¡Vaya cambio! La terapéutica reforma de una buhardilla en Madrid
Amplitud, almacenaje y luz: tres ingredientes han devuelto a un periodista el buen humor y las ganas de estar en casa.
Bea González
18 de octubre de 2021
Redactora en Houzz y periodista apasionada del diseño y de la arquitectura.
Fue a finales de 2020, en medio de la pandemia, cuando Manuel Cuéllar, un periodista amante del rock y de la ópera, se animó a hacer una reforma integral de su buhardilla en el centro de Madrid, un espacio al que, según dice, le había cogido manía.
“Yo veía mi casa como una inversión, pero no me gustaba estar en ella. En invierno hacía mucho frío; en verano, demasiado calor. Además, como no tenía armarios había de todo por todas partes”, cuenta Cuéllar. Dentro de ese ‘todo’ había, por ejemplo, cientos de libros y hasta 3.000 cedés que ha donado tras la reforma. Reforma aparte, el gran reto de este proyecto que firma el arquitecto Gonzalo Pardo ha consistido en devolverle al dueño la ilusión por vivir de nuevo en su buhardilla de 30 m².
“Yo veía mi casa como una inversión, pero no me gustaba estar en ella. En invierno hacía mucho frío; en verano, demasiado calor. Además, como no tenía armarios había de todo por todas partes”, cuenta Cuéllar. Dentro de ese ‘todo’ había, por ejemplo, cientos de libros y hasta 3.000 cedés que ha donado tras la reforma. Reforma aparte, el gran reto de este proyecto que firma el arquitecto Gonzalo Pardo ha consistido en devolverle al dueño la ilusión por vivir de nuevo en su buhardilla de 30 m².
De un vistazo
Quién vive aquí: Manuel Cuéllar, periodista
Situación: Lavapiés, Madrid
Superficie: 30 metros cuadrados
Proyecto: gon architects
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)
“A Gonzalo solo le pedí no pasar frío ni calor… y que diera forma a un espacio optimista”, dice el propietario, a quien vemos en la imagen en la zona de comedor frente a la terraza. Con un suelo que recuerda al de una piscina, y tanta luz que el dueño reconoce que dan ganas de ponerse unas gafas de sol, esta buhardilla insufla energía positiva a cualquiera que entra.
“No soy de grandes celebraciones. A esto se suma la pandemia…, pero los pocos y escogidos amigos que ya han venido [Manuel estrenó la buhardilla a principios de junio de 2021] me han dado la enhorabuena porque me conocen bien y saben que tras la reforma me ha cambiado el humor… para bien. Ha tenido un efecto sanador”, confiesa.
Quién vive aquí: Manuel Cuéllar, periodista
Situación: Lavapiés, Madrid
Superficie: 30 metros cuadrados
Proyecto: gon architects
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)
“A Gonzalo solo le pedí no pasar frío ni calor… y que diera forma a un espacio optimista”, dice el propietario, a quien vemos en la imagen en la zona de comedor frente a la terraza. Con un suelo que recuerda al de una piscina, y tanta luz que el dueño reconoce que dan ganas de ponerse unas gafas de sol, esta buhardilla insufla energía positiva a cualquiera que entra.
“No soy de grandes celebraciones. A esto se suma la pandemia…, pero los pocos y escogidos amigos que ya han venido [Manuel estrenó la buhardilla a principios de junio de 2021] me han dado la enhorabuena porque me conocen bien y saben que tras la reforma me ha cambiado el humor… para bien. Ha tenido un efecto sanador”, confiesa.
ANTES: desde que en 1993 Manuel comprara y se mudara a esta buhardilla en Lavapiés, la configuración del espacio no se había tocado. En la imagen vemos un lugar sombrío de techo inclinado con vigas de madera vistas. La casa tenía un salón-cocina-comedor, un cuarto de baño y un dormitorio independientes. También había una terraza semioculta e infrautilizada.
Pero el mayor problema era la ausencia de armarios. “Efectivamente, el almacenaje era una prioridad. Y el éxito del proyecto es exactamente eso. No es el suelo continuo ni el color azul, sino un almacenaje bien planteado: un muro con armarios y revestido con espejo para duplicar el espacio”, cuenta el arquitecto. Lo vemos a continuación…
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Pero el mayor problema era la ausencia de armarios. “Efectivamente, el almacenaje era una prioridad. Y el éxito del proyecto es exactamente eso. No es el suelo continuo ni el color azul, sino un almacenaje bien planteado: un muro con armarios y revestido con espejo para duplicar el espacio”, cuenta el arquitecto. Lo vemos a continuación…
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DESPUÉS: “Cuando llegamos tuvimos claro qué había que hacer. Se resume en tres palabras: demoler, perforar y equipar. Así, eliminamos un muro de carga entre el dormitorio/terraza y el salón/cocina/comedor para generar unidad. Además, hicimos nuevas perforaciones en la cubierta para introducir la mayor cantidad de luz natural posible; y se equipa el perímetro de la casa con un nuevo sistema de almacenaje de suelo a techo, cubriéndolo con espejos para hacerlo desaparecer, además de otros armarios junto a la cama. ¡Ahora tiene espacio para guardar todo lo que quiera… el resto de su vida!”, comparte Pardo.
El peculiar suelo de poliuretano (“de garaje y con vida propia”, según cuenta Cuéllar porque dice que el uso va dejando una bonita huella en él), se ha pintado azul Klein, algo que contribuye a difuminar la frontera interior-exterior.
“Cuando tiramos el muro y recuperamos la terraza se necesitaban gafas de sol dentro de la casa. Además, estaba la pared de espejos que también reflejaba la luz. Por eso elegimos el azul, para bajar la intensidad de la luz en el espacio. Además el azul se asocia al mar Mediterráneo, a una vida hedonista y cómoda, adjetivos intrínsecos a una casa de playa… en una ciudad que no la tiene”, reflexiona Pardo.
Lámpara Open: Aromas del Campo
Descubre la casa en Madrid de Gonzalo Pardo, arquitecto responsable de esta buhardilla
“Cuando tiramos el muro y recuperamos la terraza se necesitaban gafas de sol dentro de la casa. Además, estaba la pared de espejos que también reflejaba la luz. Por eso elegimos el azul, para bajar la intensidad de la luz en el espacio. Además el azul se asocia al mar Mediterráneo, a una vida hedonista y cómoda, adjetivos intrínsecos a una casa de playa… en una ciudad que no la tiene”, reflexiona Pardo.
Lámpara Open: Aromas del Campo
Descubre la casa en Madrid de Gonzalo Pardo, arquitecto responsable de esta buhardilla
La terraza es ahora una habitación más. Hay un banco de cerámica en el que Manuel suele sentarse a leer, a tomar el aire y a escuchar música… pero ya no en cedé. “Ahora tengo unos altavoces que pareo en estéreo y que manejo con el móvil. Como la buhardilla está muy bien aislada e insonorizada puedo poner la música a tope…”, cuenta quien llegó a ver, siendo menor de edad, a los míticos Supertramp en su gira de separación.
“De mi pasión por el rock tiene la culpa mi hermano mayor. Con la edad cambié hacia la clásica –mi madre escuchaba Radio Clásica todo el día. Si la primera ópera que ves es buena y te engancha, ya estarás atrapado toda la vida. ¡Es como las redes sociales de adictivo! Para mí la ópera es una válvula de escape, como un viaje a otra dimensión”, dice Cuéllar.
“De mi pasión por el rock tiene la culpa mi hermano mayor. Con la edad cambié hacia la clásica –mi madre escuchaba Radio Clásica todo el día. Si la primera ópera que ves es buena y te engancha, ya estarás atrapado toda la vida. ¡Es como las redes sociales de adictivo! Para mí la ópera es una válvula de escape, como un viaje a otra dimensión”, dice Cuéllar.
Precisamente, la pasión por la ópera de su cliente ha sido inspiración en el proyecto. Hablamos de la pared de espejos que esconde el almacenaje de toda la casa y parte de los electrodomésticos de la zona de cocina, una solución arriesgada y efectista. Además, se han colocado unas cortinas a modo de telón.
“Efectivamente, con este proyecto queríamos construir una narrativa que fuera como una escenografía: en muchas obras de ópera se usan espejos para duplicar el espacio. Y la cortina sirve para modificar la cantidad de luz (y de reflejos)”, explica Pardo.
“Efectivamente, con este proyecto queríamos construir una narrativa que fuera como una escenografía: en muchas obras de ópera se usan espejos para duplicar el espacio. Y la cortina sirve para modificar la cantidad de luz (y de reflejos)”, explica Pardo.
“Las dos cortinas sirven para domar la luz que entra en casa y para separar usos. Por ejemplo, cuando me tumbo en la cama para ver la tele puedo correr las cortinas para no tener el fondo de espejos. De hecho, correr la cortina es como estar en el cine”, cuenta el propietario.
Sillón Linnebäck: Ikea. Módulos-mesa Componibili en rojo y blanco: Kartell
Sillón Linnebäck: Ikea. Módulos-mesa Componibili en rojo y blanco: Kartell
La cama se ubica en un espacio lacado en gris marengo desde el que, en posición horizontal, se puede mirar el cielo de Madrid. “Antes, el poco tiempo que pasaba aquí sentía que estaba aislado de la ciudad. Ahora tengo relación con el cielo y los tejados de Madrid”, dice el dueño.
En el cabecero destacan tres franjas de leds de distintas longitudes que son un homenaje al artista estadounidense Dan Flavin (1933-1996). “En principio, la idea era colocar un neón, pero no encontramos el que queríamos y Manuel propuso esa idea y estos colores”, dice el arquitecto.
► Encuentra inspiración entre miles de fotos de casas de los profesionales de Houzz
En el cabecero destacan tres franjas de leds de distintas longitudes que son un homenaje al artista estadounidense Dan Flavin (1933-1996). “En principio, la idea era colocar un neón, pero no encontramos el que queríamos y Manuel propuso esa idea y estos colores”, dice el arquitecto.
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“En los últimos años nos han llegado al estudio muchos proyectos de espacios pequeños. Lo que aprendes de cada uno de ellos es que siempre se le puede dar una vuelta a lo que ves en un principio. Es un gran reto dar soluciones en estos casos y poder crear espacios domésticos dignos: ese es el objetivo siempre”, apunta Pardo.
Otros profesionales que han participado en el proyecto:
Equipo: Carol Pierina Linares, María Cecilia Cordero, Iván Rando, Cristina Ramírez, Kostís Toulgaridis
Construcción: Sistemas de Ingeniería y Obras s.l.
Carpintería: Cortizo, Velux
Carpintería de madera: Muebles D’vinci s.l.
Cortinas: Rabadán s.a.
Iluminación: Oliva Iluminación s.a.
¿Y A TI?
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Otros profesionales que han participado en el proyecto:
Equipo: Carol Pierina Linares, María Cecilia Cordero, Iván Rando, Cristina Ramírez, Kostís Toulgaridis
Construcción: Sistemas de Ingeniería y Obras s.l.
Carpintería: Cortizo, Velux
Carpintería de madera: Muebles D’vinci s.l.
Cortinas: Rabadán s.a.
Iluminación: Oliva Iluminación s.a.
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No está mal
Como siempre, gon architects hace un uso fenomenal del espacio, de manera moderna y fresca. Se le dan bien los áticos!
Estoy de acuerdo con Roberto Castro. Para mí, lo único que falta es un pequeño sofá en vez de la butaca y quizás algo de vegetación en la terraza, que seguro quitará el exceso de calor/luz del verano!
Recuperar la terraza es todo un acierto. El suelo también hace que sea una buhardilla muy original.👍🏽