Muebles y accesorios
Qué tener en cuenta antes de comprar un sofá
Comprar un sofá es una de las inversiones más importantes en un hogar. Aunque vaya a ser temporal, piénsatelo dos veces.
Es inexorable que un sofá acabe pasando del salón a la sala de estar y de allí al sótano o a la habitación de invitados. Antes de que te des cuenta habrá transcurrido más de una década y aquella compra impulsiva se habrá convertido en parte de tu hogar y de tu vida. De modo que no está de más darle unas vueltas antes de decidirte. Compra siempre el mejor sofá que te puedas permitir, amortizarás el gasto a lo largo de los años. Además, suele ser más barato tapizar un sofá que comprar uno nuevo de la misma calidad.
Analiza las dimensiones de la habitación donde estará el sofá para decidir qué altura, anchura y profundidad se ajusta mejor al espacio. Si no estás seguro, dibuja su huella en el suelo con cinta adhesiva o de carrocero. También puedes construir una simulación de su volumen con cajas vacías y convivir con ellas unos días a ver qué tal.
Si tu idea es pasar mucho tiempo tumbado en el sofá leyendo o echando una cabezada, asegúrate de que el espacio entre los brazos sea suficiente. No te fijes solo en la longitud del sofá, el ancho de los brazos también influye sobre el espacio final.
Diseños para la sala de estar que nunca pasan de moda
Un sofá de calidad ha de ser sólido y pesado. Déjate caer sobre él sin miedo para comprobar su firmeza. Después, levántalo por una esquina y sacúdelo un poco. Si resulta demasiado ligero o poco estable, deséchalo. Lo ideal es que su estructura esté hecha de madera maciza de roble, abedul o arce. Si no, elige un contrachapado de madera dura.
Diseños para la sala de estar que nunca pasan de moda
Un sofá de calidad ha de ser sólido y pesado. Déjate caer sobre él sin miedo para comprobar su firmeza. Después, levántalo por una esquina y sacúdelo un poco. Si resulta demasiado ligero o poco estable, deséchalo. Lo ideal es que su estructura esté hecha de madera maciza de roble, abedul o arce. Si no, elige un contrachapado de madera dura.
Si no tienes mucho espacio, comprar un sofá de brazos bajos o sin brazos es una buena idea porque la habitación parecerá más grande.
Los sofás buenos tienen juntas que están doblemente sujetas y encajadas con las esquinas, que a su vez están pegadas y atornilladas, no grapadas. Si es un sofá bueno las patas suelen formar parte de la estructura, no están meramente pegadas a ella. Aunque las patas extraíbles facilitan que el sofá pase por las puertas.
Si buscas un sofá nuevo para tu casa, descubre cientos de fotos en las que inspirarte
Los sofás buenos tienen juntas que están doblemente sujetas y encajadas con las esquinas, que a su vez están pegadas y atornilladas, no grapadas. Si es un sofá bueno las patas suelen formar parte de la estructura, no están meramente pegadas a ella. Aunque las patas extraíbles facilitan que el sofá pase por las puertas.
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¿Cuánta gente quieres que se siente en tu sofá? Puede parecer una pregunta tonta, pero lo cierto es que a nadie le gusta sentarse justo en la hendidura. Si compras uno con dos cojines, lo más probable es que solo se sienten dos personas. Si quieres que se pueda sentar más gente, compra uno con tres cojines o con uno solo corrido.
La base de la mayoría de los cojines del sofá es de espuma de poliuretano. Cuanto más densa sea la espuma, más pesado será el cojín y más tiempo durará. En los sofás baratos, el cojín sólo está relleno de esta base. En los sofás de precio medio está a su vez envuelta en espuma de Dacron. Los sofás caros incluyen cojines que combinan plumón y guata, o que cuentan con una base de resortes envuelta en espuma y plumas, y por supuesto también cojines hechos únicamente de plumas.
La base de la mayoría de los cojines del sofá es de espuma de poliuretano. Cuanto más densa sea la espuma, más pesado será el cojín y más tiempo durará. En los sofás baratos, el cojín sólo está relleno de esta base. En los sofás de precio medio está a su vez envuelta en espuma de Dacron. Los sofás caros incluyen cojines que combinan plumón y guata, o que cuentan con una base de resortes envuelta en espuma y plumas, y por supuesto también cojines hechos únicamente de plumas.
Ten en cuenta que hay dos tipos de respaldo para los sofás: el que está hecho con cojines independientes, que se pueden retirar, o el de respaldo fijo y tapizado que sigue el contorno del resto del sofá.
Los sofás con respaldo de cojines por lo general resultan de aspecto más cómodo y apetecible, pero tienen un inconveniente: hay que ahuecar los cojines a menudo porque si no parecerá que están torcidos. Si te ponen nervioso estos detalles, lo mejor será que elijas un respaldo fijo.
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La profundidad del asiento o el ángulo del respaldo no son parámetros estándar. Pero de ello dependerá su comodidad así que ¿cómo saber qué profundidad es la ideal para ti? Guíate por la experiencia. Si ya tienes un sofá cómodo en casa, mide la distancia desde el interior de tu rodilla hasta el punto en el que la parte inferior de tu espalda toca el respaldo, así sabrás cuáles son las medidas ideales.
Como un sofá supone una inversión fuerte, lo normal es que queramos que no pase de moda. Para conseguirlo, lo mejor es escoger una tapicería neutra porque siempre puedes añadirle color a través del estampado de los cojines del sofá, que además serán fáciles y baratos de reemplazar cuando quieras cambiar la decoración.
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Si tienes niños pequeños, los tonos neutros igual te complican un poco la existencia. En ese caso, lo mejor es optar por colores oscuros o por estampados discretos y sufridos.
En general, las telas sintéticas son más duraderas, fáciles de limpiar y no destiñen. Los tejidos tupidos y gruesos soportarán mejor el paso del tiempo, al igual que la piel. Evita los satenes, brocados y damascos a no ser que no vayas a usarlo demasiado.
En general, las telas sintéticas son más duraderas, fáciles de limpiar y no destiñen. Los tejidos tupidos y gruesos soportarán mejor el paso del tiempo, al igual que la piel. Evita los satenes, brocados y damascos a no ser que no vayas a usarlo demasiado.
Independientemente de la tela que elijas, solicita a la tienda o firma una muestra del tejido para llevarte a casa antes de tomar la decisión. Si no es posible, también puedes pedir un cojín. Así podrás ver la tela bajo la luz de la habitación y junto con el resto de muebles. Evitarás llevarte una sorpresa en una inversión tan importante.
Salones frescos y renovados
¿Y TÚ?
Cuéntanos en qué te fijas a la hora de comprar un sofá.
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