Casas Houzz: Un loft de 28 metros cuadrados articulado por una escalera
Las reducidas dimensiones de esta vivienda fueron un gran reto para los autores de la reforma. Eso sí, su doble altura supuso un desahogo.
Gracias a la disposición de una escalera central resuelta como elemento multifuncional, el estudio Beriot, Bernardini Arquitectos consigue dar forma y equipar completamente este pequeño loft de 28 metros cuadrados. Una vivienda para una pareja en el barrio popular de Lavapiés que cuenta con todos los elementos esenciales distribuidos en una planta principal y un altillo.
Este hecho les sugiere la posibilidad de crear una construcción vertical, a modo de “montaña”, para aprovechar al centímetro el espacio tan reducido: una de las características de los proyectos de Beriot, Bernardini Arquitectos.
A partir de una gran pieza principal, alrededor de la que todo gira y se distribuye, se introducen los elementos funcionales; ajustando milimétricamente cada uno de los ambientes. Para ello se utilizan todo tipo de recursos, como altillos que funcionan como dormitorios, bloques de cocina y almacenamiento, etc.
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A partir de una gran pieza principal, alrededor de la que todo gira y se distribuye, se introducen los elementos funcionales; ajustando milimétricamente cada uno de los ambientes. Para ello se utilizan todo tipo de recursos, como altillos que funcionan como dormitorios, bloques de cocina y almacenamiento, etc.
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La escalera sirve también como elemento de almacenaje y armario, por un lado, y pieza que se utiliza para separar visualmente la cocina del acceso a la vivienda, por otro. “Los peldaños se diseñaron especialmente anchos y cómodos para permitir que el perro del propietario pudiera acceder al dormitorio sin ningún tipo de ayuda”, concretan.
Gracias a la estudiada solución a partir de la que se crea el altillo, y aprovechando la doble altura, se puede ubicar el dormitorio en su interior, que puede aislarse o mantenerse abierto al espacio principal mediante una puerta corredera. A ambos lados, aprovechando los huecos existentes, se crean dos zonas de almacenaje.
Altillos: Aprovecha la altura para obtener esos metros que te faltan
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Adicionalmente, se habilita una zona de estudio ubicada en la parte del altillo, con una mesa que se extiende sobre el nivel inferior, utilizando uno de los peldaños como asiento improvisado. “El cliente es el centro del proyecto, ya que se trata del beneficiario de todo lo que diseñamos. Resulta fundamental para nosotros poder imaginarle habitando en el espacio”, comenta Miguel Bernardini.
El espacio destinado a la cocina se acomoda en una estructura en forma de marco del mismo tipo de madera que la escalera. La campana se oculta bajo los módulos altos. En la configuración de los inferiores encontramos un horno y microondas dispuestos de forma contigua.
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Frente a la cocina, en la planta baja, se coloca otra mesa que se prolonga desde uno de los peldaños, acompañada por dos taburetes que pueden ocultarse bajo esta pieza para conformar el comedor, integrado en la escalera.
El resultado es una vivienda que no agobia gracias a espacios abiertos e integrados entre sí, exceptuando el baño, situado justo debajo del altillo. Esta es la única estancia que permanece oculta tras una puerta.
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Quién vive aquí: Diego y Lydia, que trabajan en el sector hotelero
Situación: Lavapiés, Madrid
Superficie: 28 metros cuadrados
Arquitectos: Miguel Bernardini Asenjo y Aurelie Beriot de Beriot, Bernardini Arquitectos
Colaborador: Jorge Consuegra
Dato curioso: Es una vivienda de un tamaño muy reducido. La escalera tenía que permitir que el perro de los propietarios pudiese acceder al dormitorio sin ayuda. Además, debía servir de asiento para la zona de comedor en la planta baja y de estudio en el altillo.
Fotos: Yen Chen
El estudio de arquitectura Beriot, Bernardini Arquitectos recibió el encargo de proyectar una vivienda para dos personas en un espacio de tan solo 28 metros cuadrados. Un auténtico reto para los arquitectos, especializados en construir y diseñar apartamentos de tamaño muy reducido.
Miguel Bernardini Asenjo y Aurelie Beriot, los arquitectos responsables, en colaboración con Jorge Consuegra, se propusieron convertir la vivienda en un esquema que distorsione su escala real. “La petición del cliente de plantear una escalera para acceder al pequeño altillo, en el que se distribuye el dormitorio, marca la pauta que define el resto del proyecto”, puntualiza el equipo de Beriot, Bernardini Arquitectos.