En casa de... María Gil: Bloguera de 'Hinojo'
Le encanta rescatar 'joyas' de mercadillo. En su cocina, de gas y encimera de mármol, aprendemos una rica y sana receta.
Que la comida entra primero por los ojos es algo que se comprueba al visitar blog de recetas Hinojo. María y su hermana Mili, dos argentinas afincadas en Valencia, comenzaron su andadura foodie hace poco más de un año. “En nuestro blog hay recetas saludables para todos los días”, cuenta María. “Intentamos decirle a nuestros seguidores que se puede comer bien, sin pasar hambre, disfrutando y cocinando rápido”, añade Mili, quien de paso reconoce que no se privan “de nada”. Visitamos la casa de María para descubrir los orígenes de su exitoso blog y, de paso, aprender una de sus recetas sencillas y ricas.
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Hemos pedido a María que elija un objeto de su casa como regalo. Nos ha propuesto un colgador de macetas de macramé de Nuga. Solo tienes que hacer clic en ‘Me Gusta’ y contarnos en la sección de comentarios qué te parece su casa. ***Este sorteo ha finalizado***
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Hinojo arrancó en octubre de 2015 con dos recetas por semana. Mes a mes, el blog fue ganando fans. Hace poco, superaron los 20 mil seguidores en Instagram: “Algo que era solo un hobby, se ha convertido en nuestra forma de vida. Lo importante es que seguimos disfrutando de la misma manera relajada que al principio”, asegura Mili.
La otra pasión de una de las ‘chicas Hinojo’ es la decoración. María y su familia viven de alquiler en el centro de Valencia. El piso, antiguo, es un reflejo de un –buen y educado– gusto por las piezas antiguas y con historia.
“La casa estaba en mal estado, pero era amplia y tenía ciertos elementos con mucha personalidad: la altura, los suelos, techos altos y la chimenea de mármol”, enumera el ilustrador Jorge Lawerta, marido de María
La otra pasión de una de las ‘chicas Hinojo’ es la decoración. María y su familia viven de alquiler en el centro de Valencia. El piso, antiguo, es un reflejo de un –buen y educado– gusto por las piezas antiguas y con historia.
“La casa estaba en mal estado, pero era amplia y tenía ciertos elementos con mucha personalidad: la altura, los suelos, techos altos y la chimenea de mármol”, enumera el ilustrador Jorge Lawerta, marido de María
En una de las paredes del comedor, hay una interesante composición de cuadros. Vemos dos de la ilustradora de Barcelona, María Herreros, y uno del propio Jorge. A la derecha, cuelga una fotografía de Oscar Garrido.
El aparador del comedor es una de las muchas piezas antiguas que María ha rescatado para su hogar.
“El padre de una de mis amigas reforma casas”, explica: “Encontré esta pieza en un piso lleno de muebles antiguos de los que se tenía que deshacer”.
Sobre el mueble, vemos una singular lámpara de cerámica con forma de caniche. “Es una de mis piezas favoritas, una antigüedad que compró una amiga en un rastro de Alicante. Me la dejó al mudarse a Los Ángeles. ¡Solo espero que no intente recuperarla cuando vuelva!”, dice.
El póster de la pared es una fotografía de un álbum de Queen que tenía obsesionada a María de pequeña. “Era de mi padre y cuando nos mudamos me lo regaló”, dice.
Haz que tu música preferida forme parte de la decoración de tu casa
“El padre de una de mis amigas reforma casas”, explica: “Encontré esta pieza en un piso lleno de muebles antiguos de los que se tenía que deshacer”.
Sobre el mueble, vemos una singular lámpara de cerámica con forma de caniche. “Es una de mis piezas favoritas, una antigüedad que compró una amiga en un rastro de Alicante. Me la dejó al mudarse a Los Ángeles. ¡Solo espero que no intente recuperarla cuando vuelva!”, dice.
El póster de la pared es una fotografía de un álbum de Queen que tenía obsesionada a María de pequeña. “Era de mi padre y cuando nos mudamos me lo regaló”, dice.
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En el suelo del comedor se conservan las baldosas hidráulicas originales de la casa. La mesa es otro de los hallazgos de la pareja. “Es de payés y la encontré en internet. Su anterior propietario la compró en un anticuario, hace años. Se mudó y no pudo llevársela”, desvela María.
Conoce más sobre el proceso de fabricación artesanal de las baldosas hidráulicas.
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La distribución de la casa es muy particular, de hecho, la pareja enmarcó un croquis del piso en el comedor.
Todas las estancias parten un pasillo cuadrado. En el centro, armarios y espacios de almacenajes empotrados aprovechan el espacio ciego ocupado por la escalera del edificio.
Todas las estancias parten un pasillo cuadrado. En el centro, armarios y espacios de almacenajes empotrados aprovechan el espacio ciego ocupado por la escalera del edificio.
La vivienda da a un luminoso patio interior con grandes ventanales. Este es el rincón verde de la casa, donde poner plantas y macetas.
Los clientes de Jorge suelen ser agencias de publicidad. Trabaja desde casa, en un amplio estudio. “Necesitábamos una casa grande. Hicimos cálculos y salía mejor que asumir dos alquileres, piso y espacio de trabajo”, explica: “¡Me gusta trabajar en casa! Tengo libertad de horarios y, sobre todo, no pierdo tiempo en desplazamientos”, cuenta. “Además, soy de los que se sientan al escritorio en pijama”, reconoce, entre risas.
Jorge admite que no tiene un gran papel en la decoración de la casa: “Me dejan opinar, pero solo a modo de consulta”, bromea. Sin embargo, el estudio tiene su toque personal.
Sobre la mesa ha colocado láminas y obras a las que tiene especial cariño. Por ejemplo, una edición limitada del ilustrador valenciano Josep Renau sobre el régimen de Pinochet. “Tiene un gran valor para mí, porque es un regalo y, además, porque Renau es un cartelista mítico”, dice. También hay obras suyas –varias ilustraciones y un monopatín ilustrado– y portadas de periódicos deportivos antiguos. “Me encanta la estética antigua del fútbol”, explica.
Sobre la mesa ha colocado láminas y obras a las que tiene especial cariño. Por ejemplo, una edición limitada del ilustrador valenciano Josep Renau sobre el régimen de Pinochet. “Tiene un gran valor para mí, porque es un regalo y, además, porque Renau es un cartelista mítico”, dice. También hay obras suyas –varias ilustraciones y un monopatín ilustrado– y portadas de periódicos deportivos antiguos. “Me encanta la estética antigua del fútbol”, explica.
Las mesitas de noche del dormitorio principal tienen su historia: “Están hechas con retales que nos sobraron del mármol blanco de la cocina”, explica María. La estructura es un cajón de un armario que ella encontró en la calle.
Carlota tiene menos de un año y comparte dormitorio con sus padres. Junto a la cama, vemos la cuna. “La compraron mis padres a un anticuario cuando yo nací”, dice María.
Carlota tiene menos de un año y comparte dormitorio con sus padres. Junto a la cama, vemos la cuna. “La compraron mis padres a un anticuario cuando yo nací”, dice María.
En el dormitorio se encuentra el objeto preferido de Jorge: un mapa de Sudamérica que adquirieron en un rastro de Valencia.
“Me gustan las tipografías y los colores. Nos costó mucho conseguirlo. Estuvimos regateando varias semanas para bajar el precio”, revela, divertido, Jorge. “Nos encaprichamos y no paramos hasta conseguirlo”, añade María.
Trucos y mitos de los mercadillos de antigüedades
“Me gustan las tipografías y los colores. Nos costó mucho conseguirlo. Estuvimos regateando varias semanas para bajar el precio”, revela, divertido, Jorge. “Nos encaprichamos y no paramos hasta conseguirlo”, añade María.
Trucos y mitos de los mercadillos de antigüedades
“¡La gente tira unas cosas increíbles!”, exclama María. Se refiere a la cómoda de su dormitorio, que ella misma rescató de la calle. Aquí la tenemos, espléndida, tras pintarla de azul y cambiar los tiradores.
Aunque cuentan con un comedor espacioso, donde más tiempo pasa la familia es en el cuarto de juegos. Allí tienen un sofá y un televisor. “Al ser más pequeña, esta sala es fácil de calentar en invierno”, explica María. “Además, así podemos estar todos juntos”, añade.
Junto a la zona de juegos y salita de estar, está el dormitorio de Pascual. “Cuando Carlota sea mayor, también dormirá aquí”, anuncia María. “Nos gusta que compartan habitación para que pasen tiempo juntos”, explica.
En una antigua caja de madera de fruta con ruedas, Pascual organiza todos sus juguetes.
En la cocina, únicamente renovaron el mármol de la encimera y la cocina, de gas estilo industrial. Al ser una casa antigua, cuenta con un baño de servicio en la galería exterior. “Lo hemos convertido en el cuarto de los gatos”, cuenta María señalando la pequeña abertura, abajo, en la puerta.
“Aquí es donde Mili y yo preparamos todas las recetas de Hinojo”, declara. Sobre la campaña extractora, de obra, hay una ilustración de Jorge.
“Aquí es donde Mili y yo preparamos todas las recetas de Hinojo”, declara. Sobre la campaña extractora, de obra, hay una ilustración de Jorge.
La cocina está repleta de todos los utensilios de cocina que María y Mili utilizan para la elaboración de sus platos. En un colgador a la vista, vemos una taza de esmalte cerámico con el logotipo del blog impreso.
Y ya que estamos en la cocina, qué mejor que ponernos manos a la obra con la receta que María y Mili van a preparar para Houzz. Se trata de crostinis de boniato con gorgonzola y miel. Un sencillo y crujiente aperitivo que hará las delicias de los amantes del queso.
Estos son los ingredientes que necesitas:
Estos son los ingredientes que necesitas:
- 2 boniatos medianos
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal y pimienta negra
- 125 gramos de gorgonzola
- 1/2 taza de nueces
- 3 cucharadas de romero fresco
- 1/4 taza de miel
Mientras se corta el boniato en rodajas de 3 centímetros de espesor, pon a precalentar el horno a 120º. Una vez cortadas, pon las rodajas en un bol y embadúrnalas bien con dos cucharadas de aceite de oliva.
Coloca las rodajas de boniato separadas sobre una fuente cubierta con papel de horno. El boniato se ha de cocinar durante 1 hora. Luego se les da la vuelta y se acaban de cocinar durante otra hora más. Saca del horno la bandeja y deja enfriar a temperatura ambiente.
“Es difícil encontrar fuera lo que cocinamos nosotras”, cuentan, mientras esperamos a que los boniatos se cocinen: “Cuando salimos a comer por Valencia, preferimos darnos, como se suele decir, un homenaje”, dice Mili. Momento ideal para sacar algunas notas gastro de Valencia:
“Uno de nuestros restaurantes preferidos es un marroquí llamado Zakaria. Un local familiar con cocina tradicional muy auténtica”, revela María. A la hora de comprar, las hermanas van al Mercado de Ruzafa: “Y una vez allí, somos adictas a La Despensa de Frida, un puesto de productos mexicanos”, comparten.
“Es difícil encontrar fuera lo que cocinamos nosotras”, cuentan, mientras esperamos a que los boniatos se cocinen: “Cuando salimos a comer por Valencia, preferimos darnos, como se suele decir, un homenaje”, dice Mili. Momento ideal para sacar algunas notas gastro de Valencia:
“Uno de nuestros restaurantes preferidos es un marroquí llamado Zakaria. Un local familiar con cocina tradicional muy auténtica”, revela María. A la hora de comprar, las hermanas van al Mercado de Ruzafa: “Y una vez allí, somos adictas a La Despensa de Frida, un puesto de productos mexicanos”, comparten.
Una vez las rodajas han enfriado, unta en ellas el queso gorgonzola.
¿El toque final? Mejor cuatro: una nuez en cada boniato, espolvorear romero fresco picado en trozos gruesos, un poco de miel y una pizca de sal.
El boniato es uno de los ingredientes preferidos de Hinojo. Al hornearlo a fuego suave durante tanto tiempo, el boniato queda muy crujiente, “así sustituye al pan y es una versión más ligera de los crostinis italianos tradicionales”, reflexiona María.
Consulta aquí las bases del concurso
CUÉNTANOS…
¿Conocías el blog ‘Hinojo’? ¿Qué es lo que más te gusta de la casa de María y Jorge? ¿Te animas con la receta que proponen María y Mili? Esperamos tus comentarios
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Quien vive aquí: María (en la foto, a la derecha) y su marido, el ilustrador Jorge Lawerta, con Pascual y Carlota, sus dos hijos, y tres gatos
Blog: Hinojo, que lleva junto a su hermana Mili (juntas, en la imagen)
Situación: Barrio de Ruzafa, en Valencia
Superficie: 220 m2
Les pasa a muchos blogueros, que su formación académica poco tiene que ver con la temática del blog que lanzan. Mili (en la izquierda, a la foto), no es la excepción: antes trabajaba como diseñadora de calzado. “Cuando me ponía a investigar sobre nuevas tendencias de zapatos, siempre acababa mirando fotos de comida y blogs de recetas”, dice en casa de su hermana María, donde, juntas, reciben a Houzz: “Llegué a la conclusión de que no me estaba dedicando a lo que me apasionaba”, resume.
Tras semejante epifanía, Mili y María tomaron la decisión de hacer juntas algo que VERDADERAMENTE les apasionara. “Y lo que más disfrutamos es la cocina”, dicen, casi al unísono: “La comida es un tema común en casa desde niñas. Incluso, cuando estamos comiendo hablamos de otras cosas que nos gustaría comer”, reconoce María, entre risas. Nacidas en argentinas, tienen familia, tanto española como italiana: buena herencia en términos gastronómicos.