Cubiertas vegetales: 7 ventajas de tener un jardín en la azotea
Transforma la azotea en un espacio verde donde disfrutar de un jardín o un huerto. Descubre aquí las ventajas de hacerlo.
¿Sabías que una cubierta ajardinada puede reducir considerablemente el frío en invierno y el calor en verano en el interior del edificio? Instalando un jardín o un huerto en la azotea mejoraremos el confort en nuestra vivienda a la vez que podremos disfrutar de un espacio verde sin salir de casa; un sitio donde cuidar del jardín o enseñar a nuestros hijos a cultivar sus propias frutas y hortalizas. Eso sin contar con los beneficios medioambientales que supone aumentar las zonas verdes en la ciudad. Descubre aquí todas las ventajas de contar con una cubierta vegetal en tu edificio.
En Barcelona ya existe unaordenanza para incorporar cubiertas verdes en todos los edificios municipales de nueva construcción y hay subvenciones para quienes rehabiliten las cubiertas convirtiéndolas en tejados vegetales.
Crea tu propio huerto en casa
Según Jaume Benavente, Showroom Manager del centro especializado en diseño de terrazas y decoración de exteriores Arborètum, “las especies más adecuadas para una cubierta vegetal son aquellas que requieren poco mantenimiento y tienen un crecimiento lento”. Además, se debe tener muy en cuenta la zona climática en la que nos encontremos.
Crea tu propio huerto en casa
Según Jaume Benavente, Showroom Manager del centro especializado en diseño de terrazas y decoración de exteriores Arborètum, “las especies más adecuadas para una cubierta vegetal son aquellas que requieren poco mantenimiento y tienen un crecimiento lento”. Además, se debe tener muy en cuenta la zona climática en la que nos encontremos.
En cuanto a las ventajas de disponer de una cubierta verde, el arquitecto Sebastià Berga Fuster, de Contrafort Arquitectura, enumera las principales.
1. Disminuyen el efecto llamado “isla de calor”, que consiste en el aumento de temperatura que se produce en las zonas urbanas a causa de la edificación, la escasez de espacios verdes o la acumulación de gases contaminantes. Ocurre cuando el hormigón y el asfalto de las ciudades acumula calor durante el día y lo libera por la noche. En ciudades como Madrid, por ejemplo, es habitual que, debido a este fenómeno, se den temperaturas de más de 25 grados en las noches de verano. De hecho, en las ciudades la temperatura es aproximadamente 4ºC más elevada que en las zonas no urbanizadas. Aumentando las zonas verdes en la ciudad, se logra reducir esta diferencia.
1. Disminuyen el efecto llamado “isla de calor”, que consiste en el aumento de temperatura que se produce en las zonas urbanas a causa de la edificación, la escasez de espacios verdes o la acumulación de gases contaminantes. Ocurre cuando el hormigón y el asfalto de las ciudades acumula calor durante el día y lo libera por la noche. En ciudades como Madrid, por ejemplo, es habitual que, debido a este fenómeno, se den temperaturas de más de 25 grados en las noches de verano. De hecho, en las ciudades la temperatura es aproximadamente 4ºC más elevada que en las zonas no urbanizadas. Aumentando las zonas verdes en la ciudad, se logra reducir esta diferencia.
2. Controlan la escorrentía. “Las cubiertas vegetales suelen retener hasta un 90% del agua de lluvia”, afirma Carola Veres, de ZinCo Cubiertas Ecológicas. Una parte de este agua vuelve directamente a su ciclo natural por transpiración y evaporación desde la propia cubierta, evitando de esta forma la saturación de la red de tuberías en las épocas lluviosas y, por tanto, previniendo las inundaciones. El resto del agua desciende por el canalón y se incorpora a la red.
3. La presencia de vegetación en la ciudad reduce los niveles de contaminación. Además, las plantas filtran a través del sustrato el agua de la lluvia, reduciendo así las sustancias nocivas que ésta contiene.
Cohousing: Una forma más sociable, eficiente y sostenible de vivir
3. La presencia de vegetación en la ciudad reduce los niveles de contaminación. Además, las plantas filtran a través del sustrato el agua de la lluvia, reduciendo así las sustancias nocivas que ésta contiene.
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4. Mejoran el aislamiento acústico. Una cubierta vegetal disminuye la reflexión del ruido hasta 3 decibelios, y aumenta el aislamiento hasta en 8 decibelios. En una cubierta convencional las ondas sonoras rebotan, mientras que en una vegetal son absorbidas.
5. Aportan inercia térmica. Un concepto que se refiere a la cantidad de calor que puede conservar un cuerpo y la velocidad con que lo cede o absorbe. Una cubierta vegetal sirve como regulador de la temperatura interna del edificio. Es decir, en verano conserva el frescor y en invierno, el calor.
“Si duda, con este tipo de cubierta se mejora de forma considerable el confort interior del edificio y se genera ahorro energético”, afirma Sebastià Berga Fuster, que realizó uno de los primeros huertos urbanos en cubierta de Mallorca.
Cómo lograr el mejor aislamiento térmico
“Si duda, con este tipo de cubierta se mejora de forma considerable el confort interior del edificio y se genera ahorro energético”, afirma Sebastià Berga Fuster, que realizó uno de los primeros huertos urbanos en cubierta de Mallorca.
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6. Aíslan de los campos electromagnéticos. Se trata de una preocupación creciente en las ciudades por el aumento de antenas de telefonía móvil en las cubiertas. La tierra “cruda”, es decir, el sustrato de la cubierta verde, actúa como absorbente de campos eléctricos y electromagnéticos, impidiendo que entren en nuestra vivienda.
7. Alargan la vida útil de la impermeabilización de la cubierta, cuyo envejecimiento está provocado por los cambios bruscos de temperatura, que hacen que el material impermeabilizante pierda elasticidad, se formen grietas y haya fugas. Una cubierta de teja cerámica puede alcanzar los 60ºC en verano; mientras que una cubierta verde no supera los 35º.
¿Y TÚ?
¿Qué te parece este artículo? ¿Conocías las ventajas de las cubiertas ajardinadas?
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Las claves para el buen funcionamiento de una cubierta verde son tres: laimpermeabilización, el drenaje y la evacuación del agua de regadío, y la adecuación de la estructura al peso que puede soportar la edificación.