotografía se concentran los espacios de trabajo del estudio PerezOchando. Pedro trabaja aquí junto a su socia Claudia Perez.
Esta zona cuenta con una entrada en la que se ubica una librería, el estudio con mesas de trabajo y una sala en el altillo que funciona a modo de almacén y zona de desarrollo de prototipos. Respecto a lo de vivir y trabajar en el mismo espacio, Pedro reconoce que en general lo lleva bien. “Me permite aprovechar más el tiempo. No pierdo ni un minuto en el desplazamiento y en cualquier momento puedo terminar algo que tengo en el estudio a medias. No tengo la sensación de horario estricto al trabajar, puedo ser muy flexible. Por otro lado, hay momentos en los que me satura estar siempre en el mismo espacio, aunque intento siempre tener las zonas de trabajo separadas de las de casa”, dice.
Esta zona cuenta con una entrada en la que se ubica una librería, el estudio con mesas de trabajo y una sala en el altillo que funciona a modo de almacén y zona de desarrollo de prototipos. Respecto a lo de vivir y trabajar en el mismo espacio, Pedro reconoce que en general lo lleva bien. “Me permite aprovechar más el tiempo. No pierdo ni un minuto en el desplazamiento y en cualquier momento puedo terminar algo que tengo en el estudio a medias. No tengo la sensación de horario estricto al trabajar, puedo ser muy flexible. Por otro lado, hay momentos en los que me satura estar siempre en el mismo espacio, aunque intento siempre tener las zonas de trabajo separadas de las de casa”, dice.
Eliminar divisiones para crear un gran espacio común fue una de las labores más importantes. Las mesas de trabajo se ubican en lo que previamente fue el estudio de grabación. “Era una habitación ciega sin comunicación con el exterior. Estaba tapiada y completamente revestida con corcho”, cuenta Pedro. Ahora tiene un gran ventanal de suelo a techo que abre la estancia hacia el gran patio. En primer plano de esta fotografía se puede ver la lámpara May Day, diseñada por Konstantin Grcic para Flos.
El suelo original de la planta inferior estaba pavimentando con baldosas hidráulicas, aunque “la mayoría de ellas estaban en mal estado y no se podían recuperar” explica Pedro. En la planta baja se rebajó la zona interior para aumentar la altura respecto al techo del altillo. En las zonas que comunican con la calle, que ya se encontraban a una cota superior, “cubrí el sueño de gres marrón que había con unos paneles de OSB cortados a medida” cuenta Pedro.
Durante la reforma, Pedro también sacó a la luz una de las paredes de ladrillo del salón. La pared frontal también es del ladrillo. “Me hubiera gustado tenerla también a la vista, pero llegué tarde y los albañiles ya la habían tapado”, cuenta. En el altillo, y comunicado con el salón, se encuentra el dormitorio.
En cuanto a los muebles lo tiene claro. “No compro ninguno porque me canso de todo. Como estamos trabajando todo el día en el diseño de muebles prefiero cosas que no conozco, de las que no tengo una referencia”. Así que muchos de los muebles que hay de su casa provienen de mercadillos o incluso son piezas que ha encontrado en la calle y ha restaurado. “Mi tienda favorita de muebles es Derribos Andrés”, confiesa entre risas.
Por ejemplo, las mesitas bajas del comedor son pupitres infantiles de una escuela antigua. “La mesa de comedor la compré en Francia en un mercadillo de segunda mano”. Muchos objetos provienen de un mercadillo de antigüedades de un pueblo cerca de Jávea. “Tengo un amigo que va mucho y cuando encuentra cosas nos envía fotos. Lo más actual que tengo son prototipos del estudio” explica Pedro. Es el caso de la mesita del comedor: un prototipo de Tria que el estudio de Pedro ha diseñado para Kendo.
Hace 3 años se acometió una obra de rehabilitación y refuerzo estructural del edificio. Durante esta obra, Pedro aprovechó para arreglar la vivienda. “Puse una viga de refuerzo de modo que ahora se podría tirar la pared de la cocina, que antes hacía de muro de carga, y crear un espacio diáfano”, explica.
La cocina es muy sencilla. Se trata de “un modelo de Ikea con unos herrajes diferentes para darle un aire distinto”. La abertura que comunica esta estancia con la zona de oficina era la ventana entre estudio de grabación y la sala de producción.
La cocina es muy sencilla. Se trata de “un modelo de Ikea con unos herrajes diferentes para darle un aire distinto”. La abertura que comunica esta estancia con la zona de oficina era la ventana entre estudio de grabación y la sala de producción.
Pedro conserva muchas obras de su época de pintor, como este gran cuadro en la cocina. Además tiene pequeños iconos como un botijo La Siesta, que recientemente ha reeditado la marca Gandiablasco. En cuanto a la iluminación todas las lámparas de techo son alambres suspendidos con bombillas decorativas.
Bombilla a la vista: De solución provisional a recurso decorativo
Bombilla a la vista: De solución provisional a recurso decorativo
Además de con su perro Manolo, Pedro comparte piso con dos pájaros forpus coelestis. Él mismo ha diseñado un columpio de madera natural en que se posan. Las barras tienen diferentes grosores de modo que obliga a ejercitar las patas. Se pueden añadir ramas de olivo que les sirve para picotear a modo de juguete.
Si quieres ver otras soluciones ingeniosas para crear un espacio propio a tu mascota mira este reportaje.
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El patio inunda de luz el interior de la vivienda. Inicialmente estaba tapado, una parte con tejas y la otra con techo de uralita. Además, estaba ocupado por grandes depósitos de agua de la lavandería. También el baño estaba en este patio. “Debía ser una empresa bastante grande porque tenía diferenciado un baño para mujeres y otro para hombres”, dice Pedro. Ambos techos fueron retirados creando un patio exterior que permite la entrada de la luz. A la vez se han dejado los trazos de las vigas y techo a modo de testimonio de la vida pasada de esta vivienda.
El dormitorio fue la única estancia en la que el suelo original hidráulico se pudo conservar. Se trata de un pavimento con motivos tradicionales que contrasta con el resto del interiorismo: sencillo y contemporáneo. Al igual que el pavimento de la planta inferior, el cabecero de la cama, un diseño de Pedro, está realizado con tableros de OSB. Una solución simple y efectiva que funciona como aparador. Las mesitas de noche forman parte del Proyecto Revival: una acción en la que estuvo muy implicado y en la que se recuperaron piezas de una antigua fábrica de cerámica para crear productos de carácter actual.
El dormitorio cuenta con mucha luz natural, ya que comunica con el patio a través de una gran ventana. Tanto los techos abovedados como las paredes pintadas en blanco aportan sensación de amplitud.
La decoración de la vivienda es esencial, pero esconde algunos detalles como este antiguo ordenador Macintosh que Pedro encontró en la calle o una cámara Polaroid original.
El almacenamiento se ha resuelto también con una estrategia sencilla. Durante la reforma se construyeron unos pequeños muros que funcionan a modo de armario de obra. En estas particiones se han instalado barras o estanterías creando un gran armario a lo largo de toda la pared. El resto de muebles siguen la misma línea: una cómoda blanca básica y un sillón también recuperado.
Además del pavimento hidráulico, la vivienda cuenta con otros elementos originales como son las bóvedas, las vigas de madera maciza y las paredes de ladrillos. Aunque las bóvedas mantienen el ‘baldosín catalán’ estaba recubierto con mortero y pintadas en blanco. “Lo que sí se mantuvo al natural son las vigas de la parte de arriba, así que simplemente les di un tratamiento con barniz y las dejé tal cual”.
Esta zona superior es donde trabajan las maquetas y guardan materiales y prototipos. También funciona como almacén del estudio.
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¿Qué es lo que más te gusta de esta casa de Pedro? Esperamos tus comentarios
Visita privada es una serie regular en la que visitamos y fotografiamos hogares con personalidad. Si te apetece que publiquemos el tuyo escríbenos a casashouzz@houzz.com
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Quién vive aquí: Pedro Ochando, su perro Manolo y dos pájaros
Situación: el Botànic, Valencia
Superficie: 150 metros cuadrados, repartidos en una salón y cocina abiertos y un estudio de trabajo en la planta baja. La planta superior se destina a almacén, baño y dormitorio. Además cuenta con un patio de 62 metros cuadrados
Dato curioso: la vivienda está ubicada en un bajo y previamente había albergado una lavandería y un estudio de grabación