Mundo Houzz
Estilos del mundo: Hacer o no hacer la cama, esa es la cuestión
Los lectores de Houzz comparten con nosotros sus hábitos y expertos nos asesoran con sus sabios consejos ante semejante dilema.
Resulta que después de haber sido regañados una y otra vez por haber dejado la cama si hacer, ahora corre por las redes la creencia de que el mayor error es hacerla. ¿Qué hacemos, entonces? ¿De qué modo repercute en tu salud física y mental la decisión de hacer o no hacer la cama? Hemos preguntado a la comunidad internacional de Houzz y consultado a expertos para dar con la respuesta.
Una encuesta realizada a la comunidad de usuarios de Houzz en siete países (Reino Unido, Australia, Alemania, Italia, Francia, España y Rusia) ha revelado que al menos el 60% de los participantes de cada país ahuecan las almohadas y estiran las sábanas todas las mañanas.
Cindy Lemaire, de Houzz Francia, la hace cada mañana. “Hago la cama de manera sistemática nada más levantarse mi marido, ya que él no la hace como a mí me gusta”, comenta. Chris Venter, de Houzz Reino Unido, también está a favor de hacer la cama. “Jamás me iría de casa sin haber hecho antes la cama. A veces, cuando voy tarde, dejo a mi hija en el colegio y vuelvo a casa para hacer la cama y poner el lavavajillas. Después, ya me puedo ir a trabajar. No hay nada peor que llegar a casa después de trabajar y que esté hecha un desastre”.
Cindy y Chris no son los únicos…
Cindy Lemaire, de Houzz Francia, la hace cada mañana. “Hago la cama de manera sistemática nada más levantarse mi marido, ya que él no la hace como a mí me gusta”, comenta. Chris Venter, de Houzz Reino Unido, también está a favor de hacer la cama. “Jamás me iría de casa sin haber hecho antes la cama. A veces, cuando voy tarde, dejo a mi hija en el colegio y vuelvo a casa para hacer la cama y poner el lavavajillas. Después, ya me puedo ir a trabajar. No hay nada peor que llegar a casa después de trabajar y que esté hecha un desastre”.
Cindy y Chris no son los únicos…
Ventajas de hacer la cama: Comenzar el día con buen pie. Ser proactivo por las mañanas se basa en algo profundo y complejo, pues depende básicamente del modo en que nos enfrentamos al mundo en sí. Aquellos que acostumbran a hacer la cama cultivan una actitud proactiva que va más allá de invertir unos minutos en estirar las sábanas.
El escritor Sean Covey defiende en sus libros de autoayuda que “somos aquello que hacemos reiteradamente”. Es mejor desarrollar un buen hábito que uno malo. En su libro, El poder de los hábitos, el escritor Charles Duhigg dice que “hacer la cama cada mañana está correlacionado con una mejor productividad, un mayor sentido del bienestar y una mejor habilidad para cumplir con un presupuesto”. En otras palabras, este hábito podría ser el modo perfecto de fomentar una serie de buenas costumbres.
Descansa a gusto: Claves e ideas para elegir el colchón perfecto
El escritor Sean Covey defiende en sus libros de autoayuda que “somos aquello que hacemos reiteradamente”. Es mejor desarrollar un buen hábito que uno malo. En su libro, El poder de los hábitos, el escritor Charles Duhigg dice que “hacer la cama cada mañana está correlacionado con una mejor productividad, un mayor sentido del bienestar y una mejor habilidad para cumplir con un presupuesto”. En otras palabras, este hábito podría ser el modo perfecto de fomentar una serie de buenas costumbres.
Descansa a gusto: Claves e ideas para elegir el colchón perfecto
Algunas personas, sin embargo, no hacen la cama por obligación, sino por previsión, pues al finalizar el día quieren llegar a casa y encontrarse su hogar limpio y ordenado.
“Yo siempre hago la cama. De hecho, siento lo mismo al ver una cama sin hacer que al ver platos sucios en el fregadero por la noche, pues me gusta que, al levantarme, la cocina esté limpia. De la misma manera, me gusta llegar a casa y que no esté hecha un desastre. Es una cuestión de comodidad. Así yo estoy a gusto”, comenta Liria Su, de Houzz Rusia.
“Por la noche, me gusta ver y disfrutar de una cama hecha, por lo que no me supone ningún esfuerzo hacerla por las mañanas”, comenta Christ Licht & Energie, de Houzz Alemania.
“Yo siempre hago la cama. De hecho, siento lo mismo al ver una cama sin hacer que al ver platos sucios en el fregadero por la noche, pues me gusta que, al levantarme, la cocina esté limpia. De la misma manera, me gusta llegar a casa y que no esté hecha un desastre. Es una cuestión de comodidad. Así yo estoy a gusto”, comenta Liria Su, de Houzz Rusia.
“Por la noche, me gusta ver y disfrutar de una cama hecha, por lo que no me supone ningún esfuerzo hacerla por las mañanas”, comenta Christ Licht & Energie, de Houzz Alemania.
Te ayuda a dormir mejor. Un estudio de la National Sleep Foundation reveló que “los participantes que afirmaban hacer la cama con regularidad solían ser los que declaraban descansar perfectamente la mayoría de las noches”. Sin embargo, es difícil confirmar que la verdadera razón de los dulces sueños sean las sábanas con apenas pliegues, una conciencia tranquila o cualquier otra cosa.
Desventajas de hacer la cama: El factor ácaro. En la otra cara de la moneda se encuentran aquellos que prefieren dejar el edredón en su estado natural y simplemente sacuden las almohadas. La principal razón es que a los ácaros, que se alimentan de la descamación natural de la piel, les encantan los ambientes cálidos.
Desde Houzz Francia, rono_92 aconseja “no hacer la cama, ya que de lo contrario los ácaros permanecerán todo el día en un ambiente cálido y se multiplicarán. Deja la cama con las sábanas hacia atrás todo el día para que el calor se evapore, y hazla por la noche”.
El doctor Stephen Pretlove de la Universidad de Kingston (Londres) argumentó esto mismo hace una década, lo cual continúa constituyendo un debate mediático a día de hoy. “Sabemos que los ácaros solo pueden sobrevivir adquiriendo agua de la atmósfera a través de sus pequeñas glándulas exteriores”, explica. “Algo tan sencillo como dejar la cama sin hacer durante el día puede ayudar a eliminar la humedad de las sábanas y el colchón, por lo que los ácaros se deshidratarán y morirán”.
Desde Houzz Francia, rono_92 aconseja “no hacer la cama, ya que de lo contrario los ácaros permanecerán todo el día en un ambiente cálido y se multiplicarán. Deja la cama con las sábanas hacia atrás todo el día para que el calor se evapore, y hazla por la noche”.
El doctor Stephen Pretlove de la Universidad de Kingston (Londres) argumentó esto mismo hace una década, lo cual continúa constituyendo un debate mediático a día de hoy. “Sabemos que los ácaros solo pueden sobrevivir adquiriendo agua de la atmósfera a través de sus pequeñas glándulas exteriores”, explica. “Algo tan sencillo como dejar la cama sin hacer durante el día puede ayudar a eliminar la humedad de las sábanas y el colchón, por lo que los ácaros se deshidratarán y morirán”.
A medio camino. Entonces, ¿ahora qué? ¿Hay más opciones que sí o no hacerla? “Creo que yo soy algo de los dos”, comenta Irina Bosco, de Houzz Italia. “A veces hago la cama, otras no. Depende del clima, mi estado de ánimo y muchas otras cosas. Eso sí: me gusta que la cama esté fresca, que huela a sábanas limpias. Hasta me doy una ducha antes de acostarme para sentirme lo más limpia posible”.
Art Office, de Rusia, también apoya este enfoque de “sí y no”. “Hago la cama solo durante la semana. Los fines de semana, deberíamos relajarnos y dejarla un poco a su aire”.
Qué opinan los expertos. De acuerdo con la doctora Maree Barnes, presidenta de la asociación del sueño australiana (Australasian Sleep Association), la respuesta a cualquier pregunta sobre el sueño depende de la persona en sí. “No hay ninguna razón real que lleve a pensar que sea necesario hacer la cama todos los días. No obstante, si te ayuda a dormir mejor, entonces deberías hacerla”, comenta.
En cuanto a no hacerla, la doctora Barnes indica que sí es cierto que los ácaros pueden suponer un problema, pero que si les prestas la atención adecuada, puedes estirar las sábanas tanto como gustes. “Los ácaros viven en las partículas de la piel que soltamos, por lo que nuestra cama tiende a acumularlas y es en ellas donde podrían instalarse los ácaros. Sin embargo, si sacudes las sábanas, las mantas y las almohadas todas las mañanas al levantarte, entonces no habrá razón para no poder hacer la cama”, comenta.
Más imágenes de dormitorios aquí
Art Office, de Rusia, también apoya este enfoque de “sí y no”. “Hago la cama solo durante la semana. Los fines de semana, deberíamos relajarnos y dejarla un poco a su aire”.
Qué opinan los expertos. De acuerdo con la doctora Maree Barnes, presidenta de la asociación del sueño australiana (Australasian Sleep Association), la respuesta a cualquier pregunta sobre el sueño depende de la persona en sí. “No hay ninguna razón real que lleve a pensar que sea necesario hacer la cama todos los días. No obstante, si te ayuda a dormir mejor, entonces deberías hacerla”, comenta.
En cuanto a no hacerla, la doctora Barnes indica que sí es cierto que los ácaros pueden suponer un problema, pero que si les prestas la atención adecuada, puedes estirar las sábanas tanto como gustes. “Los ácaros viven en las partículas de la piel que soltamos, por lo que nuestra cama tiende a acumularlas y es en ellas donde podrían instalarse los ácaros. Sin embargo, si sacudes las sábanas, las mantas y las almohadas todas las mañanas al levantarte, entonces no habrá razón para no poder hacer la cama”, comenta.
Más imágenes de dormitorios aquí
Mindy Starns Clark, autora de The House That Cleans Itself, afirma que la decisión debería ser mental y emocional: “Si hacer la cama os hace sentir bien a ti o a los tuyos, te parece que la habitación está más ordenada, te sientes mejor en casa y contigo mismo, etc., entonces debes hacer la cama a diario”, nos cuenta a Houzz. “La mayoría de la gente, entre la que me incluyo, es así. Por otro lado, si hacer la cama no os quita el sueño ni a ti ni a los tuyos, entonces no te preocupes. La vida es corta”.
Así pues, somos libres de hacer lo que nos plazca. No obstante, si queremos mantener las apariencias, Starns aconseja estas dos técnicas para personas perezosas. “Primero, recurre siempre a ropa de cama que no exija mucha maniobra. Por ejemplo, cuanto más gruesos sean el edredón o la manta, más fácil será esconder las arrugas de las sábanas”, explica.
Así pues, somos libres de hacer lo que nos plazca. No obstante, si queremos mantener las apariencias, Starns aconseja estas dos técnicas para personas perezosas. “Primero, recurre siempre a ropa de cama que no exija mucha maniobra. Por ejemplo, cuanto más gruesos sean el edredón o la manta, más fácil será esconder las arrugas de las sábanas”, explica.
“En segundo lugar, asegúrate de que puedes acceder fácilmente a la cama desde tres ángulos”, continúa Starns. “No pegues la cama a la pared. Si no puedes moverte por sus tres ángulos, te resultará más complicado hacerla con regularidad y es probable que pierdas la costumbre”, comenta. Finalmente, si decides no hacer la cama a diario, Starns aconseja que diseñes el dormitorio de tal manera que el cabecero esté en la misma pared que la puerta, de ese modo tu vista se dirigirá a la pared contraria y no prestará atención a la cama.
7 consejos para diseñar un dormitorio perfecto
CUÉNTANOS
¿Haces la cama todos los días? Vota en nuestra encuesta.
7 consejos para diseñar un dormitorio perfecto
CUÉNTANOS
¿Haces la cama todos los días? Vota en nuestra encuesta.
Finalmente, hay quien no duda en salir de casa sin haber hecho la cama y quien tiene la virtud de que sea ésta la primera cosa que hace tras sonar la alarma, convirtiéndolo en su primera tarea del día.
Tanto si te levantas a toda prisa como si te lo tomas con calma, el tema de hacer la cama es más complicado de lo que podrías llegar a pensar. No solo implica sábanas y edredones, sino también ácaros así como buenas y malas costumbres.