Cómo iluminar correctamente la cocina, las claves según 4 expertos
El mejor proyecto de iluminación es el que permite realizar cada actividad de forma cómoda y agradable. Te contamos todo lo que debes saber.
Diseñar la mejor iluminación para nuestra cocina depende de muchos factores, no todos ellos meramente prácticos o funcionales. La cocina es cada vez más un espacio que aglutina distintas actividades más allá de la preparación de los alimentos; también es zona de reunión, salón y hasta espacio de trabajo. Sobre la base de una buena iluminación general que llegue a todos los rincones sin crear zonas de sombra ni deslumbramientos y que ofrezca una fiel reproducción de los colores, conviene incluir luces puntuales sobre las zonas de trabajo así como ambientales que aporten calidez. Hemos pedido a cuatro expertos en iluminación que nos den las claves para acertar.
Expertos consultados:
Pau Prat, director de Biosca & Botey
Raquel Oliva, vicepresidenta de Oliva Iluminación
Iván Meana, director de proyectos de Faro Iluminación
Ana López, directora de Dresslight
Expertos consultados:
Pau Prat, director de Biosca & Botey
Raquel Oliva, vicepresidenta de Oliva Iluminación
Iván Meana, director de proyectos de Faro Iluminación
Ana López, directora de Dresslight
Teniendo claro el uso que se le va a dar, ¿cuál sería el camino que habría que seguir? “Lo primero es analizar el espacio, tanto los metros cuadrados como las diferentes superficies. Tendremos que empezar por decidir si queremos crear distintas zonas lumínicas o si preferimos una iluminación general homogénea”, explica Pau Prat.
Una cifra media que cubra las necesidades básicas de iluminación general de una estancia como la cocina sería 200 lux (lúmenes por metro cuadrado). Iván Meana, director de proyectos de la firma Faro Iluminación, apunta que ésta debe ser “homogénea y uniforme, llegando a todos los rincones para satisfacer todas las necesidades, adaptarse a la luz natural del espacio e intentar que no sea una fuente más de calor”.
Ana López, directora de la marca Dresslight, añade: “y además ha de ser funcional, versátil y estética”.
Una cifra media que cubra las necesidades básicas de iluminación general de una estancia como la cocina sería 200 lux (lúmenes por metro cuadrado). Iván Meana, director de proyectos de la firma Faro Iluminación, apunta que ésta debe ser “homogénea y uniforme, llegando a todos los rincones para satisfacer todas las necesidades, adaptarse a la luz natural del espacio e intentar que no sea una fuente más de calor”.
Ana López, directora de la marca Dresslight, añade: “y además ha de ser funcional, versátil y estética”.
Los focos empotrables o downlights son una de las mejores opciones para crear la iluminación general. “Son los más adecuados para los falsos techos y aportan una luz muy homogénea. Si no fuera posible este tipo de instalación también se puede usar los de superficie que, colocados correctamente, evitan la sobresaturación de luz y las sombras”, explica Ana López. “Además, estos deben tener una gran abertura focal, mínimo de 60º, que dan una mayor expansión de la luz y no concentrada en un punto”, explica Pau Prat. La inclusión de luminarias suspendidas nos permitirá hacer adicionalmente un reparto más rico de diferentes tipos de luz.
Cómo iluminar perfectamente la cocina en 8 pasos
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Se aconseja colocar los puntos de luz del techo a una distancia mínima de unos 70 cm entre ellos, teniendo la precaución de alinearlos con el borde de la encimera y no colocarlos sólo en el centro de la estancia. “La posición de las luminarias del techo es una cuestión muy importante. Si tenemos pocos puntos y muy centrados, nuestro propio cuerpo podría interceder proyectando nuestra sombra sobre la zona de trabajo”, explica el director de Biosca & Botey.
Para calcular la prioridad y necesidad de luz, hay que valorar el impacto que tendrá sobre las dos superficies que se va a iluminar: las encimeras y el suelo. La luz no afectará de la misma manera a ambas.
Para calcular la prioridad y necesidad de luz, hay que valorar el impacto que tendrá sobre las dos superficies que se va a iluminar: las encimeras y el suelo. La luz no afectará de la misma manera a ambas.
Resuelta la iluminación general, conviene centrarse en las distintas áreas de uso.
“Las zonas destinadas a la manipulación y cocción de los alimentos requieren una luz potente. Recomendamos que ésta sea luz blanca, muy directa y enfocada a cada espacio de trabajo”, afirma Ana López.
Iván Meana añade que “la luz debe respetar el color natural de los alimentos, por lo que es aconsejable que tenga una temperatura fría de unos 4000º Kelvin”.
Pau Prat suma otras cuestiones prácticas al respecto: “Se debe analizar si sobre las zonas de trabajo van armarios que nos permitan iluminarlas mediante puntos de led o tiras con perfiles metálicos. Si las zonas de trabajo son limpias, sin armarios encima, lo mejor son los downlights focales justo encima, con un ángulo medio o cerrado de entre 20º y 40º; así nos aseguramos de que no se crean sombras en la encimera”.
Breve manual para iluminar la mesa del comedor
“Las zonas destinadas a la manipulación y cocción de los alimentos requieren una luz potente. Recomendamos que ésta sea luz blanca, muy directa y enfocada a cada espacio de trabajo”, afirma Ana López.
Iván Meana añade que “la luz debe respetar el color natural de los alimentos, por lo que es aconsejable que tenga una temperatura fría de unos 4000º Kelvin”.
Pau Prat suma otras cuestiones prácticas al respecto: “Se debe analizar si sobre las zonas de trabajo van armarios que nos permitan iluminarlas mediante puntos de led o tiras con perfiles metálicos. Si las zonas de trabajo son limpias, sin armarios encima, lo mejor son los downlights focales justo encima, con un ángulo medio o cerrado de entre 20º y 40º; así nos aseguramos de que no se crean sombras en la encimera”.
Breve manual para iluminar la mesa del comedor
Otra cuestión que hay que tener en cuenta es si los muebles o la campana llevan su propia luz, “puesto que estas iluminaciones colaterales van a afectar al conjunto de luxes total de la cocina y habrá que tenerlo en cuenta para el diseño del proyecto lumínico global”, puntualiza Pau Prat.
Claves para acertar con la iluminación de la mesa del comedor
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En zonas con menos requisitos de funcionalidad, como pueda ser el office, es recomendable una iluminación más cálida. “Una luz de unos 3000º Kelvin es la adecuada para la zona de comedor ya que en él puede que se realicen otras tareas”, confirma el director de proyectos de Faro Iluminación.
“Tanto si se trata de una barra como de una mesa, recomiendo optar por luminarias suspendidas, ya que dará ese toque de calidez y confort que queremos para el comedor”, dice Pau Prat. “Es la zona más acogedora de la cocina”, coincide la directora de Dresslight. “El espacio además en el que podemos lucirnos con bonitas luminarias”.
“Entre mis lámparas preferidas para iluminar la cocina, mi favorita es la Zettel’z de Ingo Maurer”, confiesa Raquel Oliva. “Un modelo fresco, atemporal y muy original. En sus papelitos tengo dibujos de cuando mis hijos eran pequeños”.
Luz del Norte: 8 lámparas de diseño escandinavo
“Tanto si se trata de una barra como de una mesa, recomiendo optar por luminarias suspendidas, ya que dará ese toque de calidez y confort que queremos para el comedor”, dice Pau Prat. “Es la zona más acogedora de la cocina”, coincide la directora de Dresslight. “El espacio además en el que podemos lucirnos con bonitas luminarias”.
“Entre mis lámparas preferidas para iluminar la cocina, mi favorita es la Zettel’z de Ingo Maurer”, confiesa Raquel Oliva. “Un modelo fresco, atemporal y muy original. En sus papelitos tengo dibujos de cuando mis hijos eran pequeños”.
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Las zonas de almacenaje pueden beneficiarse de una iluminación puntual, que ayude a localizar las cosas de un vistazo y las realce desde un punto de vista decorativo. “Una iluminación de apoyo es suficiente para este tipo de zonas. Iluminar suavemente las estanterías con pequeños apliques y los cajones con tiras de luz led es lo más indicado”, explica Ana López.
“La tendencia está en los perfiles led para debajo de los muebles y en el interior de los mismos”, apunta Raquel Oliva. “Además, todas estas luminarias son fáciles de instalar”, dice Iván Meana.
“La zona de almacenaje se puede iluminar también mediante focos de superficie orientables o downlights dirigidos. Con un ángulo de óptica de 20º podremos localizar la luz de una forma más potente”, apunta Pau Prat.
Iluminación en la cocina: Ponle unas lámparas con mayor personalidad
“La tendencia está en los perfiles led para debajo de los muebles y en el interior de los mismos”, apunta Raquel Oliva. “Además, todas estas luminarias son fáciles de instalar”, dice Iván Meana.
“La zona de almacenaje se puede iluminar también mediante focos de superficie orientables o downlights dirigidos. Con un ángulo de óptica de 20º podremos localizar la luz de una forma más potente”, apunta Pau Prat.
Iluminación en la cocina: Ponle unas lámparas con mayor personalidad
Todos los profesionales consultados coinciden en recomendar los fluorescentes compactos de bajo consumo y el led como las luminarias más indicadas en la cocina. Los primeros tienen una vida útil hasta 15 veces mayor que las bombillas incandescentes y consumen sólo una quinta parte de la energía en comparación. Además, los hay en versiones de luz cálida o blanca suave y su rendimiento más óptimo se consigue en habitaciones donde tengan que permanecer encendidos durante largos períodos de tiempo.
Con las ventajas de los fluorescentes compactos en cuanto a rendimiento energético y con una mucho más larga vida útil de hasta 25.000 horas, el led es hoy en día la opción más interesante. Ofrece una luz directa intensa sin emitir mucho calor, por lo que pueden integrarse en vitrinas y muebles.
Con las ventajas de los fluorescentes compactos en cuanto a rendimiento energético y con una mucho más larga vida útil de hasta 25.000 horas, el led es hoy en día la opción más interesante. Ofrece una luz directa intensa sin emitir mucho calor, por lo que pueden integrarse en vitrinas y muebles.
El asesoramiento de un experto resulta clave para crear un proyecto de iluminación que nos ofrezca diferentes opciones en la cocina y responda a todas nuestras necesidades, incluso las que no sabemos que tenemos.
“La luz es un factor determinante en la decoración de la cocina. Si queremos una luz media, blanca o cálida para nuestras habitaciones y comedores, ¿por qué no seguir el mismo criterio en la cocina? A nuestros clientes les recomendamos una temperatura de color neutra, blanca, y a poder ser la misma que se van a encontrar en el comedor o cualquiera que sea la estancia previa o integrada. Otras opciones no sólo van a molestar con el cambio al salir y al entrar, sino que también van a cambiar el color real de los alimentos que tratamos y la percepción de los platos. E incluso de la propia decoración”, concluye Pau Prat.
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“La luz es un factor determinante en la decoración de la cocina. Si queremos una luz media, blanca o cálida para nuestras habitaciones y comedores, ¿por qué no seguir el mismo criterio en la cocina? A nuestros clientes les recomendamos una temperatura de color neutra, blanca, y a poder ser la misma que se van a encontrar en el comedor o cualquiera que sea la estancia previa o integrada. Otras opciones no sólo van a molestar con el cambio al salir y al entrar, sino que también van a cambiar el color real de los alimentos que tratamos y la percepción de los platos. E incluso de la propia decoración”, concluye Pau Prat.
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“La cocina es una estancia fundamental en una vivienda. Paso muchas horas en ella ya que tengo tres hijos y solemos hacer todas las comidas ahí porque me parece mucho más acogedora que el comedor”, apunta Raquel Oliva, vicepresidenta de Oliva Iluminación.