Entrevistas Houzz
Diseñadora del año en Maison&Objet: “Me interesa simplificar”
Para la danesa Cecilie Manz, la funcionalidad –y no la estética– es muy importante. Sencillez y minimalismo la definen.
“He ganado ya numerosos premios, aunque sigo sin acostumbrarme a ello. Es un honor y me da mucha alegría cada vez que alguien elogia mis diseños”, dice.
Cecilie creció en un entorno artístico y creativo, y se graduó en la Danish Design School (Escuela Danesa de Diseño) en 1997. Desde entonces, ha diseñado todo tipo de objetos: desde sillas, bolsos y altavoces hasta piezas de porcelana, lavabos y paños de cocina.
Cecilie creció en un entorno artístico y creativo, y se graduó en la Danish Design School (Escuela Danesa de Diseño) en 1997. Desde entonces, ha diseñado todo tipo de objetos: desde sillas, bolsos y altavoces hasta piezas de porcelana, lavabos y paños de cocina.
Pero ¿qué es lo que hace de ella una excelente diseñadora? Según Maison&Objet, estamos ante “una de las figuras más destacadas a nivel mundial en el sector del diseño industrial y el interiorismo”. Desde la feria también destacan que “su herencia escandinava se hace evidente en su esfuerzo por eliminar todos los elementos superfluos de sus creaciones y centrarse en lo esencial”.
Si le preguntamos a Cecilie Manz, señala su lámpara Caravaggio, producida por la firma Lightyears y presente en miles de hogares y restaurantes en todo el mundo, como claro ejemplo de su temprano éxito. “Es un diseño simple. Proporciona una iluminación eficiente y cuenta con una pantalla que cubre la bombilla. Nada más. Es tan sencilla como eso. Probablemente sea esa sencillez lo que la haya convertido en una pieza tan popular”, señala Cecilie.
Si le preguntamos a Cecilie Manz, señala su lámpara Caravaggio, producida por la firma Lightyears y presente en miles de hogares y restaurantes en todo el mundo, como claro ejemplo de su temprano éxito. “Es un diseño simple. Proporciona una iluminación eficiente y cuenta con una pantalla que cubre la bombilla. Nada más. Es tan sencilla como eso. Probablemente sea esa sencillez lo que la haya convertido en una pieza tan popular”, señala Cecilie.
Manz cree que escoger el momento idóneo puede contribuir en gran medida a la popularidad y difusión de un diseño. La lámpara Caravaggio, que se empezó a producir en 2005, llegó en una época de sequía en el ámbito de la iluminación. En su opinión, y al menos en el panorama danés, la gente estaba deseando ver algo más que las clásicas lámparas PH de Louis Poulsen.
Ideas, información, entrevistas… El mejor diseño contemporáneo en la sección ‘Diseño’ de la Revista Houzz España
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Cecilie confiesa que no tiene una filosofía de diseño definida pero que, si tuviera que resumirla, diría que se basa en “simplificar y minimizar”.
La mesa Essay, diseñada para Fritz Hansen, es un ejemplo más del riguroso estilo de Manz. “Tardé tres años en acabarla. No destaca por su glamour, ni tiene un diseño despampanante: de hecho, es tan sencilla que ni siquiera trata de ser el centro de atención”, dice.
La mesa Essay, diseñada para Fritz Hansen, es un ejemplo más del riguroso estilo de Manz. “Tardé tres años en acabarla. No destaca por su glamour, ni tiene un diseño despampanante: de hecho, es tan sencilla que ni siquiera trata de ser el centro de atención”, dice.
La funcionalidad es un factor esencial en las obras de Manz. “Se ven muchos diseños que te hacen reflexionar sobre si realmente se han construido con el propósito de ser usados. En ese sentido, soy más de la vieja escuela: una parte esencial de mi trabajo reside en investigar y analizar en profundidad cómo se usará mi diseño cada día. Necesito entender la demanda y lo que estoy tratando de crear”, explica.
En otras palabras: un buen diseño debe tener como objetivo su uso e interacción. El altavoz A1, diseñado por Manz para B&O Play, es un claro ejemplo. Mientras que muchos muebles y accesorios de lujo tienen una apariencia frágil y suntuosa, este altavoz redondo parece –dicho por Manz– tan modesto, que uno siente la necesidad inmediata de tocarlo, usarlo y llevarlo consigo a cualquier parte.
En otras palabras: un buen diseño debe tener como objetivo su uso e interacción. El altavoz A1, diseñado por Manz para B&O Play, es un claro ejemplo. Mientras que muchos muebles y accesorios de lujo tienen una apariencia frágil y suntuosa, este altavoz redondo parece –dicho por Manz– tan modesto, que uno siente la necesidad inmediata de tocarlo, usarlo y llevarlo consigo a cualquier parte.
Gracias al especial énfasis que pone en la calidad, la funcionalidad y un riguroso minimalismo, Manz está a la vanguardia de la tradición del diseño escandinavo. Según ella, otras dos importantes características diseño nórdico son la minuciosidad y ese aire un tanto informal. Damos por sentado que una silla tiene que ser igual de bonita si la colocamos boca abajo”, explica.
Normalmente, Manz encuentra inspiración lejos de las ferias del sector y de las salas de exposición. “Me inspiran los materiales bonitos, los paseos por el bosque…; todo tipo de cosas”, asegura. Aunque sus diseños entran dentro de lo que conocemos como estilo escandinavo, le gusta buscar ideas más allá de su país natal, “especialmente en Francia y otras culturas del sur de Europa”.
“En cierto modo, Dinamarca es un espacio bastante reducido. Por una parte, que nos atengamos a las normas del minimalismo escandinavo es un punto fuerte, aunque cabe decir que los pequeños toques de extravagancia y libertad son una gran fuente de inspiración en mi caso”, comenta.
Manz no suele ojear revistas de diseño y moda. De hecho, tiende a prestar muy poca atención a las tendencias y a las normas y expectativas establecidas en lo referente a la estética, la decoración y eso que definimos como estilo de vida.
Manz no suele ojear revistas de diseño y moda. De hecho, tiende a prestar muy poca atención a las tendencias y a las normas y expectativas establecidas en lo referente a la estética, la decoración y eso que definimos como estilo de vida.
“Creo que mucha gente debería dejar de centrar sus esfuerzos en dar con la apariencia perfecta. No es sano. Deberíamos analizar nuestro hogar, nuestras necesidades y nuestra manera de vivir en lugar de ceñirnos a ciertas normas que, probablemente, no vayan acorde con nuestra forma de vida. Ojalá la gente fuera más valiente”, concluye.
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¿Qué te parecen los diseños de Cecile Manz? ¿Qué opinas de esta entrevista? Esperamos tus comentarios
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Esta autoexigencia, parece haber dado fruto. La última recompensa para esta danesa de 44 años ha sido ser elegida como diseñadora del año 2018 en la feria de diseño Maison&Objet, que acaba de celebrarse en París, un premio que reconoce su talento y que antes han recibido otros nombres tan destacados del diseño internacional como el español Eugeni Quitllet o los británicos Edward Barber & Jay Osgerby, entre muchos otros.