Decoración
Decoración: Apuesta en casa por el color naranja y los tonos tierra
Vital y vibrante, el naranja es el rey de la estación en sus múltiples matices. Apuesta por este color para crear atmósferas cálidas.
Las horas de luz se van reduciendo progresivamente a medida que nos acercamos al invierno, incidiendo en la luminosidad de nuestra casa y pidiendo que adaptemos su decoración a este período del año. Para ello, nada mejor que transportar a su interior las gradaciones cromáticas de esta estación, caracterizada por los tonos más cálidos de la tierra. Los colores marrones, tostados, naranjas, rojos y algún que otro toque de púrpura serán nuestros aliados a la hora de preparar nuestros interiores para afrontar los rigores de los meses más fríos del año. Telas, papeles, pintura y complementos te permitirán poner notas cálidas a cualquier ambiente de forma simple y con una mínima inversión.
Tonos naturales. La gama de los colores de la tierra tiene la capacidad de arraigarnos y hacernos sentir en armonía con nuestro entorno. Es por ello que en otoño, los tonos especiados de la canela o la nuez moscada conviven especialmente bien con otros más sobrios y actuales como el tostado grisáceo del ginseng, ganando en luminosidad con notas naranjas y amarillas de calabaza, miel o mostaza en forma de accesorios, como cojines y plaids, para crear ambientes arropados, perfectos para disfrutar al máximo del tiempo invernal en casa.
8 ideas para redecorar tu hogar en otoño
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Foco de atención. El naranja es un color vibrante y de fuerte impacto visual, que sin embargo resulta al mismo tiempo fácil de combinar con una gran variedad de tonalidades a las que siempre aporta una nota cálida y alegre. Hasta la estancia más neutra y sencilla puede cobrar una nueva vida con solo aplicar una mano de pintura en esta paleta que, como añadido, combina con cualquier tipo de madera, tanto clara como oscura. Para rebajar su intensidad y transmitir una sensación de calidez y confort, elige un tono rico y profundo, como el caldera o el óxido, y reserva los más ácidos para decoraciones veraniegas.
Sabor mediterráneo. Las múltiples gradaciones de naranja tienen la virtud de adaptarse a cualquier estilo decorativo, desde el más vanguardista y contrastado al más tradicional y sosegado. Todo depende de la intensidad del tono elegido y de su combinación con otros próximos o alejados en la paleta cromática. La alternancia con beiges, tostados y ocres da lugar a composiciones naturales, perfectas para ambientes rústicos y mediterráneos, como este salón en el que las cortinas se encargan de marcar la paleta cromática al tiempo que tiñen la luz con las tonalidades del otoño.
Enmarcando las vistas. Cambiar las cortinas es una forma muy efectiva de transformar la atmósfera de una estancia según la estación, sin necesidad de llevar a cabo ningún tipo de reforma. Optar por un estampado floral o un motivo que recoja los cambiantes colores de las hojas en esta época puede ser una buena opción para dar un toque más otoñal al salón.
De nuevo, los hay adecuados para cualquier estilo, en función de si los elegimos más naturalistas y clásicos o más depurados y gráficos. Sea cual sea la elección, conviene decantarse por tejidos de fibras naturales, como el lino o el algodón, y no demasiado pesados, para aprovechar al máximo la escasa luminosidad natural de esta estación en la que cada vez anochece más temprano.
De nuevo, los hay adecuados para cualquier estilo, en función de si los elegimos más naturalistas y clásicos o más depurados y gráficos. Sea cual sea la elección, conviene decantarse por tejidos de fibras naturales, como el lino o el algodón, y no demasiado pesados, para aprovechar al máximo la escasa luminosidad natural de esta estación en la que cada vez anochece más temprano.
En torno a la mesa. Color alegre y vitalista, se dice que el naranja promueve la comunicación animada e informal. Además, está lleno de sabores y aromas asociados: naranjas, melocotones, mangos, calabazas… por lo que una mesa vestida en este tono es un triunfo asegurado. En verano, dale un toque cítrico mezclándolo con amarillos y verdes, mientras que en los meses más fríos conviene potenciar su calidez alternándolo con rojos, burdeos y púrpuras en manteles individuales, caminos de mesa, arreglos florales o velas.
6 ideas para darle un toque otoñal a la casa usando hojas
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Un dormitorio acogedor. Para que el naranja nos arrope literalmente, más allá del puro efecto visual, nada mejor que elegirlo para vestir la cama en forma de fundas nórdicas. Las de esta habitación tienen la ventaja de que, al ser reversibles, pueden adaptarse a distintos momentos del año con un simple giro, al tiempo que ofrecen interesantes posibilidades de combinación.
Para que esta paleta vitalista no altere el descanso, en el dormitorio conviene optar por gradaciones tranquilas, como el azafrán o el calabaza, preferiblemente coordinadas con tonos fríos o sobrios como el gris, que las neutraliza y da lugar a ambientes apacibles y serenos con un punto de color.
Decoración para principiantes: Sobre el uso y cualidades de los colores
Para que esta paleta vitalista no altere el descanso, en el dormitorio conviene optar por gradaciones tranquilas, como el azafrán o el calabaza, preferiblemente coordinadas con tonos fríos o sobrios como el gris, que las neutraliza y da lugar a ambientes apacibles y serenos con un punto de color.
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Exteriores más cálidos. Si vives en un lugar con un clima suave que permita alargar el uso de la terraza bien entrado el otoño, no dudes en trasladar los colores de la naturaleza a su equipamiento. Basta con sustituir las fundas de colores vivos o rayas marineras por unas en un rico tono ocre que proporcionará una atmósfera de mayor recogimiento incluso aunque se trate de un espacio al aire libre.
¿Y TÚ?
¿Has apostado por esta gama color para vestir alguna estancia de tu hogar? ¡Queremos verlo! Sube tus fotos en la sección de comentarios.
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Los papeles con base non-woven (o tejido no-tejido) son tan fáciles de colocar como de retirar, ya que para lo primero solo se requiere encolar la pared –no la trasera de las tiras de papel– y se saca en una sola pieza sin dejar restos cuando así se desee. Por este motivo son una forma rápida, limpia y económica de renovar por completo la estética de una estancia. Una alfombra que enmarque la zona de asientos no solo reforzará el efecto visual, sino que aportará mayor calidez y confort al conjunto.