Color en la cocina: Por qué deberías apostar por los tonos claros
Minimalistas, contemporáneas o rústicas. Elige tonos neutros para conseguir ambientes relajados y hogareños en la cocina.
La gama de blancos y tonos pastel gana protagonismo en el diseño de la cocina como pudimos comprobar en la última edición de la Feria del Mueble de Milán. Hablar de tonos claros significa hablar de luz y, por lo tanto, de estancias espaciosas y limpias. Colores que permiten jugar, además, con otros elementos decorativos que cobran más protagonismo cuando el entorno es neutro. Te contamos por qué deberías apostar por esta paleta en paredes y mobiliario.
Fíjate en esta propuesta. Se trata de una cocina moderna y desenfadada donde el blanco se combina sin prejuicios con otros colores, como el verde de los cubos bajo la encimera o el negro de la pizarra. Los taburetes, en blanco y negro, dialogan con las paredes. El menaje (y otros utensilios) aporta alegría a la estancia.
Aquí los muebles, lacados en blanco, encuentran una continuidad de tono en las paredes y en el techo. El suelo y las sillas de madera ponen cierto contraste. Gracias a esta base cromática tan neutra, el pie de la barra volada y el cuadro en la pared izquierda destacan como elementos decorativos. El conjunto respira pulcritud en una cocina de aires minimalistas y nórdicos. Ten en cuenta que es una cocina que está en un sótano y, sin embargo, no resulta oscura. ¿Por qué? Gracias, sobre todo, a la elección de tonos claros.
Blanco total en la cocina. Cómo ganar en calidez sin hacer concesiones
Blanco total en la cocina. Cómo ganar en calidez sin hacer concesiones
En este caso, el color gris elefante y el dorado definen un espacio de estilo clásico con toques modernos –las lámparas de colgar o los taburetes con asiento de madera–. A destacar, las vitrinas que llegan hasta el techo y que terminan de redondear el conjunto.
El blanco y el negro mineral de la pizarra es una combinación muy actual. Esta arquitectónica y luminosa cocina –con un aire a los interiores domésticos que pintara Vermeer en el siglo XVII–, se despliega en un blanco inmaculado por todos los muebles, encimeras y estantes.
Los toques de color –las flores y electrodomésticos– aportan alegría a la cocina. Las lineas son puras y el resto de los materiales, orgánicos y bien delimitados: la pared de piezas de pizarra, la madera del suelo de parqué.
Interiores que parecen arte: Vivir como en un cuadro de Vermeer
Los toques de color –las flores y electrodomésticos– aportan alegría a la cocina. Las lineas son puras y el resto de los materiales, orgánicos y bien delimitados: la pared de piezas de pizarra, la madera del suelo de parqué.
Interiores que parecen arte: Vivir como en un cuadro de Vermeer
Con un techo de madera oscura, optar por el blanco en las paredes parece lo más prudente. Sin embargo, nadie dice que no se pueda combinar con algún otro color. En esta cocina abierta londinense han dispuesto un frontal con muebles blancos, mientras que, en la isla y en la zona de cocción, se han lacado en azul los muebles bajos. Predomina el color diáfano, que sobresale con fuerza gracias al parqué de madera natural.
Las maderas claras –es el caso de un roble natural– son buena elección para conseguir una cocinas diáfanas. Se puede combinar con partes pintadas, como en esta cocina, que dialoga con el color crema de los muebles altos y el blanco de la encimera. El lucernario y las tres lámparas metálicas negras sobre la isla iluminan la estancia.
Esta cocina no tenía mucha luz natural y se ha potenciado gracias al color blanco roto de los muebles y los frontales de vitrina. El resultado es un espacio acogedor con una isla central que cuenta con una barra para comer de manera ocasional.
La campana, pintada del mismo tono roto, es de obra, mientras que el suelo es de parqué natural. El detalle: las cestas de mimbre bajo la pantalla del televisor lacadas de blanco, a conjunto con los taburetes. La iluminación artificial, en espacios cerrados, juega un papel fundamental y aquí se resuelve con unos buenos halógenos de techo, dos lámparas encima de la isla y iluminación con apliques en la vitrina y sobre el frigorífico.
¿Y TÚ?
¿Los colores neutros te resultan atractivos en la cocina? Aporta tu opinión en la sección de comentarios.
La campana, pintada del mismo tono roto, es de obra, mientras que el suelo es de parqué natural. El detalle: las cestas de mimbre bajo la pantalla del televisor lacadas de blanco, a conjunto con los taburetes. La iluminación artificial, en espacios cerrados, juega un papel fundamental y aquí se resuelve con unos buenos halógenos de techo, dos lámparas encima de la isla y iluminación con apliques en la vitrina y sobre el frigorífico.
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