Textiles: Las tendencias apuestan por el bienestar y la tecnología
Acabados serenos y tejidos mejorados tecnológicamente son las principales apuestas para 2016 en textiles junto con... justo lo opuesto.
Los textiles son uno de los recursos más efectivos para transformar cualquier espacio sin necesidad de obras ni una fuerte inversión, por lo que conocer las tendencias en este ámbito siempre viene bien. Una de las ferias más importantes de textiles para el hogar, Heimtextil, que tiene lugar en Fráncfort, ha anticipado cuáles serán las principales tendencias para 2016 con la ayuda de una mesa de expertos procedentes de agencias de diseño de seis países diferentes. Toma nota.
Combinar lo natural sin por ello renunciar a los beneficios de la innovación es uno de los retos de esta tendencia, impulsado por tejidos de fibras naturales a las que se aplican los más avanzados procesos tecnológicos para conseguir texturas inéditas y beneficios adicionales. De este modo, no es extraño encontrar propuestas inspiradas en la artesanía y en lo “hecho a mano” pero realizadas con técnicas de producción de última generación, para conseguir resultados no solo más estéticos sino también más funcionales e incluso terapéuticos.
Mención aparte merece, en esta corriente decorativa, la importancia de las texturas. Los relieves y los efectos 3D son una constante en el interiorismo actual y se trasladan a los tejidos en forma de superficies estructuradas, suaves, rugosas o suntuosas, que estimulan el sentido del tacto, a modo de masaje cotidiano en contacto con la piel, o que filtran la luz ofreciendo una mejorada sensación de calma y armonía. En ello tienen mucho que ver las nuevas técnicas de fabricación, que dan lugar a tejidos con marcadas estructuras y composiciones futuristas.
Descubre qué será tendencia en la decoración textil
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Pura energía. Aparentemente opuesta a la tendencia anterior pero íntimamente ligada a ella, es la apuesta más energética y vitalista del año 2016. Bajo la denominación de “energizante”, encontramos una auténtica oda al mundo digital en la que la luz, y en consecuencia el color, son los protagonistas y encargados de aportar dinamismo a un ambiente, cargándolo de buenas vibraciones.
La paleta cromática de esta tendencia oscila entre los marcados contrastes y los más sutiles, sin miedo a mezclar tonalidades intensas y casi fluorescentes con otras algo más sosegadas, pero no por ello neutras. Azules eléctricos, verdes y cualquier otra tonalidad saturada revisten textiles inspirados en el mundo tecnológico y la ropa deportiva a partes iguales.
La paleta cromática de esta tendencia oscila entre los marcados contrastes y los más sutiles, sin miedo a mezclar tonalidades intensas y casi fluorescentes con otras algo más sosegadas, pero no por ello neutras. Azules eléctricos, verdes y cualquier otra tonalidad saturada revisten textiles inspirados en el mundo tecnológico y la ropa deportiva a partes iguales.
En lo que se refiere a los estampados, este es el reino de las geometrías, las formas caleidoscópicas y las superficies brillantes, que coordinan a la perfección con las lacas de alto brillo en mobiliario y las superficies retroiluminadas, cada vez más presentes en las viviendas.
Consigue increíbles efectos decorativos con materiales retroiluminados
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Calados al láser de gran precisión, fibras iridiscentes, superficies metalizadas, versiones flúor de estampados tradicionales e impresiones digitales de gran formato integran las denominadas propuestas “energizantes”. Sin duda, la propuesta más impactante de la temporada.
Flash tendencias: Porque todo vuelve…, también los colores flúor
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Mucho más que naturaleza. El movimiento de integración de la naturaleza en el entorno urbano está dando lugar a textiles que apuestan por la sostenibilidad, la ecología y los colores de la tierra. Marrones profundos, tonos piedra, verdes, grises y perlas protagonizan esta tendencia esencialista, en la que hay espacio tanto para los acabados tradicionales como para las últimas innovaciones tecnológicas, siempre y cuando estas se dirijan hacia el cuidado de la salud y el equilibrio interior.
La salud es una preocupación creciente a nivel global, trasladándose hacia elementos como los textiles, íntimamente relacionados con nuestro bienestar. Fibras como las del bambú o el cactus se incorporan a la ropa del hogar por sus cualidades antibacterianas y de regulación de la humedad, al tiempo que otras se tratan con hierbas y aceites esenciales que mejoran el descanso, facilitan la respiración o tienen propiedades calmantes.
Cálidas y elegantes, las fibras naturales vuelven con fuerza
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Estos textiles “verdes” son, sin duda, una corriente al alza en todas sus vertientes, desde la más tradicional, basada en fibras naturales de producción orgánica y acabados artesanales, hasta la más vanguardista, centrada en telas de última generación procedentes de materiales reciclados. Todas ellas ponen de manifiesto su compromiso con el medio ambiente y la vida sostenible, sin que por ello se vea resentido su acabado estético, apto para todo tipo de entornos.
Riqueza formal. La opulencia y el lujo protagonizan también una de las tendencias en textiles para 2016. Colores generosos y profundos que se combinan con reflejos oro, plata y cobre en una mezcla que alterna pinceladas del pasado y del futuro, con acentos orientales y un clasicismo revisado.
Elegancia y sofisticación son las características principales de esta tendencia, que resiste el paso del tiempo reinventándose continuamente y que se adapta a este año 2016 con superficies suntuosas y juegos de texturas para darles una nueva dimensión sensorial. La belleza y el magnetismo de las joyas se traslada a los textiles más ornamentados de la mano de colores que evocan materiales como las amatistas y otras piedras semipreciosas.
Más imágenes de dormitorios aquí
Elegancia y sofisticación son las características principales de esta tendencia, que resiste el paso del tiempo reinventándose continuamente y que se adapta a este año 2016 con superficies suntuosas y juegos de texturas para darles una nueva dimensión sensorial. La belleza y el magnetismo de las joyas se traslada a los textiles más ornamentados de la mano de colores que evocan materiales como las amatistas y otras piedras semipreciosas.
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Para realzar su inspiración en la joyería, se recurre a telas clásicas y elaboradas como los damascos, las sedas o los otomanes, de superficie satinada y con reflejos. Se trata de mezclar pasado y presente en telas que encajan tanto en ambientes elegantes de marcado corte clásico como en entornos eclécticos.
A pesar de tratarse de telas con un fuerte sabor tradicional, encontramos en esta tendencia también propuestas vanguardistas que basan, en sus marcados relieves y su tacto suntuoso, su principal atractivo. Aplicaciones de silicona que estructuran y dan un tacto inesperado conviven con hilos metálicos para crear dramáticos pliegues y arrugas, superficies de lúrex y elaborados calados propios de la más pura tradición artesanal. Sin concesiones al minimalismo, aquí más es más.
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¿Qué te parecen los textiles que vienen? ¿Te gusta alguno en particular? Comparte tu opinión con nosotros en los comentarios.
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