Casas Houzz
Casas Houzz: El bonito piso en Madrid de una interiorista
La profesional comparte sus secretos de decoración con el mejor ejemplo posible: su casa familiar en Madrid.
La interiorista María Díaz y su familia se mudaron a este piso de alquiler en la zona de Arturo Soria hace cinco años. Ubicado en un edificio de más de 30 años, el piso, que forma parte de una urbanización, nunca había sido reformado… hasta que llegó este matrimonio con sus dos hijos. El propietario accedió a cambiar tuberías, instalaciones eléctricas, calefacción, baños y cocina, y a pintarla de blanco roto y acuchillar el parqué. “La limitación cuando se alquila es que hay que adaptar la decoración al espacio, sin posibilidad de hacer grandes reformas estructurales –cuenta Díaz. Esta reforma fue un desafío porque el objetivo era darle nuestra personalidad”, dice. La clave para lograrlo ha sido elegir piezas y accesorios de diferentes estilos, incorporando recuerdos y detalles para reflejar su estilo de vida.
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Durante la reforma también se colocó un panel de Pladur en uno de los laterales del salón, para integrar una estantería de obra. Aquí están colocados los libros y adornos más especiales para la familia. Entre ellos, una vasija artesanal de Túnez y una pequeña talla traída de Indonesia. Sobre el suelo, hay una alfombra tunecina roja, sobre la que se apoya una silla con reposapiés a juego.
“No me gustan los espacios planos, por eso, tiendo a mezclar materiales que se puedan comunicar entre sí”, cuenta sobre su manera de decorar. En el salón, muebles clásicos conviven con otros modernos y sobre una base neutra, los colores vivos destacan con contundencia. “Hay cosas modernas, pero también pinceladas de vintage, artesanal, antiguo, clásico, lujoso y piezas recicladas”, sugiere.
Durante la reforma también se colocó un panel de Pladur en uno de los laterales del salón, para integrar una estantería de obra. Aquí están colocados los libros y adornos más especiales para la familia. Entre ellos, una vasija artesanal de Túnez y una pequeña talla traída de Indonesia. Sobre el suelo, hay una alfombra tunecina roja, sobre la que se apoya una silla con reposapiés a juego.
“No me gustan los espacios planos, por eso, tiendo a mezclar materiales que se puedan comunicar entre sí”, cuenta sobre su manera de decorar. En el salón, muebles clásicos conviven con otros modernos y sobre una base neutra, los colores vivos destacan con contundencia. “Hay cosas modernas, pero también pinceladas de vintage, artesanal, antiguo, clásico, lujoso y piezas recicladas”, sugiere.
En la zona de comedor, destaca una mesa diseñada por el arquitecto y diseñador italiano Osvaldo Borsani fallecido en 1985. Los dueños la compraron en El Rastro de Madrid; tiene 1,40 m de diámetro, sobre de cristal y una pata de acero rodeada de un cilindro de metacrilato transparente. Las cuatro sillas son las Brick 23 de Gervasoni, con estructura metálica y trenzado de piel de tinte azul. En la pared, vemos enmarcado un bonito tejido batik indonesio de tonos azules.
“El toque cálido en el comedor lo dan la lámpara de rafia sobre la mesa y la alfombra de imitación piel de vaca”, cuenta Díaz.
¿Sabes qué es y dónde usar el batik?
“El toque cálido en el comedor lo dan la lámpara de rafia sobre la mesa y la alfombra de imitación piel de vaca”, cuenta Díaz.
¿Sabes qué es y dónde usar el batik?
Junto a los sofás, hay dos grandes mesas de cristal hechas a medida. “Nos gusta esta zona para pasar las tardes, charlar, hacer la sobremesa…”, cuenta la dueña.
“Las telas con las que se tapizaron los sofás son de Gancedo; quería que no fueran del mismo tono. En todos mis proyectos se ve esta característica. He querido que uno sea de lino neutro, para contrastar con la pared de gris topo, y el otro de terciopelo y algodón color caldero”, cuenta la interiorista.
Entre ambos sofás, hay una consola Becara y una lámpara de tonos dorados.
Tono gris de la pared gris topo Rolling Tog: Little Greene; cuadro sobre el sofá claro, de Felipe Talo
“Las telas con las que se tapizaron los sofás son de Gancedo; quería que no fueran del mismo tono. En todos mis proyectos se ve esta característica. He querido que uno sea de lino neutro, para contrastar con la pared de gris topo, y el otro de terciopelo y algodón color caldero”, cuenta la interiorista.
Entre ambos sofás, hay una consola Becara y una lámpara de tonos dorados.
Tono gris de la pared gris topo Rolling Tog: Little Greene; cuadro sobre el sofá claro, de Felipe Talo
Para cerrar la terraza, se eligieron unas ventanas grandes del tipo bay window cubiertas desde el interior con estores traslúcidos tipo screen, “para que la luz traspase aún cuando están bajados”, señala. El efecto es bonito porque el tejido deja ver la silueta de la arboleda que rodea el edificio.
Al lado del sofá color caldero, vemos una mesilla de apoyo, “reconvertida a partir de un cuco de bebé, hecho de bambú”.
Al lado del sofá color caldero, vemos una mesilla de apoyo, “reconvertida a partir de un cuco de bebé, hecho de bambú”.
En la imagen, el hall de entrada. “La casa tiene 140 m² y está muy bien distribuida; es un rectángulo con el acceso por el centro. El recibidor divide la casa en dos partes: por un lado está el salón y el dormitorio principal (orientación norte), y en el lado contrario (sur) están la cocina y los cuartos de los niños. A continuación del hall, hay un pequeño distribuidor que lleva a las habitaciones, no se pierden metros”, cuenta la propietaria y responsable del interiorismo. No veremos en el reportaje imágenes de la cocina: “es blanca, sin nada especial”, dice Díaz.
En el dormitorio principal, dominan los colores verde y granate. Una gran cortina oculta la estantería de trabajo de María. Se trata de un truco de interiorista para tener el despacho en el dormitorio sin dar desorden al espacio. “Tenía esta tela desde hacía tiempo; a partir de ahí, pinté una pared verde, y compré las mantas y cojines de la cama”.
“Los cuartos de los niños son prácticos y decorados según la personalidad de cada uno, para que se sientan identificados”.
Los muebles del dormitorio de su hijo (en la imagen) son a medida en una combinación de colores de naranja y azul gris. “Unos cubos de Ikea azul grisáceo dieron pie a comprar las telas en un tono similar”, dice la interiorista. Una cama tipo diván, largas baldas y un tablón también a medida a modo de escritorio para estudiar frente a la ventana completan la estancia.
Ideas e inspiración para decorar el dormitorio de tus hijos en la sección ‘Infantil’ de la Revista Houzz España
Los muebles del dormitorio de su hijo (en la imagen) son a medida en una combinación de colores de naranja y azul gris. “Unos cubos de Ikea azul grisáceo dieron pie a comprar las telas en un tono similar”, dice la interiorista. Una cama tipo diván, largas baldas y un tablón también a medida a modo de escritorio para estudiar frente a la ventana completan la estancia.
Ideas e inspiración para decorar el dormitorio de tus hijos en la sección ‘Infantil’ de la Revista Houzz España
“Para el dormitorio de mi hija las telas fueron primero y, luego, combiné todo tratando de reutilizar lo que teníamos en la antigua casa”. Destaca la manta color rosa palo, que juega con el resto de telas de los cojines más divertidas. Con el tono gris French Grey, de Little Greene, se pintaron paredes, baldas y marcos de espejos.
La casa tiene dos baños de líneas rectas con porcelánico en gris oscuro y blanco, para dar contraste.
Para despedirse, María confiesa que tiene listas unas láminas enmarcadas de portadas de periódicos antiguos con ilustraciones de moda de los años 20: “me acaban de llegar y aún están buscando su sitio”.
Más inspiración en la sección ‘Casas Houzz’ de la Revista Houzz España
CUÉNTANOS…
¿Te atreves a darle ideas a María sobre dónde colocar esas láminas que “aún buscan su sitio”? ¿Qué te ha parecido la casa? Participa en la sección de comentarios
Para despedirse, María confiesa que tiene listas unas láminas enmarcadas de portadas de periódicos antiguos con ilustraciones de moda de los años 20: “me acaban de llegar y aún están buscando su sitio”.
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Quién vive aquí: Un matrimonio y sus dos hijos de 11 y 13 años
Situación: Madrid
Superficie: 140 metros cuadrados
Proyecto de decoración: María Díaz Leguina
Presupuesto: 40.000 €
Fotografía: Carla Capdevila
“Me encanta que las casas hablen de las personas que viven en ellas. En nuestro caso, por ejemplo, nos encanta viajar, por lo que cada recuerdo que nos hemos traído de los viajes define la decoración de nuestro hogar”, dice María Díaz. En la imagen, una vista del amplio salón desde la entrada.
Al ser un piso de alquiler, no estaban previstos cambios estructurales durante la reforma, pero María consiguió convencer al dueño para tirar el muro que separaba el salón de una terraza. “La idea era ganar más luz –aunque estamos en un segundo orientado a norte la altura real es la de un primero–, y disfrutar desde el interior de la vista del pinar del fondo”, explica la profesional.