Casas Houzz
Casas Houzz: Un gran piso de espacios amplios y cálidos en Madrid
Una celosía de madera y un gran mueble curvo a modo de pérgola protagonizan la reforma de este piso señorial en Madrid.
Al reformar una vivienda antigua y bastante grande como esta que enseñamos, una de las cuestiones que los arquitectos tienen que resolver a menudo es la excesiva longitud de los pasillos. Si en décadas anteriores la ratio entre circulaciones y superficie total no era tan relevante, hoy sí es clave y los clientes bien informados reclaman soluciones más compactas donde el espacio (perdido) de los infinitos pasillos se reduzca o, como mínimo, se aproveche mejor.
Ocurre así con este piso grande en Madrid, donde los arquitectos han identificado desde el comienzo la necesidad de reducir el serpenteante acceso original al salón y buscar un elemento permeable que conecte espacios, en lugar de separarlos como así ocurría con los tabiques del estado inicial. Para ello, el equipo de OOIIO Arquitectura, liderado por Joaquín Millán, ha recurrido a “una bonita celosía de lamas verticales de madera, que organiza el espacio más público de la casa, separando y a la vez permitiendo la comunicación visual entre el gran salón-estar, comedor, zona de trabajo y cocina”, dice Millán.
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La madera se convierte así en el hilo conductor de la reforma y en protagonista de varios ambientes de la casa, tal como era el deseo de los clientes. La madera es, por ejemplo, el material protagonista en todos los suelos de la casa, excepto la cocina y los baños.
Algunos muebles como el del salón se han diseñado ad hoc. Cuando la madera deja paso a otros acabados, lo hace a través de interesantes porcelánicos y de papeles pintados, en sorprendentes y acertadas combinaciones que son ya un sello del estudio, tal como hemos visto en proyectos de este estudio publicados anteriormente en la revista.
Algunos muebles como el del salón se han diseñado ad hoc. Cuando la madera deja paso a otros acabados, lo hace a través de interesantes porcelánicos y de papeles pintados, en sorprendentes y acertadas combinaciones que son ya un sello del estudio, tal como hemos visto en proyectos de este estudio publicados anteriormente en la revista.
Solucionado el farragoso asunto del pasillo, la distribución de la vivienda divide la difícil planta en tres zonas, como se puede apreciar en este plano.
La primera, conectada al acceso, incluye el gran salón (en la foto), un estudio (ambos con acceso a la terraza en fachada) y un pequeño aseo para visitantes. La segunda se restringe a la gran cocina, donde hay espacio para una mesa para cuatro personas y un lavadero. Finalmente, la tercera es un área más privada a la que se accede desde un vestíbulo que organiza los cuatro dormitorios (dos de ellos en fachada) y los dos cuartos de baño (uno de ellos como parte del dormitorio principal).
En el salón principal destacan el ya mencionado mueble curvo que hace de pared y techo a modo de discreta pérgola que protege la mesa de comedor (ver primera y segunda foto de este reportaje), y el mueble bajo de la televisión que subraya en su alargada dimensión la orientación del salón hacia la terraza de la vivienda, del mismo modo que lo hacen las estanterías en ambas paredes.
Tanto el baño principal (foto anterior) como el pequeño aseo de la entrada se solucionan con distintas cerámicas de formatos y texturas diferentes, blancas con dibujos y geometrías discretas, en una combinación atrevida por lo reducido del espacio –en el caso concreto del aseo–, pero sin duda exitosa a tenor del resultado. La sencillez de los muebles y el espejo redondo aligeran el conjunto.
La cocina está conectada con el salón y se desarrolla en dos líneas de trabajo paralelas que desembocan en una mesa para cuatro.
Se han elegido muebles completamente blancos (también el espacio de almacenaje al fondo se reviste así), levemente contrastados por las encimeras grises y los porcelánicos en varios tonos de suelo y paredes.
Se han elegido muebles completamente blancos (también el espacio de almacenaje al fondo se reviste así), levemente contrastados por las encimeras grises y los porcelánicos en varios tonos de suelo y paredes.
En el dormitorio principal, la madera sigue siendo el material dominante en suelo, cabecero y armarios, mientras las paredes se pintan de blanco y algunas retroiluminaciones animan el conjunto. En dos de los otros dormitorios, el acento está en el juego entre las cortinas y el papel pintado de las paredes, toda vez que de nuevo los muebles son blancos para resaltar este juego de contrarios.
Todo ello redunda en una reforma donde, tal como asegura Millán, más que “un lavado de cara”, se busca “un lavado de alma”, algo que se aprecia mucho mejor cuando se comparan las fotografías del estado inicial de la vivienda y las del estado final.
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Situación: Madrid
Superficie: 246 metros cuadrados
Proyecto: OOIIO Arquitectura (Joaquín Millán Villamuelas, Martina Almela Sena, Ágata Aurora Musumeci, Ting-Yi Lin, Boris Stoimenov)