Houzz TV: Un piso chic y femenino en el Eixample de Barcelona
Anna se dedica a la comunicación y, como trabaja desde casa, en su piso buscaba mucha luz y sensación de amplitud.
Anna compró este piso en el Eixample hace dos años. “Cuando me mudé buscaba un lugar en el que construir mi hogar, con mucha luz y sensación de amplitud”, dice. Tras una reforma exprés que duró un mes y medio se instaló definitivamente.
“Mi piso es una mezcla entre objetos antiguos y un poco rústicos, mezclados con toques más nórdicos y minimalistas”, dice. Pero, sobre todo, Anna quiere objetos “con alma” e intenta que cada cosa tenga un significado y sea importante para ella.
“Siempre quise una chaise lounge”, confiesa; así que no lo dudó cuando vio esta de Ikea y se la quedó para su salón-comedor. En cuanto a la mesita de centro, la encontró en Zabriskie, la tienda de segunda mano de Natura Home.
En la pared ha combinado cuadros de la ilustradora, y amiga, Laura Agustí; con un plano del barrio de Gracia: su preferido a pesar de que vive en L’Eixample; una foto de Dorothe Lange “que siempre me había gustado y que hace unos años me mandaron de Getty Images para felicitarme las fiestas navideñas”, explica.
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En la pared ha combinado cuadros de la ilustradora, y amiga, Laura Agustí; con un plano del barrio de Gracia: su preferido a pesar de que vive en L’Eixample; una foto de Dorothe Lange “que siempre me había gustado y que hace unos años me mandaron de Getty Images para felicitarme las fiestas navideñas”, explica.
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La mesa del comedor es una de las piezas protagonistas de la casa. “La encargué, junto con el banco, en una tienda de Barcelona que cerró hace un tiempo”, explica. Anna trabaja sobre todo en el despacho, pero a la mañana, cuando está desayunando, se trae el ordenador aquí “porque hay más luz”.
El comedor-cocina es el lugar que más le gusta a Anna. “Es donde paso más horas. Al ser un espacio abierto puedo hacer varias cosas a la vez, como preparar la comida mientras veo la tele o escuchar música al tiempo que estoy trabajando”, dice.
Lámpara: Ikea
Lámpara: Ikea
Anna lleva una vida saludable: “km 0 y sostenible”, dice. Cocina todos los días de la semana, pero aprovecha el fin de semana para salir a descubrir bares y restaurantes de comida ecológica.
Houzz TV: Un piso en Madrid entre Oriente y Occidente
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Plantas, flores, cáctus…: ya hemos comentado que el salón-comedor es la zona que da más juego de la casa. Un tiesto de macramé, “elegido con mucho cariño”, y unas lámparas de Hábitat ponen un toque especial a este espacio que respira amplitud y rebosa luz natural. Anna disfruta con la decoración y suele visitar tiendas y mercadillos como el de La Bisbal d’Empordà y el Mercantic de Sant Cugat.
“Desde que empecé a trabajar como freelance necesito una zona para trabajar en casa. La habitación que tenía libre es ahora mi despacho”.
Un escritorio reciclado, una silla de Ikea y algunas piezas con valor sentimental, como un cuadro de un flamenco de la artista Aviloti –cuya punta asoma a la izquierda de la foto– personalizan el lugar en el que pasa más horas al día.
Un escritorio reciclado, una silla de Ikea y algunas piezas con valor sentimental, como un cuadro de un flamenco de la artista Aviloti –cuya punta asoma a la izquierda de la foto– personalizan el lugar en el que pasa más horas al día.
Una de sus piezas preferidas de toda la casa es esta silla de caña artesanal, de Tiretta Living, que también tiene en su estudio. “Llevaba mucho tiempo enamorada de ella y cuando me mudé la vi perfecta para rematar este espacio”, confiesa.
Viajar es una de sus pasiones y de los lugares que visita se trae siempre alguna cosa. El mapamundi lo compró en una tienda de Londres. Hace poco ha estado en la India y en Edimburgo.
De sí misma dice que es “detallista, sensible y amante de cosas que inspiren, que estéticamente te digan algo”. Un ejemplo es el marco de la imagen. “Cuando lo compré, lo envolvieron tan bien y tan bonito que lo he dejado tal cual”, dice.
Le preguntamos si cree que su hogar la define como persona. “Si lo creo. Además, también me lo dice la gente; dicen que huele a mi, que es mi casa, que se está a gusto porque es tranquilo y relajante”.
Le preguntamos si cree que su hogar la define como persona. “Si lo creo. Además, también me lo dice la gente; dicen que huele a mi, que es mi casa, que se está a gusto porque es tranquilo y relajante”.
Es una apasionada de la lectura. Ahora está con Instrumental, de James Rohdes; y Cuando nadie mira, de Alejandra G. Remón.
En segundo plano, la lampara FollowMe: un diseño de Inma Bermúdez para Marset. “Hacía mucho tiempo que la quería y, por fin, me la regalaron para mi cumpleaños”, cuenta.
En segundo plano, la lampara FollowMe: un diseño de Inma Bermúdez para Marset. “Hacía mucho tiempo que la quería y, por fin, me la regalaron para mi cumpleaños”, cuenta.
El dormitorio, amplio y cálido, funciona también como lugar perfecto en el que practicar yoga. “Hago yoga desde hace 4 años. Voy a varios sitios y también me pongo en casa cada día: lo tengo muy integrado a mi vida”, asegura.
En cuanto a la silla roja, la compró en Loquo. “Esta casi nueva. Solo tenía una pata un poco coja que yo misma ajusté”.
En cuanto a la silla roja, la compró en Loquo. “Esta casi nueva. Solo tenía una pata un poco coja que yo misma ajusté”.
“¡Me encantan los cojines!”, dice. Algunos de los que tiene son de la feria Palo Alto; otros de la tienda Doble Cocó; y el fucsia, de Zara Home.
A un lado de la cama tiene una mesita sencilla de Ikea. En el otro, una escalera también de la firma sueca. “La compré hace 15 años y ha tenido muchos usos en diferentes lugares de las casas en las que he vivido. Ha estado en baños, estudios, en pasillos y, ahora, en el dormitorio ha encontrado su lugar”, dice.
A un lado de la cama tiene una mesita sencilla de Ikea. En el otro, una escalera también de la firma sueca. “La compré hace 15 años y ha tenido muchos usos en diferentes lugares de las casas en las que he vivido. Ha estado en baños, estudios, en pasillos y, ahora, en el dormitorio ha encontrado su lugar”, dice.
Sobre la cómoda, también de Ikea y que eligió especialmente “por su tono y calidez”, cuelga otra de sus piezas fetiche. “Siempre me han gustado los tapices y el macramé. Este lo vi en una tienda del Raval que se llama Carolina Blue y me enamoré de él al instante. Fue el regalo que le pedí a mi madre para la pasadas navidades. Me gusta mucho mirarlo cuando estoy tumbada en la cama. Es precioso”.
Anna tiene un amplio dossier con cosas que ha ido encontrando en revistas (foto anterior); como consejos para viajar, recetas o recortes de imágenes como la de la foto enmarcada de esta imagen.
Para Anna, era importante tener un buen vestidor; no sólo porque le gusta la moda y ha trabajado muchos años en este sector, sino fundamentalmente porque le gusta tener todo bien organizado. “Durante años he sido muy nómada y los cambios de armario los vivía mal porque tenía que llevar en maletas todo lo que usaba a casa de mi madre”, explica entre risas.
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Quién vive aquí: Anna Alfaro, 33 años, periodista freelance.
Situación: barrio de L’Eixample, Barcelona
Superficie: 70 metros cuadrados
Vídeo: Júlia de Balle
Pese a las paredes derruidas, la distribución “difícil” y los trastos que se acumulaban, Anna, decidió quedarse el piso “por la luz que tenía y porque le vi mucho potencial”, dice.
Donde estaba la cocina y el baño, hoy están el dormitorio y el estudio. Además, Anna trasladó la zona de día al lado que da a la calle. Cambió techos, suelos y paredes, rescató la mayoría de puertas originales de la casa y dejó las vigas en el comedor; reforzadas con unos tirantes, como se puede ver en las fotos.
Anna es de Granollers y vive desde los 18 años en Barcelona, donde estudió psicología y publicidad. Tras vivir en más de 15 pisos diferentes, dice que comprando éste ha ganado en calidad de vida.