Casas Houzz: La reforma exprés de un piso de 39 m² en Valencia
Un pequeño piso en el casco viejo de Valencia se transforma en un espacio acogedor y funcional en solo cuatro semanas.
El periodista Ching Wang, que vive a caballo entre Valencia y Hong Kong, necesitaba un hogar en el que establecerse durante las temporadas que pasa en España junto a su mujer, que también viaja mucho por trabajo. Enamorados del Mediterráneo y del casco viejo de Valencia, encontraron un coqueto apartamento en la Plaza del Pilar. Con un presupuesto reducido para reformar estos 39 metros cuadrados, la pareja quería un hogar luminoso con espacio de almacenaje y que las obras estuvieran terminadas de dos meses. Para conseguir hacer realidad ese pequeño milagro, Wang recurrió al ‘Directorio de profesionales de Houzz’, donde ha encontrado al estudio que ha llevado a cabo el proyecto de principio a fin.
De esta forma, una de las claves de esta rehabilitación integral es la recuperación de las paredes de fábrica de ladrillo visto, el techo con sus vigas originales de madera con revoltón (en la imagen), además de los azulejos decorativos y carpinterías.
En la imagen, el periodista Ching Wang disfrutando de las vistas desde su balcón sobre la Plaza del Pilar, uno de los puntos de reunión durante las Fallas de Valencia.
En la imagen, el periodista Ching Wang disfrutando de las vistas desde su balcón sobre la Plaza del Pilar, uno de los puntos de reunión durante las Fallas de Valencia.
“Originalmente, el piso había sufrido una reforma anterior que no había tenido en cuenta la entrada de luz natural. Era oscuro y con las estancias muy reducidas, sin apenas espacio ni siquiera para colocar la cama”, añade Belén López, la otra mitad del estudio de arquitectura responsable del interesante proyecto, añadiendo que se eliminaron los tabiques para permitir la entrada de luz natural.
Para conseguir una zona social despejada, la cama está sobre un altillo. “Los techos tienen una altura total de 3,30 m, por lo que pudimos sacarle al altillo 1,30 m de altura”. La zona de noche se comunica con el salón –y con la luz natural– gracias a una estantería a medida de cubos sin fondo, diseñada expresamente para el proyecto (en la imagen, arriba).
Uno de los mayores retos de esta reforma era lograr transmitir amplitud en apenas 39 metros cuadrados. Los aliados han sido la luz natural y el espejos en una de las puertas del armario (en la imagen, al fondo a la derecha) que aporta profundidad al espacio.
¿Podrías vivir en un piso tan pequeño? Conoce el movimiento “Tiny House”
Uno de los mayores retos de esta reforma era lograr transmitir amplitud en apenas 39 metros cuadrados. Los aliados han sido la luz natural y el espejos en una de las puertas del armario (en la imagen, al fondo a la derecha) que aporta profundidad al espacio.
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La fachada de la casa tiene orientación sur, de ahí que la zona de día tenga más luz durante todo el año. La cocina, en la imagen, es un sencillo office que se integró desde el inicio en el proyecto y que se completa con una mesa y sillas estilo Eames. A la izquierda del frigorífico, la entrada principal a la casa.
Debido a las escasas dimensiones de la casa, fue imposible lograr la ventilación cruzada, por lo que toda la vivienda se vuelca hacia el sur.
Debido a las escasas dimensiones de la casa, fue imposible lograr la ventilación cruzada, por lo que toda la vivienda se vuelca hacia el sur.
Preocupados por el medio ambiente, los propietarios optaron por una paleta reducida de materiales naturales, como el pavimento de madera, pinturas ecológicas y barnices no abrasivos. “Ching Wang pidió mínimo impacto medioambiental”, insiste Marta Guillén. El resultado final salta a la vista: sencillo, luminoso, funcional y acogedor.
El mobiliario es ajustado y de bajo coste debido al presupuesto que se manejaba en el proyecto. “Intentamos que la mayor parte fuera de obra y estuviese incluido en la reforma. En realidad, hubo que comprar muy pocas cosas, tan solo la mesa, las sillas y el sofá”, dice Marta Guillén.
Mira esta reforma también en Valencia con escaso presupuesto
El mobiliario es ajustado y de bajo coste debido al presupuesto que se manejaba en el proyecto. “Intentamos que la mayor parte fuera de obra y estuviese incluido en la reforma. En realidad, hubo que comprar muy pocas cosas, tan solo la mesa, las sillas y el sofá”, dice Marta Guillén.
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El baño se mantiene en la ubicación original, frente a las escaleras que suben a la cama (imagen anterior) y a la izquierda de la entrada a la casa. “Tuvimos la suerte de no tener que alterar las bajantes, lo que habría complicado y alargado la obra”, dice Marta.
Una de las soluciones constructivas más sorprendentes es el aprovechamiento que se hace de la parte baja del altillo, que vemos aquí en una imagen tomada desde el baño.
Para subir hasta la cama hay unas escaleras que bordean la ventana –sin interrumpir la entrada de luz– y esconden pequeños armarios en su interior (en la imagen). Bajo el dormitorio hay otro armario que hace las veces de maletero y vestidor. En el espacio libre, vemos un enorme puf donde leer y relajarse. Además, este espacio puede utilizarse como habitación improvisada de invitados colocando un sofá-cama.
Una de las soluciones constructivas más sorprendentes es el aprovechamiento que se hace de la parte baja del altillo, que vemos aquí en una imagen tomada desde el baño.
Para subir hasta la cama hay unas escaleras que bordean la ventana –sin interrumpir la entrada de luz– y esconden pequeños armarios en su interior (en la imagen). Bajo el dormitorio hay otro armario que hace las veces de maletero y vestidor. En el espacio libre, vemos un enorme puf donde leer y relajarse. Además, este espacio puede utilizarse como habitación improvisada de invitados colocando un sofá-cama.
“Para nosotras lo importante del proyecto fue poder satisfacer las necesidades del propietario y transmitir esa esencia del barrio del Carmen de Valencia; ese poso histórico de sus edificios mediante la recuperación de los elementos arquitectónicos originales”, añade Belén.
Más casas en la sección ‘Casas Houzz’ de la Revista Houzz España
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Quién vive aquí: Ching Wang, periodista, y su mujer
Situación: Barrio del Carmen, Valencia
Superficie: 39 metros cuadrados
Proyecto: Marta Guillén y Belén López, de Studio Transparente
Fotografía: Primicia Studio
El piso se encuentra en la tercera planta de un edificio con 300 años de antigüedad que albergaba talleres para trabajar la seda. “Quisimos recuperar la esencia de la arquitectura de la época, poniendo en valor los elementos tradicionales de la vivienda”, aclara Marta Guillén, del estudio Studio Transparente.
Por su parte, el dueño tuvo claro desde el principio que lo que quería era una vivienda muy funcional, donde guardar los objetos y maletas con las que habitualmente viaja, y que conservara los detalles característicos de la arquitectura valenciana que tanto admira.