Renueva tus puertas con pintura y moderniza tu casa
Pintar las puertas es una de las formas más sencillas de rejuvenecerlas de un plumazo. Descubre con estos consejos lo fácil que puede ser.
Las puertas son, junto con las paredes, los elementos con más trajín de la casa. Al cabo de un tiempo pueden estar sucias, con golpes o muy usadas. Para cambiar su aspecto tienes dos opciones: cambiarlas por completo o, mucho más económico, pintarlas. Pero …, ¿es mejor pintarlas o lacarlas? ¿Qué productos son los más adecuados? ¿Cómo evitar que se ensucien mucho? ¿Se llevan mates o brillantes? Encuentra respuesta en este artículo a todas estas preguntas, además de descubrir cómo puedes hacerlo tú mismo.
¿Es mejor pintarlas o lacarlas?
Barniz, pintura, laca… ¿Qué diferencia hay? Por lo general, se utiliza un barniz transparente o de color para puertas de madera o de aglomerado chapado que quieren dejarse en el tono original o que se vea la veta.
Pero si se quiere cambiar el tono de la puerta y ocultar el acabado antiguo, se puede usar pintura o bien al agua o al disolvente.
En el caso del lacado, que ofrece una superficie extralisa y homogénea, lo adecuado es emplear un esmalte-laca y aplicar varias manos, lijando entre cada una de ellas, para conseguir ese aspecto y tacto tan suave.
Barniz, pintura, laca… ¿Qué diferencia hay? Por lo general, se utiliza un barniz transparente o de color para puertas de madera o de aglomerado chapado que quieren dejarse en el tono original o que se vea la veta.
Pero si se quiere cambiar el tono de la puerta y ocultar el acabado antiguo, se puede usar pintura o bien al agua o al disolvente.
En el caso del lacado, que ofrece una superficie extralisa y homogénea, lo adecuado es emplear un esmalte-laca y aplicar varias manos, lijando entre cada una de ellas, para conseguir ese aspecto y tacto tan suave.
¿Qué tipo de producto usar?
El esmalte-laca de poliuretano es resistente al uso y a los roces y se pueda lavar sin problema. Es ideal para el lacado de puertas. Hay esmaltes-laca de uno o de dos componentes, que necesitan ser diluidos con un chorrito de aguarrás. Los de dos componentes vienen con la propia laca y un catalizador (producto de secado). Son más duros que los primeros, pero presentan la desventaja de que hay que mezclar ambos componentes en la proporción indicada en el envase. En cualquier caso, resisten a la perfección el ajetreo frecuente que generalmente sufren estos elementos de la casa.
El esmalte-laca de poliuretano es resistente al uso y a los roces y se pueda lavar sin problema. Es ideal para el lacado de puertas. Hay esmaltes-laca de uno o de dos componentes, que necesitan ser diluidos con un chorrito de aguarrás. Los de dos componentes vienen con la propia laca y un catalizador (producto de secado). Son más duros que los primeros, pero presentan la desventaja de que hay que mezclar ambos componentes en la proporción indicada en el envase. En cualquier caso, resisten a la perfección el ajetreo frecuente que generalmente sufren estos elementos de la casa.
¿Puede hacerlo uno mismo?
Sí. Renovar las puertas de la casa sin acudir al pintor es un trabajo laborioso, pero se puede hacer. La pintura o el lacado “doméstico” se realiza a brocha o con rodillo. Se utiliza la paletina o un rodillo estrecho principalmente en zonas como el marco, las molduras, la parte inferior de la puerta o el área alrededor del picaporte, mientras que el rodillo más grande se emplea en superficies más amplias.
Puertas en bloque: Atrévete a instalarlas tú mismo
Sí. Renovar las puertas de la casa sin acudir al pintor es un trabajo laborioso, pero se puede hacer. La pintura o el lacado “doméstico” se realiza a brocha o con rodillo. Se utiliza la paletina o un rodillo estrecho principalmente en zonas como el marco, las molduras, la parte inferior de la puerta o el área alrededor del picaporte, mientras que el rodillo más grande se emplea en superficies más amplias.
Puertas en bloque: Atrévete a instalarlas tú mismo
¿A pistola quedan bien?
Las puertas a pistola quedan impecables, lisas y sin imperfecciones. Es, sin duda, el mejor acabado. Se puede alquilar la pistola y el compresor en tiendas de herramientas o centros de bricolaje, pero su manejo no es sencillo. Ni tampoco el dominio de la técnica; de hecho, se necesita un buen conocimiento para un resultado óptimo. Por otro lado, es necesario un equipo que incluya mono, mascarilla y gafas, pues la pistola produce gran cantidad de polvo que puede resultar muy tóxico en espacios cerrados, sin contar con la suciedad que genera. Por eso es más que recomendable dejar siempre este sistema en manos de profesionales. Ellos conseguirán unos resultados magníficos que no están al alcance de un aficionado.
Las puertas a pistola quedan impecables, lisas y sin imperfecciones. Es, sin duda, el mejor acabado. Se puede alquilar la pistola y el compresor en tiendas de herramientas o centros de bricolaje, pero su manejo no es sencillo. Ni tampoco el dominio de la técnica; de hecho, se necesita un buen conocimiento para un resultado óptimo. Por otro lado, es necesario un equipo que incluya mono, mascarilla y gafas, pues la pistola produce gran cantidad de polvo que puede resultar muy tóxico en espacios cerrados, sin contar con la suciedad que genera. Por eso es más que recomendable dejar siempre este sistema en manos de profesionales. Ellos conseguirán unos resultados magníficos que no están al alcance de un aficionado.
¿Hay trabajos previos?
Si te decides finalmente a pintar la puerta tú mismo, antes de iniciar el trabajo, hay que preparar la superficie. Conviene desmontarla y colocarla sobre unos caballetes a fin de que sea más sencilla la tarea; también hay que quitar picaportes, cerraduras y embellecedores.
Este es el momento de rellenar cualquier orificio, grieta o astillamiento con masilla para madera antes de dar un buen lijado a la puerta con un papel abrasivo de grano 80 o similar, así la pintura tendrá una mayor adherencia.
Foto: Bruguer
Decoración para principiantes: Cómo equilibrar ambientes con la pintura
Si te decides finalmente a pintar la puerta tú mismo, antes de iniciar el trabajo, hay que preparar la superficie. Conviene desmontarla y colocarla sobre unos caballetes a fin de que sea más sencilla la tarea; también hay que quitar picaportes, cerraduras y embellecedores.
Este es el momento de rellenar cualquier orificio, grieta o astillamiento con masilla para madera antes de dar un buen lijado a la puerta con un papel abrasivo de grano 80 o similar, así la pintura tendrá una mayor adherencia.
Foto: Bruguer
Decoración para principiantes: Cómo equilibrar ambientes con la pintura
Imprimación, ¿sí o no?
A continuación, se cubre con cinta de carrocero todo lo que no se quiere manchar: las zonas de la pared junto al marco, cristales si los tuviera, etc. Nunca viene mal aplicar antes una mano de imprimación o selladora, a fin de que la madera no absorba pintura en exceso, en especial si la puerta está pintada en un color oscuro y se va a cambiar por otro más claro. Cuando se ha secado la imprimación, se lija de nuevo suavemente y se prepara el material y las herramientas necesarias: la brocha, que hay que lavar bien con agua antes de empezar; el rodillo adecuado (existe tal cantidad de opciones que lo mejor es que consultes en tu tienda de pinturas). Te será muy útil también una bandeja, suficientemente grande para que quepa el rodillo, donde podrás verter parte de la pintura y trabajar mejor.
Foto: Bruguer
A continuación, se cubre con cinta de carrocero todo lo que no se quiere manchar: las zonas de la pared junto al marco, cristales si los tuviera, etc. Nunca viene mal aplicar antes una mano de imprimación o selladora, a fin de que la madera no absorba pintura en exceso, en especial si la puerta está pintada en un color oscuro y se va a cambiar por otro más claro. Cuando se ha secado la imprimación, se lija de nuevo suavemente y se prepara el material y las herramientas necesarias: la brocha, que hay que lavar bien con agua antes de empezar; el rodillo adecuado (existe tal cantidad de opciones que lo mejor es que consultes en tu tienda de pinturas). Te será muy útil también una bandeja, suficientemente grande para que quepa el rodillo, donde podrás verter parte de la pintura y trabajar mejor.
Foto: Bruguer
¿Cómo se pinta?
Cuando hayas pintado el marco o las molduras con la brocha o el rodillo pequeño, comienza con la puerta propiamente dicha. Reparte la pintura con el rodillo en pasadas ascendentes para que no gotee. Intenta superponerlas, así se notarán menos los cortes. Si solo quieres pintarla, sin efecto lacado, puedes dar una o dos manos, pero debes dejar secar entre ellas. En caso de que prefieras un acabado tipo laca hay que dar más manos, dejando secar el tiempo recomendado por el fabricante y lijando entre una y otra con un papel abrasivo cada vez más fino.
Foto: Bruguer
Cuando hayas pintado el marco o las molduras con la brocha o el rodillo pequeño, comienza con la puerta propiamente dicha. Reparte la pintura con el rodillo en pasadas ascendentes para que no gotee. Intenta superponerlas, así se notarán menos los cortes. Si solo quieres pintarla, sin efecto lacado, puedes dar una o dos manos, pero debes dejar secar entre ellas. En caso de que prefieras un acabado tipo laca hay que dar más manos, dejando secar el tiempo recomendado por el fabricante y lijando entre una y otra con un papel abrasivo cada vez más fino.
Foto: Bruguer
Color a la carta
En centros de bricolaje encontrarás las herramientas por separado o kits con todo lo necesario: almohadillas de varios tamaños, pequeños rodillos, ideales para lacar los cantos o las zonas estrechas de la puerta, cubetas, etc. También tienes infinidad de productos en una enorme variedad de colores. Incluso puedes obtener el color que tú desees con los sistemas tintométricos, disponibles en centros de pintura. Nada más fácil y rápido.
¿Y TÚ?
Con estas indicaciones que te hemos dado, ¿te atreves a pintar la puerta tú mismo? Muéstranos el resultado.
En centros de bricolaje encontrarás las herramientas por separado o kits con todo lo necesario: almohadillas de varios tamaños, pequeños rodillos, ideales para lacar los cantos o las zonas estrechas de la puerta, cubetas, etc. También tienes infinidad de productos en una enorme variedad de colores. Incluso puedes obtener el color que tú desees con los sistemas tintométricos, disponibles en centros de pintura. Nada más fácil y rápido.
¿Y TÚ?
Con estas indicaciones que te hemos dado, ¿te atreves a pintar la puerta tú mismo? Muéstranos el resultado.
Optar por un tipo de acabado u otro dependerá de como sea el resto de la decoración y, por supuesto, de los gustos personales. En cuanto a los aspectos prácticos, a fin de ayudarte a tomar la decisión, debes saber que los acabados mates o satinados disimulan mucho mejor la suciedad y las imperfecciones de la madera. Por esta razón, si la puerta tiene golpes, astillamientos y demás imperfecciones, esta será la mejor elección para que pasen inadvertidos. Por otro lado, los acabados brillantes o semibrillantes resaltan mucho los detalles y quedan perfectos en decoraciones contemporáneas. Además atrapan la luz, por lo que si tu puerta es oscura, píntala en esmalte brillante y ¡verás qué cambio!
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