Descubre el renovado salón de una casa del siglo XIX en Massachusetts
Una completa reforma del espacio regala a sus propietarios el ambiente abierto y contemporáneo que buscaban en su casa de Nueva Inglaterra.
El arquitecto Dan Hisel cuenta con una estrategia muy clara a la hora de renovar casas antiguas: “Encontrar la manera de conservar los elementos históricos de la vivienda y, posteriormente, introducir el lenguaje contemporáneo donde el espacio lo permita, con lo que se consigue un bonito contraste”.
En el caso de esta vivienda del siglo XIX, situada en la histórica ciudad de Newburyport, Massachusetts, y hogar de una familia de cuatro miembros, los únicos elementos interiores que se conservaron durante su renovación fueron la escalera original, el poste de la barandilla y algunas de las paredes de la planta baja y el primer piso. “También hemos conservado el estilo histórico del exterior: el techo a dos aguas, las ventanas de guillotina y la fachada de tablones de madera.” “Cuando se mudaron, la casa no se encontraba en un estado habitable”, asegura Dan. Sus propietarios querían una renovación bastante completa que aportara un aire contemporáneo a la vivienda, especialmente al salón.
En el caso de esta vivienda del siglo XIX, situada en la histórica ciudad de Newburyport, Massachusetts, y hogar de una familia de cuatro miembros, los únicos elementos interiores que se conservaron durante su renovación fueron la escalera original, el poste de la barandilla y algunas de las paredes de la planta baja y el primer piso. “También hemos conservado el estilo histórico del exterior: el techo a dos aguas, las ventanas de guillotina y la fachada de tablones de madera.” “Cuando se mudaron, la casa no se encontraba en un estado habitable”, asegura Dan. Sus propietarios querían una renovación bastante completa que aportara un aire contemporáneo a la vivienda, especialmente al salón.
Además de ganar un espacio abierto para aportar amplitud a la zona de día, la reforma garantizó la entrada de luz natural mediante la instalación de varias ventanas, de entre las cuales destaca un nuevo ventanal de unos 2 x 1,2 metros. Su alféizar de Plyboo® (contrachapado de bambú) de 60 centímetros sobresale unos 30 centímetros del muro, captando todo el protagonismo del espacio y proporcionando un banco donde sentarse a una estancia un tanto estrecha. “Siempre me he sentido atraído por los elementos arquitectónicos que hacen las veces de muebles”, confiesa Dan.
Mesa de comedor y sillas: Eames; lámpara de techo: Nelson
Cocina de la semana: Una ventana panorámica que releva a un pasaplatos
Mesa de comedor y sillas: Eames; lámpara de techo: Nelson
Cocina de la semana: Una ventana panorámica que releva a un pasaplatos
Sin embargo, un espacio con tantas ventanas y aberturas hacia el exterior puede tener algunas desventajas. La principal es que suele comprometer, en gran medida, la privacidad, y este era un asunto que, según Dan, a los propietarios les preocupaba mucho.
Para solucionar esta cuestión, incorporó algunos elementos arquitectónicos que ofrecían más intimidad a sus propietarios sin bloquear el paso de la luz o cargar demasiado el espacio. Así, el marco de la ventana, debido a su anchura, evita que el salón se vea desde la calle. “Es parecido al efecto que tienen las anteojeras en los caballos”, dice Dan.
Para solucionar esta cuestión, incorporó algunos elementos arquitectónicos que ofrecían más intimidad a sus propietarios sin bloquear el paso de la luz o cargar demasiado el espacio. Así, el marco de la ventana, debido a su anchura, evita que el salón se vea desde la calle. “Es parecido al efecto que tienen las anteojeras en los caballos”, dice Dan.
En el exterior, el alero que sobresale desde el comedor hacia la terraza proporciona una cubierta que hace esquina y recorre toda la puerta de cristal, y aporta sombra a la tarima de madera de ipé. La cubierta desciende creando un muro que ofrece privacidad a la terraza.
ANTES: Dan decidió eliminar el cobertizo que había en la parte trasera de la casa y lo sustituyó por una terraza cubierta, actuación que reducía el número de metros cuadrados del interior, pero mejoraba la funcionalidad del espacio.
DESPUÉS: La fachada frontal quedó intacta, pero la reforma de la parte trasera destaca notablemente en el barrio.
Situación: Newburyport, Massachusetts
Superficie: Salón de 3,7 x 7 metros, incluyendo el comedor
Diseñador: Dan Hisel Architect
La distribución original consistía en un pequeño recibidor seguido de un pasillo que conducía a un comedor sin apenas luz. Después de la reforma, nos encontramos con un espacio diáfano, lleno de luz y sin interrupciones visuales. “Una de las primeras cosas que hicimos fue demoler una serie de paredes que congestionaban la entrada principal”, explica el arquitecto.
El gran espacio resultante es de los más utilizados y concurridos de la casa y conecta directamente con el comedor, la cocina y la nueva terraza trasera, espacios que también han sido renovados. La nueva chimenea de dos caras sustituyó a la antigua, ya muy vieja, y separa el salón de la sala de estar, proporcionándole a este último espacio un poco más de intimidad sin perder la conexión visual entre ambos.
Mecedora, silla de madera contrachapada, mueble, sillón y reposapiés de Charles and Ray Eames
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