Zonas de trabajo en la cocina: Cómo hacer su distribución más eficiente
Las nuevas tendencias en el diseño de cocinas proponen superar el tradicional triángulo de trabajo en favor de zonas de usos específicos.
Tradicionalmente, el diseño de la cocina se ha regido por el llamado triángulo de trabajo, que es el espacio que resulta al trazar una línea entre la nevera, la zona de cocción y el fregadero. Sin embargo, este principio de diseño era válido cuando las cocinas eran pequeñas, estaban cerradas y, en general, una sola persona era la que cocinaba. Como los estilos de vida han cambiado y ahora se dan desde disposiciones a una única pared hasta otras enormes abiertas al comedor, ha surgido un nuevo orden de cosas en el que parece más útil pensar en dividir la cocina por zonas de trabajo que optar por el tradicional triángulo. Veamos qué organización básica han de tener para que sean eficientes.
La disposición en zonas de trabajo diferenciadas constituye la evolución del concepto de triángulo de trabajo. A medida que las cocinas se han vuelto más espaciosas, e incluso abiertas, y han aparecido en nuestras vidas más electrodomésticos y recursos (lavavajillas, fregaderos auxiliares, microondas, vitrocerámicas y hornos de pared), se impone un nuevo sistema de organización. Al dividir el espacio en zonas de trabajo, las diferentes áreas se aprovechan al máximo de manera que hasta pueden incluir nuevos usos que anteriormente no se contemplaban.
Agrupa los elementos según el uso que les des. Antes de dividir la cocina en zonas de trabajo, piensa en todo lo que sueles hacer en ella: cocinar, guardar la compra, lavar los platos, desayunar… Cada zona de trabajo debe tener a mano todo lo que necesites para cada uso. Por ejemplo, para agilizar la tarea de recoger los platos tras la comida, lo mejor sería colocar el lavavajillas cerca del fregadero y del contenedor de basura orgánica.
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Organiza las zonas con sentido común conforme a su uso. No basta con agrupar los electrodomésticos y los elementos auxiliares según el uso que les des. Asegúrate también de dejar suficiente espacio en cada una de las zonas para poder trabajar y almacenar las cosas correctamente. Por ejemplo, un mueble con una encimera de madera es el sitio ideal para amasar pan o para preparar masa de pizza, así que los armarios superiores o inferiores serían el compartimento perfecto para guardar los utensilios que necesites para esta tarea. De esta forma cuentas con espacio suficiente para que una persona pueda trabajar aquí mientras otra prepara la comida al otro lado de la cocina sin molestarse.
Asegúrate de contar con la superficie libre necesaria. Por motivos de seguridad y eficiencia, es aconsejable contar con un espacio libre en la encimera al lado de los electrodomésticos principales, como los fogones, el microondas y el horno. La razón es que si sacas algo del horno que quema mucho, lo más lógico es dejarlo en la superficie más cercana sin tener que correr al otro lado de la cocina. Es igualmente importante contar con un generoso espacio de encimera libre porque siempre se agradecerá a la hora de preparar la comida, con cuchillos y tablas de cortar a mano, y si puedes también las cacerolas y las sartenes, aunque estos últimos utensilios suele ser más eficiente e higiénico que estén guardados en los armarios.
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Reserva una zona para los niños. Si tienes hijos pequeños y una cocina con suficiente espacio, destina un área para que hagan los deberes o merienden. De esta forma podréis estar juntos en la cocina sin que sea peligroso para ellos y, por otro lado, te permitirá tenerlos vigilados.
Pon una pizarra en la cocina y descubre tu lado más creativo
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Atiende cómodamente a los invitados. Si cuentas con una cocina abierta y sueles invitar a gente a comer, es importante disponer de una zona donde acomodar a tus invitados y tomar algo mientras terminas de cocinar. Las islas y las penínsulas de cocina son la opción perfecta, porque funcionan como barrera para que los invitados no entren en tu radio de acción y sirven asimismo para poder sentarse, tomar algo y charlar cómodamente si están equipadas con barra. Acuérdate de guardar todo lo que necesites para atenderlos en los cajones de la isla o la península y así lo tendrás a mano.
Espacios de paso más anchos. No importa si al final te decides por el tradicional triángulo de trabajo o si divides la cocina en zonas, lo que verdaderamente debes tener en cuenta es el ancho del área de paso de la cocina. La anchura mínima recomendada para estos pasillos es de 105-110 cm, aunque lo más cómodo es de 120-125 cm, sobre todo si va a haber más de una persona cocinando. Ahora bien, si dispones de metros, puedes aumentarla hasta los 135-140 cm. Pero no más, porque entonces el uso del espacio dejará de ser eficiente y pasarás mucho tiempo desplazándote de un lado para otro de la cocina.
CUÉNTANOS…
¿Cómo está organizada tu cocina: en un triángulo de trabajo o presenta zonas separadas?
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