Antes y después
Antes y después: Un dúplex geométrico en el centro del Raval
Dos ruinosas viviendas situadas una sobre la otra han quedado ahora unidas mediante dos cubos.
Raúl Sánchez, arquitecto encargado de la reforma, ya conocía a su clienta de otro trabajo y sabía de su espíritu creativo. Por eso, no le dio miedo proponerle insertar dos cubos de color amarillo para unir los dos pisos que estaban reformando. Uno de ellos contendría la escalera; el otro, el dormitorio. Además de estas dos sorprendentes piezas, en la planta baja de la casa había tres originales pinturas murales que se han restaurado.
ANTES: Las viviendas estaban abandonadas. “Había plaga de palomas y de termitas. Como ya nos conocíamos, ninguno de los dos se asustó, todo lo contrario: cuanto más destrozado está el lugar, más libertad de trabajo tienes porque hay menos a lo que agarrarte. No había nada que rescatar”, rememora Raúl.
Las obras duraron tres meses. La intervención estructural exigió una alta precisión en la situación de los cuadrados centrales y en el corte preciso de las vigas de madera existentes, para abrir los huecos y dobles alturas.
Las obras duraron tres meses. La intervención estructural exigió una alta precisión en la situación de los cuadrados centrales y en el corte preciso de las vigas de madera existentes, para abrir los huecos y dobles alturas.
DESPUÉS: Se ha conservado el techo original, de viga de madera y bóveda catalana, pero reforzado y pintado de blanco. La altura libre en esta planta no es mucha –2,20 metros–, de ahí que no se haya puesto falso techo para incrustar focos de iluminación. “Hemos puesto unos led en el perímetro de los cubos; también, hay flexos de pared y algunos apliques. En planta baja sí hay falso techo con focos”, aclara Raúl.
Para la cocina se encargaron muebles a medida a un carpintero. “Se buscó un diseño muy geométrico y simétrico; tuvimos la suerte que en origen ya había un nicho en la estructura donde incrustar el frigorífico”, cuenta Raúl.
Sorprende en estos tiempos una reforma sin isla: “este proyecto requería que no hubiera nada que molestara los cubos, auténticos protagonistas. La dueña es belga, no tiene cultura de pasar mucho tiempo en la cocina, así que le gustaba una completa pero reducida”.
Mesa Copenhague CPH20 de robe y sillas, también de roble, de HAY
Para la cocina se encargaron muebles a medida a un carpintero. “Se buscó un diseño muy geométrico y simétrico; tuvimos la suerte que en origen ya había un nicho en la estructura donde incrustar el frigorífico”, cuenta Raúl.
Sorprende en estos tiempos una reforma sin isla: “este proyecto requería que no hubiera nada que molestara los cubos, auténticos protagonistas. La dueña es belga, no tiene cultura de pasar mucho tiempo en la cocina, así que le gustaba una completa pero reducida”.
Mesa Copenhague CPH20 de robe y sillas, también de roble, de HAY
El dúplex está equipado con calefacción por suelo radiante. En la imagen, en la zona de cocina-comedor, el forjado de la planta superior se interrumpe antes de llegar a la fachada, para tocarla mediante un suelo acristalado, que comunica visualmente ambas plantas.
Suelo radiante: La climatización invisible contada por tres expertos
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Los “potencia”, como dice Raúl, de los cubos también se materializa en sus colores: dorado por fuera, negro por dentro. El revestimiento es pintura brillante mezclada con polvo de oro que hizo la propia dueña: “Elegimos dorado como esas pinturas góticas con pan de oro, dándole a los cubos ese aura casi sagrado; alrededor de ellos todo es blanco (microcementos en los suelos y pinturas), para que destaquen aún más”, cuenta Raúl.
En la imagen, el cubo que contiene la cama y que desemboca en el baño; la estructura del interior son tableros de USB pintados de negro. “Dentro de los cubos es como estar dentro de su entrañas, entras dentro de otro mundo y pierdes la noción del mundo de fuera…”, sugiere el arquitecto.
En la imagen, el cubo que contiene la cama y que desemboca en el baño; la estructura del interior son tableros de USB pintados de negro. “Dentro de los cubos es como estar dentro de su entrañas, entras dentro de otro mundo y pierdes la noción del mundo de fuera…”, sugiere el arquitecto.
Lámparas JWDA de hormigón, de Menu; perchero Sciangai, de Zanotta
El cuarto de baño en suite de la planta de arriba es el recinto más aislado y privado de la casa.
La escalera está encerrada en uno de los volúmenes: “su trazado en espiral persigue desorientar”, dice el arquitecto.
Una escalera pintada de negro y dentro de un cubo negro podría generar dudas; no, en este caso.
“La escalera es cómoda y está bien iluminada, únicamente rompe lo convencional”, dice Raúl: “la arquitectura tiene que ser práctica. Tengo clientes de todo tipo, más o menos conservadores, pero nuestra labor es deshacer las convenciones y proponer cosas adaptadas a su vida. Por ejemplo, yo las paredes las pongo al final; a mis clientes les pregunto por su estilo de vida y, a partir de ahí, saco los espacios. Diana es creativa, de manera que tiene sentido una planta baja de uso difuso, que pueda utilizarse como taller de pintura, por ejemplo”, dice Raúl.
Iluminación: 10 consejos que darán un cambio radical a tu escalera
“La escalera es cómoda y está bien iluminada, únicamente rompe lo convencional”, dice Raúl: “la arquitectura tiene que ser práctica. Tengo clientes de todo tipo, más o menos conservadores, pero nuestra labor es deshacer las convenciones y proponer cosas adaptadas a su vida. Por ejemplo, yo las paredes las pongo al final; a mis clientes les pregunto por su estilo de vida y, a partir de ahí, saco los espacios. Diana es creativa, de manera que tiene sentido una planta baja de uso difuso, que pueda utilizarse como taller de pintura, por ejemplo”, dice Raúl.
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En la imagen, el office en planta baja
ANTES: Cuando la dueña visitó las viviendas, quedó sorprendida con tres pinturas en muy mal estado que había en las paredes de la planta baja; cuentan todo el proceso del cacao desde la cosecha hasta su comercialización. Casualmente, el nombre del diminuto pueblo brasileño donde aún vive la hermana de Diana aparecía en los murales, así que pensó que era una señal y que tenía que quedarse el piso. “Las pinturas son muy figurativas, es un contrapunto muy bonito en el interior de la casa; ella misma las restauró”, acompaña el arquitecto.
DESPUÉS: “Cuando terminamos la reforma, un amigo vino y me preguntó si los murales no eran de Flavio Morais, artista brasileño que vive en Barcelona. Le escribí y resulta que en los 90 tenía su taller aquí e hizo estos murales como una prueba a escala 1/1 de unos que pintó a gran tamaño en una cafetería en Valencia y que aún están. Hace un mes quedamos y nos conocimos; ahora somos amigos”, cuenta Raúl.
La planta inferior da a un pequeño patio; las puertas son correderas.
Cama de día Napper, de Soft Line; lámpara Cesta de Santa & Cole
Cama de día Napper, de Soft Line; lámpara Cesta de Santa & Cole
Los muebles se eligieron únicamente para la sesión de fotos: “Eran necesarios para mostrar la casa; si no, podría parecer una galería o un museo, porque el proyecto solo se entiende con muebles. Se han colocado simétricos a cada lado de los planos de los cubos”, dice Raúl.
Sillas Mariposa BKF, de Isist; alfombra Losanges I, de Nanimarquina; mesa de Sancal
Sillas Mariposa BKF, de Isist; alfombra Losanges I, de Nanimarquina; mesa de Sancal
En la imagen, la ducha de la planta baja
Los marcos de las puertas, todas de vidrio, y huecos son, o bien de latón, o bien de acero negro, en función del espacio al que dan acceso; bisagras y tiradores son igualmente de latón o cromadas.
Otra curiosidad que demuestra que estamos ante un proyecto conceptual es que luces, pomos de puertas, rociadores de las duchas y sumideros reproducen el giro de 45º respecto a la superficie donde se insertan, igual que los dos cubos.
Más reformas increíbles en la sección Antes y después de la Revista Houzz España
Los marcos de las puertas, todas de vidrio, y huecos son, o bien de latón, o bien de acero negro, en función del espacio al que dan acceso; bisagras y tiradores son igualmente de latón o cromadas.
Otra curiosidad que demuestra que estamos ante un proyecto conceptual es que luces, pomos de puertas, rociadores de las duchas y sumideros reproducen el giro de 45º respecto a la superficie donde se insertan, igual que los dos cubos.
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¿Qué te ha parecido esta casa? Esperamos tu opinión en la sección de comentarios
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Quién vive aquí: Vivienda en alquiler
Situación: El Raval, Barcelona
Superficie: 110 metros cuadrados
Proyecto: Raúl Sánchez Architects
Fotografía: José Hevia
Diana Tibbaut, la dueña, pidió a Raúl Sánchez concentrar los usos principales (entrada, cocina-comedor, dormitorio con baño en suite) en la planta superior, dejando la planta baja sin un uso concreto, para que pudieran usarse como salón, taller de trabajo o dormitorio de invitados. De hecho, en planta baja hay un baño completo y un pequeño office con lavabo.
“Estos cubos se imponen en la irregularidad existente y ordenan todos los espacios sin necesidad de más elementos: uno de los cuadrados alberga la escalera; el otro es un dormitorio arriba y aseo y office en planta baja”, detalla el arquitecto responsable del proyecto, Raúl Sánchez.
En la imagen, la cocina-comedor desde la fachada; por el hueco a la izquierda del primer cubo se accede al segundo espacio que hay en esta planta, la zona del dormitorio en suite. Dentro de este primer cubo está, como decía Raúl, la escalera de acceso a la planta de abajo; en el segundo, está la cama.