Antes y después
Antes y después: De planta baja en desuso a casa chic con piscina
Una casa de 1890 sin habitar durante 30 años se convierte en un hogar moderno con techos de 3 metros y un bonito jardín.
Los propietarios, una pareja joven, buscaban una casa de una planta y con jardín en un barrio tranquilo de Sabadell. La encontraron, sí, pero casi en su estado original, ¡de 1890! Oscura, con muchas divisiones, un jardín lleno de malas hierbas y un lavadero en el exterior que hacía las veces de lavabo. El gran problema inicial del proyecto era la falta de luz. “Queríamos conservar la personalidad de una casa tradicional y llenarla de luz, calidez, habitabilidad y funcionalidad”, cuenta la interiorista Montse Bartolí, que junto a Anna Erra, ambas de 08130 Estudi de Disseny, han estado a cargo de un proyecto de 150.000 € de presupuesto.
DESPUÉS: Al jardín se accede a través de unas puertas correderas, que se deslizan bajo un techo acristalado fijo. Los ventanales tienen tres divisiones; si se quiere, se pueden correr y dejar todas a un lado, para así crear un solo ambiente entre el interior y el exterior.
El techo de cristal está justo sobre el comedor, de estilo minimalista. Vemos una mesa de madera con robustas patas de hierro sobre un suelo hidráulico; las sillas están hechas en diferentes materiales. Los cuadros ponen el toque de color.
El techo de cristal está justo sobre el comedor, de estilo minimalista. Vemos una mesa de madera con robustas patas de hierro sobre un suelo hidráulico; las sillas están hechas en diferentes materiales. Los cuadros ponen el toque de color.
En el afán de llenar la casa de luz natural, se tiraron todas las paredes, lo que además ha aumentado la amplitud en toda la vivienda. “Los propietarios buscaban funcionalidad; una vivienda cálida, pero también muy práctica”, recuerda Montse: “Hoy en día ya no se construye con tantas particiones, sino que los espacios están integrados”, añade la interiorista.
La pared de ladrillo original (a la izquierda, en la imagen) se extiende desde la puerta de entrada hasta el ventanal que da al jardín:
“El ladrillo estaba cubierto y pintado pero en buen estado y digno de lucir. La gracia es recuperar los espacios en su esencia”, reflexiona Montse.
La pared de ladrillo original (a la izquierda, en la imagen) se extiende desde la puerta de entrada hasta el ventanal que da al jardín:
“El ladrillo estaba cubierto y pintado pero en buen estado y digno de lucir. La gracia es recuperar los espacios en su esencia”, reflexiona Montse.
Se ha decorado la casa usando una paleta de colores –el gris, el blanco y algunos tonos de azul. Gracias a ellos se respira calidez, especialmente en la cocina: las puertas de los armarios blancas lacadas y los cajones con un aspecto un poco más rústico, contrastan con los armarios de pared de gris lacado, sin tiradores, donde están los grandes electrodomésticos.
Todos los colores combinan con la nobleza de la madera de roble claro de la encimera y la isla –perfecta para almacenar y separar ambientes.
Cocinas en isla: Cómo diseñarlas
Todos los colores combinan con la nobleza de la madera de roble claro de la encimera y la isla –perfecta para almacenar y separar ambientes.
Cocinas en isla: Cómo diseñarlas
Pero no es el único contraste que presenta la cocina. Un paño de 70 cm de baldosa gris en la zona de trabajo contrasta con el papel pintado del resto de la pared, también en tonos grises.
Papel pintado para la cocina: Cómo elegirlo y colocarlo
Papel pintado para la cocina: Cómo elegirlo y colocarlo
DESPUÉS: La entrada principal a la casa, en la foto, se realiza a través de una puerta de la carpintería original que, ya restaurada, da paso a un pasillo de 10 x 1,20 m, que se extiende hasta otra puerta (en la imagen, al fondo), también herencia de la casa antigua y que se ha acristalado. De esta manera, la zona de los dormitorios queda separada del resto de la zona de día y del jardín (situados al otro lado de la puerta acristalada).
Los espejos están puestos para dar a este pasillo la sensación de mayor amplitud y profundidad.
Los espejos están puestos para dar a este pasillo la sensación de mayor amplitud y profundidad.
En la imagen, una vista del pasillo desde la zona de día; al fondo, la puerta de entrada principal
En la pared de la derecha del pasillo, vemos tres puertas correderas que dan a los tres dormitorios. Se ha respetado la altura original de techos y puertas.
“Una altura de 2,5 m en las puertas es algo que ya no se ve a menudo, de ahí que la conserváramos. En general, la altura de toda la vivienda –3 metros–, ha ayudado a dar a los espacios actitud y personalidad”, explica Montse.
Inicialmente, almacenar las bicicletas, el medio de transporte habitual de los propietarios, era un problema, porque no quedaban muchos espacios libres. “Gracias a la altura de la casa, se nos ocurrió este sistema de poleas, que permite que las bicis suban y bajen sin problema. Además, no molestan”, afirma la interiorista.
En la pared de la derecha del pasillo, vemos tres puertas correderas que dan a los tres dormitorios. Se ha respetado la altura original de techos y puertas.
“Una altura de 2,5 m en las puertas es algo que ya no se ve a menudo, de ahí que la conserváramos. En general, la altura de toda la vivienda –3 metros–, ha ayudado a dar a los espacios actitud y personalidad”, explica Montse.
Inicialmente, almacenar las bicicletas, el medio de transporte habitual de los propietarios, era un problema, porque no quedaban muchos espacios libres. “Gracias a la altura de la casa, se nos ocurrió este sistema de poleas, que permite que las bicis suban y bajen sin problema. Además, no molestan”, afirma la interiorista.
Las puertas correderas frente a la pared de las bicicletas comunican con las tres habitaciones, que se organizan alrededor de un patio de luz que ya existía. Los dormitorios se abren a él con grandes ventanales (en la imagen, tapados por las cortinas).
Con la reforma, se sacrificó una de las habitaciones originales –había cuatro pequeñas– para que las tres resultantes quedaran más espaciosas: “También ganamos dos baños completos; uno en suite y otro (en la imagen), junto a la puerta acristalada que comunica con la cocina y la zona de día”, explica Montse:
“Las habitaciones no tenían lavabos dentro, porque antes los baños estaban afuera, en el jardín. De ahí que, al sacrificar un cuarto original, sacamos espacio para un baño”, dice la interiorista.
“Las habitaciones no tenían lavabos dentro, porque antes los baños estaban afuera, en el jardín. De ahí que, al sacrificar un cuarto original, sacamos espacio para un baño”, dice la interiorista.
Y ahora, la gran sorpresa de la vivienda: la casa continúa al otro extremo del jardín, donde un antiguo lavadero se ha convertido en “el rincón chill-out”, un saloncito habitable y muy acogedor.
Alrededor de la chimenea original de la casa, que se ha restaurado, vemos un sofá hecho con palés, cojines, una alfombra de esparto y la mesa de madera natural.
Más reformas sorprendentes en la sección ‘Antes y después’ de la Revista Houzz España
CUÉNTANOS…
¿Qué te ha parecido la sorpresa final de la casa de Dani y su pareja? ¿Tú también vives en una planta baja? Participa en los comentarios
Más reformas sorprendentes en la sección ‘Antes y después’ de la Revista Houzz España
CUÉNTANOS…
¿Qué te ha parecido la sorpresa final de la casa de Dani y su pareja? ¿Tú también vives en una planta baja? Participa en los comentarios
Quién vive aquí: Una pareja joven
Situación: Sabadell
Superficie: 110 metros cuadrados y jardín de 50
Proyecto: Las interioristas Montse Bartolí y Anna Erra, de 08130 Estudi de Disseny
Fotografía: Txema Gerardo
Como toda casa antigua, la vivienda estaba bien aislada pero tenía ventanas muy pequeñas. “Había que aumentar la luminosidad, por lo que abrimos la casa al exterior, para que sus habitantes pudieran disfrutar de la luz natural y de sus vistas al jardín”, cuenta Montse Bartolí.