Arquitectura
10 cosas que quizá no sepas de las viviendas modulares
Conoce los detalles de este eficiente sistema alternativo para la construcción de viviendas, contados por dos expertos.
Las viviendas modulares son sistemas constructivos alternativos, rápidos y limpios empleados para la creación de espacios habitables. Sus todavía no muy conocidas ventajas son múltiples, entre las que destacan su precio competitivo y su versatilidad. A continuación tienes 10 respuestas a preguntas que quizás te hayas hecho sobre este tipo de construcciones, tanto si estás pensando en tener una como si únicamente quieres saber más sobre el tema.
Expertos consultados:
Miguel Gay, de Migogay Estudio de Arquitectura
Daniel Ropero, de Estudio Dream
Expertos consultados:
Miguel Gay, de Migogay Estudio de Arquitectura
Daniel Ropero, de Estudio Dream
¿Qué materiales se pueden emplear en su diseño? Se pueden fabricar en cualquier material, tanto natural como industrial. Los revestimientos, interiores y exteriores, pueden ser los mismos que en una vivienda tradicional; emplear unos u otros dependerá del diseño que se haya pensado.
Miguel Gay cuenta que él suele tender a usar materiales naturales: madera y aplacado de piedra natural para conseguir una vivienda más parecida a una tradicional. Pero igualmente se puede optar por otros materiales industriales o prefabricados. El aislamiento y la ventilación quedan garantizados, por su parte, con la inclusión de cámaras de aire en los muros y lana de roca en su interior, con la densidad que sea necesario. El juego de volúmenes y alturas que permite un sistema modular da como resultado proyectos perfectamente adaptados a un estilo arquitectónico particular, al entorno y a un presupuesto determinado sin que el aspecto estético se vea resentido.
Arquitectura: 6 fachadas y 6 materiales que te sorprenderán
Miguel Gay cuenta que él suele tender a usar materiales naturales: madera y aplacado de piedra natural para conseguir una vivienda más parecida a una tradicional. Pero igualmente se puede optar por otros materiales industriales o prefabricados. El aislamiento y la ventilación quedan garantizados, por su parte, con la inclusión de cámaras de aire en los muros y lana de roca en su interior, con la densidad que sea necesario. El juego de volúmenes y alturas que permite un sistema modular da como resultado proyectos perfectamente adaptados a un estilo arquitectónico particular, al entorno y a un presupuesto determinado sin que el aspecto estético se vea resentido.
Arquitectura: 6 fachadas y 6 materiales que te sorprenderán
¿Cuál es el presupuesto mínimo con el que debemos contar? Todo dependerá del tamaño, así como de los materiales de los acabados. Miguel Gay explica que “una vivienda modular tipo –de 100 metros cuadrados en planta baja–, oscila entre los 60.000 y 90.000 euros de valor medio dependiendo de los acabados, que es lo que dispara más el precio, en particular si se elige piedra natural, madera noble… En cuanto a tiempo de construcción, si se trata de una casa sencilla, con una plantilla de trabajadores cualificados y condiciones buenas de terreno, podría estar terminada en un mes y medio o dos meses, dependiendo de los acabados. Una tradicional se iría a los ocho meses”.
Según Daniel Ropero, “el precio se calcula por metro cuadrado y tiene varios tramos. Desde el más básico, la pura vivienda social –pensemos, por ejemplo, en las que se construyen de urgencia para refugiados–, que son casas completas con todas sus instalaciones, hasta la vivienda Premium, de lujo. Así, nos moveríamos entre los 250 euros por metro cuadrado de las primeras hasta los 1.000 euros por metro cuadrado que pueden costar las segundas, con tramos intermedios”.
Según Daniel Ropero, “el precio se calcula por metro cuadrado y tiene varios tramos. Desde el más básico, la pura vivienda social –pensemos, por ejemplo, en las que se construyen de urgencia para refugiados–, que son casas completas con todas sus instalaciones, hasta la vivienda Premium, de lujo. Así, nos moveríamos entre los 250 euros por metro cuadrado de las primeras hasta los 1.000 euros por metro cuadrado que pueden costar las segundas, con tramos intermedios”.
Y en cuanto a metros, ¿cuáles son los mínimos? ¿Se puede ampliar posteriormente? Los metros mínimos dependen únicamente de las dimensiones del contenedor o módulo. Las variaciones más usadas son de las siguientes medidas: Módulo de 6 m de largo x 2,40 m de ancho x 2,5 m de alto. O bien un módulo de 12 m de largo x 2,40 m de ancho x 2,5 m de alto.
Los módulos son de fabricación industrial y se pueden hacer con diversos materiales, que más tarde se envían al lugar donde se construye la vivienda. Allí son ensamblados según el diseño del proyecto. Su mayor ventaja es que las posibilidades de ampliar una vivienda modular son prácticamente infinitas tan solo con la combinación de estos dos tipos de módulos, una cuestión muy interesante si se tiene en mente posibles futuras ampliaciones del diseño original.
Viviendas prefabricadas: Todo lo que debes saber si quieres hacerte una
Los módulos son de fabricación industrial y se pueden hacer con diversos materiales, que más tarde se envían al lugar donde se construye la vivienda. Allí son ensamblados según el diseño del proyecto. Su mayor ventaja es que las posibilidades de ampliar una vivienda modular son prácticamente infinitas tan solo con la combinación de estos dos tipos de módulos, una cuestión muy interesante si se tiene en mente posibles futuras ampliaciones del diseño original.
Viviendas prefabricadas: Todo lo que debes saber si quieres hacerte una
“Una de las grandes bazas de la arquitectura modular es que permite ampliar las viviendas con mucha facilidad. Solo hay que prever en el diseño original cómo y por dónde poder ampliar en el futuro. Estas obras de ampliación tienen la ventaja de que son mucho más sencillas, rápidas y baratas que en la vivienda tradicional”, afirma Miguel.
“Las casas industrializadas están pensadas desde el propio proyecto de arquitectura original para permitir su crecimiento futuro, o por etapas, tanto en horizontal como en vertical, acorde con las necesidades de los propietarios. Por otro lado, es conveniente tener en cuenta que los desembolsos necesarios para la edificación total de la vivienda serían asimismo por etapas, lo que es otra ventaja adicional nada desdeñable”, añade Daniel Ropero.
“Las casas industrializadas están pensadas desde el propio proyecto de arquitectura original para permitir su crecimiento futuro, o por etapas, tanto en horizontal como en vertical, acorde con las necesidades de los propietarios. Por otro lado, es conveniente tener en cuenta que los desembolsos necesarios para la edificación total de la vivienda serían asimismo por etapas, lo que es otra ventaja adicional nada desdeñable”, añade Daniel Ropero.
Distintas alturas: ¿Desde un principio o se pueden añadir? Al igual que se pueden ampliar horizontalmente, este tipo de viviendas también permiten que se les pueda añadir altura, puesto que los módulos son muy resistentes y se pueden apilar. “La liviandad de las estructuras metálicas y su alto grado de resistencia permiten, incluso, grandes voladizos, que se pueden terminar con atractivos acristalamientos a modo de miradores. Al finalizar la ampliación de la vivienda, las nuevas estructuras pueden dejarse a la vista o hacer que parezcan invisibles, como si la vivienda siempre hubiera sido así”, indica Daniel.
Casas Houzz: 8 contenedores de transporte para una vivienda sostenible
Casas Houzz: 8 contenedores de transporte para una vivienda sostenible
El terreno que elijamos, ¿necesita tener unas condiciones especiales? Los módulos permiten gran flexibilidad y se adaptan a cualquier forma, terreno y diseño. Miguel afirma que en un principio el terreno no tiene por qué reunir condiciones específicas, ya que el sistema de cimentación es sencillo: zapatas aisladas o losa corrida de cimentación. “La elección de un tipo u otro dependerá del terreno, porque no es lo mismo tener una parcela totalmente llana a una con terreno abrupto. En el primer caso, el sistema de losa de cimentación sería el más adecuado, mientras que para un terreno abrupto lo más adecuado sería uno de zapata aislada. El sistema modular no implica una cimentación determinada sino que ésta se adapta a las condiciones del terreno”.
En cuanto a su instalación, ¿cómo se lleva a cabo y cuánto tarda? “Este tipo de viviendas de construcción en seco (sin hormigonado), suelen tener muy estudiadas las medidas, sistemas de montaje y modulación de todos sus elementos, sin olvidar las instalaciones”, apunta Miguel. Siguen un sistema de fabricación similar a elementos de montaje industrial (como los automóviles). Esto simplifica mucho los procesos y los tiempos de montaje a la mitad de tiempo o menos que una vivienda tradicional, puesto que van prefabricados desde un taller y solo requieren ser ensamblados en obra. De hecho, se hace absolutamente necesario contar con unos operarios altamente cualificados para ello.
Daniel Ropero destaca igualmente la rapidez y limpieza que implica un montaje en seco, además de la utilización de poca energía y el bajo o nulo impacto ambiental que tiene. “Si pensamos en una casa tipo para una familia de cuatro miembros, de unos 100 metros cuadrados, los tiempos aproximados de construcción son de dos meses desde la firma del contrato. Mientras los módulos se están fabricando en el taller, simultáneamente se va trabajando en la parcela, haciendo los trabajos necesarios de limpieza, preparación, solera de cimentación… para el recibido de las estructuras. A esto hay que sumar que después hay que vestirla, tanto por dentro como por fuera, lo cual puede durar otros 60 días, según los acabados que se hayan elegido. Es decir, en circunstancias normales en cuatro meses tendríamos una casa lista para entrar a vivir”, acota Daniel Ropero.
Casas prefabricadas: Ejemplos e ideas para ganar más espacio en casa
Daniel Ropero destaca igualmente la rapidez y limpieza que implica un montaje en seco, además de la utilización de poca energía y el bajo o nulo impacto ambiental que tiene. “Si pensamos en una casa tipo para una familia de cuatro miembros, de unos 100 metros cuadrados, los tiempos aproximados de construcción son de dos meses desde la firma del contrato. Mientras los módulos se están fabricando en el taller, simultáneamente se va trabajando en la parcela, haciendo los trabajos necesarios de limpieza, preparación, solera de cimentación… para el recibido de las estructuras. A esto hay que sumar que después hay que vestirla, tanto por dentro como por fuera, lo cual puede durar otros 60 días, según los acabados que se hayan elegido. Es decir, en circunstancias normales en cuatro meses tendríamos una casa lista para entrar a vivir”, acota Daniel Ropero.
Casas prefabricadas: Ejemplos e ideas para ganar más espacio en casa
Permisos de construcción, cédulas de habitabilidad y otros trámites administrativos ¿son los mismos que en una vivienda tradicional? Miguel Gay explica que, en este punto, hay que distinguir si la vivienda modular “tiene carácter de inmueble (no es susceptible de poder trasladarse como una caravana) o si tiene carácter móvil (con ruedas en lugar de zapatas de cimentación). Lo normal es que una vivienda modular sea inmueble, por lo que se le aplican los mismos permisos de construcción (licencia de ayuntamiento y cédula de habitabilidad) que al resto de las viviendas”, aclara.
En detalle: Una casa de quita y pon
En detalle: Una casa de quita y pon
La financiación, en caso de necesitarla, ¿es similar a la de una vivienda convencional? Si fuera necesaria financiación, obviamente esta dependerá de la cantidad que precisemos. Algunas empresas tienen sistemas propios de financiación para sus productos pero, en caso de que se necesite, los pasos son similares a los de una vivienda de construcción tradicional, ya que el objetivo y su durabilidad es la misma. Será la entidad financiera –y sus políticas en temas hipotecarios y de créditos– quien tenga la última palabra.
Mantenimiento: ¿Necesitan unos cuidados especiales? Ambos expertos coinciden en que estas casas no necesitan un cuidado o mantenimiento diferente. El hecho de estar construidas con elementos industriales en su estructura o carcasa principal no hace más complicado su mantenimiento. Lo que puede conllevar mayor o menor mantenimiento es el tipo de acabado final que elijamos, tanto en la fachada como en los interiores, pero será el mismo mantenimiento que si se hubieran utilizado esos mismos materiales en una vivienda tradicional.
En resumen, las viviendas modulares ofrecen muchas ventajas. Una vez terminadas, no son diferentes de cualquier otra vivienda, son más económicas, rápidas de construir, sin tantos requisitos arquitectónicos como otro tipo de construcciones y con formatos que se adaptan a cualquier necesidad. También los interiores ofrecen muchas posibilidades, como la inclusión de paneles móviles y la posibilidad de hacer desaparecer algunas divisiones. Sin duda, son una opción que hay que tener en cuenta cuando se está pensando en la edificación de una nueva vivienda.
¿Y TÚ?
¿Optarías por una vivienda de este tipo? ¿Qué te ha parecido más interesante de este sistema constructivo? ¿Es tu casa modular? Comparte tu opinión y experiencia con nosotros en los comentarios
¿Y TÚ?
¿Optarías por una vivienda de este tipo? ¿Qué te ha parecido más interesante de este sistema constructivo? ¿Es tu casa modular? Comparte tu opinión y experiencia con nosotros en los comentarios
Daniel Ropero, de Estudio Dream, añade además que, gracias a su proceso de fabricación, transporte y montaje, estos edificios pueden reutilizarse ya que nunca son demolidos sino que se desmontan, pudiendo volver a transportarse y ser reconstruidos en otro lugar.