Visita privada: Una lección de color en un piso en Dinamarca
El equilibrio entre minimalismo y color existe: lo comprobamos en esta casa de dos plantas de distribución inusual.
El piso en el que viven Kamma Wolff Christensen y su familia tiene dos plantas y es un tanto inusual. Situado en Aarhus, la segunda ciudad más grande de Dinamarca, no sigue la típica distribución de las casas de varios pisos. Así, los dormitorios se encuentran en la primera planta, y la cocina, el salón y el comedor, en la segunda. “La mayoría de nuestros invitados se sorprenden. Eso sí, una vez arriba, se olvidan de que hay una planta inferior –dice entre risas Kamma, gerente en una tienda de decoración–. Creo que esta distribución tiene todo el sentido del mundo: aquí arriba los techos son altos y hay más luz”, dice.
La variedad de colores es lo primero que salta a la vista al recorrer la casa de Kamma y Hannu. En el comedor destacan dos taburetes altos, uno amarillo y otro verde. Además, la alfombra del salón (en la primera foto) tiene todos los tonos del arco iris; y en la habitación de los niños domina el color azul pastel. Para rematar, en el dormitorio principal se han atrevido con objetos de color rojo intenso. A pesar del atrevido popurrí, el piso respira una estética pura y minimalista.
En general, la decoración de la vivienda transmite mucha calma. “No es casualidad –explica Kamma–: necesito equilibrio en casa, para crear armonía. Los colores me hacen feliz y, al mismo tiempo, aportan calidez y personalidad. El objetivo es sentimos realmente bien en casa”, dice quien trabaja en Karrusella, en el centro de Aarhus y donde se venden artículos deco, juguetes y ropa.
En la imagen, una vista del comedor. Las zonas comunes se sitúan, por tanto, justo debajo del tejado a dos aguas y se benefician del encanto de las vigas vistas y de una gran cantidad de luz natural.
“En parte, el secreto de ese equilibrio es trabajar sobre un lienzo de colores neutros y, luego, salpicarlo con tonos alegres”, explica Kamma.
En la imagen, una vista del comedor. Las zonas comunes se sitúan, por tanto, justo debajo del tejado a dos aguas y se benefician del encanto de las vigas vistas y de una gran cantidad de luz natural.
“En parte, el secreto de ese equilibrio es trabajar sobre un lienzo de colores neutros y, luego, salpicarlo con tonos alegres”, explica Kamma.
“Me gusta que los muebles grandes, como sofás, mesas y sillas, sean de colores atemporales. En nuestra casa predominan el blanco y los grises claritos. Los muebles pequeños y los accesorios decorativos son los que aportan el toque de color. Si me canso del taburete verde o del amarillo, puedo reemplazarlos con más facilidad que el sofá”, cuenta Kamma.
Pregunta al experto: Cómo usar bien los colores en decoración
Sofá, cojines, manta y alfombra: Hay; mesas de centro Bean, de Designers Zoo; fotos enmarcadas: Bob Moon
Pregunta al experto: Cómo usar bien los colores en decoración
Sofá, cojines, manta y alfombra: Hay; mesas de centro Bean, de Designers Zoo; fotos enmarcadas: Bob Moon
En el hogar de Kamma no solo los colores están en armonía: los artículos decorativos, de distintas procedencias, épocas y estilos, se combinan con un gusto exquisito.
Tras años buscando las piezas adecuadas, se diría que Kamma ha desarrollado una especial habilidad para combinar. “La estética es muy importante para mí y por eso toda la decoración está tan cuidada. Se trataba de un proyecto a largo plazo”, asegura.
Tras años buscando las piezas adecuadas, se diría que Kamma ha desarrollado una especial habilidad para combinar. “La estética es muy importante para mí y por eso toda la decoración está tan cuidada. Se trataba de un proyecto a largo plazo”, asegura.
“Los contrastes funcionan siempre que queden bien. Me gusta cómo combinan las viejas vigas del techo con los elementos modernos y otros muebles antiguos. De hecho, creo que una estancia grande y luminosa como esta pedía a gritos unos buenos contrastes. En otras palabras: estaba claro que necesitábamos dar unas pinceladas de color a este inmaculado lienzo de paredes blancas”, explica la dueña.
Aunque Hay [tienda de decoración de estilo nórdico] es la marca favorita de Kamma para muebles y accesorios de estilo contemporáneo, también suele comprar piezas en tiendas vintage de Aarhus, así como en otras zonas de Dinamarca y en el extranjero. “Encontré la peculiar ilustración colgada encima del taburete amarillo de vacaciones en Sudáfrica, hace ya muchos años. Me parece divertido mezclar elementos con distintas historias y procedencias”, dice.
La casa tiene un balcón que se extiende desde la cocina hasta el comedor. En él vemos unas sillas de metal en color azul cielo que Kamma compró en una tienda de objetos de segunda mano, en el centro de Aarhus.
Descubre todos los detalles de otra casa en Aarhus, el piso de dos diseñadores nórdicos
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Ya en planta primera, percibimos el mismo equilibrio en la decoración.
El dormitorio principal está dominado por el color rojo. “Una vidente me dijo una vez que el rojo es un color muy saludable para el dormitorio, ¡quizá tenga algo que ver con eso!”, comenta la dueña, riendo.
Silla y colcha: Hay
El dormitorio principal está dominado por el color rojo. “Una vidente me dijo una vez que el rojo es un color muy saludable para el dormitorio, ¡quizá tenga algo que ver con eso!”, comenta la dueña, riendo.
Silla y colcha: Hay
Aunque Kamma no tenía en mente ningún esquema de color cuando empezaron a decorar la vivienda, cada dormitorio sigue una paleta determinada.
En el dormitorio infantil predomina el turquesa con un toque pastel muy moderno –Kamma cree que es un tono clásico y fresco.
Cuando preguntamos por la influencia que han tenido los dos hijos pequeños en el diseño de su habitación, la respuesta de Kamma es automática: “¡Ninguna! Ellos tienen voz y voto en todo lo relacionado con sus juguetes, pero nada más”, confiesa entre risas.
Cuando preguntamos por la influencia que han tenido los dos hijos pequeños en el diseño de su habitación, la respuesta de Kamma es automática: “¡Ninguna! Ellos tienen voz y voto en todo lo relacionado con sus juguetes, pero nada más”, confiesa entre risas.
La ropa de los niños, los juguetes y otros objetos han encontrado su sitio en el gran armario que vemos a la izquierda de esta foto y en un par de baúles antiguos, también pintados en tonos alegres.
“No tienes que vivir sumido en el caos por el mero hecho de tener hijos. Creo que es muy útil disponer de muebles sencillos y espaciosos, como un amplio armario para la ropa y unos baúles para los juguetes”, insiste.
Mesa, silla y lámpara: Sebra
“No tienes que vivir sumido en el caos por el mero hecho de tener hijos. Creo que es muy útil disponer de muebles sencillos y espaciosos, como un amplio armario para la ropa y unos baúles para los juguetes”, insiste.
Mesa, silla y lámpara: Sebra
Esta mesa antigua con cajón la adquirió en La Maison, en Aarhus.
Tras cinco años viviendo en esta espléndida casa de dos plantas, ha llegado el momento de irse: Kamma cuenta que el piso está en venta. De hecho, ya saben dónde van a mudarse, a un piso nuevo y más grande cerca del puerto:
“Me da pena marcharme, porque crecí en esta misma calle y, de hecho, mi madre todavía vive unas casas más abajo. El barrio de Øgaderne y esta zona en particular, siempre serán mi hogar”, reflexiona a modo de despedida.
Más casas increíbles y dueños con historias que contar en la sección ‘Visita privada’ de la Revista Houzz España
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¿Qué es lo que más te ha gustado de esta casa en Dinamarca? Esperamos tus comentarios
“Me da pena marcharme, porque crecí en esta misma calle y, de hecho, mi madre todavía vive unas casas más abajo. El barrio de Øgaderne y esta zona en particular, siempre serán mi hogar”, reflexiona a modo de despedida.
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Quien vive aquí: Kamma Wolff Christensen, 37 años, su novio Hannu, de 43 años, y sus hijos: Leonardo, de 4 años, y Aleksander, de 6 –el hijo de Hannu, de 13 años, también se une a ellos cada dos semanas.
Situación: Aarhus, Dinamarca
Superficie: 143 metros cuadrados
Fotografía: Mia Mortensen