Casas Houzz
Casas Houzz: Una vivienda sostenible y 100 % tecnológica
Esta casa de madera ecológica es una construcción 100 % digital, tanto en su proceso de diseño y fabricación.
Los propietarios querían una vivienda respetuosa con el entorno y contactaron con Noem, especialistas en el diseño y construcción de casas de madera ecológicas. En 10 semanas el estudio acabó la casa mediante nuevos sistemas constructivos. El resultado: un hogar eficiente y sostenible en todos los sentidos.
¿Cómo se ha creado esta vivienda tan particular? Nada que ver con la construcción tradicional, sino más bien con el diseño de un coche. Para proyectarla, primero se generó un modelo BIM 3D en el que se detalló cada elemento hasta el mínimo detalle y se simuló la colocación en una línea de montaje, como si de un coche se tratase. Con el modelo acabado y testado, verificado por los técnicos y aprobado por el cliente, se procedió a la fabricación de cada uno de los elementos. Con la casa dibujada al milímetro se pasa a la prefabricación. Toda la estructura y revestimientos de madera se envían directamente a máquinas CNC de corte numérico que cortan a láser todos los elementos a medida, con exactitud milimétrica. Todo está perfectamente controlado y no se improvisa sobre la marcha durante la construcción.
La digitalización ha permitido a los propietarios realizar paseos virtuales en los que visualizaron su casa bioclimática antes de construirse, a pesar de encontrarse a 300 km. de las oficinas de Noem. Todo gracias al modelo 3D de diseño y fabricación.
La casa prefabricada llegó a la parcela en 2 camiones, cada uno con un módulo 3D. Pieza a pieza, la casa se ensambló en seis días. La prefabricación digital permite una gran rapidez de obra (ya que anteriormente se ha simulado el proceso para detectar posibles dificultades) lo que supone un importante ahorro energético y económico.
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La vivienda está formada por dos módulos de madera que forman una superficie construida de 96 metros cuadrados. Completa la casa un amplio porche orientado a Sur que cuenta con un gran toldo automatizado.
El módulo de mayor tamaño (9 x 4,5 metros) contiene la sala, que integra salón, comedor y cocina. Se conecta visualmente con el porche por una gran ventana de 3 metros de ancho que se pliega en acordeón de forma que los espacios quedan unidos.
Un segundo módulo (de 9 x 3 metros) incluye una habitación doble, un baño y un estudio.
El estudio, por su parte, se puede transformar en habitación doble para invitados.
Los módulos están construidos con paneles macizos estructurales de madera contralaminada de 81 milímetros. Paneles de fibra de madera de 16 centímetros de grosor aíslan térmicamente toda la envolvente. Las fachadas están revestidas con madera de alerce montada sobre una cámara ventilada.
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Las cristalerías son de alto rendimiento para un óptimo control térmico. El interior, que combina madera vista y suelos de parquet con el blanco de las paredes, es luminoso y acogedor.
La digitalización de la casa pasiva apuesta por un sistema de control inteligente autogestionado que poco tiene que ver con la domótica convencional. Noem ha instalado sensores que, a través de una central domótica, analizan y controlan todos los sistemas de forma continuada para conseguir eficiencia energética y confort. La vivienda dispone de una central domótica IP de protocolo abierto que permite integrar nuevos elementos aunque no sean de la misma marca. La comunicación se hace en lenguaje IFTT (If This Then That). Todos sus equipos (hasta los interruptores) están interconectados a través de internet. La domótica puede también actuar autónomamente para lograr una mayor eficiencia energética.
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Por la mañana, el agua de la ducha está a punto. Cinco minutos antes de levantarse la central activa bomba de recirculación de agua para llenar las tuberías con el agua caliente de los depósitos solares. El sistema de climatización se adapta a la predicción meteorológica. El de riego se pone en marcha según la humedad de la tierra y la predicción de lluvia. La ventilación mecánica se activa cuando detecta que la concentración de CO2 empieza a ser elevada. También las persianas se suben y bajan automáticamente y el toldo se extiende o recoge para tener la temperatura deseada. Las luces se pueden sincronizar con la agenda de un teléfono inteligente y programarlas para despertar o para recibir a los propietarios cuando lleguen a casa, vía GPS o detectores, así como activar la calefacción antes de su llegada.
Los interruptores son autónomos y funcionan vía radio, sin cableado, lo que posibilita cambiarlos de sitio y de programación sin cables ni regatas, y sin tener que llamar a un electricista.
Al mismo tiempo, el propietario tiene datos reales en su teléfono del consumo eléctrico de la casa, de la producción eléctrica de sus placas fotovoltaicas o de la cantidad de agua caliente que tiene en los depósitos solares.
Al mismo tiempo, el propietario tiene datos reales en su teléfono del consumo eléctrico de la casa, de la producción eléctrica de sus placas fotovoltaicas o de la cantidad de agua caliente que tiene en los depósitos solares.
Para asegurar la eficiencia energética de esta casa ecológica 3.0, Noem ha analizado rigurosamente las bases de datos meteorológicas del terreno. El recorrido del sol, las sombras proyectadas por las casas de los vecinos, la dirección y velocidad del viento, la temperatura, la humedad, la pluviometría y otros datos similares a fin de realizar simulaciones energéticas del comportamiento futuro de la casa y para asegurar que se cumplen las expectativas específicas de quienes van a vivir en ella.
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¿Qué te ha parecido esta casa? ¿Crees que debería haber más casas como esta?
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Quién vive aquí: una pareja
Situación: Serra d’Espadà, Castellón de la Plana
Superficie: 96 metros cuadrados
Proyecto: Noem
Fotografía: Meritxell Arjalaguer
Esta casa bioclimática y tecnológica se ha construido mediante un proceso 100% digital. La tecnología 3.0 ha permitido automatizarla totalmente, controlarla desde un teléfono inteligente y conseguir una eficiencia energética máxima.
Los propietarios son una pareja que, tras una larga vida laboral, soñaban con tener un “refugio” en su terreno de la Serra d’Espadà para disfrutar de la naturaleza. Se decidieron por una construcción modular, prefabricada y en madera para que el proceso fuera rápido y limpio. En tan solo 10 semanas, Noem acabó la casa.
El propietario, apasionado de la tecnología, quería construir su vivienda pasiva a través de un proceso 100% digital, interactivo y versátil, de forma que él mismo pudiera configurarla. La digitalización ha permitido diseñar una casa bioclimática a medida, optimizada e inteligente.
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