Visita privada: La renovación llena de color de un piso en Melbourne
Una combinación de piezas de mediados de siglo y objetos personales ayuda a esta diseñadora a transformar este piso de alquiler en un hogar.
La pasión y el oficio de Petrina Turner es crear espacios bonitos para otras personas. Entre sus habilidades como diseñadora destaca el interiorismo y la confección de coloridos textiles. Gracias a estas destrezas logró trasladar su dinámico estilo a este viejo apartamento de mediados del siglo XX, situado en el barrio de St. Kilda, en Melbourne, y lo convirtió en un espacio alegre, ecléctico e inspirador.
Al no ser muy partidaria de colocar la televisión como el elemento central en un salón, eligió esta enorme lámina vintage como foco de atención para este espacio. “Este póster fue uno de esos casos de algo que ves y automáticamente sabes que tiene que ser tuyo”, comenta. “Aunque andaba en busca de una lámina vintage más pequeña, esta es tan alegre y colorida que supe enseguida que tenía que quedármela”,
El hogar de Petrina está decorado con pequeños tesoros que ha ido acumulando a lo largo de los años. Este jarrón de Frida Kahlo, de Lovestar, adquiere protagonismo en el salón. Ella se preocupa de que siempre tenga flores frescas.
A la hora de aconsejar a sus clientes, siempre recomienda invertir una parte generosa del presupuesto a los elementos que van a recibir más uso, especialmente los sofás y las alfombras. En concreto, la suya tiene 17 años y está como el primer día. “Mis muebles y accesorios son adquisiciones que he ido haciendo año tras año, algunos son más caros y otros más económicos. No hay porqué comprarlo todo de golpe al principio”, asegura.
Sofá Errol: Jardan; alfombra tejida a mano: diseño personalizado de Turner cuando trabajaba como diseñadora senior en Designer Rugs, en Sídney
Sofá Errol: Jardan; alfombra tejida a mano: diseño personalizado de Turner cuando trabajaba como diseñadora senior en Designer Rugs, en Sídney
Pese a todas las piezas decorativas que ya aportan carácter y personalidad a esta vivienda, a ella le sigue gustando añadir nuevos elementos a su colección. A menudo se dedica a buscar nuevas piezas en diferentes tiendas e internet. Ella se encargó de restaurar el aparador Rosando que vemos en esta imagen. “La magia reside en la búsqueda de piezas como esta y en las gangas que se encuentran”, comenta.
Macramé rosa neón con luces: Petrina Turner Design
Macramé rosa neón con luces: Petrina Turner Design
“Siempre me han encantado los conejos”, confiesa Petrina, haciendo referencia a esta pieza que decora su mesa de centro. “Cuando iba a primaria, me disfracé en una ocasión del conejo blanco de Alicia en el País de las Maravillas en la semana del libro. Cualquier cosa relacionada con conejitos es capaz de sacame una sonrisa.”
Una de las primeras cosas que quería hacer al mudarse era instalar estas cortinas finas de Ikea en color blanco para ocultar ligeramente las persianas verticales rosas. Durante el día, abre por completo las persianas y el espacio disfruta de la luz etérea que fluye a través de estas ligeras cortinas.
Visita privada: El mundo al revés, un loft que ya no lo es
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Este cojín de My Bearded Pigeon, representa un mapa de la ciudad de Sídney. Allí vivía Petrina anteriormente. Es algo así como un pequeño recuerdo de su antiguo hogar.
Esta antigua zapatilla de ballet es otro recuerdo. Esta vez de un viaje a Noruega hace ya unos cuantos años. Simboliza la pasión que siente por el baile. “Nunca hice ballet, pero sí fui gimnasta y acróbata cuando era más joven. Ahora hago claqué”, comenta.
Uno de sus rincones favoritos es el balcón. Asomada a él disfruta del aire fresco y de las magníficas vistas que le brinda este último piso.
Cuando se mudó, Petrina encontró el balcón bastante descuidado. Decidió comprar hierba artificial para cubrir el suelo. El aparato de aire acondicionado lo tapó con una cerca de madera de color blanco. Tras añadir unas cuantas plantas y unos conejitos blancos, creó su propio Jardín de las Maravillas.
Petrina asegura que gran parte del apartamento tenía un aspecto viejo y dejado, pero disponía de algunas características en perfecto estado, como es el caso de la tarima flotante pulida.
El contrato de alquiler no le permitía pintar las paredes del piso, aunque eso no resultó ser un impedimento para que Petrina aportara su toque personal de color. Para complementar el color de la pared del dormitorio, escogió tonos de gris para la ropa de cama y añadió algunas pinceladas de color a través de los cojines y otros accesorios.
“Lo que más me gusta hacer en el dormitorio es mezclar y combinar los colores y los estampados de la ropa de cama”, comenta.
Fotografía “Wild Horses”: Kara Rosenlund; lámpara de lectura: Artemide; funda de cojín turquesa con motivos florales: Rosebank, Lazybones; cojín turquesa con motivos geométricos: Pacific Tile, Bonnie and Neil; cojín rosa con motivos florales: Pale Peony, Petrina Turner Design; cojín frontal: Mini My Caravan, Pony Rider
“Lo que más me gusta hacer en el dormitorio es mezclar y combinar los colores y los estampados de la ropa de cama”, comenta.
Fotografía “Wild Horses”: Kara Rosenlund; lámpara de lectura: Artemide; funda de cojín turquesa con motivos florales: Rosebank, Lazybones; cojín turquesa con motivos geométricos: Pacific Tile, Bonnie and Neil; cojín rosa con motivos florales: Pale Peony, Petrina Turner Design; cojín frontal: Mini My Caravan, Pony Rider
El color rojo también protagoniza las paredes de la segunda habitación. Petrina la ha convertido en su despacho. El escritorio y las cajoneras de Ikea proporcionan un espacio de almacenamiento idóneo para los documentos, dibujos, libros y herramientas de su oficio.
Casas Houzz: Una vivienda colorista e imaginativa en Sídney
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Apoyado en la pared, un tablón de corcho expone varias notas que ha ido recibiendo de sus amigos. “Esto me recuerda a diario lo afortunada que soy de tener en mi vida a tanta gente que me quiere”, confiesa.
Además, conserva este maniquí junto a su mesa de trabajo a modo de recordatorio del oficio de modista que su madre desempeñó a lo largo de toda su vida. Ella lo utiliza para confeccionar también algunas prendas y exponer algunas de sus colecciones vintage favoritas.
“Cuando era niña y mi madre trabajaba desde casa, solía darme una aguja, hilo y botones para que los cosiera en alguna tela”, afirma. “Gracias a ella nace mi pasión por diseñar, confeccionar y crear cosas nuevas”.
“Cuando era niña y mi madre trabajaba desde casa, solía darme una aguja, hilo y botones para que los cosiera en alguna tela”, afirma. “Gracias a ella nace mi pasión por diseñar, confeccionar y crear cosas nuevas”.
Cuando su despacho está ocupado por algún familiar o amigo que viene de visita, Petrina aprovecha la luz natural y la amplitud del comedor para trabajar en alguno de sus diseños. La mesa de comedor es de Freedom y se extiende para dar cabida a más comensales, lo que la convierte en una magnífica pieza, no sólo para trabajar, sino también para acoger cenas con sus invitados.
Esta silla presenta un bordado que lee “Home Sweet Home” y fue una pieza que compró hace unos años a la moderna artesana Tamara Maynes. “La vendía porque se mudaba y no podía llevárselo todo”, comenta. Se trata de la silla que Tamara Maynes usaba en su escritorio y cuya parte posterior había bordado meticulosamente, tarea que le llevó más de 100 horas. “Tamara se convirtió en una magnífica mentora para mí y hoy es una gran amiga. Está invitada a casa para hacernos una visita a mí y a su silla siempre que quiera”, comenta Petrina.
La cocina del piso está situada junto al salón y es pequeña pero práctica. “Me encanta la cocina porque está en el centro del apartamento. Además, es el lugar donde puedo crear una deliciosa comida para compartir con los míos y demostrarles lo mucho que los quiero”, confiesa Petrina.
Pese a su pequeño tamaño, Petrina quería poder sentarse en algún lugar de la cocina a disfrutar de su desayuno. Para aprovechar al máximo este reducido espacio, utilizó un carrito de Ikea. Le pintó las patas, le colocó unas telas de cuadros a los lados y lo convirtió en su mesa de desayuno. “Es un rincón perfecto para desayunar, pero también para sacar buenas fotografías, puesto que dispone de mucha luz natural”, comenta.
Este póster vintage de Uncle Toby’s fue un regalo de su hermana y su cuñado para la fiesta de inauguración del piso.
Como buena admiradora del estilo de mediados de siglo, Petrina siente debilidad por los artículos de cristalería. “Esta preciosidad la compre hace muchos años. Me encanta su forma, me recuerda a una lámpara mágica, además de sus colores y su textura”, afirma.
Petrina opina que una casa sin tesoros personales, no es un hogar. “No tengo miedo de atreverme con los colores y el diseño, siempre he escogido cada elemento porque me gusta. Somos nosotros, las personas, y nuestros objetos personales los que hacemos de cuatro paredes un hogar. Aunque se trate de una vivienda de alquiler, puedes convertirlo por completo en tu espacio”, comenta.
Visita privada es una sección en la que te mostramos viviendas de todo el mundo. Si quieres enviarnos tu proyecto puedes hacerlo a casashouzz@houzz.com
Visita privada es una sección en la que te mostramos viviendas de todo el mundo. Si quieres enviarnos tu proyecto puedes hacerlo a casashouzz@houzz.com
Quién vive aquí: La interiorista Petrina Turner
Localización: St. Kilda, Melbourne, Australia
Superficie: 2 habitaciones y 1 cuarto de baño
Hace seis años, mientras buscaba una casa de alquiler, Petrina dio con un piso que casaba a la perfección con su debilidad por el estilo de mediados del siglo pasado. Gracias a su abundante luz natural y a sus originales rasgos, como la cocina de estética retro, este apartamento se convirtió en el lugar ideal para albergar su estilo ecléctico. Pese su deslucido estado inicial, supo reconocer enseguida el potencial que tenía.