Exteriores zen: Claves para conseguir ambientes que reflejen equilibrio
Inspírate en esta filosofía para configurar jardines y terrazas donde restablecer la paz y armonía mermadas por el ritmo de vida actual.
Habitar espacios armónicos se ha convertido en todo un reto en la sociedad actual, con un estilo de vida abrumador que a menudo genera estrés y otras enfermedades. Al disminuir la velocidad y entrar en contacto con nuestros sentimientos y sensaciones se puede llegar a encontrar el ansiado equilibrio, el cual es parte medular en la vida de los seres humanos y su convivencia con la naturaleza. Aquí tienes 10 consejos para que tus exteriores, jardines, terrazas o patios, se conviertan en lugares domésticos que establezcan unos hábitos y una manera de vivir más saludables y armónicos para la mente y el cuerpo.
La entrada principal. La acción de introducirse en la vivienda es desde tiempos ancestrales como un ritual, ya que el umbral sugiere la separación entre los planos exterior e interior, dando la bienvenida al visitante además de dejar entrar la energía. Una gran puerta denota un gesto amable y cordial de recibimiento, además de una entrada generosa para la positividad en el día a día.
Pasillos con buena energía. Muchas veces se tiene la posibilidad de tener corredores o pasillos de acceso, antes de llegar a la puerta de entrada principal de la casa. Estas áreas deben de estar bien iluminadas y contar con vegetación y detalles naturales que optimicen la circulación energética.
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Espacios de transición. La existencia de estos pasillos distribuidores en terrazas y jardines proveen de una experiencia de recepción muy interesante, ya que hacen posible un intersticio que no es dentro ni fuera, sino una combinación de ambos. Dales valor y cuida su estética, como lo haces con el resto de espacios de la casa.
Jardines benefactores. Por motivos de sostenibilidad, entre otros, utilizar lo menos posible cualquier tipo de sistema de aire acondicionado activo resulta muy beneficioso. Para ello, tener “espejos de agua” en forma de piscina o pequeño estanque, orientados de manera que la brisa produzca un efecto de enfriamiento en el interior, mejora el confort térmico. Asimismo, tener un jardín en casa produce efectos positivos física, visual, emocional y espiritualmente, fomentando la contemplación.
Mantén tu casa fresca sin recurrir al aire acondicionado
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Favorece la convivencia. Los espacios armónicos por defecto fomentan la convivencia, ya que la capacidad social está presente de una forma innata en ellos. Las áreas de transición entre exterior e interior son lugares potenciales para estimular actividades sociales y de ocio que busquen una verdadera relación armónica, alejada del trajín diario. Así pues, hacerlas en cierto modo habitables, como en el caso de la fotografía, conllevará grandes beneficios.
Continuidad espacial. La conexión entre el espacio interior y el exterior estimula fuertemente los lazos familiares y sociales, además de ofrecer la posibilidad de transformar el ambiente, según sea la ocasión, mediante la reubicación del mobiliario. Al democratizar el espacio de esta manera, también se logra un sentido de igualdad y armonía que permite un mejor desarrollo individual y grupal.
La continuidad, la igualdad y creer en el ciclo espiritual son principios muy potentes e invisibles que rigen nuestro mundo, sintetizándose en la idea de que las buenas intenciones y acciones contribuyen a un futuro feliz.
Un salón zen: 10 consejos profesionales para un espacio en armonía
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El (buen) diseño del paisaje. El diseño de espacios exteriores está muy vinculado a la cultura asiática, en especial en el caso de los tradicionales jardines zen. Esa misma esencia se puede proyectar mediante un jardín donde los elementos de la vegetación se localicen alrededor de una plataforma, que habrá de ser el punto central donde la familia y sus visitas disfruten el mayor tiempo de su ocio.
Cambios de nivel. Aprovechando las limitaciones espaciales que tenemos en las viviendas actuales, la presencia de distintos niveles estimula una dinámica diferente, donde se pueden generar puntos de encuentro y de relajación, imprimiéndole una interesante personalidad propia. Estos desniveles funcionarían como una metáfora de los diferentes planos que tiene la vida misma.
Potenciar los espacios pequeños. Cuando nuestros exteriores son reducidos o encajonados, existen diversas estrategias para poder optimizar el efecto de cada recurso de diseño. Se podría pensar que debería ser a la inversa, sin embargo, en este caso, se recomienda aplicar un esquema de diseño que ocupe la totalidad del espacio que tengamos disponible, de modo que se pueda sacar el mayor provecho posible de él. Incluir recursos como macetas verticales, bancadas y detalles en piedra, nos puede permitir maximizar el jardín además de obtener una experiencia integral.
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Terrazas con alma. Cuando se vive en un piso es más complicado tener esta conexión con un área verde. Sin embargo, en pequeñas terrazas o balcones se puede disfrutar también de jardines verticales o grandes macetas que favorezcan el contacto con la naturaleza. En estos ámbitos, el mobiliario debe ser lo más sutil y cómodo posible, con el objetivo de poder pasar tiempo de calidad a solas o acompañados por la familia y amigos.
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¿Cuál de estos consejos implementarías en tu casa? Comparte tu opinión con nosotros en la sección de comentarios.
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