Casas Houzz
Espacios versátiles y decoración sofisticada en un piso en Madrid
Texturas y colores singularizan una vivienda donde los usos se solapan dando lugar a un interior flexible y atractivo.
Por suerte, los tiempos cambian y la sociedad está más abierta a entender la vivienda como un espacio flexible donde los usos se solapan y los ambientes se recrean y conforman a medida del cliente.
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Así, tal como cuentan los arquitectos en su web a través de una serie de divertidos dibujos que ilustran el proceso de diseño de los espacios, la primera decisión consistió en demoler los muchos tabiques existentes y buscar la luz en la fachada principal, donde tres ventanas dobles prometen inundar de luz natural el espacio que comparten comedor, estar y vestíbulo.
En una decisión oportuna y bastante a contracorriente, la cocina no forma parte de ese espacio, sino que busca la zona trasera del patio del edificio. Aún así, la conexión con el estar-comedor es casi directa.
Uno de los materiales protagonistas de la reforma es el tablero de fibras orientadas (OSB según sus siglas en inglés por Oriented Strand Board), que conecta visualmente los espacios de almacenaje del dormitorio y la estancia principal y la cocina. Se trata de un material económico pero atractivo y que señala los intereses de cliente y arquitectos.
Uno de los materiales protagonistas de la reforma es el tablero de fibras orientadas (OSB según sus siglas en inglés por Oriented Strand Board), que conecta visualmente los espacios de almacenaje del dormitorio y la estancia principal y la cocina. Se trata de un material económico pero atractivo y que señala los intereses de cliente y arquitectos.
Axonometría
“Se ha jugado mucho con la expresividad de los materiales, las texturas, los colores. Se combinan acabados finos y sofisticados con superficies en bruto, buscando contrastes que se potencian con la iluminación artificial”, aseguran los arquitectos en la memoria del proyecto.
Otro de los acabados que hacen que esta reforma sea muy singular es el papel que se utiliza en dos paredes de la entrada y el salón, con un alegre y colorido motivo.
Esos contrastes que los arquitectos buscaban quedan subrayados también por el uso de muebles vintage, como el del salón –dorado y aparentemente destinado a una televisión que en principio no existe– o las paredes –de un ladrillo desnudo– que dejan a la vista las instalaciones que lo recorren: una estrategia recurrente en las últimas décadas en locales y viviendas de barrios como Malasaña o Chueca, en Madrid, y el Born barcelonés.
Otro de los acabados que hacen que esta reforma sea muy singular es el papel que se utiliza en dos paredes de la entrada y el salón, con un alegre y colorido motivo.
Esos contrastes que los arquitectos buscaban quedan subrayados también por el uso de muebles vintage, como el del salón –dorado y aparentemente destinado a una televisión que en principio no existe– o las paredes –de un ladrillo desnudo– que dejan a la vista las instalaciones que lo recorren: una estrategia recurrente en las últimas décadas en locales y viviendas de barrios como Malasaña o Chueca, en Madrid, y el Born barcelonés.
Lo rugoso y lo suave o lo económico y lo lujoso son pares presentes en la reforma. Así, la delicada iluminación del salón-comedor se dibuja de forma casi lineal sobre los techos, descolgándose puntualmente de forma muy sutil y ofreciendo un diálogo con las estrechas vigas metálicas que, ya sean vistas en su totalidad o sólo en su cara inferior y pintadas en azul oscuro, dialogan a su vez con el papel de la pared.
La paleta de acabados no acaba ahí y continúa con más dorados, en este caso porcelánicos, en las dos paredes que encierran el cuarto de baño (como se adivina a la derecha de la foto).
El cuarto de baño, pequeño como la propia vivienda, se resuelve con porcelánicos muy claros (blancos con apenas unos trazos de la veta grisácea) donde se superpone una sutil trama de triángulos –de nuevo dorados–, aludiendo a algunos elementos de la reforma, de tal forma que el espacio se percibe más amplio, gracias también a la retroiluminación del espejo.
El cuarto de baño, pequeño como la propia vivienda, se resuelve con porcelánicos muy claros (blancos con apenas unos trazos de la veta grisácea) donde se superpone una sutil trama de triángulos –de nuevo dorados–, aludiendo a algunos elementos de la reforma, de tal forma que el espacio se percibe más amplio, gracias también a la retroiluminación del espejo.
El único dormitorio utiliza las mismas estrategias anteriores, es decir, instalaciones y estructuras vistas, ausencia de falsos techos, tableros OSB para los armarios y suelo de mármol, ofreciendo en lugar del ladrillo del salón una pared de bloque de hormigón pintada en blanco, donde un gran triángulo azul pintado sobre esta hace de cabecero. El conjunto resultante –pared del cabecero pintada, viga y columna de acero– remite a composiciones casi suprematistas o incluso a los Proun de El Lissitzky.
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Situación: Madrid Río, Madrid
Superficie: 60 metros cuadrados
Proyecto: OOIIO Arquitectura (Joaquín Millán Villamuelas y Sandra Medina Montoya)
Constructora: Avram Petre Ciumpliliac
Enfrentarse a la reforma de un piso pequeño es un reto recurrente pero nada fácil. Los hándicap suelen ser abundantes; desde la escala del encargo a las restricciones asociadas a tipologías antiguas, donde las viviendas se entendían como una sucesión de espacios compartimentados.